lunes, 17 de septiembre de 2012

Mundo: En 60 paises salen a las calles para protestar contra Monsanto





Paraguay: Marcha contra Monsanto y el algodón transgénico

Los manifestantes recorrieron las calles céntricas de Asunción.  Foto: ULTIMAHORA.COM.

Representantes de diversos sectores sociales, se manifestaron contra Monsanto y el algodón transgénico este lunes cerca del mediodía en el microcentro de Asunción. La protesta se inició frente al Panteón de los Héroes y luego los manifestantes se trasladaron hasta el Palacio de López.

La protesta es contra la instalación de Monsanto en Paraguay y responde a otras de nivel mundial en 60 países.

Esther Mendoza, miembro del movimiento Ocuppy Monsanto, indicó a ULTIMAHORA.COM que se unieron por una causa común, que es proteger la tierra.

Por unos minutos cientos de 70 personas cerraron calle Palma, pero decidieron ocupar media calzada. Luego decidieron marchar hasta el Palacio de Gobierno, donde se encuentra el presidente de la República, Federico Franco.

Los manifestantes se desplazaron por calle Palma hasta llegar a O'Leary y luego bajaron hasta Benjamín Constant, donde la Policía les impidió el paso.

Sin emabargo, dos representantes del grupo de manifestantes fueron hasta el Palacio de Gobierno para hacer de una recopilación científica de 3.800 páginas sobre las posibles consecuencias que produce la utilización de las semillas transgénicas.

El Gobierno de Franco autorizó, vía decreto, la importación de semillas transgénicas para su uso en la próxima campaña algodonera, y acusó a los luguistas, que se opusieron desde un comienzo a esta iniciativa, de frenar el desarrollo.

Monsanto es una empresa multinacional estadounidense que se dedica al desarrollo de biotecnología utilizada en la agricultura. La compañía produce semillas genéticamente modificadas como la soja transgénica.

También se hizo conocida por producir glifosato, un herbicida que está prohibido en muchos países del mundo por el alto grado de contaminación que produce, según publicó el portal Cba24.

Las movilizaciones contra la empresa Monsanto se realizan en más de 60 ciudades en todo el mundo.

Chilenos se unen a la manifestación mundial contra Monsanto



El viernes pasado, a las afueras de las oficinas de Monsanto en Chile, se llevó a cabo una manifestación para rechazar la presencia de la multinacional en nuestro país. A la protesta asistieron activistas del movimiento Chile Sin Transgénicos, quienes desplegaron un lienzo para solicitar una moratoria urgente a los organismos genéticamente modificados, siguiendo los pasos de Perú.

La demostración se enmarcó en la manifestación mundial contra Monsanto (Occupy Monsanto), que se realiza hoy 17 de septiembre. Debido a su proximidad con las fiestas patrias, los convocantes decidieron adelantar su protesta en forma de “flash mob”, sin previo aviso, para no alertar a Carabineros ni a la multinacional.

La actividad se realizó sin problemas y contó con la presencia, en su mayoría, de estudiantes universitarios conscientes del peligro que representan las semillas y pesticidas de Monsanto, cuyos riesgos a la salud han sido expuestos reiteradamente por diversos estudios científicos.
“Se informó al público del lugar, se repartieron volantes y se entonaron consignas contra la multinacional”, dijo Ivan Santandreu, biólogo de Chile Sin Transgénicos. “Un gran aporte patrio para estas fechas, con nuestra bandera nacional muy bien utilizada frente a las oficinas corporativas de Monsanto”.

Los cuarteles nacionales de Monsanto se encuentran ubicados en Las Condes, en calle Rosario Norte 555. Según explicaron asistentes, muchos transeúntes se mostraron sorprendidos al saber que la corporación de transgénicos se encontraba frente a ellos.

En medio de la protesta y tras ser avisados por personal de Monsanto, efectivos de Carabineros concurrieron hasta el lugar, no obstante “rápidamente se dieron cuenta de que no tenían nada que hacer ahí”, según explicó Santandreu.

El debate público sobre los transgénicos tuvo su mayor apogeo en 2011, cuando se ratificó en el Senado el Convenio Upov91, legislación que autoriza la privatización de semillas, tanto naturales como genéticamente modificadas en Chile, impidiendo a los campesinos guardar sus semillas y extendiendo los derechos y garantías de multinacionales como Monsanto para la venta de sus productos. En medio de la polémica, Monsanto y la familia de la senadora Ena Von Baer (UDI), que posee una empresa semillera, debieron transparentar la ubicación de sus cultivos transgénicos en el país.

Según la periodista francesa Marie-Monique Robin, autora de “El mundo según Monsanto”, en Chile existen más de 20 mil hectáreas donde se producen semillas transgénicas que luego son exportadas a Estados Unidos. A través del programa InvestChile, en 2009, Monsanto recibió fondos públicos para financiar experimentos con transgénicos.

De acuerdo a un estudio publicado en 2010 por el International Journal of Biological Sciences, los alimentos de Monsanto producen dañinos “efectos sobre el corazón, el bazo suprarrenal y células de la sangre” de mamíferos. Otro estudio francés concluye que el herbicida Roundup de Monsanto está ligado a la infertilidad.

En la India, la introducción del algodón Bt de Monsanto produjo un aumento considerable de suicidios en agricultores indios. “No hay duda de que un gran porcentaje de los granjeros que se suicidan son agricultores de algodón, uno de los sectores más impactados”, explica el columnista Anthony Gucciardi cuando se refiere a este caso. “La intrusión de Monsanto en las comunidades agrícolas tradicionales y sustentables no sólo es preocupante por razones de salud o bienestar. Ahora es evidente que el tema es mucho más serio.”

Recientemente, la senadora Ximena Rincón (DC) presentó un proyecto de ley para la moratoria de trasgénicos en Chile por 10 años, y el etiquetado obligatorio de alimentos genéticamente modificados. La iniciativa se encuentra actualmente en la Comisión de Salud del Senado, esperando que sea puesta en tabla.

Pese a todos los riesgos de los trangénicos, el gobierno de Sebastián Piñera ha decidido posponer la discusión, protegiendo con ello los intereses de Monsanto por sobre la integridad de los chilenos.

La paz del extractivismo en Colombia



Raúl Zibechi
 
La lucha entre la guerrilla y el Estado fue una verdadera guerra de clases en Colombia. El joven campesino liberal Pedro Marín se convirtió en Manuel Marulanda cuando la violencia, iniciada con el asesinato del jefe del Partido Liberal Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, lo forzó a huir al monte para salvar la vida. El bogotazo, el levantamiento popular urbano en respuesta al crimen, fue el epicentro de una guerra entre conservadores y liberales que en 10 años segó la vida de 200 mil colombianos.
 
Los campesinas pobres no fueron incluidos en el Frente Nacional que en 1958 selló la paz entre el poder conservador y los doctores liberales de las ciudades, porque la guerra se hizo para robarles la tierra y desorganizarlos como clase. Para sobrevivir se convirtieron en guerrilleros, crearon autodefensas y, con el tiempo y los desengaños, se hicieron comunistas. De esas confluencias nacieron las FARC en 1966, abriendo una nueva etapa en las luchas campesinas.
 
