sábado, 4 de octubre de 2014

ELECCIONES EN EL PERÚ: VERDAD Y MENTIRA

http://anacanizalez.files.wordpress.com/2010/09/yelling.pngFernando Zevallos Cabello

Expresamos nuestras dispensas y disculpas a los candidatos de todas las tiendas políticas, a sus equipos de trabajo y demás partidarios, que por su naturaleza, convicción y definición, no se encuentren inmersos en el siguiente artículo de admonición. Ahora, lo que falta saber es que si esos candidatos existen. Gracias

¿Que son las elecciones en general? Desde la perspectiva de los hechos y los resultados, son el cebo que atrae a dos grupos de peruanos (cual la miel a las moscas). En el primer grupo, a los llamados “CANDIDATOS”, sujetos que, en su generalidad, y como está la política en el Perú, son de la más baja calaña, los últimos detritus de la miseria social y moral del Perú. No sabemos si habrá excepciones. Si los hay, que ellos nos dispensen, pero será más difícil que “encontrar una aguja en un pajar”.

En el segundo grupo, nos encontramos los llamados ELECTORES, que reeditamos el tristemente útil papel de las RABONAS de la infausta guerra del pacífico, con la diferencia que ellas brindaban sus servicios de acompañantes de los soldados peruanos, por una causa suprema de patria; nosotros “acompañamos” a los candidatos para que luego del triunfo sean los apátridas, del saqueo de esta patria y consecuentemente sus verdugos ¿quiénes son los que le sacan la M…..a la patria? Los gobernantes ¡que cruel designio!

La campaña electoral está que arde, estamos en plena ¡guerra! En primera línea los candidatos de los putrefactos (* 1) partidos políticos del ayer, pero también nuevos “partiduchos”, que aparecen aleccionados por angurrias y apetitos subalternos, propio de lidercillos de medio pelo, pero mañosos para timar al pueblo con ofrecimientos baratos.

En el Perú, la otra maldición, es que, para la política y en la política, solo tenemos per-guanos, sujetos, individuos de ambiciones y apetitos personales e individuales, ceros en “mística de servicio y emoción social”, ceros a la izquierda en el “valor de la honestidad” ¡un pito les interesa el bien común, peor los derechos colectivos y/o sociales! (no hay ciudadanos cívicos y patriotas), solo tenemos voracidad de chacales y/o aves de rapiña.
En las tiendas provinciales y distritales de la política, para los cargos de presidentes regionales y que decir para alcaldes ¿cuándo se ha visto a un ciudadano digno y honorable presentándose como candidato? Casi nunca. Para muestra un botón, pero veamos solo dos ejemplos. En nuestro Huánuco ¿Por qué no candidatos de la talla moral de un Virgilio López Calderón, de un Joaquín Garay o un Mario Malpartida Besada? En los Olivos porque no como candidato el DOCTOR EUGENIO D’ MEDINA LORA, una eminencia gris que nos honra con su vecindad ¡NADA MÁS! Creemos que en este país y dentro de este sistema, para ser “candidato” hay que tener abundante miseria humana, matizado con un poco de estiércol en el cráneo.

¿Qué somos como electores? Pésimos alumnos, siempre reprobados, nunca aprendemos la lección, “la letra, ni con sangre nos entra”. Lo peor, no somos pueblo, somos un conglomerado de convenidos, interesados y oportunistas. Todavía existimos peruanos que seguimos dando crédito al “cholo que nos hizo el cholito” con ECOTEVA, al japonés que nos prometió: “Honradez, Tecnología y Trabajo”, al autor de los narco indultos, al operador intelectual del llamado COMUNICORE, más conocido como EL MUDO. Pero también habemos seguidores de la última traumática experiencia: LA GRAN TRASNFORMACIÓN, que hoy impúdica y desvergonzadamente se muestra como la GRAN DECEPCIÓN Y FRUSTRACIÓN.

¿Qué falta para que este inmundo estado de cosas cambie? ¿Falta pedagogía? ¿Falta didáctica y metodología? ¿Falta civilización? ¿Falta civismo? ¿Falta patriotismo? o ¿Falta aquello que ponen las gallinas? Lo que no creemos es que falte política y políticos, de ella y de ellos estamos más que empachados.

¿Qué hacemos en cada elección? Lo único que hacemos, en cada elección, es ratificar o cambiar de forajidos, nada más. Seguiremos mudando de indeseables en los puestos de gobierno; pero la madriguera seguirá gestando y alumbrando más detritus, mientras no nos decidamos a cambiar de vientre. En otras palabras, mientras sigamos manteniendo a este “estado de desecho”, nientras sigamos manteniendo a la madriguera, mientras sigamos siendo populacho, plebe o masa, seguiremos teniendo la politiquería y los politiqueros que tenemos. Urge, hoy más que nunca, darle la vuelta a la tortilla, vuelta de 180°. EMPECEMOS A SER PUEBLO.

