martes, 13 de octubre de 2015

HERBER MUJICA: TPP PARA EL PRÓXIMO CONGRESO


¿Quién o quiénes tienen prisa porque Perú -es decir vía el Congreso- apruebe, a tontas y a locas, el Acuerdo de Asociación Transpacífico, TPP? A menos que el actual gobierno de Ollanta Humala, supuesto negado, se haya comprometido a troche y moche, a ninguna nación puede obligársele a otorgar su aquiescencia sobre un asunto que NADIE sabe.
La ministra Magaly Silva ha dicho que el texto del acuerdo recién será conocido en su integridad a partir del 5 de noviembre. Otro trascendido señala que en Estados Unidos se está haciendo la traducción en idioma de los países que lo han suscrito.
Si el acuerdo está oculto o casi ignoto, ¿cómo armar algaradas contra su aprobación o denegatoria? La lógica más elemental indica que primero tendrá que ser puesto a disposición para el análisis exhaustivo a cargo de los inquilinos de Plaza Bolívar, es decir del Congreso.
Si las llamadas negociaciones han durado cinco largos años y hubo especial cuidado en no divulgarlo, hay razones para afirmar que por la misma potente razón, su estudio, desbroce y exégesis, tendrán que ser un riguroso ejercicio a cargo de los responsables políticos.
Un gobierno y un Congreso que se van en medio del descrédito, con imágenes de absoluta orfandad popular y con una lamentable percepción ciudadana que ambas instituciones sirven para muy poca cosa, entonces, hay que arribar a la inevitable inferencia que es mejor que dejen el encargo a la próxima administración y al nuevo Parlamento.
Apenas quedan unos días de octubre y se ha anunciado que el texto del TPP será conocido a partir del 5 de noviembre. Entonces ¿cuánto puede durar el estudio y cuándo sería la discusión o, mejor dicho, en qué legislaturas? Diciembre es un mes tradicionalmente corto y, los que se van, alistan bártulos y aseguran sus gratificaciones y empiezan a otear la reelección.
¿Qué calidad intelectual tiene este Congreso? De 130 es probable que una centena haya mantenido a la inteligencia en clandestinidad ominosa. Luego de cinco años, más de cien legiferantes empiezan a ser conocidos por la ciudadanía y no por méritos sino por escándalos de baja estofa. Enanos mentales cuyos pensamientos nunca alcanzarán horizonte de porvenir, se distinguieron por la palabra PRESENTE a la lista cotidiana de sesiones para el olvido absoluto. Don Manuel González Prada advirtió con solemnidad que hasta el caballo de Calígula se avergonzaría ser parte de esa corporación, aludiendo al Congreso. Y tenía razón.
Entonces, el encargo rebasa, a simple vista, la capacidad congresal de decir algo decente y, sobre todo, soberano por digno y en resguardo de los genuinos intereses de la patria.
Escribimos pocos días atrás:
"Una de las virtudes excelsas del acuerdo, convenio o tratado Transpacífico es su secretismo, muy pocos -los que mandan- saben in extenso de él y las gruesas capas ciudadanas que habitan en los países supuestamente favorecidos por tanta magnanimidad, saben poco o nada. ¿Desde cuándo tanto bienestar se guarda muy mucho en los arcanos de quienes cortan el jamón?
¿Creerá el presidente Humala que sus alabanzas al acuerdo, convenio o tratado Transpacífico, eximen a dicho instrumento internacional de los procedimientos previstos en la Constitución cuando se trata de medidas que afectan, modifican o se refieren a tributos y al funcionamiento económico del país? Se equivoca si está persuadido de esta tremenda torpeza.
El acuerdo, convenio o tratado tiene que ser analizado, revisado prolijamente por el Congreso y ratificado o denegado y es hasta posible, por la magnitud del asunto, que se requiera de votación calificada en dos legislaturas seguidas. ¿No hay quien pueda orientar al jefe del Ejecutivo en esta materia?" (7-10-2015. TPP: ¿caballazo o contrabando?
http://www.voltairenet.org/article188974.html?var_mode=recalcul)
Tengo la viva impresión que no basta el Congreso, las agrupaciones políticas deben aportar planteamientos serios y hacerlos públicos. He allí el barrunto de lo que la ciudadanía reclama de quienes aspiran a su representación.
Sano y serio, cuerdo y sereno, sería dejar a los próximos Congreso y gobierno, el estudio, ratificación o denegatoria de suscripción del Acuerdo de Asociación Transpacífico, TPP.

II CONFERENCIA DE LOS PUEBLOS SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO: LA 'DECLARACIÓN DE TIQUIPAYA'

NICOLAZ MADURO: SÓLO CON LA CONCIENCIA DE LOS PUEBLOS SERÁ POSIBLE SALVAR EL PLANETA


En su discurso en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático, el mandatario se comprometió a que a la Cumbre de París de diciembre venidero se llevará una sola voz, la de los pueblos.
A propósito de cumplirse 523 años del Día de la Resistencia Indígena, el mandatario venezolano señaló que aquel 12 de octubre “empezó la tragedia más grande de todos los tiempos”, cuando el imperio español exterminó por más de siglo y medio a los pueblos originarios de Latinoamérica.
Criticó la connotación colonialista que se le ha dado a la fecha, al tiempo que invitó a los latinoamericanos a celebrar que ahora somos un pueblo independiente, gracias a las tropas que pasaron la región hace 200 años. 

RAFAEL CORREA EN CONFERENCIA MUNDIAL DE LOS PUEBLOS SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO [DISCURSO]


El presidente de Ecuador, Rafael Correa, a su arribo a Cochabamba,  donde participo en la clausura de la Conferencia Mundial sobre Cambio Climático y Defensa de la Vida, declaró que si los países contaminadores fueran Bolivia, Venezuela o Ecuador, los países desarrollados “hace rato nos hubieran invadido para exigirnos una justa compensación”.
El Presidente ecuatoriano considera que Bolivia, Venezuela, Ecuador y otros países en vías de desarrollo, “no solo somos contaminadores marginales, sino que somos productores de bienes ambientales que los grandes contaminadores consumen y destruyen sin ninguna compensación, sin ningún pago, sin ninguna responsabilidad”.
Cree que los países desarrollados deberían pagar por la contaminación del planeta, pero no lo hacen. “Si los contaminadores fuéramos nosotros y los productores de bienes ambientales fueran ellos, hace rato hasta nos hubieran invadido para exigirnos una justa compensación”, dijo Correa.
El Mandatario ecuatoriano considera que el problema de la destrucción de la naturaleza y la emisión de gases de efecto invernadero “pudieran resolverse con esa palabra mágica que es justicia, en este caso, “justicia ambiental”, lo que implicaría que los países desarrollados paguen por los bienes ambientales que producen los menos desarrollados.

EVO MORALES: CAPITALISMO ES "CÁNCER" QUE DEBE ERRADICARSE PARA SALVAR HUMANIDAD


El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó que el capitalismo es un "cáncer" para la Tierra que se debe erradicar para salvar la humanidad, durante la II Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático.
"El capitalismo es como el cáncer de la Madre Tierra, pero todavía pienso que es un cáncer no maligno, sino benigno. Como dicen los médicos, cuando es un cáncer benigno hay que erradicar ese cáncer para salvar la vida de un ser humano", dijo Morales.
Enfatizó que los movimientos sociales tienen la obligación de plantearse "acabar con el modelo fallido que es el capitalismo" porque por su culpa hay un "saqueo de recursos naturales" y hay varios tipos de crisis como la climática y la financiera.
También defendió que los "países del Sur no han causado el cambio climático" y que se trata de una responsabilidad de las naciones ricas y su "exagerado desarrollo" en el capitalismo.
"Los países desarrollados han alcanzado en más de 200 años su actual estado de desarrollo y ahora quieren que los países del Sur logremos satisfacer nuestras necesidades (...), en menos de veinte años con cero de emisiones de carbono", cuestionó el mandatario.
Asimismo, ratificó su propuesta de la creación de un Tribunal de Justicia Climática para juzgar a los países que no cumplen con sus obligaciones de reducir sus emisiones de gases contaminantes.

