martes, 18 de septiembre de 2012

Entrevista a Marta Harnecker: "Chávez es contradictorio, pero es fundamental para América Latina"



Eleonora de Lucena

Folha de São Paulo

Se define como ‘educadora popular’ marxista-leninista. Chilena, fue discípula del filósofo Louis Althusser, líder estudiantil católica e integrante del gobierno socialista de Salvador Allende. Se casó con uno de los comandantes de la revolución cubana (Manuel Piñeiro, ‘Barba Roja’) y en los años 2000 fungió como consejera de Hugo Chávez.

Marta Harnecker cuenta que escribió más de 80 libros. El más conocido “Conceptos Elementales del Materialismo Histórico”, de los años 60, vendió más de un millón de ejemplares y está en su 67 edición. A los 75 años, viaja por América Latina y se dice optimista: los Estados Unidos ya no hacen lo que quieren en la región y creció el concepto de soberanía.

Ahora que vive en Vancouver (Canadá), considera a Chávez como un “líder revolucionario fundamental”, pero una “persona contradictoria”: “Él es un militar que cree en la participación popular. Lo importante es ver el fruto de eso”. Venezuela es el país menos desigual del continente.

¿Cuál es su evaluación de la situación política en América Latina?

Tengo mucho optimismo. Cuando Chávez ganó estaba solo, pero hoy el panorama cambió mucho. Considero que las situaciones más avanzadas están en Venezuela, Bolivia y Ecuador. Mi último libro fue sobre Ecuador y se llama "La Izquierda en Busca de la Vida en Plenitud". El concepto de esos gobiernos es el de una sociedad alternativa al capitalismo, donde la persona humana tenga un pleno desarrollo.

No dimos importancia a eso en el pasado. Hoy en día es fundamental: una sociedad construida por las personas, de abajo hacia arriba. No se trata de hacer que el pueblo sea un mendigo que recibe regalos del Estado, no es eso que queremos ni lo que se está haciendo. El partero de este proceso fue el neoliberalismo, que provocó contradicciones y los pueblos comenzaron a resistir y a entender que tiene que participar en política y crear instrumentos políticos. Fue el caso de Ecuador, Bolivia y Venezuela, donde hubo presiones populares en los años 80 que están al origen del triunfo de Chávez.

Hay una crisis estructural del Estado. Las personas ya no confían en la política ni en los políticos y quieren cosas nuevas. Están cansadas de promesas sin cumplir. Surgen esos gobiernos y, contrario a los pronósticos de algunos, incluso de intelectuales brasileños, el proceso emergió. Hubo quienes encontraron que se había logrado un tope y que iba disminuir, pero no fue así.

Pero tenemos al imperio presente. Son los casos de Manuel Zelaya y de Fernando Lugo, quienes tenían procesos más débiles internamente, con organizaciones populares más frágiles. No hay que copiar en América Latina. Algunos se entusiasman con el proceso venezolano y creen que se puede hacer lo mismo en todos los países. El proceso en el continente es completamente diferenciado, lo que los une es el proceso social. En Bolivia y en Ecuador, por ejemplo, los indígenas son grupos importantes, en Venezuela no.

¿No están los logros de Chávez muy vinculados al petróleo?

Cuando Chávez llegó al poder el petróleo ya estaba nacionalizado, pero no estaba en manos del gobierno, era administrado por los grupos ahora en la oposición. Como consecuencia del golpe de 2002, el gobierno recupera su administración. Los excedentes del petróleo pasan a servir a las misiones sociales internas y a apoyar otros procesos en América Latina. Hay dependencia, pero también claridad de que esta debe ser superada.
El gobierno está invirtiendo en proyectos de industrialización, pues el neoliberalismo desindustrializó nuestros países. La estrategia es depender cada vez menos del petróleo.

El gobierno de Evo Morales enfrenta oposición en Bolivia. ¿Cómo explicar eso?

Son las contradicciones que viven estos procesos, muy diferentes de los procesos revolucionarios de los años 20, de la Revolución rusa.
En estos casos, solo se consigue llegar al gobierno, en muchos de ellos con una correlación de fuerzas en el parlamento, los gobiernos locales, los medios de comunicación y en el poder económico, que permanecen en manos de quienes antes dominaban.

Álvaro García Linera [vice-presidente de Bolivia] refleja las contradicciones que vive el país. Entre un gobierno que tiene que ser ejecutivo, tomar decisiones, resolver problemas de todo el país, y los movimientos sociales que tienen un ritmo de discusión democrática, etc. En el proceso boliviano, el pueblo es diverso y tiene contradicciones, se une en torno a banderas como, por ejemplo, la del Estado Plurinacional, pero las contradicciones se agudizan y el gobierno tiene que entender eso y mirar democráticamente las partes. Es muy complicado. El pueblo quiere que el Estado resuelva el problema, es una especie de paternalismo. Cuando llegan estos gobiernos, quieren soluciones inmediatas, no saben de política ni de correlaciones de fuerzas. Además de eso, prima la visión localista, sin perspectiva de conjunto.

Es necesario un proceso de educación popular, para que la comunidad entienda que para el país y otras comunidades es negativo no hacer un camino. García Linera reconoce que existen y habrán contradicciones y que es preciso que el gobernante sepa lidiar con ellas.

¿Cuál es su análisis de la situación en Brasil, Argentina y Uruguay?

Son diferentes, son gobiernos mucho más moderados, pero que están tomando medidas de soberanía, porque lo primero que necesitamos es conseguir la soberanía ante los Estados Unidos. Hemos hecho reuniones dejando fuera a los Estados Unidos, no viene el Departamento de Estado a decir lo que tenemos que hacer. En la mayoría de los gobiernos de la región, la soberanía es un valor. Es un éxito que se haya constituido la UNASUR y que Chile, México y Colombia participen en ella.

¿Disminuyó el poder de los Estados Unidos en la región?

Los Estados Unidos ya no pueden hacer los que quieren. Pero, claro que su poder es inmenso. Hay una contraofensiva de los Estados Unidos, que se refleja en situaciones como la de Zelaya y en la tentativa contra Correa. Hubo un golpe contra Lugo. Están intentando volver a hacer un golpe en Bolivia, con sectores de oposición aprovechando de las contradicciones al interior del pueblo. En Santa Cruz y en otros lugares, están intentando hacer alianzas con los sectores descontentos del pueblo. La intención del separatismo fue vencida gracias a la organización popular, ahora no hay un peligro inminente, pero esas fuerzas se están reconstituyendo.

No tenemos un camino fácil. Son procesos que no se definen de un día a otro, la mejor defensa es tener un pueblo organizado. Chávez lo entendió muy bien, él siempre insiste en que no podemos resolver el problema de la pobreza si no damos poder al pueblo. Chávez es un tipo que siente lo popular, es muy humano. Hice un libro con él, que se llama “Un hombre, un Pueblo”. No digo que el hombre Chávez no tenga defectos y que no hayan contradicciones entre su discurso y lo que hace, vivimos procesos humanos, no de dioses puros.

En su perspectiva ¿podría haber un modelo común entre países latinoamericanos?

Soy chilena, en Chile se consolidó la contrarrevolución burguesa , con Pinochet y los que siguieron. La Concertación dio continuidad a las políticas neoliberales con algunas políticas sociales. Hubo un neoliberalismo exitoso, por el aumento del PIB, la construcción de carreteras, pero Chile, que era uno de los países más igualitarios de América Latina, es hoy uno de los que tienen mayores diferencias entre pobres y ricos. En Chile no existían muros en las casas de la gran burguesía. No se puede medir el resultado del neoliberalismo solo por el lado económico. Conocí una pareja de arquitectos chilenos que trabajan

14 horas por día, viven para trabajar, no trabajan para vivir.

Personas de la pequeña burguesía consiguen alguna cosa, pero hay mucha competencia, están siempre corriendo, nunca tienen tranquilidad en el trabajo. En Brasil también se consolidó la contrarrevolución burguesa.

¿Cómo   es   eso?   ¿El   gobierno   del   PT   significa   la   contrarrevolución   burguesa?

Los sectores dominantes se consolidaron, el agro negocio . El PT está buscando hacer otra cosa. No se puede comparar con Venezuela o Bolivia, por motivo de la correlación de fuerzas de la victoria de Lula. En un país que es la sexta economía del mundo, el capital financiero y las transnacionales tienen un poder enorme. Entonces, el capitalismo se consolida, pero hay atención en los sectores populares, se sacan personas de la pobreza.

