La VIII Marcha Indígena llegó este sábado a la comunidad Limoncito, a 200 metros del puente donde 100 policías antimotines piensan detener el paso de los marchistas. El nuevo lugar de descanso está a cinco kilómetros de Yucumo, donde un grupo de campesinos simpatizantes del Presidente Evo Morales mantiene cortado el camino y amenaza con agredir a los indígenas si no se someten a los dictados del gobierno. La hostilidad de los bloqueadores no se dirige solamente contra las y los caminantes; también pretenden condicionar el trabajo de la prensa en la “vigilia”, como prefieren llamarla en el Palacio Quemado.
En Yucumo.
César Tamayo, periodista de Radio Fides, volvió del bloqueo en Yucumo sano, pero con su cámara de fotos fregada. “He sufrido una agresión hostil de parte de los colonos. Porque aquí (en el campamento de la octava marcha), como verán, la gente es muy tranquila. Ya hace una semana de que estoy aquí. El anterior sábado, estuve en el bloqueo de Yucumo y saqué unas fotografías, tengo aquí registradas las fotografías del bloqueo. Esas imágenes hablan más que mil palabras y muestran a unas 10 o 15 personas en el bloqueo. Publiqué esas imágenes en la página web www.radiofides.com y el día domingo fuimos otra vez al punto de bloqueo. Ahí fui rodeado, todos estaban con palos. Vinieron Guzmán Aliaga, René Huasco, que son los dirigentes con los que he hablado. Vinieron y me rodearon el anterior sábado, me dijeron ‘¿por qué has publicado tú unas fotografías donde nos haces ver que somos poquitos?‘. Yo les dije: ‘Esas son las fotografías y esa es la cantidad de gente‘. Ellos empezaron a gritarme que ‘la prensa está parcializada‘, ‘nos hacen ver mal‘. Y me vino un palazo de este lado. Me lo dieron a la cámara, que cayó y se me rajó (más bien todavía está funcionando). Yo mantuve la calma, les expliqué, les dije ‘miren, discúlpenme, ustedes son los bloqueadores, pero en todo caso, si quieren que se vea que son varios pues ábranse entonces, para que se note que son hartos. Pero no puedo hacer nada más, o sea estoy sacando lo que estoy viendo, lo que la cámara está captando‘", contó Tamayo.
“Ayer tuve una entrevista con Andrés Rojas en su programa de la tarde en vivo y en directo –continuó Tamayo–. Hice las alocuciones correspondientes, los entrevisté, todo eso. Luego vino y me dijo René Huasco, uno de los dirigentes, que ‘Andrés Rojas ha referido que somos cocaleros y masistas. Y no lo somos, por eso tienes que rectificarte aquí‘. Entonces me rodearon y sentí un tono hostil de agresión. Más bien, el compañero de la Red Erbol fue muy inteligente porque estaba adelante y pueden preguntarle a él, que prácticamente, por así decirlo, me salvó la vida. Cuando ya me rodearon y me gritaban ‘tienes que rectificarte‘, yo les dije ‘pero esas palabras las dijo Andrés Rojas‘. Entonces me dijeron ellos que ‘tú trabajas en Radio Fides y vos vas a pagar‘. Se me acercaron, se me acercaron y ahí es que el queridísimo amigo de Erbol se me acercó y dijo ‘¿qué pasa? ¿Te vas a volver Alcalde, que te están reuniendo?‘. Entonces yo mantuve la calma, no quise expresar miedo, porque es como los perros, ellos sienten el miedo y recién te atacan. Yo les dije que fue Andrés Rojas y que iba a hablar con él. Me alejé porque dije que me estaban llamando, agarré una moto y me fui. Pero es verdad que los bloqueadores son pocos. Hasta convocaron al pueblo de Yucumo y el pueblo no les hizo caso. Ahora tengo un problema con la cámara, tengo que ver cómo solucionarlo, pero más bien que no llego a más", relató el periodista.
El compañero de Erbol también fue amenazado en varias oportunidades por los bloqueadores. Pero hasta ahora tuvo la suerte de que en esos momentos siempre le tocaba transmitir al aire. Otros medios que caen mal a los campesinos son ATB, Unitel, El Deber, La Razón y RPT (la lista sigue creciendo).