[OTRAMIRADA] LOS MUERTOS DE HUMALA


De acuerdo al último reporte emitido por la Defensoría del Pueblo, el total de fallecidos a causa de enfrentamientos por conflictos sociales durante el gobierno de Ollanta Humala asciende a 66. A esta cifra habría que sumar las tres últimas víctimas mortales producto del enfrentamiento entre civiles y la policía en el distrito de Challhuahuacho, por el proyecto minero Las Bambas, en Apurímac. Desde agosto del 2011 hasta la fecha, suman un total de 69 los fallecidos.
Durante el primer año del gobierno nacionalista se registraron 2 fallecidos. En el 2012, fueron 24 las víctimas mortales. Para el 2013, la Defensoría del Pueblo reconoció 9 fallecidos. El año pasado fueron 16 y este año suman 19 las personas que perdieron la vida en conflictos sociales. De ese total, la gran mayoría son civiles. Más de la mitad de las muertes se produjeron en medio de conflictos socioambientales. Solo en Tía María se han registrado 6 muertos (entre el 2013 y el 2015). En Conga fueron 5 (entre el 2011 y 2012); en Espinar, 3 (2012) y un fallecido dejó el enfrentamiento en Pichanaki a inicios de este año. ¿A qué se debe toda lista interminable de muertes? El gobierno tiene una gran responsabilidad y mucho que explicar.
Conflictos socioambientales
En el mes de agosto se registraron un total de 213 conflictos sociales, solo en ese mes han estallado 6 nuevos conflictos. De estos, la injerencia del Estado se ha repartido de la siguiente forma: el principal implicado es el Gobierno Nacional, es decir, la gestión pública del Gobierno Central (163 casos, equivalentes al 63.8%), los gobierno regionales (42 casos, que representa el 19.7%), y los gobierno locales (22 casos, equivalente al 10.3%).
La principal causa de los conflictos sociales son problemas relacionados al uso y control del medio ambiente y los recursos, lo que se ha denominado conflictos socioambientales, que enfrenta en la mayoría de casos a comunidades campesinas con compañías mineras, como por ejemplo el conflicto en Espinar (Cusco) con la Xstrata Tintaya, Conga (Cajamarca) con Yanacocha y Tía María (Arequipa) con Southern Cooper, entre otros. Hasta el mes de agosto se tenía registro de 142 conflictos socioambientales, que equivalen al 66.7% del total. En segundo lugar, se encuentran los problemas entre las poblaciones y los gobiernos locales (22 casos, que representan el 10.3%) y en tercer lugar, están los conflictos por la demarcación territorial (15 casos registrados, equivalentes al 7%). Pero la cifra que más destaca es que del total de conflictos registrados por problemas socioambientales, en 117 tiene responsabilidad directamente el Gobierno Central.
El departamento que presenta más casos de conflictos sociales para el mes de agosto ha sido Apurímac, con un total de 22. En Puno se registraron 21 casos y en Ancash, 20. Continúan en esta lista los departamentos de Cusco con 16, Piura con 15 y Cajamarca con 14. Respecto al último conflicto registrado en Apurímac, contra el proyecto minero Las Bambas, en informes previos, la Defensoría del Pueblo ya venía alertando de la situación. En el mes de mayo ya figuraba como un conflicto social latente y para el mes de agosto, ya se encontraba en observación puesto que podía devenir en un conflicto mayor. Las muertes en Chalhuahuacho, así como en Tía María o Pichanaki pudieron haberse evitado si el gobierno hubiera intervenido de forma efectiva y oportuna. Pero este carece de una estrategia de prevención. Por el contrario, insiste en la criminalización de las protestas y la represión violenta. Lo que ha traído como consecuencia el número de muertes que tenemos hasta el momento. Y solo después de ello, se ha entablado el diálogo.
La respuesta del gobierno siempre ha sido la más dura. La represión por parte de la policía y los militares ha contribuido a sumar más fallecidos. El empleo de armas letales para el control de las protestas, la falta de entrenamiento y equipos adecuados para realizar intervenciones, y la falta de regulación de los procedimientos para el uso de la fuerza son algunos ejemplos de las malas prácticas que se llevan a cabo en dichas circunstancias. Para la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), el actual marco legal permite impunemente la violación de Derechos Humanos en el contexto de los conflictos sociales. Cabe añadir que, la prestación de servicios privados de seguridad a las compañías mineras por parte de la PNP y la presencia de las Fuerzas Armadas al interior de las mismas, como hemos visto en el caso de Las Bambas, hace que nos preguntemos qué tipo de Estado tenemos. ¿A quiénes protegen nuestras fuerzas del orden? ¿A las empresas trasnacionales o a los peruanos? Sumado a esto, las declaratorias de Estado de Emergencia solo agravan más la situación.
De todo esto, algo queda claro. A pocos meses de finalizar su mandato, el gobierno del presidente Ollanta Humala ha demostrado su incapacidad para prevenir, controlar y solucionar conflictos sociales. No en vano, el Ministerio del Interior, encargado de mantener el orden público y velar por la seguridad de los peruanos ha visto desfilar hasta la fecha a siete ministros. Cada uno de ellos tuvo que ser reemplazado después de que se registraran víctimas mortales durante manifestaciones sociales. ¿Qué más tendrá que pasar para que se escuchen los reclamos de la población y se cese a la violencia? Esperemos que esa lista no continúe en aumento.