En Brasil, al gobierno le falta facilitar más el proceso de la organización popular. Tenemos una izquierda que estuvo en la oposición, el gobierno tiene que ejecutar, resolver y no puede esperar la discusión del partido, se va dando un distanciamiento entre partido y gobierno. En un Estado como el brasileño es necesario mucha firmeza para no transformarse en otra cosa. Un trabajador que llega a ser senador o diputado, cambia su vida. Como enseña el marxismo, las condiciones materiales influyen. Creo que probablemente haya la deformación de muchos dirigentes, que dejan de representar las clases populares.

Hay muchas críticas de la izquierda a Lula y Dilma, que se hacen sin entender la correlación de fuerzas existentes. No quiero decir que no puedan hacer más de lo que han hecho.

¿Entonces no hay un modelo común para América Latina?

No, en América Latina cada situación es distinta. Es necesario estudiar cada lugar, sus orígenes históricos, las correlaciones de fuerza.

Soy estudiosa de Lenin. Es preciso hacer el análisis concreto de las fuerzas, escoger la estrategia y la táctica. Hay un horizonte que es el Socialismo del Siglo XXI, la sociedad del Buen Vivir. No queremos un socialismo como el soviético, estatista, totalitario, de partido único, ateo, que usó a los movimientos sociales como correa de transmisión. Es necesario leer los clásicos, Marx y Engels. La meta es una sociedad solidaria, donde no hayan explotadores y explotados, donde cada quien encuentre que hacer, que respete las diferencias. Es una meta utópica. Mediría a los gobiernos con preguntas: 1) Tienen esos gobiernos conquistas con relación a la soberanía nacional?; 2) Consolidan, aumentan, la organización del pueblo?; 3) Hacen un desarrollo que respete la naturaleza?

¿Cúal es su análisis de la crisis económica mundial?

Es una crisis estructural importante. No es terminal porque el capitalismo se recompone. Las condiciones objetivas están más adelantadas que las condiciones subjetivas. Valorizo movimientos como el de los indignados. La rebeldía es un paso inicial, pero es necesario hacer que eso se transforme en una fuerza. “ Reconstruyendo la izquierda ” es un libro mío en el que digo que es preciso un instrumento de articulación, que no son los partidos tradicionales. El neoliberalismo fragmenta a la población.

¿Por qué?

La política no es el arte de lo posible. Eso es diplomacia. Escribí un libro sobre eso. El político revolucionario necesita entender que para lograr su objetivo tiene que crear una correlación de fuerzas. Construir fuerzas sociales para tener fuerza política, para lograr su objetivo. Se construye fuerza social con el protagonismo popular. El Estado no puede crear lo que no existe, pero puede crear las condiciones para que las fuerzas se fortalezcan.

¿Serían los partidos políticos ese instrumento? ¿No hay diferencias?

Los partidos políticos no comprenden la política como el arte de construir fuerzas sociales. Pero entienden la política como forma de ganar puestos de gobierno, tener más diputados, más fuerza. No es la idea. Muchas veces la política es muy desprestigiada. La derecha se apropió del lenguaje de la izquierda. La izquierda hace, muchas veces, una práctica política igual a la de la derecha: clientelismo, personalismo, carrerismo político, a veces hasta corrupción. El pueblo oye discursos iguales, vé prácticas iguales, se decepciona.

¿Por ejemplo…?

Sin ejemplos. El diagnóstico lo hace cada quien, pero está claro, es necesario ser muy coherente entre lo que se dice y lo que se hace. Es preciso que se trabaje para construir fuerza social y no dedicarse a peleas institucionales. El socialismo requiere una gran mayoría, una hegemonía, convencer del proyecto al máximo de gente, siendo muy pluralista y respetando las diferencias.

Tengo un libro que hace un análisis de los errores que cometió la izquierda. Cuando una persona conoce el valor de la solidaridad, comienza a entender que es más importante ser que tener. Esa es la lucha contra el consumismo. Hay una democracia desmovilizadora. Las personas están endeudadas, los trabajadores están desmovilizados, porque pueden perder el trabajo y no están tan protegidos como antes. Cuando los partidos de izquierda consiguen ganar algún espacio, muchas veces los dirigentes dejan de ser dirigentes revolucionarios. El peligro es muy grande. Un militante político que se mete al aparato burgués tiene que tener algún tipo de estructura, un grupo de personas para consultas y control, que pregunte al dirigente por qué está comprando un carro que no necesita. La cooptación es fácil, por la ideología y por la cultura, de un sujeto solitario.

Usted estuvo casada con un dirigente de la revolución cubana y vivió muchos años en la isla, ¿cómo ve la situación de ese país?
Cuba fue mi segunda patria, tengo una hija cubana que vive allá. Cuba mostró a América Latina la dignidad, la capacidad de defender la soberanía, de resistencia a todos los males. La economía es muy complicada.

¿Cómo evalúa los cambios económicos en curso?

Era necesario hacer cambios. Las personas necesitaban espacio para desarrollar su capacidad productiva, es cierto. Creo que la participación de los trabajadores en cooperativas sería un camino que debería ser explorado.

Usted   fue   discípula   de   Louis   Althusser   (1918-1990),   ¿cómo   fue   esa   experiencia?

Estudié psicología en la Universidad Católica de Chile. Como dirigente de la Acción Católica Universitaria, visité Cuba y quedé fascinada. Era católica y comencé a discutir con cristianos marxistas. Fui a Francia y conocí a Althusser, que también había sido católico. Leí sus obras y establecí una relación de discípula. Vivía a pocos metros de la casa de él y lo veía tres veces al día, él me decía qué leer. No seguí con psicología. Eso fue entre 1963 y 1968. Trabajé también con Paul Ricoeur (1913-2005). Volví a Chile pensando en enseñar francés.

Deliberadamente no tenía título. Había escrito un libro “Conceptos Elementales del Materialismo Histórico”, con las notas que había tomado en un curso para haitianos y mexicanos, el último año que estuve en París. Ese libro se vendió en más de un millón de ejemplares, está ahora en su 67 edición y fue traducido a varios idiomas. Por ese libro, llegué a ser profesora de la Universidad de Chile, con Theotonio dos Santos y Ruy Mauro Marini. Luego fui directora de la revista política de la Unidad Popular “Chile Hoy”. Transformaba artículos de intelectuales, volviéndolos accesibles a la población. Fue entonces que me apasioné por el periodismo. Hacía cartillas de formación y cursos para obreros y campesinos. Sólo ahí hice doce cuadernos de educación popular.

Tengo más de 80 libros publicados. Algunos son libros testimoniales, con experiencias de varios países - El Salvador, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Venezuela. Tengo un libro sobre el PT, que está pendiente. En Chile hacía parte del Partido Socialista y quedé fascinada por la educación popular. Para mi, la mayor satisfacción es crear un texto que todos entiendan. Que no sea académico. Nos soy doctora, soy educadora popular: es mi autodefinición. Después del golpe en Chile, fui a Cuba, fue entonces que consolidé mi relación con el comandante Manuel Piñeiro, o ‘Barba Roja’(1933-1998). Me quedé en Cuba hasta 2003. Fui a entrevistar a Hugo Chávez en Venezuela. Recogí las críticas de izquierda, las dudas sobre el gobierno. A él le gustó mucho que le transmitiera las críticas y me invitó a trabajar en el palacio. No quise un salario, solo me pagaban el departamento y la comida.

¿Qué críticas eran?

Que tal Ministerio no estaba haciendo tal cosa, que tenía un discurso demasiado autoritario. Viví seis años en Venezuela.

¿Le parece ahora que Chávez es una persona autoritaria?

Chávez es un militar que cree en la participación popular y quiere promoverla. Como persona es contradictorio y hay que respetar esa contradicción. Queríamos que no fuera tan autoritario, pero entendemos. Yo misma tengo un carácter bastante complicado, muchas veces quise cambiar, pero no es tan fácil. Lo importante es ver el fruto de esa cosa. Si comparamos la Venezuela del primer año con la de ahora, tenemos gente con personalidad, que critica, que creció como ser humano. Es eso que buscamos. Yo lo saturaba con críticas.

¿Todavía vive en Venezuela?

Vivo en Vancouver, en Canadá, con mi compañero Michael Lebowitz.

¿Cómo evalúa la sucesión de Chávez?

No hay nadie a la altura de Chávez. Lo ideal sería una dirección colectiva. Dada la fragmentación que el neoliberalismo produjo en los sectores populares latinoamericanos, los trabajadores de hoy no tienen nada que ver con los del tiempo de Marx: hay subcontratación, precarización. Se necesitan personas con gran carisma y una personalidad muy fuerte para aglutinar todos esos sectores.

