Por Marfil
6 personas fallecidas y más de 40 heridas, 42 días de paralizaciones y protestas que han causado grandes pérdidas económicas a la región y a sus habitantes: es el costo, inadmisiblemente alto, que ha supuesto lograr la derogación de D.S. 083 y una nueva promesa del Estado peruano de asegurar la descontaminación del Río Ramis. Los diarios y noticieros calculan y se lamentan por los millones de dólares que costará reparar el aeropuerto de Juliaca y por los miles adicionales que dejaron de ingresar por turismo perdido, pero ¿cómo se calcula el dolor de las familias que perdieron a sus hijos o a sus padres?
Mientras tanto el Presidente García se dedicaba a inaugurar obras: tiene tantas que si no se apura le va a faltar tiempo para hacerlo antes de irse. Está convencido de que se va en gloria, luego de haber supuestamente regalado un enorme cristo de plástico a la ciudad de Lima. Decimos supuestamente, porque ya se sabe que la empresa Odebrecht ha ganado una jugosa licitación a cambio de su generosidad. Pero como declaró el Ministro de Cultura, era un sueño del Presidente tener ese Cristo y el Ministro tiene "derecho" de aprobárselo.
Y los Congresistas de la Republica, mientras tanto, discutían si además de los 14 sueldos al año y los pagos extra por "instalación" y "desinstalación" que reciben, se van a atribuir el derecho a cobrar una compensación extraordinaria por "vacaciones truncas" o algo así. Para ellos es más importante ver con cuanto se alzan, que atender los problemas que generan con sus acciones improvisadas, como su última perla, la creación de la Universidad de Tayacaja. El Congreso no encontró mejor forma de atender la legítima aspiración de los pobladores de esa provincia a tener una universidad, que disponiendo de los fondos y recursos de la Universidad Nacional de Huancavelica, algo que por cierto ya había hecho la actual legislatura en 10 ocasiones previas . Las consecuentes protestas públicas y, una vez más, el uso desmesurado e irresponsable de la fuerza por parte de la policía, dejaron 3 jóvenes fallecidos y decenas de heridos. Eso fue lo que costó que los señores congresistas dejaran por un momento la preocupación de asegurar su "derecho" a un retiro con los bolsillos bien llenitos, para reparar su error.
El número de conflictos hoy en el Perú es altísimo: en su último reporte, de Mayo 2011, la Defensoría del Pueblo registra 142 activos y 85 latentes. Parecieran obedecer a asuntos particulares, cuestiones muy diversas, pero no es tal. Esta semana, unos protestaban contra la mina Santa Ana, otros por la recuperación del Ramis y los terceros contra la hidroeléctrica de Inambari, pero los cierto es que quechuas y aymaras de Puno, como la mayoría de indígenas de la sierra, selva y costa del Perú, están exigiendo lo mismo: que el Estado peruano cumpla con su obligación de consultar a los pobladores ancestrales de un territorio antes de conceder licencias de explotación minera o de hidrocarburos o construir grandes represas, y que cumpla con su rol vigilante y protector del medio ambiente ante las inversiones privadas. Y los universitarios de Huancavelica y de San Marcos, como los de otras 10 universidades nacionales cuyos recursos han sido recortados por la creación irresponsable de nuevas universidades por el gobierno actual, también están unidos en su protesta: la educación es un derecho pero cuesta. Cumplir con los derechos de las personas supone invertir esfuerzos y recursos, se requiere un proceso, establecer prioridades.
He aquí por lo que vamos a trabajar y a luchar quienes apoyamos la candidatura de Gana Perú: diálogo y transparencia para que al establecer las prioridades no primen los deseos del mandatario, los privilegios del legislador o los intereses particulares y corto placistas de la empresa privada. Un gobierno de Gana Perú con los ciudadanos y ciudadanas, no de un Seños Presidente y sus complacientes ministros. Un gobierno donde las decisiones fundamentales se consulten, donde los conflictos no se soslayen, donde los que piensan distinto no sean calificados como perros del hortelano o seres primitivos anclados en el pasado. Un gobierno que avance en el efectivo reconocimiento de los derechos, de la humanidad misma, de los peruanos y peruanas que sufren subordinación, discriminación, pobreza.
