viernes, 25 de enero de 2013

Radio Marañon: 24 heridos por enfrentamiento entre comuneros y policías


Apróximadamente, 24 personas resultaron heridas luego del enfrentamiento entre comuneros de San Juan de Kañaris y efectivos de la Policía durante las protestas contra el proyecto minero Cañariaco de Candente Copper.

Según reportó Radio Marañón, alrededor de las dos de la tarde, en la comunidad de Marayhuaca, fuerzas del orden intentaron desalojar a los comuneros que ocupaban la carretera usando bombas lacrimógenas y balas de goma. “Nosotros estábamos reunidos de manera pacífica acatando nuestro paro indefinido. Llegó la Fiscal de Jaén y tomó la decisión de mandar a la Policía para bombardear contra los comuneros. Nuestro compañero Santos Tatarico se encuentra grave herido de bala”, señaló el presidente de la Comunidad de San Juan de Kañaris, Cristóbal Barrios.

Ante ello, en conversación con LaMula.pe, el presidente de la Central Única Nacional de Rondas Campesinas (CUNARC), Ydelso Hernández Llamo, mostró su indignación ante este hecho. “Hacemos un llamado a los ronderos del Perú a repudiar este abuso y a la sociedad civil para que realice vigilias y plantones en rechazo a este atentado contra los derechos de los pueblos originarios que defienden sus territorios ancestrales”, señaló.

En los últimos días, los manifestantes habían sido dispersados con bombas lacrimógenas y disparos al aire. El 21 de enero, el Frente de Defensa de Lambayeque (FEDEL), denunció que el gobierno estaría preparando una “masacre” en contra de los comuneros. Según un comunicado, se habrían enviado 2 helicópteros y cerca de 700 policías fuertemente armados para “resguardar” las instalaciones de la empresa minera.

ACTUALIZACIÓN

Otros medios difundieron la noticia como si hubieran fallecido dos personas. Sin embargo, la noticia no fue confirmada por la Policía, y luego fue descartada por propios dirigentes campesinos y miembros de la comunidad San Juan de Cañaris. En declaraciones a Radio Marañón, Cristóbal Barrios aclaró que no hay muertos luego del conflicto. Lo que ocurrió fue que, como los heridos Santos Tatarico y Lindaura Sánchez permanecían en el suelo sin moverse, muchos temieron lo peor. Aquí el video de la entrevista que brindó a Canal N el Coronel Jorge Linares, Jefe de la DIRTEPOl de Lambayeque. (Además, se informó que dirigentes campesinos de Kañaris estarán dando conferencia de prensa en Chiclayo alrededor de las siete de la noche de este viernes).

Jefe de la policia en Lambayeque coronel Jorge Linares dice que sólo utilizaron balas de goma y bombas lacrimógenas

Tras la represión en la zona de Marayhuaca existen mas de 30 heridos...el pueblo esta indignado

Herida Lindaura Sanchez también fue trasladada al hospital de Chiclayo, pero hasta el momento no llega

Herido Santos Tantarico Bernilla fue traslado de emergencia en ambulancia al hospital de Chiclayo

Urgente: Cañaris: Salvaje represión policial deja 2 heridos graves de bala

jueves, 24 de enero de 2013

Mariano Rajoy, el ídolo de nuestro ministro de Defensa


La edición impresa del diario La República de este jueves, publica en su sección Política una columna titulada Mariano Rajoy: Hombre de Estado, líneas que fungen de una clara apología a la carrera del actual presidente del país ibérico.

Dicho texto no tendría por qué llamarnos la atención si quien lo firmara no fuera el actual ministro de Defensa, Pedro Cateriano, algo atípico en la política peruana. ya que no recordamos que un ministro de Estado muestre tamaño elogio en un medio de prensa sobre un mandatario extranjero, sobre todo tratándose de un funcionario cuya talla de estadista no ha mostrado mayores luces.

En su opinión, el actual líder del PP “representa lo que en cualquier democracia sólida y desarrollada reconoceríamos como un político de carrera, aquel que no aparece intermitente o esporádicamente en la escena pública sino que desarrolla una trayectoria reconocida e impecable”, y se muestra más que comprensivo con el contexto en el que asumió las riendas del gobierno español, lo “que muestra su entereza y decisión revelan que se trata de un político innato, de un hombre que no se arredra ante las dificultades”

Lo que Cateriano parece ignorar, es que la popularidad de Mariano Rajoy en España se encuentra en uno de sus momentos más álgidos al haber adoptado medidas que en campaña había prometido no realizar, además de haber puesto trabas, como líder de la oposición, a cada una de las políticas impulsadas durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Es decir, podría llegarse a la conclusión de que si Mariano Rajoy está hoy donde está, no es gracias a la “brillante” carrera que el ministro Cateriano ha pretendido llevar casi a los altares de la política internacional, sino al descontento generalizado de la mayoría de españoles frente a la pobre gestión socialista que le precedió y a la que no contribuyó como cabeza opositora con una clara actitud muy parecida al sabotaje.

A continuación la columna escrita por el ministro de Defensa y publicada este jueves en el diario La República. Para que usted saque sus propias conclusiones.
Mariano Rajoy: Hombre de Estado
La visita oficial al Perú del presidente del gobierno de España, Mariano Rajoy, se inscribe en un contexto de intensificación de las relaciones bilaterales entre nuestros países. Lo evidencia el frecuente intercambio de giras de alto nivel que se vienen produciendo, y de manera especial aquella que realizó el presidente Ollanta Humala hace exactamente un año, convirtiéndose en el primer mandatario latinoamericano en visitar al jefe del gobierno español.
España es un país muy ligado al Perú, pero hoy por hoy posee sólidos e intensos vasos comunicantes. No en vano se trata del primer inversionista en nuestro país y el segundo destino europeo más importante de las exportaciones peruanas.
Pero más allá de las cifras, la sola presencia en el país de una figura política como Mariano Rajoy es un hecho de trascendencia. Rajoy representa lo que en cualquier democracia sólida y desarrollada reconoceríamos como un político de carrera, aquel que no aparece intermitente o esporádicamente en la escena pública sino que desarrolla una trayectoria reconocida e impecable.
Afiliado desde 1981 a la Alianza Popular, germen del que desde fines de esa década sería conocido como el Partido Popular, Mariano Rajoy empezó su actividad pública en el ámbito municipal, siendo elegido concejal del Ayuntamiento de Pontevedra, en su natal Galicia. Más adelante, en el primer periodo de José María Aznar, fue Ministro de Administraciones Públicas y de Educación y Cultura, y en el segundo periodo tuvo a su cargo, entre otros, la vicepresidencia del gobierno, el complicado Ministerio del Interior y el de la Presidencia. A fines de 2011, tras liderar la oposición al régimen de Rodríguez Zapatero y presidir el Partido Popular, fue elegido Presidente del Gobierno de España.
Por tanto, su arribo a la jefatura de gobierno de España constituye un punto culminante y a la vez la confirmación de esa hoja de vida que he presentado sólo en sus rasgos más saltantes. Pero queda claro que Rajoy constituye lo que con justicia podríamos llamar un hombre de Estado.
Y como tal es también un disciplinado hombre de trabajo. Así lo comprobé personalmente años atrás, cuando estuve en España cursando estudios de Doctorado. Entonces, Mariano Rajoy me invitó a una gira por Andalucía, una región afín al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y en la que, gracias a su esfuerzo, el PP consiguió mejorar sus resultados electorales.
En aquel tiempo, no me imaginaba asumir la responsabilidad de la cartera de Defensa, pero confieso que esa experiencia fue muy aleccionadora y tengo siempre presente el incansable y generoso despliegue de Rajoy, así como el de su entonces directora de prensa y hoy Secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez, quien también integra la delegación oficial que lo acompaña.
Es evidente que Rajoy no ha recibido el timón de España en la mejor ni la más sencilla de sus travesías. En realidad, la crisis económica ya se había instalado en el continente europeo cuando asumió la Presidencia del Gobierno. Por ello, su entereza y decisión revelan que se trata de un político innato, de un hombre que no se arredra ante las dificultades. Y por eso mismo, no dudo que sabrá sacar adelante España y vencer los contratiempos. Por lo pronto tiene en el Perú, más que un aliado, un país amigo.

viernes, 18 de enero de 2013

México: La minería y sus consecuencias


Por Gustavo Castro Soto

18 de enero, 2013.- Este documento es un extracto de uno de los capítulos del Manual Popular “La Mina nos Extermina”, que se editará en este semestre de 2013 por Otros Mundos A.C. Aquí hacemos referencia a algunas de las consecuencias del Modelo Extractivo Minero y algunos ejemplos de sus afectaciones en México.