Hay el líder populista que usa al pueblo para sus objetivos políticos y el líder revolucionario que, usando su capacidad, promueve el crecimiento de la población. Un líder revolucionario con carisma se comunica con el pueblo igual que un populista. La diferencia es que el populista da cosas, como Perón, pero no ayuda para que el pueblo se independice. No es puente de un crecimiento.

Recuerdo uno de los primeros viajes que hice con Chávez, para la inauguración de una escuela. Las personas pedían cosas, pasaban papeles, uno de ellos pidió un camino, Chávez sugirió que se organizara con otros en una cooperativa para obtener el camino. Esa es la idea. Para mí eso no es populismo, es un dirigente revolucionario. Para mí el proceso venezolano y Chávez son fundamentales para el proceso latinoamericano.

El casino del sistema alimentario global

Common Dreams

El alimento es nuestro sustento. Es la fuente de la vida. El cultivo de alimentos, su procesamiento, transformación y distribución involucran a un 70% de la humanidad. Su consumo nos involucra a todos. Sin embargo, lo que conforma la economía dominante del alimento de la actualidad no es la cultura o los derechos humanos. Más bien la especulación y los beneficios deciden la producción y distribución de alimentos. El hecho de que se coloquen los alimentos en el casino financiero global es una receta para el hambre.

Después de la crisis de los créditos de alto riesgo en EE.UU. y el crac de Wall Street, los inversionistas se apresuraron a participar en los mercados de commodities, especialmente los productos básicos agrícolas y petroleros. Aunque la producción real no aumentó entre 2005 y 2007, la especulación con los alimentos aumentó un 160%. La especulación hizo aumentar los precios y los altos precios llevaron a otros 100 de personas millones hacia el hambre. Barclays, Goldman Sachs, JP Morgan, todos juegan en el casino global del alimento.

Un anuncio de Deutsche Bank en 2008 decía: “¿Le gusta el aumento de precios? Todos hablan de productos básicos, con el Eurofondo de Agricultura usted puede beneficiarse del aumento del precio de los siete productos básicos agrícolas más importantes”.

Cuando la especulación impulsa el aumento de precios, los inversionistas ricos se hacen más ricos y los pobres mueren de hambre. La desregulación financiera que desestabilizó el sistema financiero mundial está desestabilizando ahora el sistema alimentario mundial. El aumento de precios no es solo el resultado de oferta y demanda. Es sobre todo un resultado de la especulación.

Entre 2003 y 2008 se calcula que la especulación con el índice de commodities aumentó en un 1.900%, de 13.000 millones de dólares a 260.000 millones. Un 30% de esos productos básicos indexados están invertidos en productos básicos agrícolas. Como señala la Iniciativa de Responsabilidad de la Agroindustria: “Vivimos en un mundo feliz de comercio electrónico, provocado por algoritmos de índices de precios compuestos, ataques de ‘falta de confianza’ de inversionistas y de ‘pools ocultos’ desregulados de más de 7 billones [millones de millones] de dólares en comercio extrabursátil de derivados de commodities”.

El comercio mundial de productos básicos no tiene relación con alimentos, su diversidad, sus productores o consumidores, con las estaciones, con la siembra o la cosecha. La diversidad alimentaria es reducida a ocho productos básicos y agrupada en el “índice compuesto de precios”.

Las estaciones son reemplazadas por comercio durante las veinticuatro horas del día. La producción de alimentos impulsada por la luz solar y la fotosíntesis es desplazada por “consorcios ocultos de inversión”. La tragedia es que este mundo irreal está creando hambre para gente real en el mundo real.

En The Food Bubble: How Wall Street Starved Millions and Got Away with it –un artículo de fondo para Harper’s – Fredirick Kaufman dice: “La historia de los alimentos dio un giro sombrío en 1991, una época en la que nadie estaba prestando mucha atención. Fue el día que Goldman Sachs decidió que nuestro pan de cada día era una excelente inversión”.

Y la entrada de inversionistas como Goldman Sachs, AIG Commodity Index, Bear Sterns, Oppenheiner and Pimco, Barclays, permitió que la agroindustria aumentara sus beneficios. En el primer trimestre de 2008, Cargill atribuyó su aumento de un 86% a beneficios en el comercio de productos básicos. ConAgra vendió su filial comercial a un fondo de inversión libre por 2.800 millones de dólares.

El juego para conseguir beneficios en el precio del trigo quitó el alimento a 250 millones de personas. La especulación ha separado el precio de los alimentos de su valor. Como Austin Da-mani, un corredor de trigo dijo a Fred Kaufman: “Comerciamos en trigo, pero es trigo que nunca vamos a ver. Es una experiencia cerebral”.

El alimento es una experiencia ecológica, una experiencia sensorial, una experiencia biológica. Con la especulación se ha removido de su propia realidad. Los mercados de granos han sido transformados, con el comercio en futuros de los gigantes de los granos en Chicago, Kansas City y Minneapolis en combinación con la especulación por los inversionistas.

Y como dice el señor Kaufman: “El trigo imaginario comprado en cualquier sitio afecta al trigo real comprado por doquier”. Por lo tanto si no se "descomoditiza" el trigo se negarán los alimentos a más y más gente; se lanza más y más dinero al casino global, los procesos artificiales de especulación están incrementando los precios de los alimentos y llevándolos fuera del alcance de millones de personas.

Las reglas de la Organización Mundial de Comercio, los programas de ajuste estructural del Banco Mundial y el FMI y los acuerdos bilaterales de libre comercio han impuesto la integración de economías locales y nacionales en el mercado global. Y ahora el sistema financiero global está especulando en commodities alimentarias, influenciando precios y el derecho a los alimentos de las personas más pobres en el rincón más remoto del mundo.

El punto más alto en los precios de alimentos del mundo comenzó a reaparecer en 2011. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en enero de 2011 el índex de los precios de alimentos había aumentado 3,4% desde diciembre de 2010. El índice del precio de cereales estaba a 3% por sobre diciembre, y al más alto nivel desde julio de 2008, pero todavía a un 11% bajo su nivel más alto en abril de 2008.

En India, el precio de la cebolla saltó de 11 rupias por kilo en junio de 2010 a 75 rupias por kilo en enero de 2011. Los precios también subieron a pesar de que la producción de cebollas había subido de 4,8 millones de toneladas en 2001-2002 a 12 millones de toneladas en 2009-2010, mostrando que en un mercado impulsado por la especulación no existe una correlación entre la producción y los precios. La diferencia de precios entre la venta al por mayor y al menor fue de 135%.

Los alimentos que se han colocado en un casino global sirven a los inversionistas especuladores y a la agroindustria, pero no a la gente. Tenemos que sacar a los alimentos del casino global y devolverlos a los platos de la gente. La democracia alimentaria y la soberanía alimentaria solo pueden lograrse poniendo fin a la especulación financiera.

Josette Sheeran, directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, relacionó la revolución egipcia de 2010 con el aumento de los precios de los alimentos. “En muchas protestas, los manifestantes han blandido barras de pan o han mostrado pancartas expresando su indignación por el aumento del coste de alimentos básicos como las lentejas. Cuando se trata de alimentos, los márgenes entre estabilidad y caos son peligrosamente finos. La volatilidad en los mercados se puede convertir rápidamente en volatilidad en las calles y todos deberíamos mantenernos vigilantes”.

La creciente preocupación por la especulación con alimentos ha obligado a algunos bancos a dejar de invertir en commodities alimentarias. Commerzbank de Alemania y Volksbanken de Austria han sacado los productos agrícolas de sus productos de fondos indexados. Deutsche Bank ya había hecho lo mismo. Es hora de que todos los gobiernos y todas las instituciones financieras pongan el derecho al limento por sobre el hambre de beneficios.

© 2012 The Asian Age

La doctora. Vandana Shiva es una filósofa, activista medioambiental y eco-feminista. Es fundadora y directora de Navdanya Research Foundation for Science, Technology, and Ecology. Es autora de numerosos libros, incluyendo: Soil Not Oil: Environmental Justice in an Age of Climate Crisis; Stolen Harvest: The Hijacking of the Global Food Supply; Earth Democracy: Justice, Sustainability, and Peace; y Staying Alive: Women, Ecology, and Development. Shiva también ha servido como asesora de gobiernos en India y en el extranjero así como en ONG, incluyendo el Foro Internacional sobre Globalización, la Organización de Mujeres de Entorno y Desarrollo y la Red Tercer Mundo. Ha recibido numerosos premios, incluyendo el 1993 Right Livelihood Award (Premio Nobel Alternativo) y el Premio de la Paz Sydney 2010.