lunes, 12 de octubre de 2015

TPP: EE.UU. ESPERA DIFUNDIR EL TEXTO DEL ACUERDO EN 30 DÍAS


Entrevista a la ministra de Comercio Exterior, Magali Silva, publicada en el diario El Comercio el 11/10/2015
Este tratado tiene muchos detractores, quienes aseguran que privará del acceso a medicamentos a las poblaciones menos favorecidas y privilegiará a los grandes laboratorios, extendiendo el período de validez de las patentes de los fármacos.
Esto ha sido negado por los representantes de los 12 países participantes, que reconocen que ha sido una negociación muy difícil por la gran diversidad de temas tratados. Así lo confirma la ministra Silva en esta entrevista.
La polémica en torno al TPP se ha centrado en el capítulo de propiedad intelectual, por la posible ampliación de las patentes de los fármacos a través de los datos de prueba, y entendemos que este aspecto impedía cerrar las negociaciones, ¿cómo se destrabó?
Debo precisar que la principal traba en la negociación del TPP no fue el capítulo de propiedad intelectual, sino las diferencias en los sectores lácteo y automotor. El tema de las patentes y datos de prueba ha salido a relucir con fuerza durante la última ronda en Atlanta. Aclarado esto, voy a decir algo que no había compartido, esta negociación ha sido muy dura y difícil, a tal punto que en un momento estuvimos en la disyuntiva de irnos o seguir, pues estábamos en un contexto en el que había la presión de cerrar las negociaciones porque pronto habrá cambio de gobierno en Canadá y Estados Unidos.
¿Qué cambió para que el Perú siguiera en las negociaciones?
Durante la primera reunión de ministros de Comercio, pedimos ser escuchados y así fue. Dijimos que somos un país pequeño que no tiene un alto nivel de desarrollo y, por ende, necesitamos un tratamiento especial. Esta posición fue apoyada por Australia, Brunéi, Nueva Zelanda, Malasia y Chile, lo que ha generado que se reconozca que en el área TPP hay dos posiciones muy marcadas. Si esto no hubiera sido así, el primer día de esta nueva ronda habríamos dejado las negociaciones.
¿Entonces si no aceptaban nuestra posición, no había tratado?
Así es, pero logramos que nuestros argumentos fueran escuchados y tomados en cuenta, dado que el Perú ha estado negociando este acuerdo durante cinco años y medio, teníamos casi todos nuestros capítulos cerrados, porque reconocemos que es un espacio importante para nuestras pymes, pero si no respetaban nuestra posición, referida a que la protección de los datos de prueba para fármacos biológicos sea por cinco años, nos retirábamos.
¿Pero en qué momento llegaron a un acuerdo?
Cerramos las negociaciones el lunes muy temprano. Eran las 5:20 de la mañana [Atlanta tiene una hora de adelanto con respecto al Perú] y en ese momento solo tuve palabras de agradecimiento para los 11 países, porque, a pesar de ser momentos difíciles y con posiciones muy firmes, logramos tocar la fibra de todos los negociadores. A esa hora cerramos todo. Nos fuimos a dormir una hora y a las 7 en punto estábamos en la reunión ministerial para anunciar lo acordado.
¿Este tratado ha generado alguna incomodidad o discusión  en el Gabinete con la cartera de Salud, que al inicio se oponía?
Al ser la jefa del equipo negociador del Perú al más alto nivel político, llevaba muy en claro las instrucciones del presidente de la República, quien ha estado informado de todo lo que sucedía en las reuniones en Atlanta. Y ha sido el mismo presidente quien anunció al país el cierre de negociaciones con el Gabinete Ministerial a su lado. El ministro de Salud, en declaraciones a la agencia de noticias Andina, ha dicho que los genéricos no subirán de precio como consecuencia de la firma del TPP, que lo que se ha acordado en el tratado no tiene nada que ver con lo que ya tenemos y se protegen los datos de prueba para los medicamentos innovadores de origen biológico.
Pero el propio Ministerio de Salud en el 2013 estimó que los costos adicionales para las compras públicas de fármacos serían de cientos de millones de soles acumulados.
Solo he visto un artículo periodístico sobre el tema y para opinar preferiría tener primero el estudio y ver los supuestos planteados en la investigación, así como la base estadística. En segundo lugar, debe quedar en claro que los precios que el Estado paga por los medicamentos para garantizar la salud pública tienen que ver con la negociación entablada entre el negociador del Estado y el laboratorio, y el poder de negociación lo otorga el volumen de compra.
Se ha dicho que los funcionarios de Digemid que asistieron a esta ronda regresaron antes porque su intención de no ceder ante la propuesta de proteger los datos de prueba para medicinas biológicas había fracasado. ¿Fue así?
Nosotros hemos cambiado nuestros pasajes de regreso hasta tres veces. Regresábamos el viernes por la noche, pero finalmente lo hicimos la madrugada del martes. El ministro de Relaciones Exteriores y su equipo cambiaron su pasaje de manera anticipada y el ministro de Salud se quedó dos días, pero no sé por qué el equipo de este ministerio regresó unas horas antes de que se terminasen las negociaciones. Intuyo que pudo haber sido por un tema administrativo ligado a los permisos, porque las negociaciones son de 24 horas y a veces los equipos administrativos no están todo ese tiempo para atender los pedidos.
¿Entonces no fue una forma de decir “ya perdí, hagan ustedes lo que crean conveniente”?
Creo que es importante señalar que esta es una política de Estado, tanto así que el mismo presidente de la República con sus ministros han respaldado lo negociado, porque hay que pensar en un país que tiene que abrir sus puertas para los próximos 20 o 25 años, en donde la competencia internacional va a ser muy fuerte, y estar en un bloque que representa al 40% del PBI mundial es importante y necesario para un país como el Perú.
¿Qué es lo que finalmente se ha acordado con respecto a la protección de datos de prueba y por qué se ha generado una alerta tan grande alrededor de ellos?
Los datos de prueba son la información estadística de ensayos que miden la eficacia y la seguridad de un medicamento. Una cosa es la patente que protege tu invención y que supone haber invertido ingentes cantidades de dinero, y otra es la protección de estos ensayos, que también requieren fuertes inversiones y que para los fármacos de origen biológico se ha protegido por cinco años, lo cual es consecuente porque los de origen químico ya tenían esta protección.
¿Pero por qué es importante esta protección?
Para evitar que la competencia copie el producto. Por eso estos temas están en el capítulo de propiedad intelectual.
Adifan no se ha pronunciado aún sobre el tema, pero, en un comunicado publicado días antes del cierre de las negociaciones, decía que aceptar esta protección significaba ir más allá del TLC con Estados Unidos.
No hemos pasado esa línea roja. Haberlo hecho hubiera significado aceptar los 12 u 8 años de protección que pedían los países más desarrollados. Es más, la protección efectiva puede ser menor a los cinco años, porque se ha acordado que si un medicamento obtuvo esta protección en su país de origen hace dos años y luego viene al Perú a pedir lo mismo, la protección que le otorgará el Perú será de tres años, porque ya lleva dos con el beneficio. Eso se llama ventana de acceso.
Los opositores dicen que esto significa incrementar el tiempo de la patente y cerrar el paso a los medicamentos genéricos.
Recordemos que ya tenemos experiencia de protección de datos de prueba para fármacos de origen químico y estos usualmente se dan durante el tiempo de vigencia de la patente y no la extienden. Es necesario aclarar este punto, porque en muchos medios se ha dicho, incluso, que la patente se llevaría ya no a 20, sino a 32 años y eso no es así.
¿Entonces afirma que son temores infundados?
Así es. Incluso se ha logrado exceptuar de esta protección a todos los fármacos derivados de la sangre y las vacunas. Además, tenemos un período de 10 años para adecuar nuestra normativa interna, llámese reglamentos u otro tipo de norma necesaria. Con todo esto creo que el saldo es positivo.