Hacia La Paz
El jueves a última hora, el gobierno nacional envió un documento de respuesta a la octava marcha en el que plasmaba su propuesta para atender a las 16 demandas de los pueblos indígenas. Luego de que lo analizaran, hoy los marchistas replicaron con una contrapropuesta a los ocupantes del Palacio Quemado. “Consideramos que la atención a nuestras demandas debe establecerse dentro del marco de nuestra plataforma. Pero las respuestas que mandó el gobierno han sido vagas, no es así como nos debería responder. Pareciera que inventa respuestas para presentar al público, pero no para tratar de resolver las demandas de nosotros los marchistas”, dijo Fernando Vargas Mosúa, presidente de la Subcentral de comunidades del TIPNIS.
“No satisfacen las respuestas dadas a nuestras demandas, por lo tanto no tiene sentido seguir sentados a conversar, si vamos a redundar sobre lo mismo y no hay voluntad de diálogo en el gobierno. Pero seguimos abiertos al diálogo y pensamos que en cualquier momento el gobierno puede cambiar su actitud”, agregó Vargas.
Ayer, partió una avanzada de 60 indígenas de la CPILAP (Central de Pueblos Indígenas del norte de La Paz), quienes llegaron primero al campamento en Limoncito. Durante el trayecto, fueron monitoreados en cuatro ocasiones por movilidades cargados de policías. En una de ellas, los uniformados se dedicaban a filmar tanto a los marchistas como a los periodistas que realizaban su trabajo.
“Ya entendemos que la Policía está en movimiento, ustedes los han visto, son testigos con sus cámaras –dijo a la prensa el presidente de la CIDOB, Adolfo Chávez-. Por nuestra parte no hay ningún temor, vamos a seguir la caminata. Cuando hay desesperación e ingobernabilidad, cuando se piensa extremadamente negativo, cuando los ministros y el Presidente no pueden resolver temas esenciales de los pueblos indígenas, comienzan un movimiento de amedrentamiento. Pero a nosotros no nos amedrenta nadie, nuestro respaldo es la ciudadanía de todo el país, por eso los hermanos van a en tranquilidad, en paz”.
“El Defensor del Pueblo ha manifestado muy claro que por derecho constitucional deben estar expeditas las vías carreteras. Nosotros estamos haciendo ejercicio de nuestro derecho de transitar libremente, entonces creo que el gobierno sigue cometiendo otro error constitucional. Va a haber forcejeo, provocado por la Policía, cuando nos quieran parar. Pero quiero destacar que el campo es abierto, no vamos a entrar a su juego de los policías. Es pampa a ambos lados de donde nos quieren frenar. Entonces no sé a quién van a detener. Lo que nos preocupa es que estamos viviendo la conculcación de los derechos a la protesta, a la liberad de expresión. Pareciera que quien se oponga a una política del gobierno va a ser acallado, y eso está muy mal para un Estado Plurinacional, por eso creo que hay que reconducirlo”, dijo el dirigente tacana.
Posiblemente el lunes la octava marcha se encuentre cara a cara con la Policía. O más bien será cara contra escudo, de acuerdo con las imágenes difundidas de los ejercicios de los uniformados antimotines. “Pedimos a la población boliviana que esté atenta a lo que pudiera ocurrir cuando estemos cerca de la Policía. Puede ocurrir que se metan infiltrados para provocar, como ya ha ocurrido en Caranavi, donde hubo dos muertos, o similar a la matanza de campesinos en Porvenir. Los hermanos que nos encontramos en el campamento estamos con todas las ganas de seguir adelante”, contó Chávez.
“Le decimos a la población de Bolivia que debe estar preparada por si algo ocurriera a los pueblos indígenas –agregó-. Si así fuera, deberán tomar las decisiones para reconducir este país, porque todos lo necesitamos, por el bien de todos los bolivianos”.
En Limoncito
Cientos de indígenas hay instalados en la casa de una familia, a metros de donde la Policía espera frenar la marcha. En el lugar hay un solo grifo, que funciona permanentemente para atender a la sed de los indígenas. El perrito Romero -que engordó pero todavía es flaco- quedó adherido al suelo luego de liderar la movilización durante 17 kilómetros.
