viernes, 21 de junio de 2013
jueves, 20 de junio de 2013
El Río Marañón desaparecería si se construyen todos los proyectos hidroeléctricos
En el set de Lo Justo recibimos a Antonio Zambrano, politólogo y especialista en temas ambientales, para que nos explique sobre los riesgos socioambientales de los proyectos de hidroeléctricas en el Río Marañón.
Construir cerca de veinte represas significa “la desaparición del río y de los ecosistemas”. Así de concreta fue la sentencia del experto. Además, señaló que el reciente informe del Banco Mundial, “Represas y desarrollo”, reconoce que el número de personas desplazadas por las hidroeléctricas es más grande que los desplazados por las guerras del siglo XX.
Zambrano también manifestó que Forum Solidaridad Perú lanzará la campaña “Río vivo, Marañón sin represas” para informar sobre el impacto que traería la construcción de las represas y presentar alternativas para obtener energía renovable.
miércoles, 19 de junio de 2013
Aguas que lloran por los humanos...
A la basura producida por el hombre y los escapes de contaminantes industriales, hay que añadir los tóxicos fabriles echados a los ríos y la polución de los cientos de alcantarillas. Los países occidentales industriales han hecho algún progreso al establecer controles sobre la contaminación industrial en particular. Pero subsisten problemas masivos. A la mayoría, les resulta sorprendente que en los países con mayor capacidad económica, poco más de la mitad de la gente cuente con el servicio de plantas de tratamiento de aguas fecales.
El agua es fundamental para todas las formas de vida, lo que la convierte en uno de los recursos esenciales de la naturaleza... El volumen del agua en el mundo se expresa mediante una cifra de gran importancia: 1.360 millones de km3, es decir 1.360 trillones de litros. Si dividimos esta cifra por cada ser humano, le correspondería a cada uno 250.000 millones de litros, lo que equivaldría a 400.000 piletas de natación. Bajo estas perspectivas, el agua aparece como un recurso prácticamente ilimitado. Sin embargo, de esa enorme masa líquida, sólo el 3% es dulce y la mitad de ella es potable.
Se entiende por agua potable la que es apta para beber y para los demás usos domésticos. Esta debe ser límpida e inodora, fresca y agradable. Debe contener algunos gases, especialmente aire y sales disueltas en pequeñas cantidades. No debe poseer materias orgánicas, gérmenes patógenos ni sustancias químicas.
Esta agua es un bien indispensable para el desarrollo de toda civilización, ya que posibilita la expansión demográfica y los progresos de la producción, que van desde la agricultura hasta la electrónica.
El agua es la necesidad más urgente para el ser humano. A pesar de ello, son muy pocas las poblaciones que disponen de este elemento en cantidad suficiente, ya que su distribución en el mundo es despareja. Las aguas pluviales no se reparten equitativamente, sino que se concentran en zonas templadas y en los trópicos húmedos. Ayuda a que la vegetación prospere en algunos países y deja que sólo los desiertos prosperen en otros. Mientras existen regiones donde se precipitan hasta cinco metros de agua anuales, otras, reciben 1.000 veces menos. Proporciona abundante provisión de agua para beber a Islandia pero muy poca a Medio Oriente. En consecuencia, alrededor de 2.000 millones de personas en ocho países viven con escasez de agua. Están constantemente al borde de la sequía, pero aún aquellos países favorecidos con recursos hídricos enfrentan el problema de la escasez potencial.
Además, gran parte de las aguas dulces están bajo forma de hielos o son subterráneas y de difícil acceso. Sólo el 0.008% se hallan en lagos o ríos y circulan por napas de fácil acceso.
Aguas contaminadas
La contaminación del agua es conocida desde la antigüedad. En Roma eran frecuentes los envenenamientos provocados por el plomo de las tuberías que transportaban el agua. En las ciudades medievales eran, habitualmente, sucias y pestilentes y provocaban serios y extendidos problemas de salud que se fueron agravando cada vez más. En la actualidad, es alarmante la constante pérdida de agua potable.
Los problemas del agua se centran tanto en la calidad como en la cantidad. La comunidad debe conocer la importancia de la "calidad" de la misma y esa misma comunidad de encargarse de su cuidado y preservación. Los primeros en contaminar las aguas son los pesticidas, llevados hasta los ríos por la lluvia y la erosión del suelo, cuyo polvo vuela hacia los ríos o el mar y los contamina. Además, los campos pierden fecundidad por abuso de las técnicas agrícolas. La sal acarreada en el invierno desde las rutas hasta los ríos es otro factor envenenante. Lo mismo que los diques y las represas, que "barren" amplias franjas de cultivo. La agricultura da cuenta de alrededor del 70% del uso global del agua.
Si bien las naciones industrializadas han tenido bastante éxito en el control de la contaminación proveniente de industrias, siguen teniendo problemas con la escorrentía en las tierras de cultivos y con las aguas que fluyen de los centros urbanos cargadas con todos tipos de elementos.
La situación es muy distinta en los países en desarrollo, donde hay un déficit notable de sistemas cloacales y de controles de aguas residuales industriales.
Es probable que diez países africanos experimenten una severa escasez de agua, con Egipto perdiendo vitales provisiones del río Nilo mientras otras naciones desarrollan las fuentes del río. En China, cincuenta ciudades enfrentan ya la escasez de agua. En India, decenas de miles de villorrios enfrentan la escasez. En México, se extrae un 40% más de agua de cuanto se reemplaza, lo que hace que la tierra se hunda e introduce la posibilidad de tener que importar agua dulce. En la ex Unión Soviética el agotamiento de agua de río para la irrigación y para otras necesidades ya ha hecho que el mar de Aral descienda dos tercios desde 1960 y en los Estados Unidos, un quinto de la tierra irrigada es sometida al excesivo bombeo de agua de pozo.
Las propias viviendas están polucionadas por los productos de limpieza contra los cuales ya son poco efectivos los mantos filtrantes, taponados por esas "aguas negras" (Petróleo) que llegan al mar.
A la basura producida por el hombre y los escapes de contaminantes industriales, hay que añadir los tóxicos fabriles echados a los ríos y la polución de los cientos de alcantarillas. Los países occidentales industriales han hecho algún progreso al establecer controles sobre la contaminación industrial en particular. Pero subsisten problemas masivos. A la mayoría, les resulta sorprendente que en los países con mayor capacidad económica, poco más de la mitad de la gente cuente con el servicio de plantas de tratamiento de aguas fecales. El río Rhin drena una de las regiones más altamente industrializadas del mundo. Ha sido el foco de importantes esfuerzos europeos por mejorar el alcantarillado y el tratamiento de los desechos industriales. Han vuelto los peces a algunas partes del río de las que estuvieron ausentes por décadas. Pero la contaminación por las sustancias químicas tóxicas y el desecho mineral sigue siendo alta. El peligro de polución está siempre presente.
