¿No te doy miel y leche para tus hijos?, ¿No recibes mi leña para tu fuego, mi lluvia, mi agua, mi tierra para tus frutos, mi perfume y mi calor? Has cortado el manto de vegetales variopintos que aterciopelaban mi piel y enjugaban las gotas de mi lluvia… Has secado mis entrañas, sacando mi negrea sangre para tus alocados ingenios de velocidad y muerte. Has golpeado severamente mi estabilidad con tus potentes petardos atómicos y has puesto en peligro la gravitación de otras esferas próximas a mí. Has envenenado el poco aire que me queda para respirar. En Oriente y en Occidente, en el Norte y en el Sur, el viento, el agua y la lluvia trasladan las enfermedades golpeando a los indefensos retoños.
Has desestabilizado las colonias microscópicas, produciendo una escala infinita de consecuencias desestabilizadoras. Has dividido la tierra en parcelas y has puesto al hombre en reservas, separando al rico del pobre, al negro del blanco, al tonto del listo. Has establecido la ley de lo que debe vivir y me has quitado el poder de auto seleccionar, de auto limpiar. Me has llenado de abonos químicos envenenados que convierten mi piel en un desierto estéril e improductivo. Has fabricado aparatos de muerte más destructivos que mis terremotos y mis tornados, y tu lista de asesinatos es una montaña formada de dolor e injusticia, de guerra y de odio. Has pintado mi atmósfera de negro y los niños no pueden ver las estrellas que por la noche me visitan.
¡Querido ser humano!
Existen otros caminos de entendimiento entre nosotros que tú no has emprendido. En esas sendas estoy yo, repleta de diálogo, de comprensión, de entendimiento, de enseñanzas. Poseo la memoria genética de 150 billones de reacciones biológicas-físico-químicas que te ofrezco y pongo a tu servicio.
En mis archivos se encuentran recopilados los fenómenos más maravillosos que ningún ojo humano haya podido jamás escrutar. Mis entrañas contienen minerales y productos energéticos que pueden llevaros a una evolución total de vuestro patrón social, político y económico. Poseo la escuela de conocimiento más vieja y más sorprendente de la existencia, y os ofrezco un milagro en cada animal, en cada planta, y en cada objeto o cosa que me cubre y me forma.
Mis arcanos están permanentemente abiertos a vuestra serena y armónica contemplación, y solo necesitáis emprender las vías de acceso. ¿Cuáles son estos senderos?… Son muy sencillos de tomar, son muy fáciles de caminar. Dirígete por el de la JUSTICIA, por el de la PAZ, por el del AMOR… y allí en cada esquina, en cada accidente, en cada respiración, recuerda que lo que me haces a mí y a los demás te lo haces a ti mismo.
¡Hombre, aprisa!… Camina a mi centro… ¡YO SOY la madre de tu cuerpo y el sostén de tu naturaleza psíquico-física! Necesito establecer un diálogo amoroso en el que nos fundamos como un solo ser, para que las otras esferas nos contemplen como armónicos cuerpos sonoros en la melodía universal de la existencia.
¡Humano, actúa en el ahora continuo!
¡DESPIERTA!