Protesta contra semillas transgénicas en Paraguay

La protesta contra Monsanto fue mundial










Galeria: La protesta en Argentina contra Monsanto fue creativa








Argentina: Cientos se movilizaron contra Monsanto









lunes, 17 de septiembre de 2012

Mundo: En 60 paises salen a las calles para protestar contra Monsanto





Paraguay: Marcha contra Monsanto y el algodón transgénico

Los manifestantes recorrieron las calles céntricas de Asunción.  Foto: ULTIMAHORA.COM.

Representantes de diversos sectores sociales, se manifestaron contra Monsanto y el algodón transgénico este lunes cerca del mediodía en el microcentro de Asunción. La protesta se inició frente al Panteón de los Héroes y luego los manifestantes se trasladaron hasta el Palacio de López.

La protesta es contra la instalación de Monsanto en Paraguay y responde a otras de nivel mundial en 60 países.

Esther Mendoza, miembro del movimiento Ocuppy Monsanto, indicó a ULTIMAHORA.COM que se unieron por una causa común, que es proteger la tierra.

Por unos minutos cientos de 70 personas cerraron calle Palma, pero decidieron ocupar media calzada. Luego decidieron marchar hasta el Palacio de Gobierno, donde se encuentra el presidente de la República, Federico Franco.

Los manifestantes se desplazaron por calle Palma hasta llegar a O'Leary y luego bajaron hasta Benjamín Constant, donde la Policía les impidió el paso.

Sin emabargo, dos representantes del grupo de manifestantes fueron hasta el Palacio de Gobierno para hacer de una recopilación científica de 3.800 páginas sobre las posibles consecuencias que produce la utilización de las semillas transgénicas.

El Gobierno de Franco autorizó, vía decreto, la importación de semillas transgénicas para su uso en la próxima campaña algodonera, y acusó a los luguistas, que se opusieron desde un comienzo a esta iniciativa, de frenar el desarrollo.

Monsanto es una empresa multinacional estadounidense que se dedica al desarrollo de biotecnología utilizada en la agricultura. La compañía produce semillas genéticamente modificadas como la soja transgénica.

También se hizo conocida por producir glifosato, un herbicida que está prohibido en muchos países del mundo por el alto grado de contaminación que produce, según publicó el portal Cba24.

Las movilizaciones contra la empresa Monsanto se realizan en más de 60 ciudades en todo el mundo.

Chilenos se unen a la manifestación mundial contra Monsanto



El viernes pasado, a las afueras de las oficinas de Monsanto en Chile, se llevó a cabo una manifestación para rechazar la presencia de la multinacional en nuestro país. A la protesta asistieron activistas del movimiento Chile Sin Transgénicos, quienes desplegaron un lienzo para solicitar una moratoria urgente a los organismos genéticamente modificados, siguiendo los pasos de Perú.

La demostración se enmarcó en la manifestación mundial contra Monsanto (Occupy Monsanto), que se realiza hoy 17 de septiembre. Debido a su proximidad con las fiestas patrias, los convocantes decidieron adelantar su protesta en forma de “flash mob”, sin previo aviso, para no alertar a Carabineros ni a la multinacional.

La actividad se realizó sin problemas y contó con la presencia, en su mayoría, de estudiantes universitarios conscientes del peligro que representan las semillas y pesticidas de Monsanto, cuyos riesgos a la salud han sido expuestos reiteradamente por diversos estudios científicos.
“Se informó al público del lugar, se repartieron volantes y se entonaron consignas contra la multinacional”, dijo Ivan Santandreu, biólogo de Chile Sin Transgénicos. “Un gran aporte patrio para estas fechas, con nuestra bandera nacional muy bien utilizada frente a las oficinas corporativas de Monsanto”.

Los cuarteles nacionales de Monsanto se encuentran ubicados en Las Condes, en calle Rosario Norte 555. Según explicaron asistentes, muchos transeúntes se mostraron sorprendidos al saber que la corporación de transgénicos se encontraba frente a ellos.

En medio de la protesta y tras ser avisados por personal de Monsanto, efectivos de Carabineros concurrieron hasta el lugar, no obstante “rápidamente se dieron cuenta de que no tenían nada que hacer ahí”, según explicó Santandreu.

El debate público sobre los transgénicos tuvo su mayor apogeo en 2011, cuando se ratificó en el Senado el Convenio Upov91, legislación que autoriza la privatización de semillas, tanto naturales como genéticamente modificadas en Chile, impidiendo a los campesinos guardar sus semillas y extendiendo los derechos y garantías de multinacionales como Monsanto para la venta de sus productos. En medio de la polémica, Monsanto y la familia de la senadora Ena Von Baer (UDI), que posee una empresa semillera, debieron transparentar la ubicación de sus cultivos transgénicos en el país.

Según la periodista francesa Marie-Monique Robin, autora de “El mundo según Monsanto”, en Chile existen más de 20 mil hectáreas donde se producen semillas transgénicas que luego son exportadas a Estados Unidos. A través del programa InvestChile, en 2009, Monsanto recibió fondos públicos para financiar experimentos con transgénicos.

De acuerdo a un estudio publicado en 2010 por el International Journal of Biological Sciences, los alimentos de Monsanto producen dañinos “efectos sobre el corazón, el bazo suprarrenal y células de la sangre” de mamíferos. Otro estudio francés concluye que el herbicida Roundup de Monsanto está ligado a la infertilidad.

En la India, la introducción del algodón Bt de Monsanto produjo un aumento considerable de suicidios en agricultores indios. “No hay duda de que un gran porcentaje de los granjeros que se suicidan son agricultores de algodón, uno de los sectores más impactados”, explica el columnista Anthony Gucciardi cuando se refiere a este caso. “La intrusión de Monsanto en las comunidades agrícolas tradicionales y sustentables no sólo es preocupante por razones de salud o bienestar. Ahora es evidente que el tema es mucho más serio.”

Recientemente, la senadora Ximena Rincón (DC) presentó un proyecto de ley para la moratoria de trasgénicos en Chile por 10 años, y el etiquetado obligatorio de alimentos genéticamente modificados. La iniciativa se encuentra actualmente en la Comisión de Salud del Senado, esperando que sea puesta en tabla.

Pese a todos los riesgos de los trangénicos, el gobierno de Sebastián Piñera ha decidido posponer la discusión, protegiendo con ello los intereses de Monsanto por sobre la integridad de los chilenos.

La paz del extractivismo en Colombia



Raúl Zibechi
 
La lucha entre la guerrilla y el Estado fue una verdadera guerra de clases en Colombia. El joven campesino liberal Pedro Marín se convirtió en Manuel Marulanda cuando la violencia, iniciada con el asesinato del jefe del Partido Liberal Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, lo forzó a huir al monte para salvar la vida. El bogotazo, el levantamiento popular urbano en respuesta al crimen, fue el epicentro de una guerra entre conservadores y liberales que en 10 años segó la vida de 200 mil colombianos.
 
Los campesinas pobres no fueron incluidos en el Frente Nacional que en 1958 selló la paz entre el poder conservador y los doctores liberales de las ciudades, porque la guerra se hizo para robarles la tierra y desorganizarlos como clase. Para sobrevivir se convirtieron en guerrilleros, crearon autodefensas y, con el tiempo y los desengaños, se hicieron comunistas. De esas confluencias nacieron las FARC en 1966, abriendo una nueva etapa en las luchas campesinas.
 
Fracasadas las ofensivas militares y ante la expansión territorial de las organizaciones armadas, se abrieron dos momentos de negociaciones. Bajo la presidencia de Belisario Betancur (1982-1986) hubo una tregua en el marco de la cual nació la Unión Patriótica, en 1985, en la que se incluyó el Partido Comunista. La nueva fuerza consiguió cinco senadores, 14 diputados y 23 alcaldes, pero en los años siguientes fue prácticamente exterminada por paramilitares, militares y narcotraficantes. Cayeron asesinados 13 diputados, 70 concejales, 11 alcaldes y varios miles de militantes. Durante el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) se creó una zona de distensión en el río Caguán, que abarcó cuatro municipios y 42 mil kilómetros cuadrados. En paralelo, el gobierno firmó en 1999 el Plan Colombia con Estados Unidos, que subordinó la política de Pastrana y lo inclinó hacia la reanudación de la guerra.
 