Las industrias pueden producir el ingreso de las aguas de sustancias altamente tóxicas: cobre, cinc, plomo, mercurio, entre otras. Estos metales suelen ser acumulativos, la ingesta repetida de pequeñas cantidades determina al cabo del tiempo altas concentraciones de metales en los tejidos de los organismos. Estas aguas contaminadas suelen terminar en el mar y gran cantidad de peces de consumo humano se convierten a su vez en agentes tóxicos.
El mercurio es particularmente temido por su elevada toxicidad de alguno de sus derivados que, además, debido a su escasa biodegradabilidad se concentra en los seres vivos. El mercurio vertido en forma orgánica o mineral, se convierte en metilmercurio muy poco biodegradable, muy tóxico y se concentra muy rápido en las cadenas alimenticias. En algunos casos puede haber coeficientes superiores a los 100.000 en el agua contaminada y en algunos peces que viven en ella.
Usar el agua de manera más eficiente reduciendo el derroche es obviamente el camino. Se ha estimado, que si el derroche de agua en torno del río Indo, en Pakistán, pudiera reducirse en sólo un décimo, podrían irrigarse otro dos millones de hectáreas de tierras cultivables. Por fortuna, se esta tomando conciencia en mejorar el flujo de los canales de irrigación y se esta usando la irrigación por tubo capilar para llevar el agua directamente a las raíces. Estos son algunos de los métodos para solucionar el problema de la escasez del agua y de la necesidad de aprovechar mejor los recursos de agua.
Todo esto es un grave problema en algunos países del Tercer Mundo. La mayoría de los ríos de India son poco más que alcantarillas descubiertas que llevan al mar los desechos no tratados de las áreas rurales y urbanas. Alrededor del 70% de las aguas superficiales del subcontinente está contaminado. En general los ríos de Asia son tal vez los más degradados del mundo.
¿Quién es indígena?
Por Rocio Silva Santisteban
“Ahora la palabra indio me parece que ya tiene un sustento más justo, un contenido más justo; indio ya quiere decir hombre, económica y socialmente explotado y, en ese sentido, (…) en el Perú, todos somos indios de un pequeño grupo de explotadores”. Esas son las reflexiones de José María Arguedas para tratar sobre el gran tema de dominación de nuestro país desde ese mortífero encuentro en Cajamarca: la imposición de los españoles sobre los incas en un reguero de sangre y humillaciones sostenidas durante siglos.
Este proceso que Aníbal Quijano denomina la colonialidad del poder, es decir, la institución sobre el racismo de la distribución del trabajo asalariado, no asalariado, explotador, servil y considerar que la dicotomía civilización-barbarie no era solo una clasificación espacial sino temporal: los de “antes” eran los primitivos, los de “ahora” son los civilizados. Por eso el indígena vivía en un “antes” y tenía que ser civilizado para vivir los tiempos que corren. “El indígena es visto como un ser carente: le falta civilización, le falta moral, le falta Dios” ha sostenido Alberto Chirif en un taller de Pueblos Indígenas la semana pasada.
A 521 años de todo este inicio se han dado cientos de transformaciones sociales, pero en cierto núcleo duro del pensamiento neo-liberal civilizatorio se entiende a los indígenas como “de antes” y se asume que deben “civilizarse” para adaptarse a la actualidad. Los diversos procesos de civilización del indígena han pasado por cruentas formas de tormento: desde el exterminio en las minas de Potosí hasta la evangelización implantada a sangre y fuego en búsqueda siempre de esos metales preciosos. Incluso fue tan escandaloso en su época que Fray Antonio de Montesinos, cura dominico, en su famoso sermón clamó contra los abusos de sus propios paisanos: “¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin dalles de comer ni curallos en sus enfermedades [en] que, de los excesivos trabajos que les dais, incurren y se os mueren y, por mejor decir, los matáis por sacar y adquirir oro cada día?”.
Desde que Fray Bartolomé de las Casas debía defender que el indio tenía alma hasta la aprobación del Convenio 169 han pasado años de avances, reconsideraciones y también retrocesos. Sin embargo, siguen las resistencias frente a la necesidad proclamada por las organizaciones y convenios internacionales para restituir a los indígenas en sus derechos.
En el Perú la Ley de Consulta Previa abrió una esperanza, pero el reglamento la cerró con la misma incapacidad burocrática de siempre. Hoy, con el ocultamiento sistemático de la “base de datos” de Pueblos Indígenas en el Ministerio de Cultura se continúa con esa lógica y se pretende encapsular una condición de “indígena puro” que definitivamente no existe y nunca existió. Como sostiene Ramón Pajuelo: “No hay sociedades puras en sí mismas, no hay “indígenas” originarios cerrados en su esencia. Todo el tiempo pelean en el campo que la dominación les ha planteado. Las poblaciones indígenas asumen elementos modernos y siguen siendo indígenas, recomponiendo procesos de identidad cultural, lo que constituye sus culturas…”.
La ironía de la frase de Arguedas con la que comienzo esta columna está centrada en la idea de que, a pesar de todo, con los cambios de la nación, el indígena cobro significación porque se convirtió en un “ser humano a ser explotado” y, por eso mismo, Arguedas sostiene que en nuestro país “todos somos indígenas del otro” excepto aquellos que manejan los verdaderos hilos del poder. Hoy, felizmente, los indígenas por sus propias luchas salen de esta lógica. El problema es cómo construir formas de diferencia que planteen igualdad ciudadana.
martes, 18 de junio de 2013
La Mula: Miguel Palacín sería denunciado penalmente por falsificar documentos
Por: Jorge Paucar Albino
"CONACAMI ha logrado constituirse en el principal
referente del movimiento indígena andino y considerado una de las
experiencias emblemáticas de organización y resistencia a la minería",
escribió en el 2009, Luis Vittor en un artículo por los 10 años de la organización.
Ahora,
la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (SUNARP) está por
denunciar penalmente a Miguel Palacín Quispe por falsificar documentos
al intentar inscribir una “fraudulenta” Junta Directiva de la CONACAMI,
afirmó la abogada Natalia Kuong Rodríguez, asesora legal de Magdiel
Carrión Pintado, presidente de la última Junta Directiva de dicha
organización inscrita en el Registro de Personas Jurídicas.
A
fines de octubre del año pasado, Miguel Palacín solicitó inscribir una
junta directiva donde él encabezaba la lista como nuevo presidente de la
organización. Sin embargo, a fines de enero, la SUNARP formuló la tacha
sustantiva del título presentado por haberse incurrido en falsificación
de firma y sello del Notario Público de Arequipa César Fernández Dávila
Barreda.
