Mientras, otro grupo de manifestantes irrumpieron contra las Oficinas de la Contraloría General de República y la SUNAT, donde saquearon todos los bienes como computadoras e incendiando toda la documentación existente en dicha institución.
Otros establecimientos privados ubicados en el jirón Lima fueron el blanco de los ataques de los enardecidos manifestantes. Grupos de manifestantes se movilizan por el centro de la ciudad amenazando y ocasionando destrozos.
Frente a los incidentes desatados la Policía lanzó bombas lacrimógenas por las calles céntricas, a fin de disuadir a los manifestantes.