En esta ocasión, todo indica que el acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, con la posibilidad explícita de la dejación de las armas, puede poner fin a la guerra. Es posible que el otro grupo armado, el ELN, se incorpore a las negociaciones.
 
La nueva relación de fuerzas en Colombia, la región y el mundo hacen posible que se llegue al fin de una guerra de 60 años.
 
Lo primero es que la sociedad colombiana ha cambiado profundamente en este medio siglo. Se trata de una población mayoritariamente urbana, cuya principal demanda no es tierra, sino vivienda, que desea el fin del conflicto y participa en movimientos sociales que están impactando en las principales ciudades, donde ya no gobiernan ni los conservadores ni los liberales. Lo segundo es que las clases dominantes, cuya mejor expresión en estos momentos es el presidente Santos, acumulan ahora en torno al modelo extractivo (hidrocarburos, minería y monocultivos), ya no mediante el expolio al campesino. El mapa del extractivismo es el del conflicto armado. Dedicar una parte del gigantesco presupuesto de la guerra a obras de infraestructura es urgente para lubricar el flujo de commodities y seguir atrayendo inversiones.
 
El fin del conflicto visibiliza otra guerra: la de las multinacionales contra los pueblos. La Constitución de 1991 reconoce los territorios ancestrales de indígenas y afrodescendientes bajo el nombre de resguardos. Se han creado más de 600 resguardos indígenas que ocupan un tercio del territorio colombiano y son las zonas de expansión del extractivismo. La tercera cuestión es el cambio en la relación de fuerzas. Las fuerzas armadas colombianas se han fortalecido y tienen una elevada capacidad de combate.
 
Las FARC se han debilitado, no pueden ganar en el terreno militar y perdieron legitimidad. Los cambios económicos, culturales y sociales trasladaron el eje de la conflictividad social a las ciudades. En las áreas rurales las FARC se enemistaron con los indígenas, que son la principal fuerza que resiste el modelo extractivo. La cuarta son los nuevos vientos geopolíticos. Los países sudamericanos no quieren conflictos. Venezuela está más preocupada por enderezar su economía. Brasil tiende puentes al empresariado colombiano y Brasilia busca consolidar la presencia de Bogotá en la Unasur. Los países del Mercosur, que puede ampliarse con Bolivia y Ecuador, apuestan a ganar la competencia económica con los que integran la Alianza del Pacífico (México, Chile, Perú y Colombia).
 
Estados Unidos está reposicionando sus fuerzas armadas en el Pacífico para contener a China y no parece en condiciones de abrir nuevos escenarios bélicos en otras partes del mundo. Es posible que la Alianza del Pacífico, asentada en los TLC bilaterales, comience a tener un papel más activo en la diplomacia estadunidense que el Plan Colombia, sin llegar a suplantarlo como solución final a su declive hegemónico. Dependerá de quién ocupe la Casa Blanca en enero.
 
Por último, debe entenderse que el principal enemigo de Santos no es ni Hugo Chávez ni las FARC, sino Álvaro Uribe. Así como los militares se empeñaron en boicotear los procesos de paz anteriores, Uribe necesita la guerra para mantenerse a flote. Santos tiene, como señala Alfredo Molano en un exclente artículo titulado El tatequieto (El Espectador, 1º de setiembre de 2012), un argumento demoledor: enviarlo en un avión de la DEA hacia Estados Unidos.
 
Para los movimientos, el fin de la guerra no es la paz, sino la continuación de la lucha en un escenario más favorable.
 
En pleno conflicto, afrontando represión y muerte, fueron capaces de realizar grandes movilizaciones, como la Minga Social y Comunitaria de 2008, impulsada por las comunidades nasa del Cauca, y de poner en pie el Congreso de los Pueblos, donde confluyen múltiples colectivos. Ahora se preparan para seguir caminando la palabra, defendiendo sus territorios de las multinacionales. Se avecina la paz del extractivismo, y con ella un nuevo ciclo de luchas de los de abajo.-

Argentina: “Las empresas extractivas tienen como aliados a los gobiernos… no a los pueblos”


Por Darío Aranda

Chubut fue un punto de inflexión en la lucha contra la megaminería en Argentina. En 2002 y 2003 se realizaron masivas movilizaciones contra la actividad extractiva, con epicentro en Esquel, donde –plebiscito incluido– se rechazó la instalación de una minera que pretendía extraer oro y se logró aprobar una ley (la 5001) que prohíbe la actividad en la provincia. Una década después, una decena de ciudades de Chubut están movilizadas por el intento del gobierno provincial de aprobar una nueva ley que habilita el avance de las empresas mineras. “En 2003 no había licencia social de la población. Hoy el rechazo a la megaminería es aún mayor, es rotundo en toda la provincia”, afirmó Alejandro Corbeletto, de la asamblea de Esquel.

La ley 5001 prohíbe la actividad minera en Chubut. En diciembre pasado, el gobernador Martín Buzzi hizo pública su intención de modificar la ley y “zonificar” la provincia para permitir la actividad en “zonas de sacrificio”.

El 4 de enero hubo una masiva movilización por las calles de Esquel, en la que participaron también comunidades mapuche-tehuelches, asambleas ambientales de Trevelin, Puerto Madryn y Río Mayo. En mayo, comunidades indígenas y pobladores de la meseta marcharon desde Gan Gan hasta Trelew. Rechazaron la avanzada de la empresa Pan American Silver del proyecto de plata y plomo llamado Navidad, que –denuncian– viola la legislación de protección indígena. Se repitieron las marchas en junio y julio.

El gobernador Buzzi se sumó en febrero a la Organización Federal de Estados Mineros (Ofemi), donde participa el gobierno nacional y todas las provincias que impulsan la actividad. En mayo, el gobernador hizo público el proyecto de ley, donde de manera explícita se habilita la minería en la meseta y la costa y deja abierta la posibilidad de explotar la zona de la cordillera. En junio el proyecto fue presentado en la legislatura provincial y de inmediato girado a comisiones.

El 4 de agosto hubo marchas masivas en Trelew, Comodoro Rivadavia y Esquel. El 4 de septiembre, en Esquel marcharon más de mil personas y también hubo movilizaciones en Lago Puelo, Trelew, Rawson y Comodoro Rivadavia.

Mañana marcharán desde la cordillera, meseta y costa hasta la legislatura provincial en Rawson y acamparán durante tres días. “Grandes corporaciones transnacionales esperan sigilosas el resultado de la provocadora apuesta del gobierno de Buzzi. Decenas de megaproyectos están en la línea de largada. El yacimiento Navidad, de la canadiense Pan American Silver, es quizá el más emblemático”, denunció la Unión de Asambleas de Chubut y la Red Nacional de Acción Ecologista (Renace).

Romina Krebs, de la Asamblea de Vecinos de Rawson, explicó que los legisladores “están divididos” respecto del proyecto y, en cambio, “las comunidades están unidas y rechazan” la megaminería. “Los tres días de acampe son un paso más en un año de movilizaciones y actividades que les recuerdan al gobernador y a los legisladores que no queremos megaminería”, afirmó Krebs.

En San Luis está vigente, desde octubre de 2008, la Ley de Preservación y Restauración Ambiental del Sector Minero, que prohíbe el uso de sustancias químicas contaminantes en todas las etapas de la minería metalífera. Sin embargo, la Dirección de Minería de San Luis avanza con la exploración de oro en las Sierras Centrales con doce proyectos mineros.

En ese cordón montañoso nacen las vertientes que proveen el 80 por ciento del agua que se utiliza en la provincia. Incluso el gobierno provincial sancionó en 2010 una ley que declara “zona protegida” a las sierras ahora exploradas por las empresas mineras. Ya explicitaron su rechazo la Asamblea para la Protección de Aguas y Tierras Argentinas (Apata), la cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de San Luis, la intendenta de La Carolina (Ingrid Blumencweig), entre otros.

En la Argentina existen seis provincias que prohíben o limitan diversos aspectos de la minería metalífera a cielo abierto: Chubut, Tucumán, Mendoza, La Pampa, San Luis y Córdoba. La Rioja y Río Negro también habían prohibido la actividad.

Corbeletto, asambleísta de Esquel, apuntó a la política macro: “En la conformación de la Ofemi se explicitó que quieren derogar todas las leyes que frenan la megaminería, es una política de Estado, pero somos muchos los pueblos y ciudades que ya decidimos otro futuro. Las empresas extractivas tienen como aliados a los gobiernos, pero no a los pueblos”.