“AL PAN, PAN Y AL VINO, VINO”

Estas nuevas elecciones regionales y municipales, con las honorables excepciones contadas con los dedos de una mano, serán la repetición de la misma grosera pantomima del ayer. Estas elecciones, serán los nuevos coloretes con que se maquilla esta democracia totalmente prostituida. Para este “teatrín” de “CALLEJÓN DE UN SOLO CAÑO”

¿Quiénes son la mayoría de los competidores a nivel departamental, provincial y distrital? verdaderos carteles y/o mafias al mando de un “grosero impostor de político”, tras ellos una tropelía de “pendejos” en las artes del timar, coimear, chantajear; verdaderos magister en toda suerte de faenones y coimisiones. Pero también les acompañan una sarta de cándidos e ingenuos, delirantes por unas cuantas migajas o una chambita que nunca llegará. Hipotecan su suerte en el “clientelismo político”; prefieren ser parte del hato, antes que de un grupo social. Prefieren el éxito fácil y barato, incapaces de lograrlo con trabajo, sudor y hasta lágrimas.

El espectáculo de los mercachifles, de los vendedores de “cebo de culebra”, de adivinadores y buhoneros, de estos días, no es nada, comparado con el cinismo que destilan. La hemorragia de mentiras y felonías son de las más groseras. Toda su metodología de timación son garfios para embaucar al pueblo más deprimido por razones de miseria e ignorancia. Ayer, viajando en el Metropolitano, escuchamos decir a un pasajero: ¡Que Tales Forajidos de M….”

Sin ninguna duda, para todo observador imparcial, y así cómo va el desarrollo de la campaña, las elecciones en el Perú, son trueques de votos por dádivas, prebendas y ofrecimientos, siempre baratos y ordinarios, en el marco de la más descarada frivolidad, matizada con farándula, chicha y farra, para todos los gustos. Esta descripción sumarísima, de las llamadas “campañas electorales”, que tiene de histrionismo, de sinvergüencería, de candidez y de cojudez, se desarrolla especialmente en los grandes bolsones poblaciones, llamados asentamientos humanos, barriadas, sectores marginales y que decir en los medios y predios rurales.

En estos escenarios, donde reina la necesidad con cara de hereje, la miseria social y humana, tiene otro rostro, veamos: Cuando llega el candidato, todos, al unísono se preguntan: ¿QUÉ NOS HABRÁ TRAIDO? Si no trajo Nada ¡SE FREJO! Pero si de por medio hay presentes, regalos, sorteos, butifarras y aguardiente, ahí sí, todos felices y contentos.

Mención aparte merece el papel de la mafia y los mafiosos, del crimen y el sicariato, los criminales y los sicarios que también ya están presentes en la política peruana; muy en especial cuando se trata de capturar el gobierno regional y/o municipal donde los jugosos presupuestos son el preciado botín, Este tema compete su análisis a los analistas políticos superiores y mayores. A nosotros solo nos consterna constatar que al paso que vamos, la política, y las elecciones, de negocio de delincuentes, está pasando a ser oficio de la más alta y peligrosa criminalidad, asociada con NARCOTRÁFICO. Pregúnteles a los honorables padres de la patria, expertos en estos menesteres. ¿Vale continuar con este Estado de Derecho?

Este es el Perú electoral, el Perú y su campaña electoral; pura pantalla, puro “Pantallazo”, puro FOTOCHOP, pura grosería y mentira. Estas son las ELECCIONES, donde se excreta lo más fétido de todas nuestras miserias. La miseria moral, hecha política. Este es el Perú de la más vil y descarnada HIPOCRECÍA. HASTA CUANDO. Necesitamos no solo un cambio GENERACIONAL HISTÓRICO, sino una verdadera REGENERACIÓN, que rompa al Perú en dos épocas marcadamente definidas:

1.- El Perú antes del bicentenario y
2.- El Perú después del bicentenario.

COMPATRIOTAS: Las elecciones del 5 de octubre serán la repetición de la misma pantomima, de la misma bufonería, a cargo de los mismos bufones y buhoneros. Pero también será estreno de criminales y sicarios estrenándose como presidentes regionales y alcaldes ¿exageración? quisiéramos que sea.
Preparémonos para las verdaderas elecciones de los cerebros, las conciencias y las voluntades. Preparémonos para el bicentenario del Perú. Preparémonos para “la refundación del Perú y la instauración de la Segunda República. Para el bicentenario esperamos tener elecciones, pero de verdad.
Pero para estas verdaderas elecciones, tenemos que tener cultura cívica, patriótica, cultura política; fundamentalmente tenemos que ser civilización, hay que reconocerlo, ¡no lo somos!

Mientras tanto, nosotros también seguiremos siendo parte de este “payasada”, simulando ser un payaso más al momento de votar, dizque para cumplir con la patria ¡miserables!

INVOCACIÓN FINAL: Sin embargo, pese a todo lo dicho, y en la evidencia que todavía hay gente confiable; solo nos queda formular una invocación a todo el pueblo peruano:

COMPATRIOTAS: Vayamos a votar, no solo tapándose la nariz, sino haciendo un esfuerzo de investigación, análisis y síntesis para encontrar, en medio de la putridez, a los candidatos que, de alguna manera inspiren confianza y credibilidad; por sus antecedentes, historial de vida y muy en especial por su solvencia moral, humana y profesional.

Hagamos algo supremo y superior; despojémonos de nuestras ruindades y miserias; que las elecciones no sean una excreción de nuestra miseria sino manifestación de nuestra madurez cívica, de honestidad y nobleza, si no la tenemos, ahí si, como dicen en mi Tierra Huánuco. ESTAMOS JODIDOS y seguiremos JODIDOS.

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