Fracasadas las ofensivas militares y ante la expansión territorial de las organizaciones armadas, se abrieron dos momentos de negociaciones. Bajo la presidencia de Belisario Betancur (1982-1986) hubo una tregua en el marco de la cual nació la Unión Patriótica, en 1985, en la que se incluyó el Partido Comunista. La nueva fuerza consiguió cinco senadores, 14 diputados y 23 alcaldes, pero en los años siguientes fue prácticamente exterminada por paramilitares, militares y narcotraficantes. Cayeron asesinados 13 diputados, 70 concejales, 11 alcaldes y varios miles de militantes. Durante el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) se creó una zona de distensión en el río Caguán, que abarcó cuatro municipios y 42 mil kilómetros cuadrados. En paralelo, el gobierno firmó en 1999 el Plan Colombia con Estados Unidos, que subordinó la política de Pastrana y lo inclinó hacia la reanudación de la guerra.
 
En esta ocasión, todo indica que el acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, con la posibilidad explícita de la dejación de las armas, puede poner fin a la guerra. Es posible que el otro grupo armado, el ELN, se incorpore a las negociaciones.
 
La nueva relación de fuerzas en Colombia, la región y el mundo hacen posible que se llegue al fin de una guerra de 60 años.
 
Lo primero es que la sociedad colombiana ha cambiado profundamente en este medio siglo. Se trata de una población mayoritariamente urbana, cuya principal demanda no es tierra, sino vivienda, que desea el fin del conflicto y participa en movimientos sociales que están impactando en las principales ciudades, donde ya no gobiernan ni los conservadores ni los liberales. Lo segundo es que las clases dominantes, cuya mejor expresión en estos momentos es el presidente Santos, acumulan ahora en torno al modelo extractivo (hidrocarburos, minería y monocultivos), ya no mediante el expolio al campesino. El mapa del extractivismo es el del conflicto armado. Dedicar una parte del gigantesco presupuesto de la guerra a obras de infraestructura es urgente para lubricar el flujo de commodities y seguir atrayendo inversiones.
 
El fin del conflicto visibiliza otra guerra: la de las multinacionales contra los pueblos. La Constitución de 1991 reconoce los territorios ancestrales de indígenas y afrodescendientes bajo el nombre de resguardos. Se han creado más de 600 resguardos indígenas que ocupan un tercio del territorio colombiano y son las zonas de expansión del extractivismo. La tercera cuestión es el cambio en la relación de fuerzas. Las fuerzas armadas colombianas se han fortalecido y tienen una elevada capacidad de combate.
 
Las FARC se han debilitado, no pueden ganar en el terreno militar y perdieron legitimidad. Los cambios económicos, culturales y sociales trasladaron el eje de la conflictividad social a las ciudades. En las áreas rurales las FARC se enemistaron con los indígenas, que son la principal fuerza que resiste el modelo extractivo. La cuarta son los nuevos vientos geopolíticos. Los países sudamericanos no quieren conflictos. Venezuela está más preocupada por enderezar su economía. Brasil tiende puentes al empresariado colombiano y Brasilia busca consolidar la presencia de Bogotá en la Unasur. Los países del Mercosur, que puede ampliarse con Bolivia y Ecuador, apuestan a ganar la competencia económica con los que integran la Alianza del Pacífico (México, Chile, Perú y Colombia).
 
Estados Unidos está reposicionando sus fuerzas armadas en el Pacífico para contener a China y no parece en condiciones de abrir nuevos escenarios bélicos en otras partes del mundo. Es posible que la Alianza del Pacífico, asentada en los TLC bilaterales, comience a tener un papel más activo en la diplomacia estadunidense que el Plan Colombia, sin llegar a suplantarlo como solución final a su declive hegemónico. Dependerá de quién ocupe la Casa Blanca en enero.
 
Por último, debe entenderse que el principal enemigo de Santos no es ni Hugo Chávez ni las FARC, sino Álvaro Uribe. Así como los militares se empeñaron en boicotear los procesos de paz anteriores, Uribe necesita la guerra para mantenerse a flote. Santos tiene, como señala Alfredo Molano en un exclente artículo titulado El tatequieto (El Espectador, 1º de setiembre de 2012), un argumento demoledor: enviarlo en un avión de la DEA hacia Estados Unidos.
 
Para los movimientos, el fin de la guerra no es la paz, sino la continuación de la lucha en un escenario más favorable.
 
En pleno conflicto, afrontando represión y muerte, fueron capaces de realizar grandes movilizaciones, como la Minga Social y Comunitaria de 2008, impulsada por las comunidades nasa del Cauca, y de poner en pie el Congreso de los Pueblos, donde confluyen múltiples colectivos. Ahora se preparan para seguir caminando la palabra, defendiendo sus territorios de las multinacionales. Se avecina la paz del extractivismo, y con ella un nuevo ciclo de luchas de los de abajo.-

Argentina: “Las empresas extractivas tienen como aliados a los gobiernos… no a los pueblos”


Por Darío Aranda

Chubut fue un punto de inflexión en la lucha contra la megaminería en Argentina. En 2002 y 2003 se realizaron masivas movilizaciones contra la actividad extractiva, con epicentro en Esquel, donde –plebiscito incluido– se rechazó la instalación de una minera que pretendía extraer oro y se logró aprobar una ley (la 5001) que prohíbe la actividad en la provincia. Una década después, una decena de ciudades de Chubut están movilizadas por el intento del gobierno provincial de aprobar una nueva ley que habilita el avance de las empresas mineras. “En 2003 no había licencia social de la población. Hoy el rechazo a la megaminería es aún mayor, es rotundo en toda la provincia”, afirmó Alejandro Corbeletto, de la asamblea de Esquel.

La ley 5001 prohíbe la actividad minera en Chubut. En diciembre pasado, el gobernador Martín Buzzi hizo pública su intención de modificar la ley y “zonificar” la provincia para permitir la actividad en “zonas de sacrificio”.

El 4 de enero hubo una masiva movilización por las calles de Esquel, en la que participaron también comunidades mapuche-tehuelches, asambleas ambientales de Trevelin, Puerto Madryn y Río Mayo. En mayo, comunidades indígenas y pobladores de la meseta marcharon desde Gan Gan hasta Trelew. Rechazaron la avanzada de la empresa Pan American Silver del proyecto de plata y plomo llamado Navidad, que –denuncian– viola la legislación de protección indígena. Se repitieron las marchas en junio y julio.

El gobernador Buzzi se sumó en febrero a la Organización Federal de Estados Mineros (Ofemi), donde participa el gobierno nacional y todas las provincias que impulsan la actividad. En mayo, el gobernador hizo público el proyecto de ley, donde de manera explícita se habilita la minería en la meseta y la costa y deja abierta la posibilidad de explotar la zona de la cordillera. En junio el proyecto fue presentado en la legislatura provincial y de inmediato girado a comisiones.

El 4 de agosto hubo marchas masivas en Trelew, Comodoro Rivadavia y Esquel. El 4 de septiembre, en Esquel marcharon más de mil personas y también hubo movilizaciones en Lago Puelo, Trelew, Rawson y Comodoro Rivadavia.