La minería es el megaproyecto que más vidas en accidentes ha cobrado en todo el mundo. La mina de plomo, cobre y zinc (Industrial Minera México) en Zacatecas, ha cobrado en los últimos 4 años al menos 100 personas fallecidas por malas condiciones de seguridad, laborales y problemas de salud.

En los primeros ocho meses de 2012 fallecieron veinticinco trabajadores en la región carbonífera de Coahuila. El total de mineros del carbón siniestrados desde 2006 hasta la fecha es de 147 (2006, 77; 2007, 3; 2008, 1; 2009, 8; 2010, 13 mineros y 2011, 30 más); caídos en pocitos, tajos y minas subterráneas de carbón, plantas de beneficio y transporte del carbón.

En 2008 se registró un derrame de miles de litros de jales de la mina La María afectando flora, fauna y red pluvial. En 2010 la minera MINDFANDERS que opera ilegalmente la mina Dolores en Chihuahua, provocó un derrame de cianuro de sodio sin control.

En 2012 se registró intoxicación con monóxido de carbono en la mina de mercurio El Mono, en Querétaro, con un saldo de tres muertos. En 2012 la inundación de la mina de carbón en Saltillo, Coahuila, registró dos mineros atrapados.

La minería es el megaproyecto de mayor consumo de agua y es su mayor fuente de contaminación. Altera el nivel freático y desplaza las aguas subterráneas. Contamina el agua superficial y subterránea con sales minerales, sulfatos, nitratos, óxidos, aceites, grasas, lubricantes, químicos, explosivos y metales pesados (arsénico, plomo, cadmio, cromo, cianuro y mercurio).

Los desechos y las presas de jales almacenan contaminantes que se evapora y la absorben los follajes, los árboles y las plantas; otra se escurre a los ríos o arroyos, o se filtra al subsuelo contaminando aguas y pozos, y otra queda atrapada en la presa. Se producen filtraciones, derrames o fugas de aguas contaminadas.

La extracción gigantesca de agua provoca desertificación masiva, sequías y agotamiento de fuentes de agua. No hay mina que no contamine el agua. Es inevitable a una mina y deja el agua inservible para el consumo humano o para la agricultura. Es imposible dejarla en su mismo estado en el que se encontró.

La mina San Xavier utiliza diariamente 32 millones de litros de agua, mezclados con 16 toneladas de cianuro. En 2010 consumió 10 mil millones de litros de agua mezclados con al menos 4 millones de ton. de cianuro, y removió unos 20 millones de ton. de subsuelo.

La mina Peña Colorada (empresas Ternium y Arcelor Mittal), extrae 16 mil toneladas diarias de fierro que transporta por 2 ferroductos de 52 kms. hasta el puerto de Manzanillo usando presión de altas cantidades de agua. La mina de Paredones Amarillos usaría en sus 10 años de vida 50 mil millones de litros de agua (más de 560 mil litros de agua cada hora en zonas desérticas). Las minas de Zacatecas consumen más de 3 millones de litros de agua cada hora.

Desde las Fases de Exploración hasta el Beneficio el aire es contaminado. El uso de explosivos emite polvo y material particulado que se transporta por el viento. Igualmente los químicos y sustancias tóxicos como anhídrido sulfuroso, arsénico, nitrato de amonio, diesel, solventes, acetileno, anhídrido carbónico comprimido, etc., que generan diversos síntomas de enfermedades en las vías respiratorias.

Se emiten gases y vapores tóxicos (como dióxido de azufre, de carbono y metano); lluvia ácida; contaminación del aire por la extracción, la excavación, el transporte y transferencia de materiales; el polvo de los caminos sobre casas, escuelas, y sobre los cultivos lo que asfixia a las plantas, árboles y toda producción agrícola impidiendo su reproducción y la generación de alimentos locales.

El aire se contamina con la quema de los materiales y de combustibles fósiles, la incineración, la utilización de maquinaria pesada; las canchas de relaves y los gases tóxicos de la lixiviación; el polvo y contaminantes que levanta el viento sobre la tierra erosionada, la piscina de relaves, caminos y pilas de materiales.

La contaminación del agua, del aire, la erosión, la deforestación, la pérdida de arroyos y agua de los pozos, entre otros factores, disminuye drásticamente las posibilidades de producir diversos cultivos. También los animales se envenenan.

El agua y los alimentos tienen que ser comprados en comercios y muchas veces a precios muy altos. En el caso de la mina en Paredones Amarillos pretende consumir en 10 años al menos 180 millones de kilogramos de explosivos (180 mil toneladas).

La mina produce muchos tipos de ruido y vibraciones insoportables que afectan la flora, fauna y la salud de los pobladores locales, y en especial de los niños y las niñas. Proviene de las explosiones, de los grandes vehículos, de los molinos y chancadoras, y todo tipo de maquinaria.

La minería es el megaproyecto más devastador de la biodiversidad y de manera irreversible. La minería (incluyendo la extracción petrolera) amenaza el 38 por ciento de las últimas extensiones de bosques primarios el mundo. La minería deforesta millones de hectáreas y pulveriza montañas, millones de toneladas de roca y la desaparición total de bosques, selvas y toda cubierta vegetal.

Elimina para siempre hábitats de flora y fauna incluso endémicas o en peligro de extinción, también por la contaminación de agua, aire y suelos. Pone en riesgo especies de pájaros, mariposas, colibríes, monos, abejas, y otras especies que reproducen la polinización y la biodiversidad. Desaparece corredores biológicos.

Se pierde biodiversidad con la erosión de los suelos, los deslaves; la deforestación por nuevos asentamientos por desplazamientos forzosos; los derrames y otros accidentes; los paisajes arruinados, los recursos hídricos saqueados, los vertederos de desechos tóxicos y los ecosistemas contaminados.

En Chiapas se han concesionado yacimientos de titanio y magnetita en Área Natural Protegida de la Reserva de la Biosfera El Triunfo. Por su lado, en Veracruz la mina de oro Caballo Blanco (Gold Group) en la fase de exploración tumbó 15 mil árboles.

Abarca manglares, vegetación de duna costera, bosque de encino tropical y selva baja caducifolia, ecosistemas propios y especie endémica en peligro de extinción. La región cuenta con 236 especies migratorias neotropicales; 12 especies de aves endémicas o de distribución restringida y 4 de las 19 especies de aves en peligro de extinción.

Pretendería una producción anual de 100 mil onzas de oro a partir de 2012 con un ingreso de mil millones de dólares a escasos 3 km. de la nucleoeléctrica Laguna Verde.

La relación entre Minería y Cambio Climático es directa. La Industria Minera y Metalúrgica es responsable del Cambio Climático. Desde la explotación, la exploración, el beneficio, la industrialización, la comercialización hasta el consumo, emite el 20% de los Gases Efecto invernadero (GEI) de todo el mundo, y consume entre el 10-20% de combustibles fósiles.

Además, el Modelo Extractivo Minero tala y deforesta miles y miles de hectáreas de bosques y selvas cada año, elimina así los sumideros de carbono y favorece la concentración de CO2 en la atmósfera. Agudiza el calentamiento global por el transporte de minerales a base de hidrocarburos a miles de kilómetros.

La minería subterránea consume grandes cantidades de madera; y de carbón vegetal en las minas con hornos de fundición. Todo el Sistema Minero demandan enormes cantidades de agua y energía en los procesos secado, tostado, fusión, recristalización, destilación, electrólisis, etc., cuyas fuentes son de hidrocarburos, o de represas que a su vez generan el 5% de todos los GEI en el mundo e inundan selvas y bosques, bloquean los sumideros de carbono y generan gases como el metano (20 veces más contaminante que el CO2) con la descomposición de la materia viva.

La minería acelera la concentración de la riqueza a costa de destruir el planeta. Las ganancias de las empresas mineras son tales que pueden rebasar los presupuestos de secretarías, ministerios y otras dependencias gubernamentales juntos de muchos países; y del mismo Producto Interno Bruto (PBI) de varios países juntos.

En México, las divisas por la industria minera aumentó 45.58% (2011) con 19 mil millones de dólares del valor anual de su producción (25% de la explotación de oro, 20% de la plata, 17% del cobre y 38% en zinc, coque, hierro y carbón, entre otros). 209 empresas canadienses con 600 proyectos cotizan en la Bolsa de Valores de Toronto (2012).

Canadá es el principal inversionista en México con el 75% de la Inversión Extranjera Directa (IED) en el sector. La minería contribuye con el 4.9% del PIB, ganando 16 mil 717 millones de dólares (2006-2012). Es el primero de América Latina y el cuarto a nivel mundial como receptor de inversión para la exploración minera (2012).