Cuando hay tacha por falsedad documentaria, el Artículo
36 del Reglamento General de Registros Públicos, indica lo siguiente:
“el Registrador (...) informará a la autoridad administrativa superior
acompañando el documento o documentos cuya falsedad fue detectada así
como la documentación que lo acredita a fin de que se adopten las
acciones legales pertinentes”.
Ante esta situación, el entonces
presidente en funciones, Magdiel Carrión Pintado - que se abstuvo de
participar en el proceso de octubre- convocó a una Asamblea General con
el objetivo de renovar la directiva y superar la crisis. “El 20 de abril
realizamos la Asamblea Nacional con carácter congresal de acuerdo a
nuestros Estatutos con la participación de 14 bases de las 18 que tiene
CONACAMI. Elegimos el nuevo Consejo Ejecutivo que voto por la reelección
de Magdiel Carrión Pintado”, señaló Juan Vilela, secretario de Economía
y Planificación de CONACAMI.
Sin embargo, Carrión Pintado no
podrá inscribirse como presidente de la organización en tanto SUNARP no
denuncie a Palacín Quispe por el delito de falsedad genérica y tache
definitivamente la inscripción de su lista. Al respecto, LaMula.pe se
comunicó con Miguel Palacín, quién no quiso brindar declaraciones sobre
el tema.
Al respecto, consultamos con Fernando Gutiérrez,
exasesor de CONACAMI durante la presidencia de Mario Palacios. “Los
sectores que están en disputa son fundadores de CONACAMI y tienen el
derecho de pretender conducir esa organización. Si lo hicieron con malos
métodos, ese es otro asunto”, señaló.
“En la última etapa se
introdujo un elemento político nuevo en la disputa, que es la presencia
de la corriente emerretista de Wilfredo Saavedra, que tiene por
finalidad hacerse del control de CONACAMI para usarlo como el MOVADEF
usa al CONARE”, considera Gutiérrez. “Ese elemento distanció aún más a
los dirigentes fundadores. La crisis y división actual tiene ese
elemento como trasfondo político. Y en mi opinión eso es lo definitorio
tanto de la agudización de la crisis como también de las posibilidades
de reconciliación”, finalizó Gutiérrez.
Publican fotos inéditas de la guerrilla del “Che” Guevara en Bolivia
La Razón / Erick Ortega, con apoyo documental del periodista Carlos Soria Galvarro
00:00 / 17 de junio de 2013
Allá por febrero de
1967, Hugo Choque Silva era un diestro jugador de frontón que se lucía
en las canchas barriales de la ciudad de La Paz. Tenía 15 años y ganas
de llevarse el mundo por delante. Pero el destino le tenía preparada una
jugada diferente porque meses después se convirtió en el soldado más
joven de la guerrilla de Ernesto Che Guevara, a la que ingresó con el
pseudónimo de Chingolo.
La historia fue dura con él. Se cuenta que cuando fue capturado dio
valiosa información al Ejército boliviano que pisaba los talones a los
guerrilleros en Ñancahuazú (Santa Cruz), quienes se instalaron en la
zona desde noviembre de 1966. También se supo que se quitó el uniforme
guerrillero y que se enfundó la vestimenta castrense. Lo que no se
mencionó es que el muchacho lloraba desconsoladamente cuando escuchaba
surcar los aviones militares en el cielo; que se unió al líder
argentino-cubano sin saber nada de la lucha armada.
Las vivencias develadas por Chingolo se llenan de polvo en una bodega
del Archivo Histórico Militar de las Fuerzas Armadas, en el Estado Mayor
de la zona de Miraflores, en la ciudad de La Paz. El sitio es un búnker
impenetrable para investigadores civiles, para periodistas; los
militares son los únicos que tienen vía libre para escudriñar centenares
de hojas de los documentos originales de los “prisioneros de guerra”
durante la travesía del Che en el país. A pesar de que pasaron 46 años,
es material clasificado, de acceso restringido.
Informe La Razón revisó el trabajo documental de Simón Orellana Chávez,
militar retirado que estudió la carrera de Historia, llegó a ser
director del archivo castrense y hace un par de años escribió su tesis:
La campaña de Ñancahuazú, una reconstrucción a través de la Historia
Oral. Otro beneficiado con la información pertrechada en el Estado Mayor
es el coronel pasivo Diego Martínez Estévez, quien elaboró un par de
libros con datos inéditos de la guerrilla; el último aún no fue
presentado oficialmente y su público lector es selecto porque, según su
versión, nadie más ha podido hojear el legajo al que accedió.
Una fuente militar entregó fotografías inéditas de la época que
ilustran este reportaje y revela algunos detalles sobre esta lucha
armada que se libró en Bolivia en los años 60 del siglo pasado; su único
requisito es la reserva de su identidad. Paralelamente, tras dos meses
de gestión, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas rechazó a
través de una respuesta escrita, la solicitud de Informe La Razón para
revisar los testimonios de insurgentes bolivianos que acompañaron al
Che.
El 14 de junio,
Ernesto Guevara de la Serna habría cumplido 85 años. El 9 de octubre de
1967 murió en una escuelita de La Higuera, cerca de Ñancahuazú. Su
cadáver fue trasladado, posteriormente, a Vallegrande. Así nació un mito
mundial. A continuación se rescatan fragmentos de relatos de parte de
la milicia que estuvo a su lado en su travesía final y que cayó en manos
de los militares. Son narraciones que revelan a combatientes
inexpertos, enlistados por azares del destino y/o con mentiras, sus
hazañas y sus sufrimientos.
Todo empezó en 1959. Aquel fue un año inolvidable para Fidel Castro Ruz
y un grupo de guerrilleros barbudos que llevaron la revolución
socialista a Cuba. El movimiento armado derrocó al dictador Fulgencio
Batista y entre los rebeldes estaba Ernesto Guevara, quien pretendió
repetir la receta de la guerra de guerrillas en otros confines del orbe.
Viajó al Congo (África) y, luego, a Bolivia, en noviembre de 1966.
En el país formó un tejido de apoyo político a su causa. Se respaldó en
el Partido Comunista de Bolivia que, después, fue acusado de dar la
espalda al proyecto. Contra viento y marea, el Che decidió sembrar la
semilla izquierdista para derrocar al presidente de entonces, el general
René Barrientos Ortuño, en el marco de un proceso revolucionario
continental. De esta forma, empezó la selección de combatientes que
crearon el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Pero esta historia
tuvo sus claroscuros.