Mañana marcharán desde la cordillera, meseta y costa hasta la legislatura provincial en Rawson y acamparán durante tres días. “Grandes corporaciones transnacionales esperan sigilosas el resultado de la provocadora apuesta del gobierno de Buzzi. Decenas de megaproyectos están en la línea de largada. El yacimiento Navidad, de la canadiense Pan American Silver, es quizá el más emblemático”, denunció la Unión de Asambleas de Chubut y la Red Nacional de Acción Ecologista (Renace).

Romina Krebs, de la Asamblea de Vecinos de Rawson, explicó que los legisladores “están divididos” respecto del proyecto y, en cambio, “las comunidades están unidas y rechazan” la megaminería. “Los tres días de acampe son un paso más en un año de movilizaciones y actividades que les recuerdan al gobernador y a los legisladores que no queremos megaminería”, afirmó Krebs.

En San Luis está vigente, desde octubre de 2008, la Ley de Preservación y Restauración Ambiental del Sector Minero, que prohíbe el uso de sustancias químicas contaminantes en todas las etapas de la minería metalífera. Sin embargo, la Dirección de Minería de San Luis avanza con la exploración de oro en las Sierras Centrales con doce proyectos mineros.

En ese cordón montañoso nacen las vertientes que proveen el 80 por ciento del agua que se utiliza en la provincia. Incluso el gobierno provincial sancionó en 2010 una ley que declara “zona protegida” a las sierras ahora exploradas por las empresas mineras. Ya explicitaron su rechazo la Asamblea para la Protección de Aguas y Tierras Argentinas (Apata), la cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de San Luis, la intendenta de La Carolina (Ingrid Blumencweig), entre otros.

En la Argentina existen seis provincias que prohíben o limitan diversos aspectos de la minería metalífera a cielo abierto: Chubut, Tucumán, Mendoza, La Pampa, San Luis y Córdoba. La Rioja y Río Negro también habían prohibido la actividad.

Corbeletto, asambleísta de Esquel, apuntó a la política macro: “En la conformación de la Ofemi se explicitó que quieren derogar todas las leyes que frenan la megaminería, es una política de Estado, pero somos muchos los pueblos y ciudades que ya decidimos otro futuro. Las empresas extractivas tienen como aliados a los gobiernos, pero no a los pueblos”.

Talibanes destruyen seis supersónicos de la OTAN



La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) reconoció hoy que perdió seis aviones de combate en el ataque del viernes pasado de la insurgencia talibán contra su base de Cam Bastion, destinado a acabar con el príncipe Harry de Inglaterra.

La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad de Afganistán (ISAF), al mando de la OTAN, presentó este domingo el balance de la reciente agresión contra su base en Camp Bastion, la principal base militar de la coalición internacional en la provincia de Helmand.

En una declaración, la ISAF precisó que la seis cazas Av-8B fueron destruidos y dos más sufrieron daños significativos por los misiles del remanente del Movimiento Talibán, según un reporte de la agencia informativa afgana PAN.

“Tres puestos de abastecimiento de combustible también quedaron destruidos y seis hangares sufrieron algunos daños”, agregó la declaración oficial, tras destacar que la acción fue perpetrada por al menos 15 hombres bien entrenados y equipados.

“Los agresores estaban bien equipados y entrenados. Vestían uniformes del Ejército de Estados Unidos y estaban armados con rifles automáticos, lanzagranadas y chalecos explosivos”, subrayó la ISAF.

En cuanta a las bajas, el comunicado confirmó que las tropas internacionales abatieron a 14 de los insurgentes, mientras que dos de sus soldados perdieron la vida.

Otras nueve personas, ocho militares y un civil afganos, resultaron también heridas en el ataque a la base Camp Bastion, supuestamente atribuido a una venganza por la cinta contra Mahoma.

La declaración no hace ninguna mención sobre el “Capitán Gales”, como se conoce en el terreno de combate al príncipe Harry, quien se encuentra en misión de entrenamiento en esa base y quien habría sido el objetivo del ataque.

La insurgencia afgana del talibán amenazó en días pasados con secuestrar y asesinar al nieto de la reina Isabel II de Inglaterra, tercero en la línea de sucesión al trono británico.

“Estamos usando todas nuestras fuerzas para deshacernos de él. Todos nuetros hombres de Helmand están en alerta”, afirmó el portavoz del Talibán, Zabihulá Muyahid, tras asegurar que sus hombres están haciendo todo lo posible para tratar de secuestrarlo y asesinarlo.

El hijo menor del príncipe Carlos y la fallecida princesa Diana llegó el pasado 6 de septiembre a la sureña provincia afgana de Helmand para una misión militar de entrenamiento de cuatro meses, la segunda, luego de la realizada en 2008.

El príncipe, quien cumplió ayer 28 años, sirvió en secreto en Afganistán a fines de 2007 y principios de 2008 como controlador aéreo, pero su misión fue interrumpida por la difusión de reportes informativos sobre su estancia en el país centro asiático.

viernes, 14 de septiembre de 2012

La muerte lenta de Víctor Jara (16 de setiembre 1973)



Cansados y con sus manos entrelazadas en la nuca, los 600 académicos, estudiantes y funcionarios de la Universidad Técnica del Estado (UTE) tomados prisioneros por los militares golpistas iban entrando al Estadio Chile, un pequeño recinto deportivo techado cercano al palacio de La Moneda. Un oficial con lentes oscuras, rostro pintado, metralleta terciada, granadas colgando en su pecho, pistola y cuchillo corvo en el cinturón, observaba desde arriba de un cajón a los prisioneros, que habían permanecido en la universidad para defender el Gobierno del presidente socialista Salvador Allende. Era el 12 de septiembre de 1973, día siguiente del golpe militar, en el alba de la dictadura de 17 años encabezada por el general Augusto Pinochet.

"¡No me lo traten como señorita, carajo!", gritó un militar al ver a Víctor Jara. Después le dio un culatazo

Un conscripto confesó que jugaron a la ruleta rusa antes de acribillarlo en el subterráneo

Con voz estentórea, el oficial repentinamente gritó al ver a un prisionero de pelo ensortijado:

-¡A ese hijo de puta me lo traen para acá! -gritó a un conscripto, recuerda el abogado Boris Navia, uno de los que caminaba en la fila de prisioneros.

"¡A ese huevón!, ¡a ése!", le gritó al soldado, que empujó con violencia al prisionero. "¡No me lo traten como señorita, carajo!", espetó insatisfecho el oficial. Al oír la orden, el conscripto dio un culatazo al prisionero, que cayó a los pies del oficial.

-¡Así que vos sos Víctor Jara, el cantante marxista, comunista concha de tu madre, cantor de pura mierda! -gritó el oficial. Navia rememora. Es uno de los testigos del juez Juan Fuentes, que investiga el asesinato del cantautor, uno de los crímenes emblemáticos de la dictadura, porque Jara fue con su guitarra y con sus versos el trovador de la revolución socialista del Gobierno de Allende en Chile. Por su impacto y la impunidad en que están los culpables, el crimen de Jara es en Chile el equivalente al asesinato de Federico García Lorca en España.