JOSEPH STIGLITZ Y ADAM HERSH: LA PANTOMIMA DEL TPP

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Los negociadores y ministros de Estados Unidos y otros 11 países de la cuenca del Pacífico se reúnen en Atlanta en un esfuerzo por ultimar los detalles del nuevo Trans-Pacific Partnership (TPP, Partenariado Trans-Pacifico), y es necesario un análisis sobrio de su contenido. El mayor acuerdo de comercio e inversión regional de la historia no es lo que parece.
Se ha hablado mucho sobre la importancia del TPP para el “libre comercio”. En realidad se trata de un acuerdo para gestionar las relaciones comerciales y las inversiones de sus miembros. Y hacerlo en nombre de los grupos de presión empresariales más poderosos de cada país. No nos equivoquemos: es evidente por la naturaleza de las principales cuestiones pendientes, sobre las que los negociadores siguen regateando, que el TPP no tiene que ver con el "libre" comercio.
Nueva Zelanda ha amenazado con retirarse del acuerdo por la manera en que Canadá y los EE.UU. controlan el comercio de productos lácteos. Australia no está contenta con la forma en que los EE.UU. y México regulan el comercio de azúcar. Y los EE.UU. no están contentos con la forma en que Japón gestiona el comercio del arroz. Estas industrias están respaldadas por bloques de votantes importantes en sus respectivos países. Y estos temas representan sólo la punta del iceberg en términos de cómo el TPP impondrá una agenda que en realidad va en contra del libre comercio.
Para empezar, tenga en cuenta los efectos de un acuerdo que amplia los derechos de propiedad intelectual de las grandes compañías farmacéuticas, como hemos conocido gracias a las versiones filtradas del texto de negociación. La investigación económica demuestra claramente que tales derechos de propiedad intelectual no sirven para promover la investigación, en el mejor de los casos. De hecho, hay pruebas de lo contrario: cuando el Tribunal Supremo invalidó la patente de Myriad sobre el gen BRCA, se produjo una explosión de innovaciones que se tradujeron en mejores pruebas menos caras. En efecto, las disposiciones del TPP restringirán la competencia abierta y aumentarán los precios para los consumidores en los EE.UU. y en todo el mundo: anatema para el libre comercio.
El TPP regulará el comercio de productos farmacéuticos a través de una serie de cambios de unas reglas aparentemente arcanas sobre temas como "la vinculación de patentes", la "exclusividad de datos", y datos “biométricos". El resultado real es que se permitirá expandir a las empresas farmacéuticas - a veces casi por tiempo indefinido - sus monopolios sobre los medicamentos patentados, excluir a medicamentos genéricos más baratos del mercado, e impedir a competidores "biosimilares" la introducción de nuevos medicamentos durante años. Así es como el TPP regulará el comercio de la industria farmacéutica, si los EE.UU. se salen con la suya.
Del mismo modo, considere cómo los EE.UU. esperan utilizar el TPP para regular el comercio de la industria del tabaco. Durante décadas, las empresas tabacaleras estadounidenses han utilizado mecanismos de defensa para los inversores extranjeros creados por acuerdos similares al TPP para luchar contra regulaciones destinadas a frenar el flagelo para la salud pública que es el consumo de tabaco. Bajo estos sistemas de resolución de controversias inversores-Estado (ISDS), los inversores extranjeros adquieren nuevos derechos para demandar a los gobiernos nacionales ante mecanismos de arbitraje privados por reglamentos que consideren una amenaza para la rentabilidad esperada de sus inversiones.
Los intereses empresariales internacionales consideran imprescindibles los ISDS para proteger los derechos de propiedad donde no existen el imperio de la ley y tribunales creíbles. Pero este argumento no tiene sentido. Los EE.UU. están exigiendo el mismo mecanismo en un mega-acuerdo similar con la Unión Europea, la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP), a pesar de que no hay duda sobre la calidad de los sistemas jurídicos y los tribunales de Europa.
Todo el mundo está de acuerdo, los inversores - cualquiera que sea su domicilio fiscal - merecen ser protegidos contra  expropiaciones o regulaciones discriminatorias. Pero los ISDS van mucho más allá: imponen la obligación de compensar a los inversores por las pérdidas de beneficios esperados y podría ser invocados incluso cuando las reglas no son discriminatorias y los beneficios se obtienen causando daño a la sociedad.
Actualmente Philip Morris International ha llevado a los tribunales a Australia y Uruguay (que no es socio del TPP) por exigir que los cigarrillos lleven etiquetas que adviertan de su peligro para la salud. Canadá, bajo amenaza de una demanda similar, se echó atrás de introducir una etiqueta de advertencia igualmente eficaz hace unos años.
Dado el velo de secreto que rodea a las negociaciones del TPP, no está claro si el tabaco será excluido parcialmente de los ISDS. De cualquier manera, la cuestión más amplia sigue estando ahí: estas disposiciones hacen que sea difícil a los gobiernos ejercer sus funciones básicas: la protección de la salud y la seguridad de sus ciudadanos, garantizar la estabilidad económica y la protección del medio ambiente.
Imagínese lo que habría ocurrido si esas disposiciones hubieran estado en vigor cuando se descubrieron los efectos letales del amianto. En lugar de cerrar las fabricas y obligar a los fabricantes a indemnizar a los perjudicados, bajo los ISDS, los gobiernos hubieran tenido que indemnizar a los fabricantes por no matar a sus ciudadanos. Los contribuyentes habrían pagado dos veces: primero por el daño causado a su salud por el amianto, y luego para compensar a los fabricantes por sus ganancias perdidas cuando el gobierno intervino para regular un producto peligroso.
No debe sorprender a nadie que los acuerdos internacionales de los Estados Unidos regulen, en vez de liberalizar, el comercio. Es lo que sucede cuando el proceso de decisión de las distintas políticas se cierra a las partes interesadas no empresariales;  por no hablar de los representantes elegidos por el pueblo en el Congreso de los EE.UU.
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Joseph Stiglitz premio Nobel de Economía y profesor de la Universidad de Columbia, fue presidente del Consejo de Asesores Económicos del presidente Bill Clinton y Vicepresidente Adjunto y Economista Jefe del Banco Mundial.

Adam Hersh economista en el Instituto Roosevelt y profesor visitante en la Universidad de Columbia.

OLLANTA SOBRE EL TPP: 'APENAS TENGAMOS EL TEXTO DEL ACUERDO LO HAREMOS PÚBLICO'

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La Mula

El presidente insiste que Acuerdo Transpacífico beneficiará al país, mientras la ministra Magali Silva reitera que precios de las medicinas no subirán.
En el discurso del presidente Ollanta Humala tiene un denominador común: un desfase entre lo que dice y lo que ocurre en la realidad. Y esta vez se dio en el caso del Acuerdo de la Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) que el Perú y otras 11 economías sucribirán, tras casi cinco años de negociaciones bajo la mesa.
“Nosotros no trabajamos bajo la óptica del secretismo”, dijo el jefe de Estado al ser consultado sobre las dudas y sombras sobre el cuestionado TPP, cuyo contenido aún no se conoce, a una semana de haberse anunciado el cierre del acuerdo.
“Ni bien la ministra (de Comercio Exterior Magali Silva) reciba los textos (del TPP) los pondremos a conocimiento de la opinión pública pues se trata de un acuerdo que es altamente positivo para el país”, insistió.
Pero lo cierto es que el Gobierno mintió sobre el tema de propiedad intelectual de medicinas que negoció en el TPP: Wikileaks filtró el capítulo de esta parte del acuerdo y ahí se señala lo siguiente:
i) Se otorgarán patentes de segundo uso para medicinas; II) se extenderán las patentes si se demoran en otorgar la solicitud; y III) los datos de prueba para medicinas biológicas se pueden ampliar hasta 8 años de exclusividad.
"PRECIOS DE MEDICINAS NO SUBIRÁN"
De hecho, la parte más polémica del acuerdo está referida al tema de las medicinas. Por ello, la titular del Mincetur, Magali Silva, ofreció este lunes una conferencia de prensa en la repitió lo que ya había dicho (que los precios de las medicinas no subirán), aunque no explicó cómo garantizará ello, más aún si personajes de la talla del Nobel de Economía Joseph Stiglitz sostienen todo lo contrario e incluso advirtieron los riesgos de suscribir el TPP.
"Lo precios de los medicamentos no van a subir por el TPP. El mismo temor se tenía cuando se negociaba el TLC con Estados Unidos y el precio no aumentó. Aumentó la oferta y el precio de los medicamentos bajó", indicó Silva.
Alegó que, en el periodo del 2010 al 2014, mientras la inflación subía a un ritmo de 3% promedio anual, el aumento de los precios de los productos médicos y farmacéuticos subió en 2.8%.
"Hubo otros componentes que hicieron que la inflación subiera, pero no fueron los productos farmacéuticos", agregó la funcionaria.
La titular del Mincetur también dijo que en los próximos días se publicarán los textos finales del Acuerdo de Asociación Transpacífico, ya que el 5 de noviembre próximo vence el plazo para darlos a conocer.