La corrupción es la puerta de entrada que garantiza la instalación de un proyecto minero, y por tanto la estrategia fundamental para corromper a funcionarios de las diversas instancias gubernamentales federales o locales; pero también a congresistas, autoridades municipales, comunitarias, o de las mismas organizaciones locales.

Los intereses mineros están por encima de las consideraciones culturales las cuales se descalifican, se ignoran y minimizan. El modo de vida de los pueblos originarios, su cosmovisión, su relación con la Madre Tierra se ven atropellados por la desinformación, falta de consulta, la intimidación y la represión.

Pero también por la contaminación, la destrucción física irreversible del territorio, de sus bosques, de su flora y fauna; de las fuentes de agua y luego su disputa por ellas. Se destruyen sitios arqueológicos, lugares sagrados, de culto, de las costumbres ancladas en su territorio y de los espacios de encuentro comunitario.

La minería acarrea siempre división, confrontación y conflictos comunitarios y familiares; destrucción de los valores y costumbres tradicionales, de la solidaridad y la unidad de las familias. Sus procesos comunitarios no son respetados sino más bien se les corrompe destrozando sus mecanismos políticos y organizativos…

Cañaris: ¿el primer conflicto del año?


Se ha anunciado, para el próximo 20 de enero, el inicio de un paro indefinido en la localidad de Cañaris, lo que representaría formalmente el estallido del primer conflicto minero del año. El distrito de Cañaris se ubica en la provincia de Ferreñafe, en la región Lambayeque.

El presidente de la Comunidad Campesina de Cañaris, Santos Cristóbal Barrios, anunció que cerca de 4 mil comuneros habían tomado la decisión de reiniciar las protestas en contra del proyecto Cañariaco de la empresa canadiense Candente Copper.

¿Cuáles son algunas de las características principales del proyecto y de la zona?

El proyecto minero Cañariaco, con una inversión proyectada de aproximadamente mil quinientos millones de dólares, pretende desarrollar actividades extractivas en tres yacimientos: Cañariaco Norte, Cañariaco Sur y Quebrada Verde.

Cañariaco se proyecta como un yacimiento de cobre a “gran escala” que contiene 752.4 millones de toneladas, con una ley de concentrado puro de 0,45% de cobre, 0,07 g/t de oro y 1,9 g/t de plata (0,52% Cu). Todo esto equivale a 7,533 mil millones libras de cobre, 1,7 millones de onzas de oro y 45.2 millones de onzas de plata.

Además, el depósito contiene 157,7 millones de toneladas de recursos inferidos que contienen 1,434 mil millones libras de cobre en el yacimiento que se denomina “Cañariaco Norte”.

La población, que se divide en 38 caseríos, percibe el proyecto como una amenaza al ecosistema en una zona donde no hay muchos antecedentes de actividad minera y con fuerte vocación agrícola.

La preocupación de la población se centra en la posible desaparición de los bosques de neblina, la contaminación de las cabeceras de cuenca, del río Kañaris y la afectación de alrededor de 33 mil hectáreas de agricultura. Además, se percibe el proyecto como el inicio de la minería a gran escala que seguiría expandiéndose en las otras concesionadas (ver mapa de concesiones mineras en el distrito).



El distrito de Cañaris presenta diferentes pisos ecológicos: en las zonas más bajas, con un clima más cálido, se desarrolla la producción de café, diversas frutas, caña de azúcar, mientras que en las zonas intermedias y altas (hasta 3,800 msnm) se cultiva maíz, habas, cebada, papa, trigo, quinua y pastizales.
La población de San Juan de Cañaris organizó una consulta ciudadana el pasado 30 de septiembre en la que el 95% de la comunidad expresó su rechazó el proyecto minero. Posteriormente, en el mes de noviembre, autoridades de la comunidad se han reunido en Lima con representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros, el Ministerio de Energía y Minas y el Ministerio del Ambiente, sin mayores resultados.

Los ánimos se volvieron a caldear en el mes de diciembre luego que la comunidad se enterara que la Autoridad Nacional del Agua le había otorgado el permiso correspondiente a la empresa minera para el uso del agua en beneficio de sus actividades.

Se espera que este conflicto sea adecuadamente atendido por las autoridades correspondientes y se pueda llegar a un acuerdo que responda a las preocupaciones centrales de la población de Cañaris.

Vendieron terreno a Yanacocha y hoy pasan penurias 2013

Un día como hoy nació el Amauta José María Arguedas

jueves, 17 de enero de 2013

La Corporación



Darío Aranda

Monsanto es la multinacional de semillas y agroquímicos más poderosa del mundo. Cuenta con apoyo político y rentabilidad millonaria, y su modelo implica corrimiento de la frontera agropecuaria, desalojos rurales, desmontes y masivo uso de agroquímicos. Su desembarco en Córdoba de la mano de la Presidenta y del Gobernador, maíz para agrocombustibles, la nueva ley de semillas y la profundización del modelo.

No soy la Presidenta de las corporaciones”
Cristina Fernández de Kirchner
10 de diciembre de 2011.
Discurso de reasunción, en el Congreso Nacional.

Juana es abuela, cabello rubio y canas, una bolsa de hacer mandamos en la mano y la decisión de enfrentar a la empresa de semillas y agroquímicos más poderosa del mundo: “No queremos a Monsanto”, avisa con naturalidad y arroja la primera pregunta retórica: “¿Los políticos defienden más a las empresas que a los vecinos?”.

Es miércoles a la noche en Malvinas Argentinas, a veinte minutos del centro de Córdoba. Club vecinal de fiestas, un prolijo y humilde salón, escenario de una asamblea de vecinos que se opone a la instalación de Monsanto en el barrio. Doña Juana parece una de las voces cantantes en la asamblea. Escucha atenta, primera fila y refuerza su idea: “Si el Gobernador y la Presidenta quieren a Monsanto, que la fábrica se instale al lado de sus casas”. Los vecinos la aplauden.

Monsanto tiene 111 años de historia, su sede central en Estados Unidos, una facturación anual de 7297 millones de dólares, domina el 27 por ciento del mercado se semillas a nivel mundial y acaba dar un paso más en su política expansiva: el gobierno nacional aprobó su nueva semilla de soja transgénica, impulsa el cobro de regalías por el uso del producto, impulsa una nueva ley de semillas (muy cuestionada por los campesinos) y comienza la instalación de su planta más grande de Latinoamérica en Córdoba, para avanzar con el maíz transgénico y redoblar la producción de agrocombustibles.

Apoyo político, corrimiento de la frontera agropecuaria, desalojos campesinos, desmontes y masivo uso de agroquímicos. La profundización del modelo en su manera más explícita.

Más de un siglo

La historia oficial señala que Monsanto Chemical Works fue fundada en 1901 por John Francis Queeny, “empleado durante treinta años en la industria farmacéutica”, que tomó el nombre de su esposa (Olga Méndez Monsanto) y creó una pequeña empresa, pero de rápido crecimiento. Con sede central en Saint Louis (estado de Misssouri), su primer producto fue la sacarina. En la década del 20 ya había convertido a la compañía en una de las principales fabricantes de productos básicos de la industria química, entre ellos el ácido sulfúrico.

En 1928, el hijo de Queeny, Edgar, tomó la presidencia de Monsanto, que alcanzó su era de expansión en la década del 30 con la adquisición de tres empresas químicas. “Desde la década del 40 hasta nuestros días, es una de las cuatro únicas compañías que han estado siempre entre las diez primeras empresas químicas de Estados Unidos”, señala Brian Tokar en su investigación “Monsanto: Una historia en entredicho”.

Tokar aporta un dato, luego retomado por Marie Monique Robin en su libro “El mundo según Monsanto”, que la empresa oculta de su historia oficial. “El herbicida conocido como Agente Naranja, que fue usado por Estados Unidos para defoliar los ecosistemas de selva tropical de Vietnam durante los años 60, era una mezcla de químicos que provenía de varias fuentes, pero el agente naranja de Monsanto tenía concentraciones de dioxina muchas veces superiores al producido por Dow Chemical, el otro gran productor del defoliante”, detalla Tokar, director de investigación en biotecnología del Instituto de Ecología Social de Vermont (Estados Unidos).