"Lo golpeaba, lo golpeaba. Una y otra vez. En el cuerpo, en la cabeza, descargando con furia las patadas. Casi le estalla un ojo. Nunca olvidaré el ruido de esa bota en las costillas. Víctor sonreía. Él siempre sonreía, tenía un rostro sonriente, y eso descomponía más al facho. De repente, el oficial desenfundó la pistola. Pensé que lo iba a matar. Siguió golpeándolo con el cañón del arma. Le rompió la cabeza y el rostro de Víctor quedó cubierto por la sangre que bajaba desde su frente", cuenta a este periódico el abogado Navia.

Los prisioneros se habían quedado pasmados mirando la escena. Cuando el oficial, conocido como El Príncipe y hasta hoy no identificado con plena certeza, se cansó de golpear, ordenó a los soldados que pusieran a Jara en un pasillo y que lo mataran si se movía. El autor de canciones como El cigarrito y Te recuerdo Amanda, que Serrat, Sabina, Silvio Rodríguez y Víctor Manuel han incorporado en sus repertorios, entró así al campo de prisioneros improvisado por los militares donde vivió sus últimas horas.

Muchos recordaron a Jara con emoción esta semana, cuando su viuda e hijas y la fundación que lleva su nombre organizaron el funeral que no pudo tener en 1973, la despedida popular que merecía, para sepultar los restos del cantautor, exhumados en junio por orden del juez y devueltos a la familia después de una nueva autopsia, que confirmó las huellas de bala y torturas.

El ensañamiento con Jara fue uno de los signos de la dictadura de Pinochet (1973-1990), que truncó con brutalidad el Gobierno de Allende y los sueños socialistas, dejando un reguero de más de 3.200 muertos y desaparecidos, alrededor de 30.000 torturados y decenas de miles de exiliados. El Chicho, como era conocido Allende, un médico socialista y masón, había llegado a la presidencia en 1970, en su cuarto intento, con el 36% de los votos, encabezando la Unidad Popular, la coalición que reunía a la izquierda chilena en un arco multicolor.

Con un programa que ofrecía reforma agraria, medio litro de leche diaria para los niños y la nacionalización del cobre, principal riqueza de Chile, en manos de empresas norteamericanas, la victoria de Allende en las urnas, la primera de un marxista en Occidente en plena guerra fría, sorprendió a Estados Unidos e insufló esperanzas en muchos países, incluidos los opositores de Franco en España. Un irritado presidente Richard Nixon ordenó en la Casa Blanca intensificar las acciones desestabilizadoras.

Pero en Chile se vivían tiempos de efervescencia. Las movilizaciones sociales iban en ascenso y con Allende en La Moneda, el Gobierno ganó apoyo en las urnas en lugar de perderlo. El cerrojo norteamericano se apretó con el embargo de las exportaciones de cobre, en réplica a una nacionalización en la que Chile resolvió no indemnizar a las empresas expropiadas por haber obtenido ganancias excesivas, mientras la oposición de centro y derecha se reunió en una coalición contra Allende, y la izquierda más radicalizada comenzó a desbordar al Gobierno acusándolo de reformista. La lucha política se exacerbó.

El Gobierno socialista concitó una amplia adhesión de artistas e intelectuales. En los tres años de Allende, Chile vivió un destape cultural como nunca antes y Víctor Jara fue uno de los protagonistas. Hijo de inquilinos campesinos, conoció de la explotación y miseria en su infancia y juventud. Aprendió música por la intuición de su madre. Cuando ella falleció, viajó a Santiago a estudiar teatro. Como director teatral recibió premios de la crítica y la prensa por sus montajes e hizo giras por dos continentes.

Mientras estudiaba dramaturgia, comenzó a tocar y componer con el grupo Cuncumén. Después trabajó con la pléyade del folclor chileno: Quilapayún, Inti Illimani, Ángel e Isabel Parra, Patricio Manns, Rolando Alarcón. Violeta Parra, la autora del universal Gracias a la vida, fue una de las que descubrió tempranamente el talento de Jara como compositor e intérprete.
Militante comunista, Jara defendió a la Unidad Popular con su guitarra, hizo canciones de protesta, pero sus obras mayores, aquellas más sencillas e imperecederas, son las que brotan desde la tierra y de la pobreza de las barriadas periféricas de Santiago, las fuentes de su saber. Víctor creía que "la mejor escuela para el canto es la vida", recuerda su viuda, Joan Turner, en Un canto trunco, las memorias de Jara. Nombrado embajador cultural por Allende, prefería compadrear en una peña popular a los cócteles de diplomáticos.

Durante el paro de octubre de 1972, con el que la oposición quiso poner de rodillas al Gobierno, junto con decenas de miles de personas, Jara salió a realizar trabajos voluntarios para impedir que la economía se detuviera. En la vorágine escribió Manifiesto, su testamento musical: "Yo no canto por cantar / ni por tener buena voz, / canto porque la guitarra / tiene sentido y razón".

Con la inflación desbocada, desabastecimiento y mercado negro, el transporte paralizado y con el mayor partido opositor, la Democracia Cristiana, cerrando las puertas al diálogo para encontrar una salida, a Allende casi no le quedan opciones, y muchos creen que un golpe militar es inminente. Resuelve que el martes 11 septiembre llamará a un plebiscito que decidirá si sigue o no en el poder. Enterados, los militares adelantan el golpe militar para ese martes.

El escenario que había escogido Allende para pronunciar este discurso que podría haber cambiado la historia es la sede de la UTE. Nunca llegó. Enterado de la sublevación militar, Allende acude con sus colaboradores más cercanos a La Moneda, a defender la democracia. Dispuestos a todo, los militares bombardean el palacio y Allende, que sólo saldrá sin vida de ese lugar, pide a los trabajadores que permanezcan en sus puestos, pero que no se dejen provocar, y anticipa en su lúcido discurso final que otras generaciones superarán ese momento.

En asambleas por facultad, la comunidad de la UTE resolvió permanecer en la sede universitaria, como pidió Allende. Entre ellos, Víctor Jara, que trabajaba en extensión en la universidad e iba a cantar en el acto de Allende. Habla dos veces por teléfono con Joan y cree que volverá a casa al día siguiente. Esa noche anima a los estudiantes en su último recital, mientras en todo Santiago suenan las balas de los militares.

Al día siguiente, los militares instalan un cañón frente a la universidad y disparan a la rectoría mientras un centenar de soldados vacía sus cargadores. No hay resistencia: estaban desarmados. Rompen puertas y cerrojos y toman prisioneros a los 600 que permanecían ahí.

El infierno está a un par de kilómetros, en el Estadio Chile, rebautizado en democracia como Estadio Víctor Jara. Ahí el cantautor queda tendido en el suelo. A un estudiante peruano que confunden con cubano le cortan una oreja con un cuchillo. A un profesor de ciencias sociales que llevaba pruebas recién corregidas de sus alumnos le piden las dos mejores notas, las entrega y lo obligan a que se coma las hojas. Los amenazan con barrerlos con "las sierras de Hitler", ametralladoras de gran calibre cuyas balas cortan los cuerpos. Un obrero grita: "¡Viva Allende!", y se arroja desde las graderías, muriendo desangrado. En el recinto caben apretadas 2.000 personas, pero hacinan a más de 5.000 prisioneros.