Por ejemplo, según las declaraciones de Chingolo a sus captores, él fue
reclutado cuando jugaba en el frontón del cine Imperio, en la calle
Sebastián Segurola del barrio paceño de Gran Poder. Los expedientes son
contradictorios respecto a su edad porque algunos informan que era un
quinceañero y en otros se dice que tenía 16 años. Nadie dudaba de que no
estuviera en edad para empuñar un arma. Sin embargo, “(...) era un niño
que lloraba desconsoladamente cuando los aviones tiraban bombas”,
escribió sobre él Antonio Domínguez Flores en su testimonio de campaña.
En Ñancahuazú, el nombre de guerra de Domínguez fue León. Cuando el
Ejército lo atrapó fue obligado a narrar sus experiencias junto al Che.
El trinitario de origen campesino se sentó a escribir y escribir. Pasó
varios días recordando minuciosamente los detalles de su ingreso y su
salida de la aventura insurgente. Cuando acabó de reconstruir sus
vivencias había completado diez cuadernos, los cuales son un “botín de
guerra” en el Estado Mayor.
Sin quitar el carácter valioso de los textos, el periodista Carlos
Soria Galvarro —uno de los más importantes estudiosos de la guerrilla
del Che en Bolivia— explica que todas las declaraciones de los
combatientes prisioneros, incluida la de León, tienden a atenuar sus
responsabilidades; tratan de quedar bien para salvar la vida.
Los cuadernos de León fueron recopilados por el historiador Simón
Orellana y brindan detalles respecto a su alistamiento: “Llegó Freddy
Bejarano, el Ratón… a buscar un hombre para funcionario del Partido
(Comunista de Bolivia) para venir a La Paz a atender una hacienda…
dándome mucha facilidad para que yo pueda venir con mi familia… hablé
con mi compañera, ella me aceptó porque vivía en una pobreza
desesperante... me daba mucha lástima (ver) a mi pobre mujer y a mis
hijos que sufríamos muchas miserias”. Por esto, León decidió viajar a la
sede del gobierno con la esperanza de internarse en territorio yungueño
y dejar atrás su faena de ladrillero en Trinidad.
Otras historias tienen un tenor similar. Serapio Aquino Tudela, más
conocido como Serapio, cambió el frío de Viacha por el verdor cruceño en
Ñancahuazú. Su tío Apolinar Aquino lo reclutó y él dejó su casa
alegando que quería buscar trabajo en Cochabamba. Tenía 16 años cuando
se incorporó a la guerrilla. Moreno, de ojos risueños y cejas espesas,
realmente creía que era posible cambiar el mundo. Tenía diez hermanos y
anhelaba volver a su hogar con el triunfo de la revolución bajo el
brazo. Desde niño arrastró un problema físico: su padre le daba golpizas
hasta que un día le rompió un tobillo, secuela que lo acompañó hasta el
último día de su existencia.
Combatientes. En el campo de batalla, Serapio fue el peón de una granja
en Ñancahuazú, el cuartel general de los rebeldes; después formó parte
de la retaguardia que caminó por la senda oriental. Sin embargo, no
todos los combatientes creían en la posibilidad de cambiar el mundo.
Según los documentos militares clasificados, uno de los reclutados que
fue atraído solamente por las promesas fue Pastor Barrera Quintana,
quien fue rebautizado como Daniel.
En el folder de la Sección II: Declaraciones Informativas Pastor
Barrera, La Paz, 1967, del Archivo Histórico Militar, su testimonio
reveló: “Un amigo me lo presentó a José Guevara (Moisés), éste me
orientó con propagandas comunistas, me retiré de la mina de San José
(Oruro), me habló de muchas cosas, maravillas y decidí ir con él… Me
dijo que si estaba de acuerdo en ir a las guerrillas, ‘vas a ser un gran
hombre, vas a estudiar en libros, de ahí vamos a dar una beca a Cuba’,
me decidí por emoción...”.
Antes de su incursión en Ñancahuazú, Daniel era un orureño que se
ganaba algunos pesos con distintos oficios y durante buen tiempo fue
albañil, según una declaración policial citada en los registros de Soria
Galvarro. En la zona de combate fue muy amigo de Vicente Rocabado
Terrazas; además los dos eran orureños. Rocabado contó que trabajaba en
un taller mecánico y que fue enrolado en el grupo insurgente con falsos
compromisos.
Cuando
desertó, explicó a los efectivos castrenses de qué manera fue
seleccionado: “… (Moisés) él me dijo que teníamos que ir a un frente
guerrillero para derrocar al gobierno… nos iban a dar plata y que iban a
remitir plata a nuestros familiares… yo no tenía trabajo. El objeto que
me animó a mí era el de llegar a la zona y convencerme de la existencia
de guerrillas para luego tomar contacto con el Prefecto…”.
Desertores. Otro guerrillero con menos convicciones ideológicas, pero
con muchos sueños personales, era José Castillo. Tenía un objetivo fijo
cuando se decidió por seguir al Che; aunque nadie le informó nada sobre
un levantamiento armado. En la declaración que le arrancaron sus
captores redactó: “El motivo (de mi incorporación) era conseguir una
beca (de estudios) en la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas), como miembro de la Juventud Comunista Boliviana (PCB)”.
Así, con dos décadas de vida encima, Castillo abandonó su oficio de
carpintero, tapicero y ferroviario. Dejó atrás su nombre real y fue
llamado Paco.
En la
aventura guerrillera participaron 27 bolivianos (ver infografía en la
página final del suplemento). La mayoría eran cuadros muy apreciados por
el Che, entre los más valiosos estaban los hermanos Roberto y Guido
Peredo Leigue (Coco e Inti, respectivamente). El primero murió en
combate y el segundo cayó en 1969, cuando comandó otro foco insurgente
con el Ejército de Liberación Nacional.
Y el Che tenía en la mira a algunos de sus soldados. El 13 de mayo de
1967, su diario guarda una referencia sobre Moisés y sus enlistados.
“Bueno; aunque el tiempo de contacto es poco, se mostró siempre
entusiasta y pasó con éxito la prueba. La falla es la mala selección del
personal que trajo”. Se refería a aquellos que retrasaban al grupo.
Entre éstos se encontraba Paco.
Él abandonó su sueño de alcanzar una beca en la Unión Soviética y pidió
su baja. Posteriormente, ante los militares, dijo: “(…) Sufría
horriblemente por el clima, la mala alimentación, el cansancio físico de
las góndolas que le (sic) ordenaban hacer transportando vituallas”.
Años después, en entrevista con Soria Galvarro, Paco remarcó que, a
pesar de sus deseos de abandonar a sus camaradas, permaneció empuñando
su viejo máuser junto a los guerrilleros y que hacía méritos para dejar
la “resaca”, apelativo que utilizó el Che para denominar a los cuatro
guerrilleros que eran los “menos calificados” para la lucha.
