Entrevista a la ministra de Comercio
Exterior, Magali Silva, publicada en el diario El Comercio el 11/10/2015
Este
tratado tiene muchos detractores, quienes aseguran que privará del acceso a
medicamentos a las poblaciones menos favorecidas y privilegiará a los grandes
laboratorios, extendiendo el período de validez de las patentes de los
fármacos.
Esto
ha sido negado por los representantes de los 12 países participantes, que
reconocen que ha sido una negociación muy difícil por la gran diversidad de
temas tratados. Así lo confirma la ministra Silva en esta entrevista.
La polémica en torno al TPP se ha centrado
en el capítulo de propiedad intelectual, por la posible ampliación de las
patentes de los fármacos a través de los datos de prueba, y entendemos que este
aspecto impedía cerrar las negociaciones, ¿cómo se destrabó?
Debo
precisar que la principal traba en la negociación del TPP no fue el capítulo de
propiedad intelectual, sino las diferencias en los sectores lácteo y automotor.
El tema de las patentes y datos de prueba ha salido a relucir con fuerza
durante la última ronda en Atlanta. Aclarado esto, voy a decir algo que no
había compartido, esta negociación ha sido muy dura y difícil, a tal punto que
en un momento estuvimos en la disyuntiva de irnos o seguir, pues estábamos en
un contexto en el que había la presión de cerrar las negociaciones porque
pronto habrá cambio de gobierno en Canadá y Estados Unidos.
¿Qué cambió para que el Perú siguiera en
las negociaciones?
Durante
la primera reunión de ministros de Comercio, pedimos ser escuchados y así fue.
Dijimos que somos un país pequeño que no tiene un alto nivel de desarrollo y,
por ende, necesitamos un tratamiento especial. Esta posición fue apoyada por
Australia, Brunéi, Nueva Zelanda, Malasia y Chile, lo que ha generado que se
reconozca que en el área TPP hay dos posiciones muy marcadas. Si esto no
hubiera sido así, el primer día de esta nueva ronda habríamos dejado las
negociaciones.
¿Entonces si no aceptaban nuestra posición,
no había tratado?
Así
es, pero logramos que nuestros argumentos fueran escuchados y tomados en
cuenta, dado que el Perú ha estado negociando este acuerdo durante cinco años y
medio, teníamos casi todos nuestros capítulos cerrados, porque reconocemos que
es un espacio importante para nuestras pymes, pero si no respetaban nuestra
posición, referida a que la protección de los datos de prueba para fármacos
biológicos sea por cinco años, nos retirábamos.
¿Pero en qué momento llegaron a un acuerdo?
Cerramos
las negociaciones el lunes muy temprano. Eran las 5:20 de la mañana [Atlanta
tiene una hora de adelanto con respecto al Perú] y en ese momento solo tuve
palabras de agradecimiento para los 11 países, porque, a pesar de ser momentos
difíciles y con posiciones muy firmes, logramos tocar la fibra de todos los
negociadores. A esa hora cerramos todo. Nos fuimos a dormir una hora y a las 7
en punto estábamos en la reunión ministerial para anunciar lo acordado.
¿Este tratado ha generado alguna
incomodidad o discusión en el Gabinete
con la cartera de Salud, que al inicio se oponía?
Al
ser la jefa del equipo negociador del Perú al más alto nivel político, llevaba
muy en claro las instrucciones del presidente de la República, quien ha estado
informado de todo lo que sucedía en las reuniones en Atlanta. Y ha sido el
mismo presidente quien anunció al país el cierre de negociaciones con el
Gabinete Ministerial a su lado. El ministro de Salud, en declaraciones a la
agencia de noticias Andina, ha dicho que los genéricos no subirán de precio
como consecuencia de la firma del TPP, que lo que se ha acordado en el tratado
no tiene nada que ver con lo que ya tenemos y se protegen los datos de prueba
para los medicamentos innovadores de origen biológico.
Pero el propio Ministerio de Salud en el
2013 estimó que los costos adicionales para las compras públicas de fármacos
serían de cientos de millones de soles acumulados.