Talibanes destruyen seis supersónicos de la OTAN



La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) reconoció hoy que perdió seis aviones de combate en el ataque del viernes pasado de la insurgencia talibán contra su base de Cam Bastion, destinado a acabar con el príncipe Harry de Inglaterra.

La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad de Afganistán (ISAF), al mando de la OTAN, presentó este domingo el balance de la reciente agresión contra su base en Camp Bastion, la principal base militar de la coalición internacional en la provincia de Helmand.

En una declaración, la ISAF precisó que la seis cazas Av-8B fueron destruidos y dos más sufrieron daños significativos por los misiles del remanente del Movimiento Talibán, según un reporte de la agencia informativa afgana PAN.

“Tres puestos de abastecimiento de combustible también quedaron destruidos y seis hangares sufrieron algunos daños”, agregó la declaración oficial, tras destacar que la acción fue perpetrada por al menos 15 hombres bien entrenados y equipados.

“Los agresores estaban bien equipados y entrenados. Vestían uniformes del Ejército de Estados Unidos y estaban armados con rifles automáticos, lanzagranadas y chalecos explosivos”, subrayó la ISAF.

En cuanta a las bajas, el comunicado confirmó que las tropas internacionales abatieron a 14 de los insurgentes, mientras que dos de sus soldados perdieron la vida.

Otras nueve personas, ocho militares y un civil afganos, resultaron también heridas en el ataque a la base Camp Bastion, supuestamente atribuido a una venganza por la cinta contra Mahoma.

La declaración no hace ninguna mención sobre el “Capitán Gales”, como se conoce en el terreno de combate al príncipe Harry, quien se encuentra en misión de entrenamiento en esa base y quien habría sido el objetivo del ataque.

La insurgencia afgana del talibán amenazó en días pasados con secuestrar y asesinar al nieto de la reina Isabel II de Inglaterra, tercero en la línea de sucesión al trono británico.

“Estamos usando todas nuestras fuerzas para deshacernos de él. Todos nuetros hombres de Helmand están en alerta”, afirmó el portavoz del Talibán, Zabihulá Muyahid, tras asegurar que sus hombres están haciendo todo lo posible para tratar de secuestrarlo y asesinarlo.

El hijo menor del príncipe Carlos y la fallecida princesa Diana llegó el pasado 6 de septiembre a la sureña provincia afgana de Helmand para una misión militar de entrenamiento de cuatro meses, la segunda, luego de la realizada en 2008.

El príncipe, quien cumplió ayer 28 años, sirvió en secreto en Afganistán a fines de 2007 y principios de 2008 como controlador aéreo, pero su misión fue interrumpida por la difusión de reportes informativos sobre su estancia en el país centro asiático.

viernes, 14 de septiembre de 2012

La muerte lenta de Víctor Jara (16 de setiembre 1973)



Cansados y con sus manos entrelazadas en la nuca, los 600 académicos, estudiantes y funcionarios de la Universidad Técnica del Estado (UTE) tomados prisioneros por los militares golpistas iban entrando al Estadio Chile, un pequeño recinto deportivo techado cercano al palacio de La Moneda. Un oficial con lentes oscuras, rostro pintado, metralleta terciada, granadas colgando en su pecho, pistola y cuchillo corvo en el cinturón, observaba desde arriba de un cajón a los prisioneros, que habían permanecido en la universidad para defender el Gobierno del presidente socialista Salvador Allende. Era el 12 de septiembre de 1973, día siguiente del golpe militar, en el alba de la dictadura de 17 años encabezada por el general Augusto Pinochet.

"¡No me lo traten como señorita, carajo!", gritó un militar al ver a Víctor Jara. Después le dio un culatazo

Un conscripto confesó que jugaron a la ruleta rusa antes de acribillarlo en el subterráneo

Con voz estentórea, el oficial repentinamente gritó al ver a un prisionero de pelo ensortijado:

-¡A ese hijo de puta me lo traen para acá! -gritó a un conscripto, recuerda el abogado Boris Navia, uno de los que caminaba en la fila de prisioneros.

"¡A ese huevón!, ¡a ése!", le gritó al soldado, que empujó con violencia al prisionero. "¡No me lo traten como señorita, carajo!", espetó insatisfecho el oficial. Al oír la orden, el conscripto dio un culatazo al prisionero, que cayó a los pies del oficial.

-¡Así que vos sos Víctor Jara, el cantante marxista, comunista concha de tu madre, cantor de pura mierda! -gritó el oficial. Navia rememora. Es uno de los testigos del juez Juan Fuentes, que investiga el asesinato del cantautor, uno de los crímenes emblemáticos de la dictadura, porque Jara fue con su guitarra y con sus versos el trovador de la revolución socialista del Gobierno de Allende en Chile. Por su impacto y la impunidad en que están los culpables, el crimen de Jara es en Chile el equivalente al asesinato de Federico García Lorca en España.

"Lo golpeaba, lo golpeaba. Una y otra vez. En el cuerpo, en la cabeza, descargando con furia las patadas. Casi le estalla un ojo. Nunca olvidaré el ruido de esa bota en las costillas. Víctor sonreía. Él siempre sonreía, tenía un rostro sonriente, y eso descomponía más al facho. De repente, el oficial desenfundó la pistola. Pensé que lo iba a matar. Siguió golpeándolo con el cañón del arma. Le rompió la cabeza y el rostro de Víctor quedó cubierto por la sangre que bajaba desde su frente", cuenta a este periódico el abogado Navia.

Los prisioneros se habían quedado pasmados mirando la escena. Cuando el oficial, conocido como El Príncipe y hasta hoy no identificado con plena certeza, se cansó de golpear, ordenó a los soldados que pusieran a Jara en un pasillo y que lo mataran si se movía. El autor de canciones como El cigarrito y Te recuerdo Amanda, que Serrat, Sabina, Silvio Rodríguez y Víctor Manuel han incorporado en sus repertorios, entró así al campo de prisioneros improvisado por los militares donde vivió sus últimas horas.

Muchos recordaron a Jara con emoción esta semana, cuando su viuda e hijas y la fundación que lleva su nombre organizaron el funeral que no pudo tener en 1973, la despedida popular que merecía, para sepultar los restos del cantautor, exhumados en junio por orden del juez y devueltos a la familia después de una nueva autopsia, que confirmó las huellas de bala y torturas.

El ensañamiento con Jara fue uno de los signos de la dictadura de Pinochet (1973-1990), que truncó con brutalidad el Gobierno de Allende y los sueños socialistas, dejando un reguero de más de 3.200 muertos y desaparecidos, alrededor de 30.000 torturados y decenas de miles de exiliados. El Chicho, como era conocido Allende, un médico socialista y masón, había llegado a la presidencia en 1970, en su cuarto intento, con el 36% de los votos, encabezando la Unidad Popular, la coalición que reunía a la izquierda chilena en un arco multicolor.

Con un programa que ofrecía reforma agraria, medio litro de leche diaria para los niños y la nacionalización del cobre, principal riqueza de Chile, en manos de empresas norteamericanas, la victoria de Allende en las urnas, la primera de un marxista en Occidente en plena guerra fría, sorprendió a Estados Unidos e insufló esperanzas en muchos países, incluidos los opositores de Franco en España. Un irritado presidente Richard Nixon ordenó en la Casa Blanca intensificar las acciones desestabilizadoras.

Pero en Chile se vivían tiempos de efervescencia. Las movilizaciones sociales iban en ascenso y con Allende en La Moneda, el Gobierno ganó apoyo en las urnas en lugar de perderlo. El cerrojo norteamericano se apretó con el embargo de las exportaciones de cobre, en réplica a una nacionalización en la que Chile resolvió no indemnizar a las empresas expropiadas por haber obtenido ganancias excesivas, mientras la oposición de centro y derecha se reunió en una coalición contra Allende, y la izquierda más radicalizada comenzó a desbordar al Gobierno acusándolo de reformista. La lucha política se exacerbó.

El Gobierno socialista concitó una amplia adhesión de artistas e intelectuales. En los tres años de Allende, Chile vivió un destape cultural como nunca antes y Víctor Jara fue uno de los protagonistas. Hijo de inquilinos campesinos, conoció de la explotación y miseria en su infancia y juventud. Aprendió música por la intuición de su madre. Cuando ella falleció, viajó a Santiago a estudiar teatro. Como director teatral recibió premios de la crítica y la prensa por sus montajes e hizo giras por dos continentes.