Don Antonio Sotto Watara, del pueblo Canichana, acudió al médico del campamento porque lo atacaban los calambres en las piernas. Además, estaba deshidratado.
- Le voy a dar suero, una friccionada ahí donde le duele y ya. Nos deshidratamos porque transpiramos mucho y no tomamos agua. Le vamos a preparar un suero de rehidratación oral ¿listo? Acomódese bien para que pueda friccionarlo –dijo el doctor con sus guantes de plástico relucientes.
Don Antonio, de 68 años, es escritor. Todo el tiempo se dedica a tomar notas a modo de bitácora de la marcha. Cada tanto, lee sus poemas a los marchistas y les levanta el ánimo, porque les habla de ellos. “Puede acercarse a mi carpa, donde tengo mi diario completo. Hoy todavía no he escrito porque salimos a la mañanita. Y ahora que llegamos aquí este calambre no se me pasa, no puedo ni echarme ya. Me duele desde el pie hasta la corva. Doctor, yo he estado en todas las marchas, en todingas, conozco las alegrías, los sinsabores de las marchas, los muertos. Mucha gente de los periodistas me pregunta cómo han sido las marchas”.
- ¿Y cuál ha sido la más sacrificada?– dijo el doctor, mientras le masajeaba las pantorrillas entumecidas.
- Esta. Esta es la más sacrificada- dijo don Antonio.
Y continuó con el relato de sus dolencias. “Cuando veníamos por la estancita comenzaron a darme los calambres y zas, me embarcaron para venirme acá. Es que hace dos días me dio diarrea, tuve dos días y dos noches. Pucha que trajinaba a cada rato. Eso es por el agua que tomamos. Y ahí en La Embocada me pusieron un suero anteayer. Con eso me mejoré bastante, porque tenía hasta fiebre”.
Ahora el escritor canichana espera a recuperarse para seguir la caminata hacia La Paz, a 300 kilómetros. Dijo que no piensa dejar la marcha. "Voy a estar hasta lo último, porque me daría vergüenza volverme. Y segundo, si me fuera estaría traicionando al movimiento indígena, lo cual nunca he hecho. Ya me voy a componer bien nomás y voy a continuar", aseguró.
"En todas las marchas he hecho canciones, poesías, chistes, cuentos. De cada comunidad que venimos tengo anotado en mi diario cuándo se fundó, quiénes fueron los fundadores, los héroes de esos pequeños pueblitos que están ahí en la carretera, a los que no ha llegado el desarrollo. Por ejemplo Puerto San Borja, comunidad bonita pero muy olvidada de las autoridades. Lo mismo Totaizal, Santa Ana de Moseruna, Vista Hermosa, adonde llegamos y de donde hemos salido; de La Embocada, mire usted que por lo menos tiene su centro para curar, su iglesita, pero nada más. Tiene un agua pésima, que parece barreno, la luz no llega a todos los hogares. Sería bueno que las autoridades se pongan a mirar, a visitar los ranchitos, las comunidades, para que llegue el progreso, el desarrollo, así los niños vivirían mejor que nosotros. Pero creo que nosotros hemos vivido mejor aquí, 70 años atrás", dijo el comunario de San Pedro Nuevo, al norte de Beni.
Hasta el lunes, los marchistas decidirán qué hacen ante el bloqueo de la Policía antimotines y el puñado de campesinos paceños en Yucumo. "No deja de ser un riesgo para los pueblos indígenas, no solamente para las señoras, sino también para nosotros los hombres. Pareciera que estamos en pie de guerra, pero para nosotros es una guerra sin armas. Nuestra guerra sin armas es por un bien social, por el bien de todo nuestro país. Pero no hay sensibilidad con nosotros. Ayer, nuestro Presidente se bajó hasta la comunidad Santo Domingo (en el TIPNIS), pudiendo venir acá una hora: en una hora se soluciona el problema si él tuviera voluntad de venir aquí. Y mire que nos equivocamos pues. Yo no soy del MAS (Movimiento Al Socialismo, actual partido gobernante), pero le colaboré. Me hice enemigo de ganaderos, de tanta gente, por convencer a otros, a toda mi familia. Lo digo con bastante simpatía, porque así fue", dijo Sotto.