EL TPP, GEOPOLÍTICA DEL FRAUDE


Salvador González Briceño
Como los ladrones: en secreto, o a oscuras. Esa es la estrategia para negociar acuerdos —o tratados— de “libre comercio”. Ya sabemos que de “libres” no tienen ni jota. Porque se hacen a espaldas de la sociedad y no solo de las asociaciones civiles, sobre todo de los trabajadores, de los productores del campo y la ciudad, incluso hasta de los exportadores —salvo de aquellos sectores afines a los políticos/negociadores de dichos tratados—, o cuando se trata de filiales de matrices, de las multinacionales de los países centrales.
Como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que engulló a México al “norte” del Continente, para retirarlo del “SUR” (con la promesa de Carlos Salinas de volverlo país del “primer mundo”), resultó un fiasco. No hay balances “positivos”, salvo para los más ricos, para el resto los logros están vedados. Hasta para aquellos empresarios que están ligados con el sector exportador, de ahí para abajo está el tiradero, una economía de desastres. Y si no, que lo digan todos los sectores económicos, incluidos los empresarios. Pobre México.
Es decir, que con la culminación de las negociaciones de este lunes 5 de octubre 2015, se abren los procedimientos para lo que sigue: los procesos legislativos para la aprobación del llamado Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (ATP, o TPP), que se ha venido trabajando en secreto por representantes de 12 países, entre ellos México, como son: Australia, Canadá, Chile, Brunéi, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, comandados todos por los Estados Unidos de América (EUA).
Pues sí. Con TPP, que será firmado hacia el 2016 por los presidentes de los países suscriptores y entraría en vigor en 2018, se pretende un mercado del 40% del PIB mundial, 25% del valor de las exportaciones globales, 11% de la población del planeta, 799 millones de consumidores. Gran proeza.
El problema es que, como el TLCAN, el TPP —lo mismo los TTIP o TISA, entre EUA y Europa— no rendirá frutos para los países socios o subordinados. Porque EUA se vuelve a imponer. EUA lleva el mando. Es un instrumento más de la geopolítica de y para el más fuerte. En otras palabras: los beneficios serán solo para las empresas estadounidenses, las farmacéuticas entre ellas. Porque EUA lleva la delantera, comanda, controla y gana.
Porque para EUA no hay acuerdo sin ventajas, como el TLCAN. No hay tal “libre comercio”, es vil proteccionismo. No hay tales “ventajas de inversión y empleo” para los participantes. El pacto rompe barreras comerciales, impone normas laborales y ambientales y protege la “propiedad intelectual” de las corporaciones multinacionales. ¿De quién? Las estadounidenses. Lo contrario no existe.
Por eso mismo Barack Obama se apresuró a declarar que, una vez suscrito el TPP “China ya no dictará las reglas de la economía global”. Más eso es una falacia. EUA no podrá contener la dinámica productiva ni comercial china con acuerdos comerciales como éste, porque el saldo sería el mismo que el cerco a Rusia desde el viejo continente: dañino para la propia economía europea. Es, entonces, un acuerdo más de la geopolítica del fraude.
Las pruebas, en cuanto a la negociación y a los temas tan secretos como el oráculo. Hace tres meses, en julio de 2015, el portal WikiLeaks publicó la carta que da cuenta de los alcances del TPP de una reunión “ministerial” de diciembre 2013, donde se afirma que se trata de una “estrategia de privatización y globalización de amplio alcance”. Pues el acuerdo pretende “restringir severamente a las empresas estatales”. Y a las “extranjeras” se les daría “pie para demandar a las empresas estatales en los tribunales nacionales”, conforme a las restricciones del TPP, u otros que países igualmente podrán demandar a otros del TPP o a empresas privadas de dichos países.
¿Cómo le irá a Vietnam que utiliza a un gran número de empresas estatales, cuando las mismas siguen cumpliendo funciones públicas vitales? No obstante, el consenso es que unos cuantos corporativos son los que han tenido acceso a un texto tan comprometedor que lo mantienen oculto del resto de la sociedad de los 12 países participantes. Las personas de a pie son quienes saldrán como los principales afectados.
El “libre comercio” del TPP implica poner reglas tipo OMC con respecto a “las subvenciones que afectan el comercio de mercancías”; es decir, pagos por afectaciones o trabas impuestas a los corporativos. Mismas reglas sobre el apoyo de los gobiernos a las empresas estatales que afecten el comercio exterior y/o a la competencia entre paraestatales e inversiones en una parte de su actividad, como bienes y servicios. Reglas u obligaciones para los gobiernos que tengan una pizca de intenciones de protestar o proteger a las propias empresas estatales de la incidencia o competencia de las empresas privadas de los países participantes.
Para México, el TPP no es más que una profundización de impactos tipo TLCAN. Y otros países deberán tener presente el efecto que ha causado el dominio y subordinación que sobre la economía mexicana tienen la estadounidense y la canadiense. Sobre todo la primera, sin olvidar el fuerte impacto y deterioro que han tenido, por ejemplo, las empresas mineras canadienses en el país. Botón de muestra para que los pueblos exijan ser informados abierta y transparentemente del tipo de “acuerdo” que se está acordando en la sombra.
Aun así, los gobernantes mexicanos presumen que al país le irá bien porque el acuerdo “abre oportunidades de negocio para el sector productivo en seis mercados de Asia-Pacifico”, o que llegará inversión y eso generará más empleos bien remunerados para los trabajadores, cuando esa falacia/promesa no se ha vuelto realidad en ningún momento desde la entrada en vigor del TLCAN en enero de 1994, ¡hace 21 años y nada!
Del presiente Obama, que de aprobarse el TPP obtendrá un triunfo antes de irse el año entrante del poder, es dable que se exprese —pero no creíble— en el sentido de pretender “contener” a China. “No podemos permitir que países como China escriban las reglas de la economía global. Nosotros debemos escribir esas reglas, abriendo nuevos mercados a los productores estadounidenses, estableciendo altos estándares para la protección de los trabajadores y preservando nuestro medio ambiente”.
Pero Obama parece ignorar que su discurso es tan viejo como el siglo pasado, o cuando el unilateralismo estaba en vigor; pero no ahora. China no escribe las reglas, pero las ejerce a pie juntillas. Obama olvida que tanto el control como las perversiones presentes en la economía mundial están en el sector financiero el verdadero regente de la globalización, y que por ello mismo los corporativos —a quienes va dirigido este mecanismo de librecambismo— no las tienen todas consigo. Que los mecanismos tradicionales como los tratados solo prolongan la agonía de los países más frágiles, porque se recargan sobre ellos los costos de las prolongadas crisis desbaratando lo que reste de actividad paraestatal, y transfiriendo riqueza hacia los todavía “centros del poder” económico.
Obama, ni los grandes magnates estadounidenses, tiene el control de los hilos que están a punto de reventar, como los problemas de sobreendeudamiento de los países “desarrollados”, la deflación (el efecto inflacionario a la inversa) que está secando o mantiene paralizadas a las economías —les alcanzó el bajo crecimiento que experimentó Japón durante dos décadas—, el eterno soporte de los bancos centrales de inflar burbujas para las fiestas de la Jauja del eterno reinado financiero —la llamada flexibilización cuantitativa—, los elevados impactos por la caída de los precios de energéticos como el petróleo y los elevados altibajos de los mercados, etcétera, fenómenos de los que EUA no tiene el control.
Y si hay una economía en el mercado mundial para enfrentar o porque no padece esos dilemas esa es la china. La estadounidense está, con los tratados, prorrateando los costos. Pobres de los países aliados que se la creen que es para su bienestar. Véanse en el espejo de México. Los pueblos tienen la palabra.

CINCO AÑOS DE SILENCIO Y AHORA LOS MEDIOS, DESPUÉS DE FIRMADO EL ACUERDO, "HABLAN" DEL TPP


Níkolas Stolpkin
El título lo dice todo. De repente nos enteramos de que se ha sellado el "mayor acuerdo comercial de la historia", después de "intensas negociaciones". Cinco años de negociaciones. Cinco años de silencio. Firmado el acuerdo, ahora vienen a abrir la boca.
Los medios tuvieron cinco años para investigar sobre el TPP, abrir el debate e informar, pero se limitaron a guardar silencio al respecto. ¿Por qué ahora abren la boca? Pero lo peor de todo es que abren la boca para cumplir su función de simples "voceros", luego de haberse "cocinado el pavo".
¿Dónde quedó la función del periodista? Supuestamente están para informar o investigar cuando existen dudas o preguntas por resolver. Ahora resulta que nunca tuvieron interés por el TPP ¿verdad? Ninguna curiosidad. Vaya "periodistas" que tenemos.
Mientras los medios alternativos gritaban, los medios del establishment se hacían los sordos. Pero los violentos son otros; los violentos son los que cierran la calle con barricadas o los que revientan la molotov. ¿Cinco años de silencio con respecto al TPP, el "mayor acuerdo comercial de la historia", acaso no es violencia?
Si en Chile hubo completo silencio en los medios, sin duda lo hubo en los demás países involucrados tales como México o Perú.
Pero hacemos gárgaras con la "democracia" y nos gusta cuestionar democracias ajenas como Venezuela o Bolivia, pero obviamente a "pedido" de la potencia que ustedes acostumbran a servir: EEUU. Porque que sepamos nuestros países no tienen más intereses que los que tiene EEUU allí.
Pegan el grito, por ejemplo, que el Parlamento boliviano haya aprobado una reforma constitucional para que el actual presidente de Bolivia, Evo Morales, pueda volver a ser candidato a la presidencia, pero no dicen nada de que ese cambio lo habrá de decidir el pueblo en un referéndum constitucional aprobatorio.
¿Por qué la firma del TPP, que será aprobada por los parlamentos respectivos, no se lleva a última instancia a un referéndum para que nuestros pueblos decidan si se aprueba o no la firma del TPP, de la misma forma que el pueblo Boliviano decidirá si aprueba o no la reforma a un artículo de su constitución política? ¿Por qué nuestros pueblos no pueden tener derecho a participar de una decisión que podrá afectar directamente sus intereses? ¿Esta es la "democracia" que defiendes, una democracia en la que no exista la participación del pueblo, tan solo la participación para elegir parlamentarios o algún presidente?
Vamos "periodista". ¿Acaso no te gusta poner sobre la mesa aquello del "debate"? Has tenido cinco años para debatir sobre el TPP, en cambio has llevado al debate las luchas de la pequeña burguesía. Que la marihuana, que el aborto, que la eutanasia, que la pastillita, que los homosexuales, que los animalitos, etc. ¿Por qué no llevaste a debate el TPP, algo que habrá de afectar a toda una nación? Pues su silencio ya los ha hecho cómplices.