Los mosquitos y el calor no sólo conspiraron en contra de Paco, quien
estaba acostumbrado al frío del poblado orureño de Challapata. Por
ejemplo, León apuntó en uno de sus cuadernos: “(…) estábamos un poco
desesperados porque había de toda clase de marigüises (insectos grises o
negros que son del tamaño de la cabeza de un alfiler), mosquitas y
abejitas muy fastidiosas que no se podía estar un momento quieto, además
estos bichos se entran a la boca y a los ojos…”. Incluso el Comandante,
el 9 de noviembre de 1966, trató el asunto: “Me saqué seis garrapatas
del cuerpo”. Todo esto se transformó en llagas que minaron la
resistencia de los combatientes.
Atormentado por el clima y relegado por ser parte de la “resaca”, Paco
fue el único sobreviviente de la refriega militar contra la columna
encabezada por el cubano Juan Vitalio Acuña Núñez, alias Joaquín, el 31
de agosto de 1967, en el Vado del Yeso. Murieron ocho insurgentes, entre
ellos la única mujer de la revuelta, Tania, nombre de guerra de la
argentina Tamara Bunke; uno escapó y fue abatido a los pocos días:
Restituto Cabrera; otro fue capturado y ejecutado al instante: Freddy
Maymura.
Otros
aguantaron menos. Fueron los casos de Vicente Rocabado y Pastor Barrera,
quienes escaparon a las tres semanas de su incorporación. No llegaron a
disparar un tiro y dieron por terminada su aventura. Así, cuando la
cúpula guerrillera supo de su deserción, León los encontró y tenía la
tarea de eliminarlos. “Me dieron la misión de irlos a buscar y charlar
con ellos o hacerlos desaparecer entregándome una pistola o revólver
calibre 38… salí a las nueve de la mañana y llegué a Lagunillas a las
dos de la madrugada… enseguida fui al alojamiento, entré al dormitorio y
los vi a los dos desertores durmiendo enfocándoles con mi linterna… me
toqué el revólver, pero no me animé de hacerlo (disparar a los
disidentes) sobre todo a matar a dos compañeros a sangre fría… pronto me
acordé que tenía hijos y ellos también… al amanecer, hablé con ellos…
me dijeron que no se iban acostumbrar a esa vida de sufrimientos…”.
León también fue testigo de una charla entre Coco Peredo y los
desertores. “Coco charló con ellos, también trató de sacarlos afuera de
la ciudad, pero no logró hacerlo. Al mismo tiempo, Coco cometió un
error, con los desertores, les dio dinero para que rápido se hubiesen
desaparecido”. Es que en cuanto Coco les dio la espalda, los dos
excombatientes acudieron a la Dirección de Investigación Criminal y al
Comando de la Cuarta División para sentar la denuncia sobre la presencia
de extranjeros armados en la región cruceña.
Cotorras. Fue entonces que Eusebio Tapia decidió abandonar la causa. Él
era parte de la columna del cubano Joaquín. Cuando fue atrapado no se
calló ante los militares: “Ramón es jefe principal, al cual todos
respetan y tienen miedo...”, Ramón era el sobrenombre del líder de la
expedición armada: Ernesto Che Guevara.
Era un escenario difícil, Paco le confesó a Soria Galvarro que Chingolo
se abrazaba a él cada vez que escuchaba las explosiones de las bombas
lanzadas por los aviones. Mientras que el cronista Orellana, en base a
los documentos que leyó, señala que Chingolo no aguantó más y trasladó a
los uniformados hacia la cueva donde la guerrilla tenía documentos y
las medicinas para el Che, sobre todo para su asma. Aquello resultó
vital para que sus captores tengan datos sobre el enemigo.
Cuando el Che observó por primera vez a León tuvo una buena impresión
de aquel joven. El 16 de junio de 1967 escribió su evaluación luego de
tres meses de observar a su soldado. “Bueno. Es trabajador y
disciplinado y parece decidido para el combate, aunque no ha sido
probado a fondo”. En las condiciones más complejas, el muchacho causó
una mejor impresión en el Che, a tal punto que éste subrayó en su
diario: “A su espíritu trabajador une decisión para el combate, es uno
de los mejores proyectos como combatiente”.
Diez días después de su segunda valoración a León, el 16 de septiembre,
el argentino-cubano se lamentó la desaparición de su camarada tras el
asalto del Ejército a La Higuera, sin dejar rastros. Sus compañeros lo
vieron escapar y él pensó que había hecho lo posible por salvar su vida
ante el ataque. Sin embargo, León fue uno más de los que traicionó a su
Comandante. Una vez que se alejó de la columna insurgente se entregó a
un grupo de trabajadores del Servicio Nacional de Caminos; luego fue
enviado a las autoridades militares. Según Soria Galvarro, el Che afirmó
que León “habló como una cotorra”. Fue servil a los militares porque
testificó en un juicio contra el francés Regis Debray (Danton) y el
argentino Ciro Bustos (Pelao), afines al movimiento revolucionario.
Los uniformados le prometieron liberarlo después de colaborar con
ellos; no obstante, León permaneció preso durante tres años: recuperó su
libertad en 1970, durante el gobierno del presidente izquierdista Juan
José Torres. Posteriormente, la huella de este combatiente desapareció,
aunque se presume que volvió a Trinidad para reunirse con su familia;
murió en el olvido. Pero dejó un documento valioso para los
historiadores, sus diez cuadernos resguardados en el Estado Mayor, que
escribió de forma voluntaria.
Así como el Comandante se equivocó con las primeras apreciaciones sobre
León, también lo hizo con Orlando Jiménez Bazán, el Camba. En marzo de
1967, después de cinco meses de trabajo, escribió lo siguiente sobre él:
“Regular; débil físicamente y sin que se le note hasta ahora un buen
espíritu. Quedó en el campamento convaleciente de un paludismo que puede
haber influido en su carácter”. Más tarde, el Che fue más duro con sus
críticas y en septiembre, redactó en su diario: “Vegeta esperando su
libertad”.
Para rematar,
a fines de aquel mes, criticó: “En la sorpresa de La Higuera (el Camba)
desaparece, dejando su mochila en el camino. Se confirma su captura y
creo que habló como un loro”. De apariencia endeble, delgado, pero con
huesos prominentes, el Camba fue atrapado por el Ejército en La Higuera
y, luego, fue presentado ante sus enemigos para que éstos supieran que
su rival era bastante frágil.
De acuerdo con las pesquisas de Soria Galvarro, el Camba fue golpeado y
torturado; pero, en el mismo juicio donde compareció Chingolo, no
declaró en contra de Bustos y Debray. “Al contrario, sostuvo que ellos
(los acusados) no cumplieron misiones militares en la guerrilla y menos
participaron en emboscadas”, resalta el periodista. En su diario, el 6
de octubre de 1967, el Che contó que fue “menos bellaco”. El Camba
estuvo detenido hasta 1970; emigró del país y falleció en Suecia, en
1994.
