Perupa Apu Atipaj Tayta, Ollanta Humala;
Congresupa Atipaj Tayta, Daniel Abugattás;
Culturapa Ministran Mama, Susana Baca;
Taytacuna, Mamacuna, tijsi muyuynympi yajtacunapi kaj;
Huyllacuytan Munanicu:
Los ciudadanos comprometidos con el desarrollo sostenible del Perú que firmamos hoy la presente comunicación, expresamos al Señor Presidente de la República, Ollanta Humala Tasso; al Señor Presidente del Congreso de la República, Daniel Abugattás; a la Señora Ministra de Cultura, Susana Baca; y a la opinión pública nacional e internacional, lo siguiente:
En un mundo donde la palabra escrita y la lectura son esenciales para el intercambio cotidiano, nuestro país aún no termina de ajustarse al ritmo de los tiempos. El ingreso de la escritura, el castellano y el libro como vehículos de conocimiento durante el proceso histórico de la conquista y la colonia, trastocaron las formas tradicionales de transmisión y generación de memoria colectiva en las poblaciones originarias. Siglos después, nuestro país aún sufre las enormes fracturas sociales y económicas de aquel choque cultural que significa hasta hoy una dramática división social entre hispanohablantes y excluidos de sus propias lenguas originarias, entre alfabetos y analfabetos o analfabetos funcionales, entre quienes tienen acceso a los libros y librerías y del otro lado los excluidos de su derecho a la lectura y al uso de las bibliotecas públicas. Es una deuda histórica que de tan crónica y habitual se ha convertido en una deuda invisible.
No podemos seguir negándonos el derecho a expresarnos interculturalmente y a través de la escritura y la lectura, en castellano y en nuestras lenguas originarias, peor aún, negarnos a desarrollar y conservar nuestras culturas a través de la producción de textos (en diversos formatos) que expresen nuestra diversidad cultural.
Tampoco podemos seguir tapando el sol con un dedo. Durante el gobierno anterior, sin fundamentos sólidos, se declaró al Perú “libre de analfabetismo” a través de un decreto supremo, DS N° 013-2011-ED. No se consideraron las gravísimas consecuencias de una posible invisibilización de esta problemática. Y si hablamos de analfabetismo funcional, la situación es crónica y evidente, aún 8 de cada 10 de nuestros estudiantes no comprenden lo que leen, odian la lectura y los libros. Para miles de jóvenes peruanos comprar un libro o buscarlo en una biblioteca (que no existe) no significa nada. Y entonces volvemos al mismo círculo de pobreza espiritual y material.
No podemos seguir con bibliotecas vacías o cerradas. La biblioteca pública es también un derecho humano, porque nos permite acceder a la información y al conocimiento. Una de las causas de nuestro bajo nivel de lectura, es el déficit de bibliotecas ‘completas y modernas’, que motiven y estimulen su práctica cotidiana, en niños, jóvenes y adultos desde nuestra diversidad cultural. El crecimiento económico del Perú en los últimos años, manifestado en tasas de crecimiento del PBI por encima del 6% a partir del 2005, hasta llegar a cerca del 10% al 2008, no se ha traducido en más y mejores bibliotecas públicas para los peruanos. Peor, en la última década la cantidad de bibliotecas públicas se redujo en todo el país en un 50%. Las Municipalidades están exigidas por la Ley Orgánica a crear bibliotecas, no lo hacen. Hoy contamos con solo 785 bibliotecas públicas municipales en el país, cada una para atender a una población de una cantidad similar o mayor a la del Estadio Nacional, pero sin libros y sin nada. Los niños y jóvenes al ver aquellos espacios feos, de estantes alicaídos, sin libros, peor: sin libros peruanos que les hablen desde su identidad, deciden refugiarse en las barras bravas y las trincheras de violencia. La desidia de las autoridades locales y la voluntad política de los gobiernos nacionales de turno nos han llevado a esta situación crítica.