JOYCE NELSON: EL TPP, EL GRAN NEGOCIO DE LAS GRANDES COMPAÑÍAS FARMACÉUTICAS


Todavía no conocemos todo el contenido del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) cerrado provisionalmente el 5 de octubre por negociadores de 12 países de la costa del Pacífico, pero los críticos ya lo condenan por numerosas razones, entre ellas sus generosas concesiones a la industria farmacéutica.
Médicos sin Fronteras (MSF) afirma que el TPP “pasará a los anales de la historia como el peor acuerdo comercial para el acceso a medicinas en países en desarrollo”. [1] El motivo es que el TPP ampliará la protección de las patentes para medicamentos de marca, con lo que impedirá que lleguen al mercado medicamentos genéricos similares (mucho menos costosos), lo que aumentará los precios.
Judit Rius Sanjuan, asesora de política legal de MSF, declaró a voz.com que el TPP crea obligaciones relacionadas con patentes en países que nunca las habían tenido antes. Los habitantes de “Perú, Vietnam, Malasia y México” se verán especialmente afectados, dijo. “Se enfrentarán precios más elevados durante más tiempo”. [2]
Ruth Lopert, profesora en la Universidad George Washington, declaró a Bloomberg News que varias provisiones en el acuerdo TPP afectarán a presupuestos de atención sanitaria en todos los países firmantes, pero especialmente en los más pobres. “Hasta 40.000 personas en Vietnam, el país más pobre en el acuerdo, podrían dejar de obtener medicamentos para combatir el VIH por provisiones que aumentarán el precio de la terapia farmacéutica”, afirmó. [3]
Otros países como Canadá también se verán afectados por unos costes más elevados. El Consejo de Canadienses dice que “si se ratifica el TPP, se prolongarán varias patentes farmacéuticas, con lo que se retardará la puesta en circulación de medicamentos genéricos más asequibles y se agregarán 2.000 millones de dólares a nuestra cuenta anual de atención sanitaria”. [4] En EE.UU. muchas personas ya no puede permitirse el pago de los costosos medicamentos que podrían salvar sus vidas y tratan de recurrir a genéricos disponibles en el extranjero.
La ampliación de los derechos de patentes para medicamentos que salvan vidas es un obvio obsequio a las grandes compañías farmacéuticas. Conor J. Lynch en opendemocracy.net lo ha calificado de “evidente regalo corporativo que afectaría al acceso internacional y definitivamente causará muertes que se pueden prevenir. El objetivo obvio en este caso es el aumento de los beneficios de la industria, simple y llanamente. No es sorprendente, es lo que hace la industria privada, pero constituye un serio dilema moral.” [5] Las recientes informaciones hacen aún más evidente ese dilema moral.
Trampas tributarias
En una irónica coincidencia se llegó al Acuerdo de Asociación Transpacífico   (TPP)   el mismo día que Citizens for Tax Justice y el US Public-Interest Research Group Education Fund publicaban un informe condenatorio sobre evasión fiscal corporativa (Offshore Shell Games 2015). El informe revela en qué medida importantes compañías estadounidenses utilizan paraísos fiscales como Bermudas, Luxemburgo, las Islas Caimán y Holanda para establecer “subsidiarias de evasión fiscal” que a menudo no son sino una dirección postal.
De las 30 principales compañías de las 500 compañías de Fortune con más dinero en países fiscales en el extranjero, nueve son compañías farmacéuticas: Pfizer (74.000 millones de dólares mantenidos en el extranjero), Merck (60.000 millones de dólares), Johnson & Johnson (53.400 millones), Proctor & Gamble (45.000 millones), Amgen (29.300 millones), Eli Lilly (25.700 millones), Bristol Myers Squibb (24.000 millones), AbbeVie Inc. (23.000 millones) y Abbott Laboratories (23.000 millones de dólares). [6]
El informe señala acerca de Pfizer, el mayor fabricante de medicamentos del mundo (con unas ganancias declaradas de 22.000 millones de dólares en 2013): “La compañía hizo más del 41 % de sus ventas en EE.UU. entre 2008 y 2014, pero logró informar sobre ningún ingreso imponible para siete años seguidos. Esto se debe a que Pfizer utiliza técnicas contables para transferir offshore la ubicación de sus beneficios imponibles. Por ejemplo, la compañía puede transferir patentes por sus medicamentos a una subsidiaria en un país de bajos impuestos o libre de impuestos. Entonces, cuando la división estadounidense de Pfizer vende el medicamento en EE.UU. ‘paga’ a su propia subsidiaria offshore altos aranceles por licencias que convierten los beneficios en el interior en pérdidas en los libros y transfiere los beneficios al extranjero.”
En general, el estudio estableció que las 500 mayores compañías de EE.UU. tienen más de 2,1 billones (millones de millones) de dólares en beneficios acumulados offshore. “Para muchas compañías, el aumento de los beneficios mantenidos offshore no significa construir fábricas en el extranjero, vender más productos a clientes extranjeros o realizar cualquier actividad verdadera de negocios en otros países”, sino simplemente establecer una dirección postal.
Algunas compañías utilizan el dinero supuestamente “atrapado” offshore como “colateral implicado” a fin de pedir prestados fondos a tasas insignificantes para invertir en activos en EE.UU., el pago de dividendos a accionistas, o recomprar acciones.
Por cierto, como deja en claro el informe, “el Congreso, al no actuar para terminar con esta evasión de impuestos, obliga a los estadounidenses de a pie a compensar la diferencia. Cada dólar de impuestos que evaden las corporaciones utilizando paraísos fiscales debe ser compensado mediante impuestos más elevados a los ciudadanos, recortes en inversiones públicas y servicios públicos, o un aumento de la deuda federal.”
El informe establece que mediante una variedad de medidas de evasión de impuestos las 500 mayores compañías con su sede en EE.UU. deben colectivamente 620.000 millones de dólares en impuestos en ese país.
Golpe corporativo
Ahora el TPP (que se está denominando “NAFTA con esteroides”) otorgaría a las grandes compañías farmacéuticas y a otras multinacionales aún más “derechos” corporativos en más países, incluyendo el controvertido mecanismo de arreglo de disputas entre inversionistas y Estados (ISDS, por sus siglas en inglés) mediante el cual pueden demandar a los gobiernos firmantes por cambios reguladores que afecten sus beneficios.
Como señala el sitio en la web canadiense rabble.ca : “El gobierno canadiense está siendo demandado a través de NAFTA por Eli Lilly, una compañía farmacéutica estadounidense, por haber invalidado las extensiones de patentes de la firma para dos medicamentos de salud mental. Una Corte Federal canadiense decidió en 2010 que las extensiones de las patentes no habían generado los beneficios prometidos y que por ello los medicamentos deberían ser liberados a la competencia genérica. Los medicamentos genéricos reducen significativamente el coste para los usuarios, pero Eli Lilly reclamó y lanzó una demanda según ISDS contra el gobierno por 500 millones de dólares en compensación por los beneficios perdidos. El caso todavía se está considerando, pero sin tener en cuenta el resultado podemos esperar que el TPP lleve a disputas de ISDS semejantes. Poderosas compañías farmacéuticas multinacionales utilizarán todos los medios disponibles para aferrarse a los monopolios de medicamentos a precios exagerados. Las mayores protecciones de propiedad intelectual en el TPP les otorgaránuna base casi legal aún más fuerte para demandar a los gobiernos y excluir la competencia de [medicamentos] genéricos.” [7]
El texto final del Acuerdo de Asociación Transpacífico no estará disponible por lo menos hasta dentro de un mes, probablemente semanas después de la elección federal canadiense del 19 de octubre. Los detalles revelarán indudablemente más concesiones generosas a las multinacionales. Corresponderá a los legisladores elegidos en los doce países aprobar o rechazar el TPP. En Canadá, el dirigente del NPD Tom Mulcair ha prometido descartar el acuerdo si es elegido Primer Ministro y explicó que el gobierno de Stephen Harper no tenía mandato para firmarlo durante una campaña electoral ya que es solo un gobierno “temporario”.
El sitio en la web estadounidense zerohedge.com califica el TPP de “caballo de Troya” y de “golpe de las corporaciones multinacionales que quieren un sometimiento global a sus planes”. De manera muy clara, agrega: “Consumidor, cuidado. Ciudadanos, cuidado.” [8]
Notas/Enlaces:
[1] http://www.theaustralian.com.au/business/latest/tranpacific-partnership-deal-reached/story-e6frg90f-1227558154056
[2] Julia Belluz, “How the Trans-Pacific Partnership could drive up the cost of medicine worldwide”, Vox, 5 de octubre de 2015.
http://www.vox.com/2015/10/5/9454511/tpp-cost-medicine
[3] “Pacific Deal Rewrites Rules on Trade in Autos, Patented Drugs”, Bloomberg News, 5 de octubre de 2015.
http://www.bloomberg.com/news/articles/2015-10-05/pacific-deal-rewrites-rules-on-trade-in-autos-patented
[4] Council of Canadians, “Tell party leaders: Reject the TPP”, 6 de octubre de 2015.
[5] Conor J. Lynch, “Trans-Pacific Partnership’s Big Pharma giveaway”, Open Democracy, 14 de febrero de 2015.
http://www.opendemocracy.net/conor-j-lynch/transpacific-partnership%E2/80%/99s-big-pharma-giveaway
[6] http://ctj.org/ctjreports/2015/10/orrshore_shell_games_2015.php//executive
[7] Hadrian Mertins-Kirkwood, “Trans-Pacific Partnership a big win for corporate interests”, Rabble.ca, 6 de octubre de, 2015.
[8] Tyler Durden, “Trans-Pacific Partnership Deal Struck As ‘Corporate Secrecy’ Wins Again”, Zero Hedge, 5 de octubre de 2015.