Según la investigación, ese hecho convirtió a Monsanto en el principal acusado en la demanda interpuesta por veteranos de la guerra de Vietnam, que experimentaron un conjunto de síntomas atribuibles a la exposición al Agente Naranja. “Cuando en 1984 se alcanzó un acuerdo de indemnización por valor de 180 millones de dólares entre siete compañías químicas y los abogados de los veteranos de guerra, el juez ordenó a Monsanto pagar el 45,5 por ciento del total”, explica y recuerda otro producto producido por Monsanto: PCB (elemento cancerígeno utilizado en transformadores eléctricos)

En 1976, Monsanto comenzó a comercializar el herbicida Roundup (a base de glifosato). “Pasaría a convertirse en el herbicida más vendido del mundo”, señala aún hoy en su sitio de internet. En 1981 la compañía se estableció como líder en investigación biotecnología. Y en 1995 fueron aprobados una decena de sus productos modificados genéticamente, entre ellos la “Soja RR (Roundup Ready)”, resistente a glifosato.

La empresa publicitaba que el Roundup era “biodegradable” y resaltaba el carácter “ambientalmente positivo” del químico. La Fiscalía General de Nueva York reclamó durante cinco años por publicidad engañosa. Recién en 1997 Monsanto eliminó esas palabras en sus envases. Tuvo que pagar 50 mil dólares de multa. “Es la última de una serie de grandes multas y decisiones judiciales contra Monsanto, incluyendo los 108 millones de dólares por responsabilidad en la muerte por leucemia de un empleado tejano en 1986; una indemnización de 648 mil dólares por no comunicar a la EPA datos sanitarios requeridos en 1990; una multa de un millón impuesta por el fiscal general del estado de Massachusetts en 1991 por el vertido de 750 mil litros de agua residual ácida; y otra indemnización de 39 millones en Houston (Tejas), por depositar productos peligrosos en pozos sin aislamiento”, acusa el investigador Brian Tokar.

Monsanto continuó promocionaba el Roundup como “un herbicida seguro y de uso general en cualquier lugar, desde céspedes y huertos hasta grandes bosques de coníferas”. Pero el 26 de enero de 2007 fue condenada por el tribunal francés de Lyon a pagar multas por el delito de “publicidad mentirosa”.

En Argentina, Monsanto cuenta con una planta en Zárate (Buenos Aires) desde 1956. Hace doce años realizó una ampliación, su planta de producción de glifosato pasó a ser la más grande de América Latina. En 1978 se instaló en Pergamino y, en 1994, sumó una planta en Rojas (Buenos Aires).

En 1996, el gobierno argentino aprobó la soja transgénica con uso de glifosato. Con la firma del entonces secretario de Agricultura, Felipe Solá, la resolución 167 tuvo luz verde en un trámite exprés: sólo 81 días, y en base estudios de la propia empresa Monsanto. El expediente, de 146 páginas, carece de estudios sobre efectos en humanos y ambiente, y –sobre todo– el Estado argentino no realizó investigaciones propias sobre los posibles efectos del nuevo cultivo, se limitó a tomar como propios los informes presentados por la parte interesada (Monsanto).

Patentes

En 1996 la soja ocupaba en Argentina 6,6 millones de hectáreas. En el 2000 ya llegaba a 10,6 millones. En 2011 llegó a 19,8 millones de hectáreas, a un promedio de expansión de 800 mil hectáreas por año. Representa el 56 por ciento de la tierra cultivada del país.

Luego de la devaluación de 2002, y cuando la demanda externa de soja aumentó, Monsanto intentó cobrar regalías por el “derecho intelectual” de la semilla transgénica. Federación Agraria Argentina (FAA) y el Gobierno rechazaron el pago.

Monsanto llegó hasta los tribunales europeos, donde intentó frenar judicialmente lo barcos con soja proveniente de Argentina. Pero la vía judicial no prosperó.

Lejos estaba la empresa de tener problemas económicos. En 2006 había facturado 4476 millones de dólares. En Latinomérica, en sólo el primer trimestre del 2006, facturó 90 millones de dólares. Al año siguiente, mismo periodo, tuvo un incremento del 184 por ciento: 256 millones de dólares. “Gran parte se debió al mayor precio del herbicida glifosato”, anunciaba la empresa, que señalaba al glifosato como el responsable de la mitad de sus ganancias. En 2007 la facturación llegó a 7.300 millones. El presidente ejecutivo de Monsanto, Hugh Grant, expresó en 2009 a la agencia de noticias (Reuters) que la compañía planeaba expandir el negocio de las semillas a una tasa de crecimiento anual de un 20 por ciento entre el 2007 y el 2012.

El Grupo ETC (Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración) estudia desde hace 25 años la concentración del mercado agropecuario mundial. “Monsanto tiene actualmente el 27 por ciento del mercado mundial de semillas, de todo tipo (ttransgénicas o no) y de todas las variedades. En semillas transgénicas, Monsanto tiene el 86 por ciento del mercado mundial. Es uno de los dos monopolios industriales más grandes del planeta y de la historia de la agricultura e incluso, del industrialismo. Solamente Bill Gates (con Microsoft) tiene un monopolio similar, cerca del 90 por ciento del mercado”, explicó Silvia Ribeiro, investigadora del Grupo ETC.

Coincidencias

Un juicio histórica que, enmarcado en la Ley de Residuos Peligrosos ((24051), abría la puerta para encuadrara las fumigaciones como delito y la posibilidad de condenar a cárcel a los productores y fumigadores.

Tres días después de iniciado el juicio, el 15 de junio, en un almuerzo en el Consejo de las Américas (espacio emblemático del establishment económico estadounidense) y frente a las mayores corporaciones de Estados Unidos, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner celebró: “Hace unos instantes estuve con Monsanto, que nos anunciaba una inversión muy importante en materia de maíz (…) Y además estaban muy contentos porque Argentina hoy está, digamos, a la vanguardia en materia de eventos biotecnológicos (…) Aquí tengo, y esto la verdad que se los quiero mostrar porque estoy muy orgullosa, el prospecto de Monsanto. Una inversión muy importante en Malvinas Argentinas, en Córdoba, en materia de maíz con una nueva digamos semilla de carácter transgénico”.

El 21 de agosto, luego de más de dos meses de juicio, la Cámara I del Crimen dictó sentencia: dictaminó que los dos hechos denunciados (dos fumigaciones, una de 2004 y otra de diciembre de 2008) violaron la normativa vigente y fueron catalogadas como delito. Y condenó a un productor Francisco Rafael Parra y al aerofumigador (Jorge Pancello) a tres años de prisión condicional, cuatro años de trabajos comunitarios y ocho años de prohibición para manipular agroquímicos.

Ese mismo día, el Ministro de Agricultura de la Nación, Norberto Yauhar, presentó la nueva semilla de soja (“RR2 Intacta”) junto a los directivos de Monsanto. La gacetilla de prensa del Ministerio de Agricultura tituló con una cita del vicepresidente de Monsanto Argentina, Pablo Vaquero: “Trabajamos con un Gobierno que ha abierto el diálogo”. La gacetilla oficial hace propia la publicidad de Monsanto y resalta las supuestas bondades de la semilla: “Esta nueva tecnología permitirá contribuir a una mayor producción y a mejorar el medio ambiente”.

El ministro Yauhar celebró: “Es un día muy especial para Argentina, porque vamos por una segunda generación de soja, hoy aprobamos el evento número 27 y la biotecnología es una herramienta para el crecimiento sustentable”.

Semillas

En la principal feria de agronegocios de Argentina, Expoagro, de marzo de 2012, las empresas Monsanto, Nidera y Don Mario (la principal semillera de Argentina) tenían un objetivo principal: remarcar la necesidad de que el Gobierno apruebe la nueva soja RR2.

“Esto que ves acá es la nueva tecnología”, invitaba Juan Manuel Bello, ingeniero agrónomo de semillera Don Mario, una de las empresas líderes del sector (Mu abril 2012). Se refería a una pecera de vidrio, sobre una mesa, de un metro de alto y dos de largo, dividida al medio. De un lado, la soja transgénica que se utiliza en la actualidad (llamada “RR”), tallos quebrados, hojas rotas y con agujeros de vaya a saber de qué bicho. A su lado, la nueva soja “RR2”, impecable, verde oscura, perfectas. Prometían mayor productividad, un 11 por ciento, que la soja RR.

“La idea es que se pueda comparar a simple vista. La soja RR2 BT tiene un doble gen, el RR y el gen BT, que le otorga la resistencia a insectos, patentada por Monsanto. Acá la comercializaremos cuando se logre consenso en toda la cadena, desde producción hasta exportación. Hoy se trabaja con productores para sumar voluntades, suman su adhesión para utilizar esta biotecnología, firman un acta acuerdo para darle la bienvenida a esta avance de la ciencia”, detalló.

“El consenso”, traducido al criollo, es la aceptación de los productores locales a pagar regalías. Hasta marzo de 2012, productores y Gobierno parecían resistir el cobro de regalías. 