Héroes. La vida y
la muerte de Serapio tienen una alta dosis de ironía. Desde su niñez, el
viacheño arrastró un problema en un tobillo. Por ello, en cierto
momento, sus compañeros de lucha lo vieron como una carga. Según el
relato del camarada León, Roberto Coco Peredo dijo de él: “(No puede
ser) que este muchacho no sepa nada...”, refiriéndose a las tareas de
Serapio en la finca donde se pertrechó una parte de los combatientes, en
Ñancahuazú.
Pero cuando
Serapio se paró frente a un agente policial y le reclamó por el abuso
de los patrones hacia los trabajadores de la zona, su imagen fue
cambiando ante los ojos de sus colegas. Eso sí, las largas caminatas, el
esfuerzo en un clima hostil y la inminente lucha con los soldados
acabaron mermando al joven, quien quedó rezagado en las marchas y pasó a
enrolar la “resaca”.
El
9 de julio de 1967, cerca del cañón del río Iquira, Serapio caminaba
junto a los de su escuadra. Una columna de reclutas del Ejército logró
detectarlo. Éstos le hicieron señas para que permaneciera callado y así
atrapar al resto de sus camaradas. El muchacho que se incorporó a la
guerrilla soñando con un triunfo de la revolución para mejorar la
condición económica de los suyos, sacrificó su existencia por la de sus
compañeros. Gritó y una ráfaga de balas lo mató. Pero él no murió; quedó
inmortalizado como el hombre que dio su vida por los demás… esta última
frase es, precisamente, una de las máximas del mítico Che Guevara.
La humillación del cadáver de Tamara Bunke, alias ‘Tania’
Rubia. Simpática. Traicionera con el enemigo y fiel con sus camaradas e
ideales. La vida de la guerrillera Tania, alias de la argentina Haydée
Tamara Bunke Bíder, tiene innumerables facetas de heroísmo que la han
convertido en una leyenda. Informe La Razón obtuvo datos que dan más
luces sobre la personalidad de este personaje nacido el 19 de noviembre
de 1937 y abatido el 31 de agosto de 1967, durante el ataque militar en
el Vado del Yeso, en la región de Ñancahuazú.
Se supo que envió una carta a su amado Ulises y que él nunca llegó a
leerla porque aquella correspondencia fue capturada por el Ejército
boliviano. También una fuente militar —que pidió reserva en su
identidad— afirma que el cuerpo de Tania fue maltratado tras su muerte.
Todo esto es parte del mito que rodea a la única mujer que acompañó a
Ernesto Che Guevara en su última travesía. En vida, ella era dueña de
una sonrisa blanca, tenía ojos grandes, unos labios delgados y una nariz
recta y fina. El cabello ondulado le caía debajo de los hombros y
cuando caminaba por las calles se amarraba una cinta; en la selva o
vestida con el uniforme militar siempre se ponía una boina oscura,
ladeada.
Sentimental.
Trabajó como espía y obtuvo información de importantes autoridades
nacionales, según sus biógrafos. Por ejemplo, los militares hallaron
fotos de ella junto al presidente René Barrientos Ortuño. Estuvo a cargo
de la organización de la guerrilla y no era parte directa de ésta; pero
cuando fue a encontrarse con el Che y sus hombres en Ñancahuazú, no
pudo volver sobre sus pasos y no le quedó más remedio que formar parte
de la columna guerrillera de Joaquín, el cubano Juan Vitalio Núñez.
El último día de diciembre de 1966, el Che escribió en su diario de
campaña que Tania fue a la región para recibir instrucciones. Los
militares descubrieron su jeep y bloquearon su salida, y la dejaron en
la selva. La única vía de escape que podía vislumbrar era empuñando un
arma. Era valiente y el combate puso a prueba su talante.
Tras una discusión con el Comandante, ella lloró. El argentino-cubano
cuestionó que no era capaz de entender sus órdenes, al menos es lo que
citó el argentino Ciro Bustos, quien era parte del grupo rebelde y
escribió un manuscrito que ahora está en manos del Ejército.
“Ramón (pseudónimo del Che) parecía dispuesto a descargar su bronca y
tomó de blanco a Tania que salió a lloros (ella no debió ir a la zona;
su indisciplina dejó sin contactos externos a la guerrilla)”, redactó
Bustos, citado por el coronel retirado Simón Orellana. Este documento
inédito no es el único que se refiere el carácter de la heroína. Su
novio Ulises Estrada, en su libro Tania la Guerrillera, narra cómo ella
“estalló en un arranque de llanto y disgusto” luego de que su pareja
incurrió en una compra evitable. Le dijo, en tono de reproche, que “con
el dinero de la compra de esa ropa ambos podían comer varios días”.
El autor se convirtió en uno de sus biógrafos; su verdadero nombre es
Dámaso Lescaille, combatiente cubano. En su texto relata que cuando se
despidieron para seguir por diferentes senderos revolucionarios, él le
habló con dureza y cariño. Tania se puso a llorar, se recostó en su
hombro y le susurró: “Por eso es que yo no quería que me despidieras,
pues sabía que me ibas a hacer llorar”. Y en medio de sollozos, le
arengó: “Patria o muerte”.
Ulises se incorporó a la causa cubana cuando era joven. Fue parte del
Movimiento 26 de Julio que arremetió contra el dictador cubano Fulgencio
Batista hasta 1959. Desde entonces tuvo una amistad a prueba de fuego
con Fidel Castro y Ernesto Che Guevara, además de otros revolucionarios.
Él era instructor de Tania. Y se presume que ambos siguieron ligados
sentimentalmente a pesar de la distancia.
El coronel boliviano retirado Diego Martínez Estévez afirma que Tania
escribió una última misiva a Ulises; pero el destinatario no logró
leerla porque los militares la interceptaron y la retuvieron. Recién por
1986, Martínez logró leerla y actualmente guarda una fotocopia de ésta.
El periodista Carlos Soria Galvarro y el cineasta argentino Norberto
Forgione avalan la autenticidad del documento y que se mantuvo en el
anonimato durante décadas, hasta que Martínez decidió publicarla en su
libro (leer la carta en el apoyo).
En la plaza Colón de la ciudad de Cochabamba, Martínez se entrevistó
con Informe La Razón y mostró copias del mentado correo. Relata que el
original se encuentra preservado en el Archivo Histórico Militar del
Estado Mayor de La Paz. “Está junto a varios documentos que nunca serán
revelados. De la historia del Che, de los diarios y de las cartas no se
conoce ni el 20%”. En la misiva revelada, Tania se refiere a sí misma
como una Penélope que aguarda a su Ulises. Hace la relación con la
epopeya griega de Odiseo, en la que la protagonista pasa la mayor parte
de su vida esperando a que regrese su amado.