El Príncipe tiene visitas de oficiales y quiere exhibir a Jara. Un oficial de la Fuerza Aérea que está con un cigarrillo le pregunta a Jara si fuma. Con la cabeza, niega. "Ahora vas a fumar", advierte, y le arroja el cigarrillo. "¡Tómalo!", grita. Jara se estira tembloroso para recogerlo. "¡A ver si ahora vas a tocar la guitarra, comunista de mierda!", grita el oficial y pisotea las manos de Jara, relata Navia.

"Cuando llegaron más prisioneros y los soldados fueron a recibirlos, Víctor se quedó sin custodia. Entre varios lo arrastramos adonde estábamos y comenzamos a limpiar sus heridas. Llevaba casi dos días sin comida ni agua", dice Navia. Un detenido consigue que un soldado le regale un tesoro: un huevo crudo. Se lo dan a Jara. Con un fósforo, el cantautor perfora el huevo en ambos extremos y lo sorbe. "Nos dijo que así aprendió en su tierra a comer los huevos", recuerda.

A Jara le vuelven las energías. "Mi corazón late como campana", dice. Y habla, de Joan y sus hijas. Dos detenidos logran salir libres gracias a contactos. Varios escriben mensajes breves para que avisen a sus parientes de que están vivos. Víctor pide lápiz y papel. Navia le pasa una libreta pequeña de apuntes, que hoy conserva la Fundación Jara como pieza de museo. Escribe con dificultad sus últimos versos: "Canto que mal que sales / Cuando tengo que cantar espanto / Espanto como el que vivo / Espanto como el que muero".

Repentinamente, dos soldados lo toman y arrastran, y Jara alcanza a arrojar la libreta. Navia se queda con ella. Comienza una golpiza más brutal que las anteriores, a culatazos. Otros prisioneros lo verán con vida horas después. Un conscripto, José Paredes, confiesa 36 años después que jugaron a la ruleta rusa con Jara antes de acribillarlo en los subterráneos. Es el único procesado vivo en el caso. El otro, el jefe del recinto, el coronel Mario Manríquez, falleció. La primera autopsia, en 1973, revela 44 disparos. La nueva, en 2009, confirma que Jara murió por múltiples impactos. Pero Paredes se retracta de su confesión.

Al anochecer del sábado 15 de septiembre trasladan a los prisioneros del Estadio Chile al mayor recinto del país, el Estadio Nacional. "Al salir al foyer para irnos, vemos un espectáculo dantesco. Hay entre 30 y 40 cadáveres apilados, y dos de ellos están más cercanos. Todos están acribillados y tienen un aspecto fantasmagórico, cubiertos de polvo blanco, porque cerca estaban apilados unos sacos de cal para hacer reparaciones, que cubre sus rostros y seca la sangre. Reconozco a Víctor en primer lugar, y después al abogado y director de Prisiones Littré Quiroga", relata Navia.

A Jara le han quitado el chaquetón que otro prisionero le había pasado porque tenía frío. Esa noche, los soldados arrojan seis de estos cadáveres, Jara entre ellos, junto al Cementerio Metropolitano, en el acceso sur de Santiago. Una vecina reconoce al cantautor y avisa para que lo recojan. Cuando el cuerpo llega a la morgue, un trabajador de este servicio, que era comunista, también reconoce a Jara y avisa a su esposa Joan para que lo sepulte antes de que lo sepulten en una fosa común.

El cuerpo del cantautor está junto al de cientos de víctimas en un mesón de la morgue, al final de una fila de jóvenes. Sólo tres personas acompañan a Joan en el funeral semiclandestino que se celebró en el Cementerio General de Santiago, donde fue inhumado en un humilde nicho. Jara está en su cenit creativo, poco antes de cumplir 41 años, y quienes tronchan su vida no saben que lo están haciendo más universal, a él, pero también a ellos mismos.

Vídeo: “Mataderos”, una escalofriante investigación de EligeVeganismo



A lo largo de ocho meses, cerca de diez activistas de EligeVeganismo se desplazaron entre la quinta y la décima región de Chile para registrar lo que sucede en el interior de las faenadoras de animales. Los mataderos trabajan con hermetismo y deben ser, con seguridad, uno de los sitios de más difícil acceso con que nos hemos encontrado en ya dos años de investigaciones.

Vacas orinándose de miedo en el corredor de la instalación que las transportará hasta el cajón de noqueo, rehusándose enérgicamente a ingresar hasta que, a punta de golpes, no tiene más opción que caminar; cerdos atemorizados observando la electrocución, montándose unos sobre otro para intentar escapar. Ninguno de ellos lo logrará: entran nueve o diez y el más hábil se convierte en el último de aquella sección.

Las historias de los trabajadores al respecto son numerosas. Los casos de cerdos y  vacas que buscan escapar del matadero no son pocos, y en ese afán de librarse de la muerte nunca han tenido éxito: algunas historias hablan de animales laceados, quemados con agua hirviendo o fuego directo a campo abierto, matados con disparos en sus cuerpos o cercenados aún conscientes.

La mirada de los animales habla por sí misma y para comprenderla no es necesario ser un gran conocedor de su comportamiento ni tener una sensibilidad particular hacia ellos. Cualquier ser humano, por más que se niegue a reconocerlo, podría notar el miedo en sus ojos y el terror que les invade cuando presencian el degolle de quiénes le antecedieron en el proceso.

En los meses de trabajo pudimos observar como incluso, luego de una miserable vida en los criaderos de engorde, el padecimiento de los animales se extiende más allá de los límites. Ni el noqueo – que como puede apreciarse en el video se realiza hasta seis veces cuando el matarife falla en su cometido -, ni la electrocución impiden que los animales lleguen conscientes al degolle o el corte de extremidades. La mayoría de los cerdos solo se encuentra inmovilizado para el desangramiento, y este proceso durará apenas segundos hasta que se ven sumergidos aún vivos en agua hirviendo, ya que el objetivo del trabajador es siempre terminar la faena del número correspondientes de animales lo más rápido posible.

Hemos titulado a esta investigación “Mataderos: el último eslabón del holocausto animal”, porque se trata del último gran padecimiento de los millones de animales muertos a diario, en silencio y tras una vida colmada de privaciones en la industria alimenticia. Acostumbrados a verlos trozados y envasados en carnicerías y supermercados, este minidocumental es de obligado conocimiento para hacernos responsables de todo el proceso y comprender como es que se viven los momentos finales en la vida de vacas y cerdos.

A partir de este último eslabón es que cada uno de nosotros puede construir un nuevo comienzo. Muchos observan las investigaciones preguntándose como parar esto, la mayoría busca responderse a sí mismos argumentando falta de fiscalización y matanzas humanitarias. Lo cierto es que mientras sigamos viendo a los animales como objetos y subestimando sus intereses, sus vidas y sus ansias de autodeterminación, no habrá punto final a la esclavitud ni a sus episodios consecutivos de dolor.

No es judío israelí, sino un ex-marine estadounidense el verdadero autor del film que desató la ira musulmana



Ni se llama Sam Bacile, ni es judío-israelí, es un norteamericano (cuya ascendencia étnica no ha sido revelada) cristiano-copto, ex marine y veterano activista de la derecha religiosa. Veamos los detalles:

Las autoridades federales han identificado a un cristiano copto en el sur de California, que está en libertad condicional luego de ser condenado por delitos financieros como la figura clave detrás de la película anti-Islam que encendió la violencia colectiva contra las embajadas estadounidenses en todo el Medio Oriente, un funcionario policial de EE.UU. dijo a AP el jueves.