Wikileaks

“A lo largo del gobierno de Néstor Kirchner primero y de Cristina Fernández después, importantes funcionarios y congresistas de Estados Unidos, además de sucesivos embajadores, presionaron a la Casa Rosada para que facilitara a la empresa Monsanto el cobro de regalías por el uso de semillas transgénicas. Lo que empezó como un duro enfrentamiento, con cargamentos de harina de soja incautados en puertos europeos en el 2004 y 2005, se encaminó hacia una negociación sobre la nueva generación de semillas, dejando atrás el intento de cobro de Monsanto, señala una serie de cables filtrados por Wikileaks”, escribió el jefe de la sección Internacionales de Página12, Santiago O’Donnell el 3 de marzo de 2011, donde cables hasta entonces secretos de la embajada mostraban una supuesta resistencia del Gobierno respecto a ceder a Monsanto.

En los cables, Monsanto aseguraba que el 85 por ciento de la soja que se producía en Argentina se hacía con su fórmula, pero menos de un tercio pagaba regalías. “Si bien el lobby oficial estadounidense a favor de Monsanto fue incesante, hasta los propios analistas de la embajada reconocieron en los cables que el reclamo era dudoso: ‘Los granjeros argentinos tienen derecho a replantar –no a revender– semillas generadas en una cosecha originada en semillas registradas sin pagar regalías, pero no a venderlas’, dice un cable de marzo del 2006 firmado por el entonces embajador Lino Gutiérrez”, explicó el editor jefe de Página12.

Cambios

El primer anunció de la soja RR2 fue realizado el 4 de julio de 2009 en Clarín Rural, uno de los principales voceros de los agronegocios (junto con el diario La Nación, socios en la muestra Expoagro). Prometía un mayor rendimiento, entre 10 y 15 por ciento mayor a la primera soja transgénica.

En septiembre de 2011, la Presidenta presentó en Tecnopolis el Plan Estratégico Agroalimentario (PEA), con objetivos cuantitativos a alcanzar en 2020. En cuanto a producción granaria destaca que el objetivo es aumentar un 60 por ciento la producción (de los 100 millones de toneladas, llegar a 160), con el consiguiente avance sobre nuevos territorios.

El 28 de febrero de 2012, la Presidenta anunció que investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), del Conicet y de la empresa Bioceres habían logrado una semilla de soja resistente a la sequía y que lograba “altos rendimientos”, lo que posibilitaría el avance sobre regiones en la actualidad hostiles al monocultivo. En Bioceres tiene participación accionaria Gustavo Grobocopatel, titular de uno de los mayores pool de siembra del continente (“Los Grobo”).

Organizaciones ambientales y campesinas aportaron la mirada ausente en el acto oficial: el corrimiento de la frontera agropecuaria, con más desmontes, más poblaciones desalojadas y más uso de agrotóxicos.

En el discurso de junio de 2012 ante los empresarios estadounidenses, la Presidenta recordó el “avance” de los científicos de la UNL, Conicet y la empresa Bioceres. Y abordó por primera vez en público el tema tabú de las patentes de semillas: “Estaban muy contentos (los directivos de Monsanto) porque Argentina hoy está a la vanguardia en materia de eventos biotecnológicos. También en repatriación de científicos hacía la Argentina y fundamentalmente en respeto a las patentes. Como ahora nosotros hemos logrado patentes propias nos hemos convertido también en defensores de las patentes”.

Al regreso de ese viaje, los tiempos se aceleraron. Monsanto tuvo libre para la nueva soja. E incluso visto bueno para el cobro de regalías.

El 9 de agosto, desde el XX Congreso de la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa (Aapresid), el secretario de Agricultura lo confirmó: “La estaremos aprobando en breve”.

Al día siguiente, la crónica del diario La Nación es elocuente. “En el marco de Aapresid, el tema de la nueva soja fue motivo de un encuentro informal entre directivos de Monsanto -entre ellos, el vicepresidente, Pablo Vaquero- y dirigentes de la Comisión de Enlace, como Eduardo Buzzi (presidente de la Federación Agraria Argentina), Carlos Garetto (presidente de Coninagro), Luis Miguel Etchevehere (vicepresidente segundo de la Sociedad Rural Argentina) y José Basaldúa (directivo de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). También estaba el jefe del gremio de trabajadores rurales (Uatre), Guillermo Venegas. En un stand de Monsanto, todos compartieron una improvisada picada”.

Once días después, el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, presentó la nueva soja junto a los directivos de Monsanto. “Hay que respetar la propiedad intelectual”, reclamó ese mismo día el Ministro de Agricultura y afirmó que el Gobierno está trabajando en una nueva ley de semillas, que contemple el cobro de regalías para quienes desarrollan las semillas transgénicas.

Regalías

Tan milenaria como la agricultura es el derecho a guardar parte de la cosecha como semilla, para la próxima siembra, el llamado “uso propio” de la semilla.

Con la nueva soja, Monsanto articuló un modo privado de cobro de regalías, que elude al Estado. Firmó contratos individuales con productores (según Monsanto, ya firmó con el 70 por ciento de los productores de soja) y articuló acuerdos con acopiadoras y exportadoras, que controlarán las cargas de camiones que llegan a los acopios. Allí se realizará un test a los granos y, si se detecta que la soja es de Monsanto, se le descontará al productor el cobro de regalías. Monsanto implementó un sistema que ubica al Estado es un lugar de simple observador.

La decisión de las empresas de semillas, con Monsanto a la cabeza, es alterar el derecho histórico al “uso propio”, bajo el argumento de respetar la “propiedad intelectual”. Y, junto con el Gobierno, avanza en una nueva ley de semillas.

Carlos Vicente, de la organización internacional Grain (organización referente en el estudio del mercado de semillas y las corporaciones agrícolas). “La ley actual, de la década del 70, permite el uso propio. Durante miles de años los campesinos criaron, mejoraron y cambiaron semillas, sin que nadie se las apropiara. Pero se crea un derecho de propiedad intelectual, no es la patente sino a la ‘obtención vegetal’, y se puede tener derecho de propiedad intelectual, un monopolio sobre la semilla que quita reconocimiento a los miles de años de historia campesina. Ahora alguien, las corporaciones, pueden ser dueños de las semillas”, alerta y remarca que las organizaciones campesinas se oponen de manera radical a cualquier freno al libre intercambio y circulación de las semillas “ya que esto significa frenar el histórico proceso de creación de diversidad que los campesinos han sostenido por miles de años”.

Vicente apunta a la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV), una organización intergubernamental con sede en Ginebra (Suiza), constituida en 1961, donde tienen gran incidencia las multinacionales el agro y a la que adhieren los estados (entre ellos, claro, Argentina). En 1978, la UPOV crea la norma UPOV 78 que implica la aplicación del “derecho de obtención” de un vegetal, que va en línea con la patente en manos de empresas, pero también reconoce el uso propio de semillas, para volver a sembrar las semillas sin pagar regalías, y permitía que investigadores puedan analizar y producir mejoras sobre cada semilla nueva.

La UPOV da un salto en 1991, donde impulsa una legislación privatizadora de semillas. “La UPOV91 limita el uso propio y la investigación, ya que una empresa puede monopolizar una semilla e incluso exige que, si otros quieren seguir investigando sobre esa semilla, deban pagarle. Es muy grave, es la apropiación de la vida”, denuncia Carlos Vicente, de Grain.

-¿Cómo se relaciona Monsanto, la nueva ley de semillas que prepara el Gobierno y la UPOV 91?

Vicente no duda: “Monsanto había anunciado a inicios de 2000 que no iba a realizar nuevas inversiones en Argentina porque no se le garantizaba seguridad jurídica. De la mano de la Presidenta en Estados Unidos, el anuncio de Monsanto de instalar su mayor planta de maíz transgénico en Córdoba, hay un acuerdo que le devuelve ‘seguridad jurídica’, se aprueba la nueva soja, le permiten en cobro de regalías por un sistema privado y se aprestan a modificar la ley de semillas”.

Vicente remarca que la modificación de la ley “va por todas las semillas, no solo la soja”, la enmarca en la “tremenda ofensiva del agronegocios” en todo el continente y la resume de una forma que mete miedo: “Es un paso hacia la privatización de las semillas, la privatización de la vida en manos de las corporaciones”.

El Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI) explicitó en julio pasado su rechazo a la nueva ley de semillas. En un comunicado, la catalogó como un “premio para los agro saqueadores” y denunció que “legitima el robo y la apropiación genética”.

“Las especies y variedades que han sido obtenidas por la selección de campesinas e indígenas durante diez mil años, ahora serían de quien la patenta primero, o quien modifica un gen de los 40 mil que pueden caracterizar una planta. L as semillas son patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad y no una mercancía al servicio del capital”, reclamaron.