Faltaban 40 minutos para que llegue las seis de la tarde del último día
de agosto de 1967 y la guerrillera se alistaba para cruzar el Río
Grande con la escuadra de Joaquín. Ante los ojos de los militares se
descubrió su imagen esbelta en medio del agua. Llevaba una cámara
colgada y no pudo empuñar su arma cuando fue atacada. Su cadáver
apareció luego de tres días de búsqueda. La fotografía de éste muestra a
una persona con el cabello corto, casi al ras, el estómago hinchado y
la ropa hecha trizas.
Inmortal. La fuente confidencial de Informe La Razón postula que el
cuerpo sin vida de Tania fue humillado. Quienes lo hallaron habrían
cercenado sus senos y le cortaron el cabello. Los efectivos castrenses
—presuntamente Rangers— juraron no hablar nunca de lo ocurrido. ¿Por qué
hicieron esto? Según la persona contactada, los soldados dieron rienda
suelta a su rabia porque no podían concebir el haberse enfrentado con
alguien del sexo femenino que los había puesto en aprietos.
El historiador cochabambino Gustavo Rodríguez Ostria, uno de los más
importantes biógrafos de este personaje, señala que aquello puede ser
cierto o no; pero que no aporta ningún elemento para esbozar el carácter
de la guerrillera. “Eso sí, (los militares) estaban cansados y patearon
el cadáver, pero no investigué nada más”.
Manipulación desde la infancia de la Publicidad para prepararnos en consumidores
El Consumismo puede referirse tanto a la acumulación, compra o consumo de bienes y servicios considerados superfluos como al sistema político y económico que promueve la adquisición competitiva de riqueza como signo de status y prestigio dentro de un grupo social. El consumo a gran escala en la sociedad contemporánea compromete seriamente los recursos naturales y el equilibrio ecológico.
El consumismo, entendido como adquisición desaforada, idealiza sus efectos y consecuencias asociando su práctica con la obtención de la satisfacción personal e incluso de la felicidad personal.
El Compro, luego existo, en reemplazo del Pienso, luego existo. Es esa necesidad que tienen algunos de cambiar constantemente sus teléfonos móviles, por miedo a perder status social, a ser menos que sus pares. Es lo que obliga a miles de personas a hacer filas frente a las tiendas para comprar, por ejemplo, un iPhone. Es ese enceguecimiento, esa compulsión, que nos obliga a comprar algo antes de preguntarnos si realmente lo necesitamos.
Lo peor del caso es que ha quedado demostrado que la felicidad no se puede comprar. Las sociedades ricas, presas del consumismo, son las que, estadísticamente, registran mayores casos de depresión, alcoholismo, crimen, ansiedad, obesidad y suicidios. Ya lo dicen en la película El Club de la Pelea: "La publicidad nos tiene persiguiendo autos y ropas, trabajando en trabajos que odiamos para comprar cosas que no necesitamos". Y eso las empresas lo saben, razón por la cual la obsolescencia planeada es regla.
Perversiones en el Gas Licuado de Petroleo
ATENTADO CONTRA
EL BOLSILLO POPULAR
ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI (Investigador UNMSM)
Resulta recurrente cada cierto tiempo tratar sobre los altos precios del gas licuado de petróleo (GLP) más conocido como el gas doméstico que se expende en balones de 10 kilos concentrando Lima Capital cerca al 25 por ciento de la demanda interna que se satisface con 41 mil barriles diarios a nivel país, con una producción que tiene una serie de actores, siendo los principales el Consorcio Camisea con su operador mayoritario Pluspetrol Plus Corporation (PPC), y la petrolera estatal PetroPerú con su refinería de Talara, con una producción marginal.
Si los precios
finales del balón de 10 kilos al consumidor como lo señala el organismo
regulador Osinergmin fluctúan entre los 31 nuevos soles hasta 40 nuevos soles
en los distritos con mayores ingresos, con una dispersión de precios donde el
objetivo limitado del regulador se reduce a proporcionar la información por medio del internet sobre
los establecimientos que ofrecen los precios más accesibles, estamos ante una
realidad perversa para los intereses de los usuarios.
Si de esta forma
se concibe la regulación en un mercado supuestamente competitivo,
lamentablemente se verificarán posiciones de dominio en la producción,
distorsiones en la distribución y rigideces en la comercialización del GLP,
para “mala suerte” del consumidor”
Desde el ámbito
de la economía política, lo que acontece en las esferas de distribución y
comercialización reproduce lo que sucede en el ámbito de la producción. De allí
lo sustantivo de analizar dialécticamente la producción y distribución y la
estructura de los precios en este vital combustible.
Por ello, lo
importante de tener varios puntos de vista en consideración:
1. En
primer lugar, la producción de GLP tiene dos formas de obtenerse. La principal
es a partir de las plantas de fraccionamiento de líquidos, como la unidad de
Pisco que opera como una pequeña refinería procesando los líquidos de gas
natural proveniente de los lotes 88 y 56.
Teniendo en cuenta que los líquidos de gas natural se
obtienen al mismo tiempo con la extracción del gas natural, siendo separados en
el campo y transportados por un ducto de líquidos hasta la unidad de Pisco,
donde son fraccionados obteniéndose GLP con una producción promedio de 37 mil
barriles diarios, más importantes volúmenes de nafta que se exportan y diesel
limpio de azufre que abastece el mercado interno.
Adicionalmente se obtienen pequeños volúmenes de GLP en
Plantas de fraccionamiento en Talara, con las operaciones de la unidad de
Procesadora de Gas Pariñas que utiliza el gas húmedo del Z-2B operado por Savia
Perú, a ello se debe agregar la unidad de fraccionamiento de Graña y Montero
que procesa el gas natural del lote I. Por último se sumaría la unidad de
Aguaytía de la Maple en el departamento de Ucayali. En su conjunto la
producción de GLP de estas pequeñas unidades no superan los 2,500 barriles
diarios.
2. En
segundo lugar, está la producción de GLP a partir de la extracción de petróleo
crudo, por el cual se abonan precios internacionales que resultan mayores a los
precios de los líquidos de gas natural.
El principal responsable de esta participación es la
petrolera estatal PetroPerú que tiene que abonar precios internacionales por el
crudo que procesa, que en su mayor parte tiene como fijador el crudo Brent que
tiene un mayor precio al WTI.