El funcionario dijo que las autoridades habían concluido que Nakoula Basseley Nakoula, de 55 años, estaba detrás de "La inocencia de los musulmanes", una película que denigra del Islam y del profeta Mahoma y provocó protestas a principios de esta semana en Egipto, Libia y más recientemente en Yemen. No quedó claro si Nakoula es objeto de una investigación criminal o parte de una investigación más amplia sobre la muerte de embajador de EE.UU. Chris Stevens y otros tres estadounidenses en Libia durante un ataque al consulado de EEUU en Bengasi.

El funcionario que habló en forma anónima por no estar autorizado a revelar datos de una investigación en marcha, dijo que Nakoula estaba conectado con "Sam Bacile", quien inicialmente dijo a AP que él era el escritor y director de la película, pero "Bacile" resultó ser un nombre falso y AP localizó un número de teléfono celular usado en una casa del sur de California, donde se encontró y se entrevistó a Nakoula.

"Bacile" inicialmente dijo a AP que era judío e israelí, aunque funcionarios israelíes dijeron que no tenían ningún registro de tal ciudadano. Otras personas involucradas en la película, dijeron que sus declaraciones eran falsas, cuando las evidencias mostraron que el hombre clave detrás de la película era un cristiano copto con un turbulento pasado.

Nakoula dijo a la AP en una entrevista fuera de Los Angeles el miércoles que él manejó la logística de la compañía que produjo la película. Nakoula negó ser Bacile y dijo que él no dirigió la película, pero que conocía a "Bacile".

Documentos presentados ante la corte federal contra Nakoula en un juicio criminal en 2010 señalaron que había utilizado numerosos alias, incluyendo Nicola Bacily, Bacily Robert, Salameh Erwin y otros.Durante una conversación fuera de su casa, Nakoula enseñó su licencia de conducir para demostrar su identidad, pero tapó su segundo nombre. AP chequeó posteriormente el segundo nombre, que resultó ser Basseley, así como otras conexiones con "Bacile".

AP encontró al hombre que se hace llamar Bacile luego de obtener su número de teléfono celular de Morris Sadek, un conservador cristiano copto en los EE.UU. que ha promovido la película anti-Islam en los últimos días en su página web. La población cristiana copta de Egipto siempre ha denunciado lo que califican como una historia de discriminación y violencia ocasional de parte de la mayoría musulmana del país.
El pastor Terry Jones, de Gainesville, Florida, que provocó indignación en el mundo árabe cuando anunció la quema del Corán, dijo que habló con el director de la película por teléfono el miércoles y rezó por él. Jones dijo que no lo conoce personalmente, pero agregó que el hombre lo contactó hace unas semanas para la promoción de la película. Jones y otros que han tratado con el cineasta dijeron el miércoles que Bacile escondía su verdadera identidad.

"Yo no lo conozco, pero Sam Bacile, no es su nombre real ", dijo Jones. "Él sin duda está en la clandestinidad y no revela su identidad".

La cuenta de YouTube bajo el nombre de usuario "Sam Bacile" se utilizó para publicar extractos de la película provocadora en julio y fue utilizado para publicar comentarios en línea en fecha tan reciente como el martes, incluyendo esta defensa de la película escrita en árabe: "Se trata de una película cien por ciento norteamericana, vacas".

Nakoula, quien habló cautelosamente con AP sobre su papel, no refutó los cargos federales de fraude bancario en California en 2010 que le ordenaron pagar más de 790.000 dólares en restitución. También fue condenado a 21 meses de prisión federal y se le ordenó no utilizar computadoras o Internet durante cinco años sin la aprobación del encargado de vigilar su libertad condicional.

Actores y actrices norteamericanos que aparecieron en "La Inocencia de los musulmanes", emitieron una declaración conjunta el miércoles diciendo que fueron engañados sobre el proyecto y afirmaron que parte del diálogo fue doblado con crudeza durante la post-producción."Todo el elenco y personal técnico, está sumamente molesto y se siente engañado por el productor", dijo la declaración, obtenida por el diario Los Angeles Times. "Estamos 100 por ciento en contra de esta película y fuimos engañados groseramente sobre su intención y propósito. Estamos consternados por la drástica reescritura del guión y las mentiras que se les dijeron a todos los involucrados. Estamos profundamente entristecidos por las tragedias que han ocurrido".

Una de las actrices, Cindy Lee García, dijo a KERO-TV en Bakersfield que la película se tituló originalmente "Guerreros del desierto" y el guión no contenía referencias ofensivas al Islam.

"Cuando me enteré de que esta película ha causado todo este caos, llamé a Sam y le preguntó por qué, qué pasó, ¿por qué hiciste esto? Le dije: '¿Por qué nos hiciste esto a mí y a todos nosotros? "Y él me dijo:' Dile al mundo que no fuiste tú quien lo hizo, que fui yo el que escribió el guión, porque estoy cansado de los musulmanes radicales que andan por ahí matando a todo el mundo".

García dijo que el director, que se hacía llamar Sam Bacile, le había dicho que era egipcio.

Un funcionario de la Iglesia Copta Ortodoxa en Los Angeles, dijo en un comunicado el jueves que los fieles de la iglesia no participaron en la "película inflamatorio sobre el profeta del Islam". El funcionario que se identificó como Serapión, Obispo de la Iglesia Copta Ortodoxa de Los Angeles, dijo que "Los productores de esa película deben ser responsables de sus acciones. El nombre de nuestros feligreses benditos no debe vincularse con los actos de personas que tienen motivos ulteriores".El Centro del Sur de la ley y la pobreza, que vigila los grupos de odio, dijo que Klein es un ex marine y veterano activista de la derecha religiosa que ha ayudado a formar milicias paramilitares en una iglesia de California. Describe a Klein como fundador de Cristianos Valientes Unidos, que realiza protestas frente a las clínicas de aborto, templos mormones y mezquitas.

Diplomáticos de EEUU huyen de su embajada en El Cairo en medio de intensas protestas



La Embajadora de EE.UU. en Egipto, Anne W. Patterson, dejó El Cairo en medio de las furiosas protestas a raíz de la difusión de una película anti-Islam producida en Estados Unidos.

La misión diplomática estadounidense en la capital egipcia huyó por las manifestaciones y disturbios que continúan por cuarto día consecutivo. El presidente egipcio, Mohammed Morsi, dice que los musulmanes deben proteger las embajadas y la Policía ha bloqueado las calles circundantes a la delegación diplomática estadounidense.

Las tensiones siguen creciendo en El Cairo. La Policía en los vehículos blindados usa ampliamente gases lacrimógenos y balas de goma contra los manifestantes que, a su vez, lanzan piedras contra los agentes de seguridad.

En una calle cercana a la embajada los manifestantes volcaron y quemaron un coche. En la plaza Tahrir se instalaron tiendas de campaña. Unos 250 de egipcios han resultado heridos en los disturbios y la Policía ha detenido a más que 40 personas bajo la acusación de ataques a agentes de seguridad y a la embajada de EE.UU.