¿Contradicciones?

“Yo le comentaba, y la gente de Monsanto no lo sabía, que tenemos una Patagonia en la cual algún productor argentino tiene producción, por ejemplo, forrajera y que uno lo puede observar en medio de la estepa patagónica los círculos que solamente con riego producen forraje de primerísima calidad. Y tenemos también agua en la Patagonia (…). Esto nos da la idea de que el elemento vital, agua, nos va a permitir extender la frontera agropecuaria”, propuso la Presidenta ante los empresarios estadounidenses el 15 de junio pasado.

Quince días después, el miércoles 27 de junio y desde San Luis, la Presidenta insistió: “Debemos extender aún más la frontera agropecuaria, tenemos que hacerlo (…) Cuando venía con el helicóptero veía esos inmensos círculos aquí, en medio de esta llanura puntana, que tal vez en otro momento solo tenía pasto o criaba y engordaba terneros, como me decía el Gobernador, y que hoy, a través del riego están permitiendo generar follaje, están permitiendo generar producción en zonas impensadas en la Argentina”.

En cadena nacional, la Presidenta dio un paso más: “Yo sueño con que en mi Patagonia, que es una estepa, también podamos hacer producción intensiva de follaje de maíz. No es una fantasía, estos mismos círculos que he visto aquí, los he visto también en los campos de un conocido empresario y productor que tiene estancias en mi provincia (…) y sabemos que vamos a producir también un maíz con una variedad transgénica que nos va a permitir, precisamente, en ese lugar constituir una las zonas también donde podamos extender toda la frontera agropecuaria y la ciencia y la tecnología”.

El Movimiento Campesino Indígena (MNCI) es uno de los espacios más novedosos de la lucha agraria, con presencia en diez provincias. Integra la Vía Campesina Internacional (el movimiento mundial de campesinos y trabajadores del campo) y de la Coordinadora Latinoamericana de Organización del Campo (Cloc).

Durante la resolución 125 cuestionaron a la Mesa de Enlace, pero sobre todo apuntaron al modelo agropecuario. En noviembre de 2009 recibieron en Quimilí (Santiago del Estero) al entonces ministro de Agricultura, Julián Domínguez. En noviembre de 2011, luego del asesinato del campesino Cristian Ferreyra (miembro del MNCI), la organización explicitó su diálogo con el Gobierno. La Cámpora, el Frente Transversal, Nuevo Encuentro y el Movimiento Evita se movilizaron junto al MNCI, en diciembre de 2011, al Congreso Nacional y presentaron un proyecto de ley de freno a los desalojos campesinos (que aún no fue tratado).

El 27 de julio pasado, el MNCI difundió un duro comunicado contra el Gobierno Nacional. “Democracias o corporaciones transnacionales: tiempos de elección”.

“ La Bienvenida y entrega de nuestros bienes naturales a las transnacionales es una gran contradicción con otros principios enunciados desde el gobierno nacional (…) ¿Cómo explicamos que los ‘dueños’ de la tierra y las transnacionales estén embolsando fortunas y en nuestros barrios y comunidades aún nos rodea la pobreza? ¿Cómo debemos leer estas caricias discursivas a Monsanto, Vale, Barrick? La Mesa de Enlace ve satisfecha cómo se reconoce su discurso y su modelo. El ‘yuyo’ ya no es maldito, ahora es bendecido, y los ruralistas van por más”.

El Movimiento Campesino Indígena sabe que el avance del agronegocios implica un avance sobre sus territorios, con más desalojos, desmontes, agrotóxicos y represión: “Nuestra posibilidad de vivir, trabajar y producir se ve amenazada con cada paso que dan las transnacionales en nuestro territorio, y es por esto que vamos a combatirlas hasta nuestra última gota de aliento. Se trata de vidas, de millones de vidas que están en juego”.

Tres semanas después del comunicado del MNCI, el Gobierno aprobó la nueva soja de Monsanto.

Maíz en Malvinas Argentinas

“La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner se reunió hoy con directivos de la empresa Monsanto, quienes le anunciaron un plan de inversiones de 1.500 millones de pesos para desarrollar una planta de producción de maíz en la localidad de Malvinas Argentinas, Córdoba. Implica la creación de 400 nuevos puestos de trabajo (…). La nueva planta tendrá como función el tratamiento y acondicionamiento de semillas de maíz. Con las mencionadas instalaciones, la Argentina contará con las dos plantas más grandes del mundo de producción de semillas , ambas pertenecientes a Monsanto”, precisó el 15 de junio el comunicado de la compañía con sede el Estados Unidos.

Monsanto argumentaba que el maíz era importante para el desarrollo del agro argentino porque era la mejor opción para rotar con la soja, “mejora el balance de nutrientes, hace que la erosión del suelo sea menor y mejora el rendimiento”.

Argentina posee 19,6 millones de hectáreas con soja y 4,5 millones con maíz.
Dos meses después, invitados por Monsanto a Iowa (Estados Unidos), los propios periodistas de agronegocios de Clarín y La Nación revelaron la nueva avanzada del modelo agropecuario: ampliar la superficie cultiva de maíz para destinarla a agrocombustibles.

“Después de la fiebre de inversiones que hubo en plantas de biodiésel a base de soja en la Argentina, el próximo turno será para el etanol de maíz. Ya hay una veintena de proyectos de plantas que suman inversiones por 1500 millones de dólares. Se estima que este biocombustible podría hacer crecer en poco tiempo 10 por ciento el área con maíz. El dato lo saben en la compañía de semillas Monsanto, que organizó una gira con periodistas por los Estados Unidos para visitar, entre otras cosas, plantas de etanol y analizar el estado actual de esta industria”, sincera la crónica de Fernando Bertello, en La Nación del 31 de agosto.

En Río Cuarto (Córdoba), donde Monsanto también instará una planta experimental, avanza en la producción de agrocombutibles en base a maíz la empresa Bio4, de empresarios locales. También avanzan proyectos de la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) en Villa María (Córdoba), Aceitera General Deheza (del ex legisladorrr kirchnerista Roberto Urquía), la aceiterVicentínin (con una planta en Santa Fe). Con un total de al menos 20 plantas, también se producirá agrocombustibles en Salta, Entre Ríos, San Luis y Bahía Blanca.

Los agrocombustibles acumulan una larga lista de cuestionamientos. La más reciente, en Argentina, provino en agosto pasado de la Cátedra de Soberanía Alimentaria de la Universidad Nacional del Comahue: “G enerar agrocombustibles significa destinar la parte de la superficie cultivable a la producción de granos para alimentar motores en vez de alimentar a la población. Se está siguiendo al pie de la letra las metas planteadas por el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial (PEA) en materia de objetivos productivos sin tener en cuenta las consecuencias sociales, ambientales, económicas y culturales que acarrea”.

La Cátedra, un espacio novedoso e interdisciplinario que problematiza e investiga el modelo extractivo, denunció: Es obligación saber que aceptar el cultivo masivo de plantas para producir agrocombustibles supone incrementar la presión sobre la tierra y no justamente para producir alimentos para las poblaciones locales, lo que se traduce en el aumento de nuestra vulnerabilidad alimentaria”.

Asamblea

“Salón de fiestas y eventos Santina”. Un prolijo rectángulo de diez metros de ancho por veinte de largo. Piso de cemento, paredes blancas. Detrás de una iglesia y frente a la plaza principal, sobre la calle San Martín, la principal del barrio Malvinas Argentinas, de casas bajas, cruzado por dos rutas que corren paralelas (88 y la 19) y dividen al barrio en tres (bautizados “primera sección”, “segunda” y “tercera”).

El salón de fiestas está ubicado en la Segunda Sección. Es miércoles a la noche de calor y es la cuarta reunión de la “Asamblea Malvinas lucha por la vida”, espacio autoconvocado luego de que se enteraran por televisión, en vivo y directo de boca de la Presidenta, que Monsanto se instalaba en su barrio, 32 hectáreas que ya están cercadas con alambre y con máquinas apisonando la tierra.

Matías Marizza tiene 30 años, es maestro de segundo grado en la escuela del barrio. Cara redonda, barba rala, jeans amplios. “Nos desayunamos con el anuncio de la Presidenta”, recuerda.

El boca en boca comenzó a circular y se gestó la primera reunión de vecinos autoconvocados, el 24 de julio. “Muchos vecinos tienen parientes en el barrio Ituzaingó, conocen de las fumigaciones, del juicio. No fue una noticia agradable escuchar que Monsanto se instala en el barrio, a menos de un kilómetro de una escuela”, explica.