En la refinería luego del proceso de tratamiento en la
unidad de destilación primaria, de la destilación al vació, y luego del
tratamiento en la unidad de craqueo catalítico, se obtiene un promedio de 4,500
barriles de GLP.
PetroPerú con su producción propia de GLP y lo que puede
comprar al Pluspetrol Plus Corporation en Pisco, satisface el mercado de Lima a
través de la distribución mayorista pues la petrolera estatal no envasa ningún
cilindro, solamente vende a granel la producción que comercializa para la
cadena de distribución, a las empresas de envase que su vez distribuyen y
comercializan tan vital combustible, casos como Vita Gas, Delta Gas, Flama Gas, etc.
El segundo actor en la participación del GLP a partir del
petróleo crudo es la Refinería La Pampilla con una producción menor a los 1,800
barriles diarios; ésta unidad tiene como
mayor accionista a la transnacional Repsol de España, que tiene una estrecha
vinculación con el Consorcio Pluspetrol Corporation, a través de su
participación en Pluspetrol Energy en la Argentina.
A través de esta vinculación Repsol con Pluspetrol
Camisea, no solamente distribuye la producción de su refinería, sino que compra
este derivado a precios con importantes descuentos el GLP obtenido en la Planta
de fraccionamiento en Pisco, que como hemos afirmado procesa los líquidos de
los lotes 88 y 56.
Con el GLP obtenido Repsol, sea con producción propia y el
adquirido a Pluspetrol, a través de su filial Solgás, envasa, distribuye, y
comercializa este derivado cubriendo el 35 por ciento del mercado interno, con
importantes márgenes a nivel de producción, envasado, más la distribución mayorista y minorista.
3. Debiera
ser evidente que los costos de la obtención del GLP a partir del petróleo
(PetroPerù) resultan más elevados en relación al GLP obtenido de las plantas de
fraccionamiento de líquidos (Pluspetrol/ Camisea)
La petrolera estatal tiene que abonar precios
internacionales por el crudo que procesa, así mediante la destilación primaria,
pasar por la unidad al vació y por último por medio de la unidad de craqueo
catalítico obtener el gas licuado de petróleo (GLP)
Si se tiene presente que los líquidos de gas natural se
obtienen en el mismo proceso de extracción que el gas natural, y sus precios
tienen referentes internacionales que son menores a los marcadores del petróleo
sea el WTI y Brent. Es decir, Pluspetrol Plus Corporation (PPC) no compra ni
muchos menos importa los volúmenes de líquidos de gas natural
Por ello, el procedimiento técnico material para obtener
el GLP por medio de las unidades de fraccionamiento como la planta de Pisco es
más simple, y por tanto más económico. Así, desde el punto teórico por la
categoría de economías de escala, el costo unitario de procesar 37 mil barriles
diarios frente a 4,500 barriles, debiera confirmar lo evidente.
4.- Si bien el GLP de uso doméstico está en la franja de precios de
organismo regulador para la aplicación del llamado Fondo de Estabilización,
usando la propia información procesada de Osinergmin en el documento de los
“Precios de Referencia de Combustibles Derivados del Petróleo, con las
cotizaciones vigentes al 03-06-2013 al 14-06-2013, que sigue los lineamientos
del Ministerio de Energía y Minas y la Resolución Nº 136-2011-OS/CD.
Se ha considerado como precio referencial del GLP en
términos de barriles un precio de 46.90 dólares el barril, y se han respetado
la propia información del organismo regulador. Este sería el precio de una
importación eficiente teniendo en cuenta el precio marcador de Mont Belvieu más
otros costos adicionales, que entraña la exportación de este derivado.
PetroPerú con el listado de precios vigente del GLP al 17
de junio del presente tiene como precio neto la suma de 51.48 dólares el
barril, al cual hay que sumar el18 por ciento por concepto del IGV. Por tanto
el precio ex planta de refinería puesto en el puerto del Callao, más los
impuestos es de 60.75 dólares el barril.
Es decir, PetroPerú obteniendo el GLP de su refinería,
transportando los volúmenes de derivado por más de 1,200 kilómetros desde Talara
al Callao, ofrece el barril de GLP incluyendo impuestos a 60.75 dólares el
barril. Se supone que con estos niveles de precios la petrolera estatal está
obteniendo beneficios.
Las plantas de envasado de GLP (que son más de 90), toman
estos niveles de precios. Por tanto la cadena de envasado, distribución
mayorista y minorista representa la suma de 46.54 dólares el barril de este
derivado esencial, es decir tanto como el precio neto del productor marginal
que es PetroPerú (US$ 46.54 versus 51.48 dólares)
El precio de venta al público es de 107.29 dólares el
barril, adoptado como promedio de los locales de venta en Lima según Osinergim
vigente al mes de junio del 2013.
Esto significa
simplemente que Pluspetrol está obteniendo ganancias extraordinarias en la
producción de líquidos de gas natural y en la venta del gas licuado de
petróleo, con una producción mayoritaria de este derivado pues se alinea al
marcador Mont Belvieu.
Es más, las
empresas como Solgás, Lima Gas, Zeta Gas, etc. que procesan integralmente el
envasado, y la distribución mayorista más minorista utilizando sus propias
unidades de transporte y establecimientos tienen mayores ingresos y beneficios
por la unidad de sus actividades, pues en todas las etapas tienen márgenes.
Resulta perversa
la relación en la cual el proceso de envasado, es decir llenar los balones,
distribuir sea en la cadena mayorista y minorista cueste tanto como la
obtención de un barril de GLP mediante el procedimiento de la refinación.
En resumen, una
efectiva regulación no debiera limitarse a la publicación y comunicación de los
menores precios del GLP en los diversos establecimientos. Si un organismo
regulador resulta permisivo frente a la obtención de ganancias extraordinarias
en la producción con abusos de mercado en la distribución no se estaría
cumpliendo con el debido rol supervisor y regulador.
De allí la
necesidad de promover el fortalecimiento de PetroPerú como el regulador más
efectivo, autorizando su presencia en el envasado y venta directa del gas
licuado de petróleo al público consumidor.
Al mismo tiempo,
resulta un imperativo nacional la construcción del ducto que permita el
traslado del GLP desde Pisco a Lurín, anunciado desde el 2006 y hasta la fecha
se posterga la concesión. Se trata de reducir los sobrecostos que la
transnacional argentina traslada a los usuarios que tenemos que abonar por
flete un promedio de 80 a 85 dólares por tonelada transportada mediante buques,
de Pisco al Callao.
En verdad, el
precio del GLP no debiera superar los 30 nuevos soles el balón de 10 kilos
envasado respetando los principios de la competencia; y las empresas estarían
obteniendo “ganancias normales” en el sentido marshalliano, y no los beneficios
extraordinarios que afectan los bolsillos populares.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)