CLAUDIA CISNEROS: TPP: UN PROYECTIL CONTRA EL PUEBLO


No es solo un absoluto y grosero abuso de poder que el gobierno peruano se pase 5 años negociando un tratado secreto (Acuerdo de Asociación Transpacífico, TPP) que nos perjudicará a todos los peruanos directa e indirectamente, sino que es una prueba fehaciente de por qué quienes criticamos y denostamos del abuso del capitalismo no exageramos. Los funcionarios del gobierno usan en nuestra contra el poder que les hemos cedido y en lugar de representarnos como deberían, lo utilizan para favorecer a las corporaciones.
Es decir, el gobierno del Perú se allanó –sin preguntarnos a los ciudadanos– a que, entre otras cosas, las medicinas que en los próximos años salvarán a nuestros padres, hermanos, hijos o a nosotros mismos sean tan caras (provechosamente para EEUU y para los grandes laboratorios transnacionales) que solo tendrán acceso a ellas quienes tengan buena cantidad de dinero. Es decir, el gobierno peruano ha condenado a muerte a miles de peruanos que no podrán comprar las medicinas que necesitan porque el gobierno decidió que podía sacrificar a esos “pobres diablos”. ¿A cambio de qué? ¡Del desarrollo, pues idiota! ¿No ves? ¡El desarrollo de la economía! ¡Del país!, vociferan los del engaño. ¿El desarrollo para quién del país?, es la pregunta. Porque no es para sus ciudadanos comunes y corrientes, sino para los que más tienen y pueden. Por ejemplo, para los hijos y familiares de los ministros que han negociado nuestras cabezas, porque ellos jamás pasarán las penurias de la gente de menos recursos. Por eso Segura puede decir con tanta indolencia que “siempre hay temas que hay que ceder para ganar otros”. Es decir, que se puede sacrificar (dejar morir) a algunos “prescindibles” por el desarrollo macroeconómico. Esto desacredita a la cúpula de gobierno y la integridad del Estado de derecho.
Entonces se convierten en eso, en buitres capitalistas-corporativistas sin otra función que la de ser funcionarios privados-en-contra-del-bien-común. Se comportan como agentes de los poderes fácticos y del intervencionismo transnacional bajo la fachada de la globalización. ¿Con qué argumentos se atreverá el gobierno a intentar justificar el secretismo de las negociaciones de un tratado ciertamente histórico por su magnitud en temas y alcances de afectación a todos los peruanos? ¿Qué coartada esgrimirá para pretender justificar el lacerante abuso de poder que ha perpetrado al negociar sin transparencia alguna durante cinco años temas que nos atañen a todos como país y en los que ellos se han atribuido una representación que ni siquiera nos beneficia?
Más aún, justamente porque queda probado que lo que se ha firmado va en contra de los peruanos, ese tratado merece ser cuestionado de principio a fin. Y no solo el Congreso no debería ratificarlo porque sentaría el oprobioso antecedente de que acá un gobierno puede hacer con nuestras libertades y soberanía, con nuestra integridad y salud, lo que le viene en gana sin que nosotros, el pueblo, podamos exigirle allanarse a nuestro justificado escrutinio y a la transparencia que se nos debe. Sino que los funcionarios que así actuaron y quienes lo permitieron deberían ser sancionados para que quede claro que así no se manosea la democracia, que no se permitirá que se degrade a la ciudadanía y que con ello se fomente y sedimente la desigualdad y exclusión social bajo el pretexto de la “globalización”. No aceptaremos que se pretenda hacer pasar como “bien común” aquello que solo beneficia a un puñado de poderosos mientras a la gente se la deja morir junto con nuestra soberanía.
Se sabe, de lo que se ha podido filtrar del TPP que aún se maneja en secreto, que quedaremos encadenados a no poder dictar con libertad soberana nuestras propias y pertinentes políticas sociales, de salud, medioambiente, propiedad intelectual, normas laborales, controversias entre el Estado y transnacionales, y otras. A ver cuántos congresistas son verdaderamente valientes para tomar una posición clara y tajante en favor de quienes los pusieron en sus curules y a quienes se deben, al pueblo.