Yanina Barzboza Vaca tiene 21 años, habla rápido y siempre vivió en Malvinas Argentinas. “No sólo que conocemos de cerca el Ituzaingó, conocemos de cerca las fumigaciones. Acá estamos rodeados de soja. A sólo cinco cuadras de San Martín (calle principal), ya tenés soja y fumigaciones. Hace mucho que se denuncia que chiquitos con problemas para respirar, pero nunca nos hicieron caso”. Además, en la localidad vecina (Monte Cristo) viven familias que desde hace seis años denuncian los efectos de las fumigaciones.

A la primera asamblea llegaron concejales, pero los vecinos los echaron. La segunda asamblea fue el 30 de julio. “Las dos primeras fueron muy desorganizadas, todos teníamos necesidad de contar lo qué veíamos y los temores”, recuerda Marizza. La tercera asamblea fue el 4 de agosto. Donde, casualidad o no, se cortó la luz en esa parte del barrio. Consiguieron un grupo electrógeno y la asamblea continuó.

Ese día se aprobó una actividad informativa al costado de la ruta, para el 15 de agosto. Se repartieron folletos a todo vehículo que cruzaba el barrio y a los vecinos. Tuvo buena repercusión en los medios de comunicación de Córdoba.

Daniel Arzani va por su cuarto mandato. En la asamblea todos los llaman “Daniel”, a secas, es un bario donde todos se conocen. Arzani es radical, al igual que los siete concejales que le dan mayoría automática. La oposición: una concejal de Unión por Córdoba, del gobernador José Manuel De la Sota, que también apoya la instalación de Monsanto.

El Concejo Deliberante aprobó el 13 de marzo la instalación del obrador en las 32 hectáreas. “No se hizo ningún estudio de impacto ambiental que obliga la ley, no se informó a la comunidad. El Intendente hizo reuniones en casa de familias, algo habitual acá, convocadas por punteros, pero ni ahí tuvo apoyo. Los vecinos le dijeron ‘siempre te bancamos, pero en esta no’”, afirma Marizza.

La asamblea de vecinos cuenta con unos diez jóvenes que coordinan las actividades decididas por el plenario de vecinos. “Hacemos operativo lo que se aprueba en asamblea. No decidimos nada nosotros solos”, avisa Yanina Barboza.

La asamblea de hoy se espera movida. Un volante firmado por “vecinos por el sí” convoca a una reunión para mañana y remarca el apoyo a Monsanto. No saben quiénes son, pero apuestan fichas a que son de la Municipalidad. Segunda novedad: una decena de encuestadoras recorrieron el barrio y preguntaron la opinión de los vecinos respecto del Intendente, del Gobernador, de la Presidenta y, claro, de Monsanto. ¿Quién hizo la encuesta? Sólo se identificaron como “una consultora”.

Paciencia y consenso

Un argumento recurrente son los 400 puestos de trabajo que promete Monsanto y los gobiernos repiten (desde el municipal, hasta el nacional, sin olvidar al provincial). “Nos movimos, estuvimos averiguando y confirmamos que Monsanto publicó en su sitio web una convocatoria para profesionales de agronomía, química, contaduría, mecánica y marketing para jóvenes de entre 21 y 27 años, con nivel de inglés medio. Está claro que el trabajo no será para los vecinos. Según el último censo, en Malvinas no hay más de 50 estudiantes universitarios. Que no nos mientan más”, reclama Marizza.

Marizza y Barboza coinciden que la llegada de Monsanto posibilitó visibilizar las fumigaciones que rodean al barrio y también la lógica paternalista, inconsulta, de la clase política.

Convocada para las 20, la asamblea comenzó con 39 minutos de demora. Unas 150 personas, muchas mujeres con chicos, parejas jóvenes, hombres con su bolso de recién vuelto del trabajo. Primer tema, repaso de las condenas por el juicio del barrio Ituzaingó Anexo. Le siguió el panfleto de los vecinos que supuestamente sí quieren a Monsanto, acciones para frenar a Monsanto durante las próximas semanas, posibilidad de recurrir a una acción legal y la necesidad de presionar políticamente.

Por momentos la asamblea se dispara de temas. Todos quieren hablar. El clásico “compañero” de los ámbitos militantes se reemplaza por “vecino”. Muchos nunca asistieron a una asamblea, e intentan seguir discutiendo incluso luego de las votaciones. Se votó bloquear la entrada a Monsanto y concurrir, al día siguiente, a la convocatoria que apoya a Monsanto. Se aprueban ambas. Y luego algunas vecinos quieren volver a discutir. Los coordinadores vuelven a explicar la metodología, pero igual abren el juego. Saben que la batalla será larga y de la paciencia y el consenso dependerá su suerte. Enfrente está el Gobierno (en sus tres niveles) y, claro, la corporación más grande del agronegocios.

Perú: Traskichiy, velada de cantos y cuentos en homenaje a José María Arguedas



Una velada de cantos y cuentos en homenaje a José María Arguedas se realizará el sábado 19 de enero a las 7:30 pm. en el patio de la Asociación de Artistas Aficionados, situado en el Jr. Ica 323, en el Cercado de Lima, al costado del Teatro Municipal.

miércoles, 16 de enero de 2013

OMS alerta a Chile, Argentina y México a causa del arsénico en las aguas


Estudios regionales confirman que en algunos casos las operaciones mineras inadecuadas están contaminando las aguas subterráneas y elevando los niveles de arsénico en la vegetación.

La Organización Mundial de la Salud alertó a países como Chile, Argentina, México y Estados Unidos por contar con zonas de alto nivel de arsénico en el agua potable y en los alimentos, advirtiendo que su exposición prolongada es causa de cáncer y enfermedades en la piel, entre otros males para la salud.

Señaló que es un componente natural que se encuentra en las aguas subterráneas en varios países, pero que tiene efectos nocivos para la salud, además de que se los asocia a enfermedades cardiovasculares, daños al sistema nervioso y diabetes.

Las personas quedan expuestas al arsénico al ingerir el agua contaminada y los alimentos contaminados, ya sea por la preparación o por la irrigación. Aunque también observó que se puede exponer al arsénico al fumar, informó la OMS.

“Los síntomas inmediatos del envenenamiento por arsénico son vómitos, dolor abdominal y diarrea, seguidos de parálisis y temblores en las extremidades, calambres y en casos extremos, la muerte”, advierte.

Arsénico en el Norte de Chile

Según un estudio chileno la presencia natural del arsénico se acentúa en la región de Antofagasta, al norte del país por el desarrollo de las actividades mineras, que son la base de la economía regional y parte significativa de presupuesto nacional.

La investigación liderada por los profesores Manuel Santander de la Universidad de Chile, Alberto Jamett de la Universidad de Antofagasta, Luis Peña de la Universidad Austral y los investigadores Luis Muñoz y Nuri Gras, midieron en la población afectada, los niveles de arsénico en el cabello de niños de 6 a 7 años en localidades que no contaban en ese momento con los filtros necesarios para evitar la contaminación.

Como resultado informaron que algunos pobladores presentaron en el cabello un nivel de arsénico tal que superaba los límites de la normalidad establecidos por los organismos de salud, que es un 1 ppm, e incluso superan los límites de la bibliografía que es 3,71 ppm.

Las concentraciones medias obtenidas en Chuquicamata fueron en esa oportunidad de 9,35 ppm donde el arsénico estaba relacionado a la actividad minera, al igual que en Calama, Chiu Chiu, Ayquina y Toconce. Otro factor que influyó en Chiu Chiu, Ayquina y Toconse fue el contenido de arsénico en el agua, según el estudio. A su vez agregaron que el alto nivel de arsénico en San Pedro de Atacama sería vinculado a las fuentes de las aguas.

Arsénico en Argentina

Un estudio previo en Argentina, elaborado por la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Instituto de Investigación de Ingeniería Ambiental de la Universidad de San Martín, indica que en el momento de los registros se estaba presentando un problemas de “arsénico en el agua de bebida en Argentina” que estaba afectando a unas 4 millones de personas, destacando la incidencia de “hidroarsenicismo crónico regional endémico como enfermedad hídrica”.

En el estudio se demostró la presencia del arsénico en las aguas y los efectos tóxicos en el humano. Agregó que “el problema del arsénico es desconocido a todo nivel de la región latinoamericana, a pesar de que hay varios grupos científicos que estudian el problema desde hace tiempo.

Arsénico en México

Según Aurora Armienta del Instituto de Geofísica de la UNAM en México, el territorio mexicano posee características tectónicas y geológicas que propician la presencia del arsénico en diversas zonas, aunque también las actividades humanas ayudan a contaminar.

Según la especialista mexicana los orígenes del arsénico en México son por “la mineralización, procesos de evaporación, adsorción-desorción y por sistemas hidrotermales”.