Solo
he visto un artículo periodístico sobre el tema y para opinar preferiría tener
primero el estudio y ver los supuestos planteados en la investigación, así como
la base estadística. En segundo lugar, debe quedar en claro que los precios que
el Estado paga por los medicamentos para garantizar la salud pública tienen que
ver con la negociación entablada entre el negociador del Estado y el
laboratorio, y el poder de negociación lo otorga el volumen de compra.
Se ha dicho que los funcionarios de Digemid
que asistieron a esta ronda regresaron antes porque su intención de no ceder
ante la propuesta de proteger los datos de prueba para medicinas biológicas
había fracasado. ¿Fue así?
Nosotros
hemos cambiado nuestros pasajes de regreso hasta tres veces. Regresábamos el
viernes por la noche, pero finalmente lo hicimos la madrugada del martes. El ministro
de Relaciones Exteriores y su equipo cambiaron su pasaje de manera anticipada y
el ministro de Salud se quedó dos días, pero no sé por qué el equipo de este
ministerio regresó unas horas antes de que se terminasen las negociaciones.
Intuyo que pudo haber sido por un tema administrativo ligado a los permisos,
porque las negociaciones son de 24 horas y a veces los equipos administrativos
no están todo ese tiempo para atender los pedidos.
¿Entonces no fue una forma de decir “ya
perdí, hagan ustedes lo que crean conveniente”?
Creo
que es importante señalar que esta es una política de Estado, tanto así que el
mismo presidente de la República con sus ministros han respaldado lo negociado,
porque hay que pensar en un país que tiene que abrir sus puertas para los
próximos 20 o 25 años, en donde la competencia internacional va a ser muy
fuerte, y estar en un bloque que representa al 40% del PBI mundial es
importante y necesario para un país como el Perú.
¿Qué es lo que finalmente se ha acordado
con respecto a la protección de datos de prueba y por qué se ha generado una
alerta tan grande alrededor de ellos?
Los
datos de prueba son la información estadística de ensayos que miden la eficacia
y la seguridad de un medicamento. Una cosa es la patente que protege tu
invención y que supone haber invertido ingentes cantidades de dinero, y otra es
la protección de estos ensayos, que también requieren fuertes inversiones y que
para los fármacos de origen biológico se ha protegido por cinco años, lo cual
es consecuente porque los de origen químico ya tenían esta protección.
¿Pero por qué es importante esta
protección?
Para
evitar que la competencia copie el producto. Por eso estos temas están en el
capítulo de propiedad intelectual.
Adifan
no se ha pronunciado aún sobre el tema, pero, en un comunicado publicado días
antes del cierre de las negociaciones, decía que aceptar esta protección
significaba ir más allá del TLC con Estados Unidos.
No
hemos pasado esa línea roja. Haberlo hecho hubiera significado aceptar los 12 u
8 años de protección que pedían los países más desarrollados. Es más, la
protección efectiva puede ser menor a los cinco años, porque se ha acordado que
si un medicamento obtuvo esta protección en su país de origen hace dos años y
luego viene al Perú a pedir lo mismo, la protección que le otorgará el Perú
será de tres años, porque ya lleva dos con el beneficio. Eso se llama ventana
de acceso.
Los opositores dicen que esto significa
incrementar el tiempo de la patente y cerrar el paso a los medicamentos genéricos.
Recordemos
que ya tenemos experiencia de protección de datos de prueba para fármacos de
origen químico y estos usualmente se dan durante el tiempo de vigencia de la
patente y no la extienden. Es necesario aclarar este punto, porque en muchos
medios se ha dicho, incluso, que la patente se llevaría ya no a 20, sino a 32
años y eso no es así.
¿Entonces afirma que son temores
infundados?
Así
es. Incluso se ha logrado exceptuar de esta protección a todos los fármacos
derivados de la sangre y las vacunas. Además, tenemos un período de 10 años
para adecuar nuestra normativa interna, llámese reglamentos u otro tipo de
norma necesaria. Con todo esto creo que el saldo es positivo.