Y aunque se diga que en el Perú no se lee, hay ganas de leer, hay ansias por conocer. Pero tenemos una población “condenada” a la fotocopia y al libro pirata. Si consideramos el estimado de 175 millones de soles las pérdidas anuales a la industria del libro, entonces estamos hablando que nuestra población pide a gritos libros baratos y de distribución accesible para todos y en todo el Perú, no solo en las librerías hipercentralizadas en dos o tres distritos económicamente pudientes de Lima.
Es necesario recalcar que nuestros autores, investigadores ilustradores, diseñadores, correctores, editores, productores, bibliotecarios, libreros, promotores de lectura y todos los demás actores de la cadena del libro y la lectura están seriamente desprotegidos en medio de un proyecto de sociedad que desprecia los libros y la lectura. Pero por supuesto, la reflexión, la autocrítica social, la memoria colectiva, no les conviene a aquellos que siempre le negaron la libertad a nuestro pueblo.
En el caso de la creación literaria, es evidente que su desarrollo y evolución están estrechamente relacionados con la actividad editorial de un país. Para que un autor exista debe existir una industria cultural que produzca libros y articule la comunicación de los creadores e investigadores, es decir, los autores en general, con la gran población lectora. Por tanto, se debe apoyar urgentemente a la industria editorial que se desarrolla en el país y que hoy da trabajo a peruanos, escritores, ilustradores, diseñadores, correctores, operarios de imprenta, promotores de lectura, agentes de distribución, libreros, etc. Es necesario recalcar que los libros producidos aquí en el Perú compiten en desventaja con otros libros producidos en el exterior, que cuentan con apoyos y subvenciones de sus países, más aún cuando ellos sí han desarrollado políticas culturales de fomento a la creación, producción editorial, difusión de sus autores, etc. Aquí hemos privilegiado el ingreso del libro, pero hemos abandonado a la industria local. La Convención UNESCO de Protección y Promoción de la Diversidad de Expresiones Culturales nos ampara para crear políticas de subvención directa a nuestra industria local que permitan dinamizarla. El Perú es Estado miembro de este instrumento internacional desde el año 2006, lo cual nos abre como Estado soberano un camino real de acción. Solo se necesita voluntad política.
A ocho años de la Ley Nº 28086 “Ley de Democratización del Libro y de Fomento de la lectura” los peruanos no sabemos cuál ha sido el impacto de tan importante Ley. Sabemos sí que el Consejo Nacional del Libro y la Lectura – PROMOLIBRO, presidido por el (la) Ministro(a) de Educación, según la norma, e integrado además por diversos representantes del sector editorial, fue un fracaso, tal cómo estuvo planteado en la Ley. No sesionaron, no se conocen sus reflexiones y sus lineamientos. No sabemos cuál fue el impacto del Plan Nacional del Libro y la Lectura. No sabemos por qué razón no se instaló FONDOLIBRO ni COFIDELIBRO tal como se establecía en la Ley. Y la secretaría ejecutiva de Promolibro, gobernada por el señor Ernesto Yepes desde que se inició la institución, no ha cumplido con lo establecido en la Ley, peor aún, no ha informado a la sociedad civil de los impactos de sus programas. El maltrato de este funcionario público hacia los creadores y los editores peruanos ha llegado a límites insostenibles.
El Estado peruano está en deuda con la sociedad y con los creadores nacionales. Nos gustaría imaginar un premio al mejor proyecto editorial de la diversidad cultural peruana, al libro infantil y juvenil en castellano y lengua originaria, además de las publicaciones desde el ámbito de la investigación, etc. Sin embargo, nos duele que en el ámbito del reconocimiento a la creación y la investigación, nuestro ejecutivo se encuentre en la ilegalidad. Existen leyes que no se han cumplido. Acaso nuestros funcionarios piensan que el trabajo de los escritores, poetas, dramaturgos y demás autores, es un juego hedonista, ¿un trivial oficio? La historia ha demostrado que la creación literaria es la memoria íntima de los pueblos y la comunicación científica un aporte a la humanidad. Queda como muestra el incumplimiento del Estado de las siguientes leyes: Ley Nº 28429, que crea el Premio Nacional de Ensayo Luis Alberto Sánchez. Ley Nº 28435, que crea el Premio Nacional Juvenil de Poesía Javier Heraud, Ley Nº 27916 que crea el Premio Nacional de Poesía “César Vallejo”. A todo esto solo nos queda decir, “Y el cadáver, ¡ay! siguió muriendo”.