Mientras estudiaba dramaturgia, comenzó a tocar y componer con el grupo Cuncumén. Después trabajó con la pléyade del folclor chileno: Quilapayún, Inti Illimani, Ángel e Isabel Parra, Patricio Manns, Rolando Alarcón. Violeta Parra, la autora del universal Gracias a la vida, fue una de las que descubrió tempranamente el talento de Jara como compositor e intérprete.
Militante comunista, Jara defendió a la Unidad Popular con su guitarra, hizo canciones de protesta, pero sus obras mayores, aquellas más sencillas e imperecederas, son las que brotan desde la tierra y de la pobreza de las barriadas periféricas de Santiago, las fuentes de su saber. Víctor creía que "la mejor escuela para el canto es la vida", recuerda su viuda, Joan Turner, en Un canto trunco, las memorias de Jara. Nombrado embajador cultural por Allende, prefería compadrear en una peña popular a los cócteles de diplomáticos.

Durante el paro de octubre de 1972, con el que la oposición quiso poner de rodillas al Gobierno, junto con decenas de miles de personas, Jara salió a realizar trabajos voluntarios para impedir que la economía se detuviera. En la vorágine escribió Manifiesto, su testamento musical: "Yo no canto por cantar / ni por tener buena voz, / canto porque la guitarra / tiene sentido y razón".

Con la inflación desbocada, desabastecimiento y mercado negro, el transporte paralizado y con el mayor partido opositor, la Democracia Cristiana, cerrando las puertas al diálogo para encontrar una salida, a Allende casi no le quedan opciones, y muchos creen que un golpe militar es inminente. Resuelve que el martes 11 septiembre llamará a un plebiscito que decidirá si sigue o no en el poder. Enterados, los militares adelantan el golpe militar para ese martes.

El escenario que había escogido Allende para pronunciar este discurso que podría haber cambiado la historia es la sede de la UTE. Nunca llegó. Enterado de la sublevación militar, Allende acude con sus colaboradores más cercanos a La Moneda, a defender la democracia. Dispuestos a todo, los militares bombardean el palacio y Allende, que sólo saldrá sin vida de ese lugar, pide a los trabajadores que permanezcan en sus puestos, pero que no se dejen provocar, y anticipa en su lúcido discurso final que otras generaciones superarán ese momento.

En asambleas por facultad, la comunidad de la UTE resolvió permanecer en la sede universitaria, como pidió Allende. Entre ellos, Víctor Jara, que trabajaba en extensión en la universidad e iba a cantar en el acto de Allende. Habla dos veces por teléfono con Joan y cree que volverá a casa al día siguiente. Esa noche anima a los estudiantes en su último recital, mientras en todo Santiago suenan las balas de los militares.

Al día siguiente, los militares instalan un cañón frente a la universidad y disparan a la rectoría mientras un centenar de soldados vacía sus cargadores. No hay resistencia: estaban desarmados. Rompen puertas y cerrojos y toman prisioneros a los 600 que permanecían ahí.

El infierno está a un par de kilómetros, en el Estadio Chile, rebautizado en democracia como Estadio Víctor Jara. Ahí el cantautor queda tendido en el suelo. A un estudiante peruano que confunden con cubano le cortan una oreja con un cuchillo. A un profesor de ciencias sociales que llevaba pruebas recién corregidas de sus alumnos le piden las dos mejores notas, las entrega y lo obligan a que se coma las hojas. Los amenazan con barrerlos con "las sierras de Hitler", ametralladoras de gran calibre cuyas balas cortan los cuerpos. Un obrero grita: "¡Viva Allende!", y se arroja desde las graderías, muriendo desangrado. En el recinto caben apretadas 2.000 personas, pero hacinan a más de 5.000 prisioneros.

El Príncipe tiene visitas de oficiales y quiere exhibir a Jara. Un oficial de la Fuerza Aérea que está con un cigarrillo le pregunta a Jara si fuma. Con la cabeza, niega. "Ahora vas a fumar", advierte, y le arroja el cigarrillo. "¡Tómalo!", grita. Jara se estira tembloroso para recogerlo. "¡A ver si ahora vas a tocar la guitarra, comunista de mierda!", grita el oficial y pisotea las manos de Jara, relata Navia.

"Cuando llegaron más prisioneros y los soldados fueron a recibirlos, Víctor se quedó sin custodia. Entre varios lo arrastramos adonde estábamos y comenzamos a limpiar sus heridas. Llevaba casi dos días sin comida ni agua", dice Navia. Un detenido consigue que un soldado le regale un tesoro: un huevo crudo. Se lo dan a Jara. Con un fósforo, el cantautor perfora el huevo en ambos extremos y lo sorbe. "Nos dijo que así aprendió en su tierra a comer los huevos", recuerda.

A Jara le vuelven las energías. "Mi corazón late como campana", dice. Y habla, de Joan y sus hijas. Dos detenidos logran salir libres gracias a contactos. Varios escriben mensajes breves para que avisen a sus parientes de que están vivos. Víctor pide lápiz y papel. Navia le pasa una libreta pequeña de apuntes, que hoy conserva la Fundación Jara como pieza de museo. Escribe con dificultad sus últimos versos: "Canto que mal que sales / Cuando tengo que cantar espanto / Espanto como el que vivo / Espanto como el que muero".

Repentinamente, dos soldados lo toman y arrastran, y Jara alcanza a arrojar la libreta. Navia se queda con ella. Comienza una golpiza más brutal que las anteriores, a culatazos. Otros prisioneros lo verán con vida horas después. Un conscripto, José Paredes, confiesa 36 años después que jugaron a la ruleta rusa con Jara antes de acribillarlo en los subterráneos. Es el único procesado vivo en el caso. El otro, el jefe del recinto, el coronel Mario Manríquez, falleció. La primera autopsia, en 1973, revela 44 disparos. La nueva, en 2009, confirma que Jara murió por múltiples impactos. Pero Paredes se retracta de su confesión.

Al anochecer del sábado 15 de septiembre trasladan a los prisioneros del Estadio Chile al mayor recinto del país, el Estadio Nacional. "Al salir al foyer para irnos, vemos un espectáculo dantesco. Hay entre 30 y 40 cadáveres apilados, y dos de ellos están más cercanos. Todos están acribillados y tienen un aspecto fantasmagórico, cubiertos de polvo blanco, porque cerca estaban apilados unos sacos de cal para hacer reparaciones, que cubre sus rostros y seca la sangre. Reconozco a Víctor en primer lugar, y después al abogado y director de Prisiones Littré Quiroga", relata Navia.

A Jara le han quitado el chaquetón que otro prisionero le había pasado porque tenía frío. Esa noche, los soldados arrojan seis de estos cadáveres, Jara entre ellos, junto al Cementerio Metropolitano, en el acceso sur de Santiago. Una vecina reconoce al cantautor y avisa para que lo recojan. Cuando el cuerpo llega a la morgue, un trabajador de este servicio, que era comunista, también reconoce a Jara y avisa a su esposa Joan para que lo sepulte antes de que lo sepulten en una fosa común.

El cuerpo del cantautor está junto al de cientos de víctimas en un mesón de la morgue, al final de una fila de jóvenes. Sólo tres personas acompañan a Joan en el funeral semiclandestino que se celebró en el Cementerio General de Santiago, donde fue inhumado en un humilde nicho. Jara está en su cenit creativo, poco antes de cumplir 41 años, y quienes tronchan su vida no saben que lo están haciendo más universal, a él, pero también a ellos mismos.

Vídeo: “Mataderos”, una escalofriante investigación de EligeVeganismo



A lo largo de ocho meses, cerca de diez activistas de EligeVeganismo se desplazaron entre la quinta y la décima región de Chile para registrar lo que sucede en el interior de las faenadoras de animales. Los mataderos trabajan con hermetismo y deben ser, con seguridad, uno de los sitios de más difícil acceso con que nos hemos encontrado en ya dos años de investigaciones.

Vacas orinándose de miedo en el corredor de la instalación que las transportará hasta el cajón de noqueo, rehusándose enérgicamente a ingresar hasta que, a punta de golpes, no tiene más opción que caminar; cerdos atemorizados observando la electrocución, montándose unos sobre otro para intentar escapar. Ninguno de ellos lo logrará: entran nueve o diez y el más hábil se convierte en el último de aquella sección.

Las historias de los trabajadores al respecto son numerosas. Los casos de cerdos y  vacas que buscan escapar del matadero no son pocos, y en ese afán de librarse de la muerte nunca han tenido éxito: algunas historias hablan de animales laceados, quemados con agua hirviendo o fuego directo a campo abierto, matados con disparos en sus cuerpos o cercenados aún conscientes.