Como ejemplo cita a la Comarca Lagunera que por años, a causa de varios procesos coexistentes se está liberando arsénico hacia las aguas subterráneas, como es el caso de la “desorción y disolución de óxidos de hierro, la evaporación y la oxidación de sulfuros, los cuales aunados a un manejo inadecuado del agua han propiciado la exposición al contaminante de los pobladores de la zona”, informa Aurora Armienta.

En regiones mineras las operaciones inadecuadas están contaminando los suelos, las aguas superficiales y subterráneas, lo que se puede observar por las altas concentraciones de arsénico en la vegetación.

martes, 15 de enero de 2013

Quisiera ser congresista

Canción de los otorongos

El maíz transgénico, un peligro para la seguridad alimentaria


Antonio Turrent Fernández*

Confrontado con el insostenible déficit alimentario, el gobierno mexicano actual encara la disyuntiva, heredada del gobierno anterior, de autorizar el cultivo comercial de maíz transgénico en el norte del país o bien declarar su moratoria. La autorización sería un gran paso de la industria multinacional de maíz transgénico –a la que aquí nos referiremos como la industria– para consolidar su monopolio de la semilla de maíz en México. En apoyo a los intereses de la industria, el gobierno de Calderón decidió ignorar las conclusiones de 235 investigadores de 70 instituciones nacionales coordinadas por la Conabio, sobre la existencia de razas nativas de maíz y de sus parientes silvestres en la totalidad del territorio nacional, así como la dispersabilidad de los transgenes, por lo que esa autorización legitimaría la contaminación del maíz nativo de México y su apropiación por la industria. Cada semilla contaminada de maíz nativo es potencialmente propiedad de la industria, por la que el usuario habría de pagar regalías. En contra de lo que se proclama, el proceso de contaminación de las razas nativas le conviene a la industria. El camino que el gobierno anterior eligió para abordar el déficit alimentario nacional equivale a concesionar su solución –sin licitación y con evidencias ampliamente objetadas– a la industria, en vez de seguir el camino largo pero constructivo de solución con ahorro, trabajo e inteligencia nacionales.

Por el contrario de lo que argumenta la industria, el cultivo comercial de maíz transgénico en México es una amenaza para la seguridad alimentaria nacional en por lo menos cinco frentes: 1) el de la salud, 2) el déficit alimentario, 3) la diversidad de la comida pluricultural nacional, 4) la biodiversidad del maíz y de sus parientes silvestres, y 5) la soberanía tecnológica. Habiendo analizado el frente de la salud en número reciente de La Jornada (22/12/12, p. 15), y por economía de espacio, en este artículo sólo abordaremos la amenaza del déficit alimentario, para lo que analizaremos dos tesis: 1) no se puede alcanzar con maíz transgénico en las tierras dedicadas al maíz de México el nivel de producción nacional en cantidad y cualidades de grano que se alcanza con la amplia biodiversidad de los maíces nativos y los maíces mejorados no transgénicos, y 2) la transgenización de la tecnología distrae recursos de la nación para emprender un camino constructivo y sostenible, en pos de la seguridad alimentaria para México.

Primera tesis. La oferta transgénica actual de la industria se limita a las mejores tierras cultivadas con maíz en México –1.5 millones de hectáreas (mdha) bajo riego, más la fracción plana, no serrana, de 1.5 mdha de tierras de muy buen temporal; su total es menor a 3 mdha. Estas tierras ya se manejan cercanas a su capacidad productiva, la que no sería incrementada por el cambio a maíz transgénico. Fuera de este dominio edafoclimático hay más de 5 mdha en las que el maíz transgénico poco o nada produciría, donde, se sabe con certidumbre, sólo prosperan razas nativas especializadas: a) la sierra de neblina, con sus suelos extremadamente ácidos, pendientes abruptas, alta humedad relativa, lluvia en exceso, baja luminosidad y alta incidencia de enfermedades endémicas, b) la meseta semiárida del norte, debido a la sequía, suelos delgados, altas luminosidad y temperatura diurna, heladas tempranas, prácticas agronómicas subóptimas, c) los suelos pedregosos de Yucatán (tzeckeles) y otras y muy variadas regiones bajo temporal como el Altiplano, la Meseta Comiteca, la Meseta Purépecha, la Montaña de Guerrero, la Mixteca oaxaqueña, todas con tierras no aptas para la agricultura industrial, pero que son clave para la seguridad alimentaria de millones de familias campesinas.

Otro ámbito también vedado para el grano de maíz transgénico es el de la comida pluricultural mexicana. No se pueden elaborar los preparados de maíz nixtamalizado con calidad organoléptica conocida (sabor, textura, color, olor) a partir de maíz transgénico: la tortilla tlayuda, el totopo oaxaqueño, el pozol, pozole, tejuino, pinole, ponteduro, tascalate, los atoles, tlacoyos, los 300 tipos de tamales, etcétera. Cada uno de esos preparados requiere de una raza nativa especializada. Lo que sí se podrá elaborar con maíz transgénico es la tortilla estándar industrial de reconocida baja calidad organoléptica y menor calidad nutritiva, a la que la población urbana ha tenido que adaptarse. Estas fallas del maíz transgénico, más el riesgo de que no fuera inocuo para la salud (ibid.), amenazan la calidad y la seguridad alimentaria nacional.

La alternativa de autorizar el cultivo comercial de maíz transgénico de manera selectiva en el norte del país –a la que apuesta la industria–, dejando lo demás como está, es una falsa solución. Se iniciaría el proceso de contaminación y consecuente apropiación trasnacional en gran escala de las razas nativas de maíz y sus parientes silvestres, sin costo alguno para la industria pero con alto costo para los productores y la nación, mientras el monopolio de la industria se consolidaría irreversiblemente. ¡No será posible dar marcha atrás! La pregunta para el gobierno anterior y para el actual sería: ¿qué ganaría la nación por este camino en pos de una seguridad alimentaria ficticia?

Segunda tesis. El campo mexicano, con sus reservas de tierra de calidad agrícola –excluyendo a las ocupadas por el ecosistema natural–, de agua dulce, de clima y de tecnología pública, más las correcciones urgentes al manejo de los recursos en uso, podría producir 57 millones de toneladas anuales de maíz, para satisfacer casi dos veces el consumo nacional aparente actual, que es de 33 millones de toneladas anuales. Para alcanzar este objetivo de Estado será necesario realizar grandes adaptaciones a los recursos del campo: 1) desarrollar infraestructura hidroagrícola en el sur-sureste, para realizar un segundo cultivo bajo riego en el ciclo otoño-invierno, 2) reconvertir la ganadería extensiva del sur-sureste al sistema integrado agropecuario, que también produzca granos y forrajes en sus tierras de calidad agrícola, 3) interconectar con energía eléctrica al campo en el sur-sureste, 4) construir a gran escala máquinas para riego presurizado de mediana y pequeña capacidades, 5) retomar el esfuerzo de investigación, desarrollo y abasto de semillas mejoradas públicas, extensión, crédito y comercialización agrícolas y abasto de alimentos anteriores al TLC. Es también urgente corregir: a) el severo problema de erosión que afecta a la mitad de las tierras de temporal del país y b) la baja eficiencia de los grandes distritos de riego. Estas acciones son de plazo largo y caras, pero posponer su inicio sería inmensamente más caro para la nación. Es obvio que el canto de las sirenas de la industria puede ser muy atractivo para gobiernos carentes de visión de Estado, como los recientes.

Desde la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) impulsamos una campaña mundial que integra argumentos científicos y publicaciones en revistas prestigiosas, que sustentan nuestra demanda al gobierno para suspender cualquier permiso de siembra de maíz transgénico a cielo abierto. Se puede participar mediante la liga: www.uccs.mx/doc/g/planting-gmo-corn_es.

* Presidente de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad AC, e investigador nacional emérito; aturrent37@yahoo.com.mx

Perú: 20 años de Yanacocha en Cajamarca: Para muestra un botón



El día martes 09 de agosto del 2011, luego de haber destruido en reiteradas ocasiones la choza en la que vivían, un contigente policial armado y funcionarios de la Minera Yanacocha, ingresan nuevamente a la propiedad de la familia Chaupe Acuña...El lunes 29 de octubre del 2012, ocho días después de que Máxima Acuña permitiera que los ronderos de Celendín se alojen en su propiedad para resguardar la Laguna Azul (zona en conflicto con la minera Yanacocha), y sin considerar las pruebas que presenta la familia, el Juzgado de Celendín sentencia a la familia Chaupe Acuña a tres años de prisión suspendida y al pago de 200 soles de reparación civil a favor de Yanacocha. por el delito de "usurpación de propiedad" de la empresa.