Creemos que toda esta situación puede cambiar, confiamos en la gran transformación, y por ello nos comprometemos a apoyar firmemente en la construcción de un país lector, un país de ciudadanos informados, críticos, creativos, con habilidades para comunicarse y compartir su diversidad cultural.
Agradecidos por su atención,
Por tanto solicitamos a través de esta comunicación:
Que se planifique con urgencia un presupuesto especial para libros peruanos de la más amplia diversidad cultural y científica provenientes de la industria editorial que se desarrolla a nivel nacional y que hoy da trabajo a peruanos, escritores, ilustradores, diseñadores, correctores, imprentas, promotores de lectura, etc. Y que estos libros, a través de mecanismos estratégicos y democráticos, sean canalizados por la Biblioteca Nacional y el Sistema Nacional de Bibliotecas para alimentar las bibliotecas públicas que formarán a los ciudadanos de hoy. Exigimos que los funcionarios del Ministerio de Economía y Finanzas entiendan que invertir en esta carretera impactará en el desarrollo del país de manera sostenible, no podemos confiar el futuro del Perú al cemento y al ladrillo, al asfalto, la cultura es un eje de desarrollo sostenible y la lectura, así como la industria del libro, son factores de vital importancia para fortalecerla, preservarla y promoverla.
Que se realice pronto la creación de una “Comisión Técnica Especializada del Libro y la Lectura” desde el Congreso de la República o desde el Ministerio de Cultura para que se evalúe los impactos de la Ley Nº 28086 y su reglamento, a fin de realizar las urgentes y posteriores modificaciones que nos reorienten en el acceso al libro y la lectura a todos los peruanos. No podemos realizar modificaciones sin una evaluación previa y volver a caer en los mismos problemas.
Que se realice una auditoría a la secretaría ejecutiva de Promolibro, a siete años de servicio, y se informe a la población sobre los impactos de la gestión del señor Ernesto Yepes del Castillo durante este tiempo. Además, exigimos un cambio en la dirección de esta institución.
Que se cumplan las Leyes de fomento a la creación y la investigación: Ley Nº 28429, Ley Nº 28435, Ley 27916 y se generen otras más leyes de fomento a la creación desde la pluralidad cultural.
Que el Sistema Nacional de Bibliotecas asuma nuevas funciones, capacidades administrativas y un presupuesto estratégico para atender las demandas sociales expuestas.
Señor Presidente de la República del Perú, Señor Presidente del Congreso, Señora Ministra de Cultura, hoy se cumplen exactamente 8 años de la promulgación de la Ley Nº 28086 “Ley de Democratización del Libro y de Fomento de la lectura – PROMOLIBRO”. Confiamos en que ustedes nos ayudarán a todos los peruanos en nuestro camino de reconocimiento por una agenda real e intercultural de la Lectura y el Libro. Leer, escribir, contar con una red nacional de bibliotecas públicas, disfrutar de las creaciones de nuestros autores peruanos y de nuestra riqueza lingüística y cultural a través de nuestros libros, son también nuestros derechos humanos. Debemos establecer políticas públicas con la fuerza y la decisión necesarias para abrirnos paso como proyecto país.
Lima 11 de octubre de 2011
Pueden firmar aquí:
(nombre y apellidos, DNI, y poner si eres estudiante, gestor cultural, editor, escritor, bibliotecólogo, investigador, docente, dramaturgo, poeta, investigador, ensayista, narrador, fotógrafo, periodista, ilustrador, librero, operario de imprenta, etc. etc)
(Esta carta se entregará impresa al Congreso de la República y a los Ministerios de Cultura, Educación, Presidencia y Economía y Finanzas. Las adhesiones aún se pueden realizar a través de esta web. Vaya al final, en la ventana de comentarios ponga su nombre, DNI y su actividad, luego click en el botón "publicar comentario" y listo. Para una lectura rápida del texto puede avanzar por los párrafos en negrita. ¡Miles de gracias por su apoyo!)