La mirada de los animales habla por sí misma y para comprenderla no es necesario ser un gran conocedor de su comportamiento ni tener una sensibilidad particular hacia ellos. Cualquier ser humano, por más que se niegue a reconocerlo, podría notar el miedo en sus ojos y el terror que les invade cuando presencian el degolle de quiénes le antecedieron en el proceso.

En los meses de trabajo pudimos observar como incluso, luego de una miserable vida en los criaderos de engorde, el padecimiento de los animales se extiende más allá de los límites. Ni el noqueo – que como puede apreciarse en el video se realiza hasta seis veces cuando el matarife falla en su cometido -, ni la electrocución impiden que los animales lleguen conscientes al degolle o el corte de extremidades. La mayoría de los cerdos solo se encuentra inmovilizado para el desangramiento, y este proceso durará apenas segundos hasta que se ven sumergidos aún vivos en agua hirviendo, ya que el objetivo del trabajador es siempre terminar la faena del número correspondientes de animales lo más rápido posible.

Hemos titulado a esta investigación “Mataderos: el último eslabón del holocausto animal”, porque se trata del último gran padecimiento de los millones de animales muertos a diario, en silencio y tras una vida colmada de privaciones en la industria alimenticia. Acostumbrados a verlos trozados y envasados en carnicerías y supermercados, este minidocumental es de obligado conocimiento para hacernos responsables de todo el proceso y comprender como es que se viven los momentos finales en la vida de vacas y cerdos.

A partir de este último eslabón es que cada uno de nosotros puede construir un nuevo comienzo. Muchos observan las investigaciones preguntándose como parar esto, la mayoría busca responderse a sí mismos argumentando falta de fiscalización y matanzas humanitarias. Lo cierto es que mientras sigamos viendo a los animales como objetos y subestimando sus intereses, sus vidas y sus ansias de autodeterminación, no habrá punto final a la esclavitud ni a sus episodios consecutivos de dolor.

No es judío israelí, sino un ex-marine estadounidense el verdadero autor del film que desató la ira musulmana



Ni se llama Sam Bacile, ni es judío-israelí, es un norteamericano (cuya ascendencia étnica no ha sido revelada) cristiano-copto, ex marine y veterano activista de la derecha religiosa. Veamos los detalles:

Las autoridades federales han identificado a un cristiano copto en el sur de California, que está en libertad condicional luego de ser condenado por delitos financieros como la figura clave detrás de la película anti-Islam que encendió la violencia colectiva contra las embajadas estadounidenses en todo el Medio Oriente, un funcionario policial de EE.UU. dijo a AP el jueves.

El funcionario dijo que las autoridades habían concluido que Nakoula Basseley Nakoula, de 55 años, estaba detrás de "La inocencia de los musulmanes", una película que denigra del Islam y del profeta Mahoma y provocó protestas a principios de esta semana en Egipto, Libia y más recientemente en Yemen. No quedó claro si Nakoula es objeto de una investigación criminal o parte de una investigación más amplia sobre la muerte de embajador de EE.UU. Chris Stevens y otros tres estadounidenses en Libia durante un ataque al consulado de EEUU en Bengasi.

El funcionario que habló en forma anónima por no estar autorizado a revelar datos de una investigación en marcha, dijo que Nakoula estaba conectado con "Sam Bacile", quien inicialmente dijo a AP que él era el escritor y director de la película, pero "Bacile" resultó ser un nombre falso y AP localizó un número de teléfono celular usado en una casa del sur de California, donde se encontró y se entrevistó a Nakoula.

"Bacile" inicialmente dijo a AP que era judío e israelí, aunque funcionarios israelíes dijeron que no tenían ningún registro de tal ciudadano. Otras personas involucradas en la película, dijeron que sus declaraciones eran falsas, cuando las evidencias mostraron que el hombre clave detrás de la película era un cristiano copto con un turbulento pasado.

Nakoula dijo a la AP en una entrevista fuera de Los Angeles el miércoles que él manejó la logística de la compañía que produjo la película. Nakoula negó ser Bacile y dijo que él no dirigió la película, pero que conocía a "Bacile".

Documentos presentados ante la corte federal contra Nakoula en un juicio criminal en 2010 señalaron que había utilizado numerosos alias, incluyendo Nicola Bacily, Bacily Robert, Salameh Erwin y otros.Durante una conversación fuera de su casa, Nakoula enseñó su licencia de conducir para demostrar su identidad, pero tapó su segundo nombre. AP chequeó posteriormente el segundo nombre, que resultó ser Basseley, así como otras conexiones con "Bacile".

AP encontró al hombre que se hace llamar Bacile luego de obtener su número de teléfono celular de Morris Sadek, un conservador cristiano copto en los EE.UU. que ha promovido la película anti-Islam en los últimos días en su página web. La población cristiana copta de Egipto siempre ha denunciado lo que califican como una historia de discriminación y violencia ocasional de parte de la mayoría musulmana del país.
El pastor Terry Jones, de Gainesville, Florida, que provocó indignación en el mundo árabe cuando anunció la quema del Corán, dijo que habló con el director de la película por teléfono el miércoles y rezó por él. Jones dijo que no lo conoce personalmente, pero agregó que el hombre lo contactó hace unas semanas para la promoción de la película. Jones y otros que han tratado con el cineasta dijeron el miércoles que Bacile escondía su verdadera identidad.

"Yo no lo conozco, pero Sam Bacile, no es su nombre real ", dijo Jones. "Él sin duda está en la clandestinidad y no revela su identidad".

La cuenta de YouTube bajo el nombre de usuario "Sam Bacile" se utilizó para publicar extractos de la película provocadora en julio y fue utilizado para publicar comentarios en línea en fecha tan reciente como el martes, incluyendo esta defensa de la película escrita en árabe: "Se trata de una película cien por ciento norteamericana, vacas".

Nakoula, quien habló cautelosamente con AP sobre su papel, no refutó los cargos federales de fraude bancario en California en 2010 que le ordenaron pagar más de 790.000 dólares en restitución. También fue condenado a 21 meses de prisión federal y se le ordenó no utilizar computadoras o Internet durante cinco años sin la aprobación del encargado de vigilar su libertad condicional.

Actores y actrices norteamericanos que aparecieron en "La Inocencia de los musulmanes", emitieron una declaración conjunta el miércoles diciendo que fueron engañados sobre el proyecto y afirmaron que parte del diálogo fue doblado con crudeza durante la post-producción."Todo el elenco y personal técnico, está sumamente molesto y se siente engañado por el productor", dijo la declaración, obtenida por el diario Los Angeles Times. "Estamos 100 por ciento en contra de esta película y fuimos engañados groseramente sobre su intención y propósito. Estamos consternados por la drástica reescritura del guión y las mentiras que se les dijeron a todos los involucrados. Estamos profundamente entristecidos por las tragedias que han ocurrido".

Una de las actrices, Cindy Lee García, dijo a KERO-TV en Bakersfield que la película se tituló originalmente "Guerreros del desierto" y el guión no contenía referencias ofensivas al Islam.

"Cuando me enteré de que esta película ha causado todo este caos, llamé a Sam y le preguntó por qué, qué pasó, ¿por qué hiciste esto? Le dije: '¿Por qué nos hiciste esto a mí y a todos nosotros? "Y él me dijo:' Dile al mundo que no fuiste tú quien lo hizo, que fui yo el que escribió el guión, porque estoy cansado de los musulmanes radicales que andan por ahí matando a todo el mundo".

García dijo que el director, que se hacía llamar Sam Bacile, le había dicho que era egipcio.

Un funcionario de la Iglesia Copta Ortodoxa en Los Angeles, dijo en un comunicado el jueves que los fieles de la iglesia no participaron en la "película inflamatorio sobre el profeta del Islam". El funcionario que se identificó como Serapión, Obispo de la Iglesia Copta Ortodoxa de Los Angeles, dijo que "Los productores de esa película deben ser responsables de sus acciones. El nombre de nuestros feligreses benditos no debe vincularse con los actos de personas que tienen motivos ulteriores".El Centro del Sur de la ley y la pobreza, que vigila los grupos de odio, dijo que Klein es un ex marine y veterano activista de la derecha religiosa que ha ayudado a formar milicias paramilitares en una iglesia de California. Describe a Klein como fundador de Cristianos Valientes Unidos, que realiza protestas frente a las clínicas de aborto, templos mormones y mezquitas.