Los grupos islamistas han llamado a una manifestación pacífica "de millones" después de la oración tradicional del viernes. Una película blasfema para los musulmanes provocó ataques contra embajadas de EE.UU. en varios países. A los disturbios en Egipto, y que se propagaron a Libia, Irán, Túnez, Yemen, también se sumaron Líbano y Omán.

Los disturbios en la región estallaron este martes, cuando miles de personas se manifestaron ante la embajada estadounidense en El Cairo -frente la que se registran actualmente nuevos disturbios- para denunciar una película que consideran insultante en dirección a Mahoma. Pocas horas después, un grupo de islamistas armados atacó el consulado de EE. UU. en la ciudad libia de Bengasi, lo que costó la vida al embajador de EE.UU. y a otros tres funcionarios.

La Policía de Yemen abrió fuego contra los manifestantes cerca de la embajada de EE.UU.

Un grupo de soldados de infantería de EE.UU. llegó al país para ayudar a mantener la seguridad. Hay cuatro yemeníes muertos.

La Policía yemení desplegó cañones de agua y realizó disparos de advertencia para dispersar a la multitud de manifestantes que se congregaron en la embajada de EE.UU. en Saná.

Los empleados de la misión diplomática debieron huir y fueron trasladados a un lugar seguro. Por ahora cientos de manifestantes están intentando penetrar en la embajada de EE.UU. en Saná.

La muchedumbre se reunió a unos 500 metros del edificio diplomático exigiendo la expulsión del embajador de EE.UU. en Yemen y quemaron la bandera estadounidense.

Las fuerzas de seguridad bloquearon todas las vías que conducen a la misión diplomática. Un grupo de soldados de infantería de EE.UU. llegó a Yemen para ayudar a mantener la seguridad cerca de la embajada estadounidense en Saná, capital del país.

La embajada de EE.UU. en Saná no comenta esta información. Los asistentes corean lemas como "Vamos a quemar al embajador", "Alá es grande, solo hay un dios", "Estadounidense, cobarde" o "Al profeta de Alá no se le insulta".

Los enfrentamientos se suceden durante una marcha convocada tras la oración del mediodía por independentistas chiíes del norte del país, quienes se desplazaron desde la plaza de Al Taguir hasta la sede diplomática. Por su parte, los Hermanos Musulmanes yemeníes organizaron una concentración pacífica en la plaza Sitín, también en la capital, Saná.

Nuestro veneno cotidiano



“La epidemia de enfermedades crónicas del mundo occidental es debida a la contaminación química y particularmente a la transformación del modo de producción de nuestros alimentos, donde los efectos de la revolución agrícola y agroalimentaria se conjugan para constituir un cocktail explosivo.”

Así concluye “Nuestro Veneno Cotidiano” un documental francés, que fue emitido en Francia, Alemania y Bélgica el 15 de marzo de 2011, y que ha sido subtitulado al español hace varias semanas.

Quizás, no sea de extrañar que recientemente Francia haya aprobado una norma para eliminar el uso en los plásticos del BPA (cuyos efectos secundarios son explicados en detalle en este trabajo), “saber es poder”, dice la cinta y así, la concienciación abre el camino para un cambio legislativo.

“La cadena de alimentación está contaminada”, mantiene la periodista francesa especializada en agroalimentación Marie-Monique Robin, que acaba de publicar en España el libro Nuestro veneno cotidiano, una investigación sobre las sustancias químicas que llegan a nuestro plato.

El nuevo libro de esta investigadora analiza con detalle las moléculas químicas a las que estamos expuestos en nuestro entorno y en nuestra alimentación.

Las analiza, según explica en una entrevista a Efe, partiendo de “lo más simple y de lo menos discutible”, como las “intoxicaciones agudas y después crónicas de los agricultores expuestos directamente a los pesticidas” hasta llegar a lo más complejo: los efectos a dosis pequeñas de los residuos de productos químicos que “todos tenemos en el cuerpo”.

Dos años de investigaciones por Asia, Norteamérica y Europa, testimonios de expertos, multitud de informes de miembros de agencias de regulación alimentaria y estudios científicos avalan este nuevo trabajo, en el que la periodista sostiene que miles de moléculas químicas han invadido nuestra alimentación desde la Segunda Guerra Mundial y que “solo un diez por ciento de ellas ha sido estudiadas seriamente”.

“Esta invasión química está vinculada al desarrollo de la sociedad de consumo, que ha provocado la salida al mercado de miles de productos de consumo corriente cuya fabricación o transformación se basa en unos procesos químicos cuya toxicidad está muy mal evaluada”, según la periodista.

Una crítica que realiza Robin tras analizar el sistema de evaluación de los productos químicos tal como lo practican las agencias de reglamentación nacionales o europea, como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que se basan en el principio de Paracelso, el médico suizo del siglo XVI que afirmó que solo la dosis hace el veneno.

Inspirándose en este principio, según cuenta la autora, las agencias de reglamentación desarrollaron una norma llamada ingesta diaria admisible (IDA), que “es la dosis de veneno químico que se supone que podemos ingerir cada día sin enfermar”.

Esta IDA es “un engaño que no protege a los consumidores, sino a los fabricantes”, según la autora de El mundo según Monsanto, un ensayo sobre esta multinacional de semillas transgénicas a la que acusa de practicas “mafiosas”.

¿Y cómo afecta esta “invasión” a nuestro cuerpo? Para responder a esta pregunta Robin parte por explicar qué son lo que los científicos llaman “perturbadores endocrinos”, una clase de productos químicos que es particularmente peligrosa, unas moléculas químicas que son hormonas de síntesis o que imitan la acción de las hormonas naturales.

“Están en todas partes, como el bisfenol A en los biberones, en los recipientes de plástico duro o en las latas de conservas, los ftalatos en los plásticos blandos o el PFOA en las sartenes antiadherentes (teflón), los cosméticos, los detergentes, y, por supuesto, los pesticidas”, según la especialista.

Estas hormonas de síntesis tienen la capacidad de actuar a unas dosis “infinitesimales, muy inferiores a la IDA y desempeñan un papel particularmente nocivo en relación a los embriones y fetos”.

“Miles de estudios llevados a cabo en animales -prosigue- demuestran que llevan a cánceres que depende de las hormonas (de mama, próstata, testículos), a problemas reproductivos (esterilidad, malformaciones congénitas), de diabetes o de obesidad en adultos que estuvieron expuestos en el vientre de su madre”.

En el caso de estas moléculas, según la periodista, no es “la dosis la que hace el veneno”, sino el momento de exposición. “La epidemia del cáncer no se debe al envejecimiento de la población. Las estadísticas demuestran que la tasa de incidencia aumenta en todas las franjas de edad, tanto en los jóvenes como en las personas mayores. Por lo tanto, estamos ante una auténtica ‘epidemia’, por retomar las palabras de la OMS”, según Robin.

Esta epidemia, a su juicio, se debe al “medio ambiente y al modo de vida”, como dice que le explicó Christopher Wild, director del Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, en sus siglas en inglés), que depende de la OMS .

En los últimos 30 años, tal y como señala, el índice de cáncer ha aumentado más de un 40% y el incremento de enfermedades como la leucemia y los tumores cerebrales en niños ha sido aproximadamente del 2%.

Además, en los países desarrollados, también se han multiplicado los problemas de origen neurológico (Parkinson y Alzaheimer) y las disfunciones en la reproducción.

Ante esta situación, Robin urge a tomar medidas para prohibir estos “perturbadores endocrinos”, que “tienen además la capacidad de interactuar en nuestros organismos a unas dosis extremadamente bajas”, como un residuo de pesticidas que se encuentra en una fruta o verdura.

Mientras se espera a que se retiren del mercado cientos de moléculas “extremadamente tóxicas, lo mismo que muchos pesticidas”, habría que informar, según Robin, a las mujeres embarazadas para que eviten todos los alimentos procedentes de la agricultura química o los productos transformados de la industria agroalimentaria, o los cosméticos no biológicos (en particular los desodorantes).

¿Qué podemos hacer para liberarnos de esta contaminación química?: Robin lo tiene claro, fomentar una transición generalizada a la agricultura biológica”. “Hay que comer productos bio, y sobre todo los niños más pequeños”, concluye.

Movimiento Ocupa Monsanto convoca a población mundial a participar de actos contra Monsanto


El próximo día 17, el movimiento ‘Ocupa Monsanto’ realizará en varias partes del mundo una gran protesta contra la mayor productora de transgénicos, la empresa estadounidense Monsanto, y el uso de productos y organismos genéticamente modificados (OGM).

La intención es hacer que la transnacional de los transgénicos recoja sus productos de las estanterías y los lleven de vuelta a sus laboratorios, de modo que ellos no lleguen hasta las personas para contaminarlas y perjudicarlas.

La principal manifestación ocurrirá en la ciudad de Saint Louis, condado del estado de Missouri (Estados Unidos). La concentración se realizará en las "puertas del mal”, como es llamada la sede de la Monsanto, sus locales de investigación y las oficinas de la empresa. También están previstas acciones en más de 60 ciudades de Argentina, Alemania, Canadá, Filipinas, entre otros países.

"La gente está preocupada por la evidencia de que los alimentos transgénicos afectan a la salud humana, pero los políticos y las empresas ignoran la protesta pública contra los productos con modificaciones genéticas para proteger sus grandes beneficios", señaló Rica Madrid, de Ocupa Monsanto, al sitio web del movimiento.

Las manifestaciones organizadas que ocurrirán en varios países el día 17, ya tuvieron una previa hace seis meses. En marzo ocurrió el ‘Día de Acción Global’ con la realización de actividades en países de África, en la mayoría de los países de Europa, en toda América Latina, en Australia y en varias partes de Asia.

Organizaciones y activistas realizaron sus propios eventos en los lugares elegidos por ellos durante uno o dos días con el propósito de llamar la atención y hacer que la transnacional de los transgénicos escuche la voz de la población mundial.

En la gran manifestación del día 17, la intención es conseguir hacer aún más barullo y llevar el mayor número posible de personas para comprometerse en las acciones. Por eso, además de estar invitada a participar, cada persona es convocada también a difundir esta actividad que va a ocurrir en su ciudad/país. En las redes sociales, sitios web y blogs, el movimiento pide que cada persona divulgue una imagen con las palabras ‘Ocupa Monsanto’.

Monsanto

La transnacional Monsanto es responsable por la producción del 90% de los transgénicos plantados en el planeta y es también líder en el mercado de semillas. Esta posición hace que la empresa esté en el centro de los debates sobre las implicancias de la utilización de granos genéticamente modificados. Monsanto también es severamente criticada porque no tiene en consideración los costos sociales y ambientales asociados a su accionar.

La empresa también es acusada de biopiratería, de contrabando de semillas, de manipulación de datos científicos y también de ser responsable del suicidio de agricultores hindúes, que se endeudaron a causa de los altos costos de las semillas transgénicas y de insumos químicos necesarios en las plantaciones de transgénicos.

Por estos motivos surgió en India y está creciendo en regiones del continente latinoamericano campañas y movimientos contra la Monsanto. En Brasil, el movimiento campesino promueve iniciativas de soberanía alimentaria alternativa y concientización sobre la no aceptación de los transgénicos. En Haití, campesinos/as rechazaron la "donación” de semillas enviadas por la empresa después del terremoto de enero de 2010. Y así varios otros países están Intentando combatir la entrada de productos en sus tierras.

Las invasiones mineras

jueves, 13 de septiembre de 2012

CNDDHH: Estado viola la Convención Internacional de Derechos del Niño


La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos(CNDDHH) hizo un pronunciamiento con respecto a los hechos ocurridos el sábado 8 de setiembre en la localidad de Ranrapata, distrito de Santo Domingo deAcobamba, Junín, donde falleció una niña.

Asimismo, se refirió a la errónea presentación de menores como si fueran recuperados de las manos de Sendero Luminoso, y alertó que el Estado está violando el art 9 de la Convención Internacional de los Derechos del Niño.

A continuación, lea el pronunciamiento de la CNDDHH:

La COORDINADORA NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS, en representación de 78 organizaciones que promueven los derechos fundamentales de la persona humana, manifiesta su profunda preocupación por los hechos ocurridos el sábado 8 de setiembre en la localidad de Ranrapata, distrito de Santo Domingo de Acobamba, Junín, producto de los cuales falleció la menor de nombre Zoraida Caso Asparre de 9 años de edad. Según declaraciones del alcalde del distrito de Santo Domingo, Jorge Aparicio Camarena, la muerte se produce cuando la menor se encontraba en su domicilio y en el marco de un operativo llevado adelante por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.

Nos preocupa de la misma manera que se haya presentado a tres niños de la misma localidad como si fueran recuperados de Sendero Luminoso, cuando la misma fuente señala que estos niños (dos de 4 y 6 años, otro de 10 meses de nacido), estaban en el colegio de la localidad y además eran beneficiarios del Vaso de Leche. En otras palabras, no se encontraban secuestrados en escuelas subversivas.

Esta situación constituye una violación de los derechos de los niños, puesto que hay obligación de respetar sus derechos tal como lo señala el art 9 de la Convención Internacional de los Derechos del Niño: “Los Estados Partes velarán por que el niño no sea separado de sus padres contra la voluntad de éstos, excepto cuando, a reserva de revisión judicial, las autoridades competentes determinen, de conformidad con la ley y los procedimientos aplicables, que tal separación es necesaria en el interés superior del niño”.

Por estas razones demandamos una profunda investigación para determinar la forma como murió la niña Zoraida Caso Asprre, producto de este operativo militar policial; así como la razón por la que los otros tres niños y niñas fueron traídos a Lima y separados de sus padres, siendo mostrados a la prensa como miembros recuperados de Sendero Luminoso. Consideramos que debe sancionarse drásticamente a los responsables de esta muerte así como los que violaron los derechos de los niños y niñas.

Consideramos que cualquier medida de rescate de niños, niñas y adolescentes de los mandos del grupo terrorista Sendero Luminoso deberá involucrar un trabajo de rehabilitación y educación, que debe darse con respeto y consideración, en tanto que no sólo estamos hablando de personas que han sufrido gravísimas situaciones de violencia, sino que han sido obligados a participar en estos grupos armados a la fuerza.

Secretaria Ejecutiva
Coordinadora Nacional de Derechos Humanos