HUMBERTO CAMPODÓNICO: TPP: EN LA MITAD DE LA PELÍCULA


Los presidentes de los países negociadores del TPP han dicho, todos, más o menos lo siguiente: que en Atlanta se firmó el TPP, que agrupa a 12 países con el 40% del PBI mundial. Casi todos los diarios presentaron titulares que repetían lo dicho por los presidentes.
Pero lo que hay es un acuerdo a nivel del Poder Ejecutivo sobre un texto que se ha discutido durante 5 años en absoluto secreto. Ciertamente, esto es una avance para ellos, pues hace 4 días ni siquiera había ese acuerdo.
Pero todavía falta que sea ratificado por los Congresos, sin que se pueda modificar una sola línea de lo acordado por los negociadores. Y también falta que esos textos sean dados a conocer a la población. Porque nadie conoce lo que se ha firmado, salvo por los textos filtrados por “wikileaks” que si bien dan una idea de lo que se negociaba, no son los textos finales.
El proceso de “aprobación congresal” varía. En EEUU tiene que ir al Congreso para que éste lo revise por 90 días. Luego, la Comisión de Comercio Internacional (ITC) tiene que hacer un informe económico exhaustivo en un plazo de 105 días. Según voceros del Senado y la Cámara de Representantes, la votación recién tendrá lugar a mediados de abril del 2016.
En ese lapso los partidos políticos, los gremios empresariales, los trabajadores, los académicos y la sociedad civil darán a conocer sus posiciones. Y la mano no viene fácil por distintas razones, siendo una de las principales que las elecciones presidenciales en EEUU se realizarán en noviembre 2016.
Ayer, en EEUU, la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, ha dicho que “no apoyará el TPP porque, de lo que sabe hasta ahora, el TPP no alcanza el umbral para crear empleos, aumentar los salarios y avanzar en la seguridad nacional” (Entrevista con Judy Woodruff, PBS, 07/10/2015).
En otros países también hay problemas. Los canadienses y mexicanos están preocupados porque las reglas de origen de los autos que se producen en el marco del NAFTA (TLC entre EEUU, México y Canadá) han sido relajadas, pasando de 65 a 45%. En cristiano: antes un auto se consideraba “nacional” y pagaba arancel 0 si el 65% de sus componentes era del “mero mero” México o Canadá o EEUU. Ahora que la regla baja a 45%, los autos van a necesitar menos producción nacional para ser considerados “nacionales”. Esta reducción se ha dado por pedido de Japón. Híjole.
En el Perú el gobierno ha aceptado que los medicamentos biológicos tengan una protección adicional de 5 años antes que entren los genéricos, violando la “línea roja” de que seguiría vigente lo acordado en el TLC con EEUU (no había los 5 años). En la edición de ayer de este diario, se consignan los mayores gastos para los consumidores, ESSALUD y el MINSA. La ministra Silva ha justificado el retroceso diciendo que pasarán 3 años mientras Perú modifica la actual legislación y que el plazo de adecuación acordado en el TPP es de 10 años. Por tanto, solo dentro de 13 años entraría en vigencia la ampliación de 5 años de patentes para los biológicos (RPP Noticias, 07/10). “Bonita” forma de justificar la violación de la palabra.

Por estas y otras razones, solo estamos en la mitad de la película del TPP. Volveremos sobre el tema.

ALBERTO ADRIANZÉN: EL TPP O LA CAPITULACIÓN DE UNA NACIÓN


Dos días después del tres de octubre, fecha del famoso golpe de Estado de Juan Velasco Alvarado, en 1968, y cuatro días antes del llamado “Día de Dignidad Nacional”, que recuerda la toma de la IPC en ese mismo año, el presidente Humala, militar de carrera y seguidor según él mismo del pensamiento velasquista, dio “luz verde” a la firma del Acuerdo Transpacífico (TPP). Acuerdo que reúne a doce países de la cuenca del Pacífico, entre ellos  al Perú y EE.UU., y que crea una zona de libre de comercio.
El tema del TPP no es poca cosa. No solo porque va más allá de los TLC, o porque los consumidores se verán afectados como sucede con el tema de los medicamentos y la salud, o porque limita nuestros derechos en Internet y pone obstáculos al acceso al conocimiento y la cultura, o porque afecta nuestros derechos como consumidores; sino también –como bien ha dicho Joseph Stiglitz– porque “está claro que los negociadores peruanos están capitulando ante las demandas de las empresas de los países avanzados”.
No es extraño que este tratado se haya negociado en el más absoluto secreto por cinco años. Y la razón simple: se han aceptado casi todas las demandas de EE.UU. y de las empresas transnacionales, como ha sucedido en el tema de la salud y medicamentos al permitirles ampliar el plazo de exclusividad de algunos medicamentos, retrasando así que las industrias locales puedan fabricar medicamentos genéricos más accesibles para la población.
Como también que el Perú renuncie a su soberanía al aceptar tribunales arbitrales internacionales frente a los reclamos de las transnacionales. Ahora, si un gobierno promulga una ley que afecta  las posibles ganancias de una transnacional, esta puede acudir a dichos tribunales porque sus expectativas económicas se han visto frustradas o perjudicadas. De ahora en adelante los países  que han firmado el TPP tendrán que pedirle permiso a las transnacionales antes de legislar.  Por eso hablar de “capitulación” como bien ha dicho el Premio Nobel no es ninguna exageración y menos demagogia.
Y es que en realidad, la política que solo busca firmar los Tratados de Libre Comercio, como ha hecho este gobierno y los anteriores (y que el TPP supera), que rebajan los aranceles para productos agrícolas importados, que aumenta la protección para las inversiones extranjeras, así como para las patentes médicas, que desregula más aún los derechos laborales y sobre todo, como decimos, recorta la soberanía de los estados permitiendo que las empresas transnacionales los demanden en fueros internacionales cuando consideran que sus intereses han sido perjudicados, no ha sido ni es el mejor camino.
Año tras año, desde el 2010, nuestro déficit comercial se acrecienta a pesar de los TLC, habiendo batido el 2014 un récord histórico de menos de US 2,554 millones de dólares, cifra que seguramente será mucho mayor el 2015, ahora que han caído estrepitosamente los precios de los minerales, que constituyen lo central de nuestra canasta exportadora.
Y si a todo ello le sumamos la posibilidad de que el Perú firma también el TISA (Trade in Service Agreement), por sus siglas en inglés, es decir un Tratado Comercial de Servicios que está negociando también secretamente,  al margen de la OMC y que liberaliza aún más, como lo hace el TPP, el comercio de servicio, es claro que pasaremos a ser una colonia de las transnacionales.
Como ha dicho Julian Assange, fundador de los wikileaks, EE.UU. es un “imperio moderno” que tiene como principales armas por un lado, las bases militares (más de 1,000 repartidas en 120 países); y por otro, los tratados comerciales que se negocian secretamente y que son básicamente tres: el TPP que abarca la cuenca del Pacífico y que ya se firmó; el TISA el Tratado de Servicios que lo negocian más de 100 países y el TTIP (Tratado de Comercio y de Inversiones) que abarca a Europa y que hoy está detenido por desacuerdos con Francia.
Con estos tres tratados, más las bases militares, EE.UU. y las transnacionales, buscan dar un golpe de estado geopolítico a nivel mundial con el objetivo de enfrentar el poderío de la China y mantener su hegemonía a nivel mundial. Asistimos a una nueva fase o una nueva época en la cual lo importante es el dominio creciente de las transnacionales, tanto en el mundo económico como el político.
Por eso resulta no sé si trágico o irónico que en el mes de octubre, que nos recuerda al proceso velasquista, un Presidente y un gobierno que levantaron las banderas del nacionalismo, acaben firmando el TPP que no es otra cosa que la capitulación de una nación.
(*) Parlamentario Andino

sábado, 3 de octubre de 2015

'LA DOCTRINA DEL SHOCK', EL DOCUMENTAL QUE DENUNCIA AL FMI Y AL BANCO MUNDIAL DE CREAR EL DESASTRE [VIDEO]


Basado en el libro de la periodista Naomi Klein, el filme busca ser la 'historia no oficial del libre mercado'.
Jorge Paucar Albino
Representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) están por llegar al Perú para la Junta de Gobernadores, que se realizará del 5 al 12 de octubre en Lima.
Las organizaciones sociales ya tienen planeada una protesta para el 9 de octubre y un evento alternativo denominado "Desmintiendo el Milagro Peruano", que contará con la participación del Premio Nobel de Economía (2011), Joseph Stiglitz, entre otros especialistas en desarrollo.
Pero, ¿por qué los sindicatos y las organizaciones indígenas de diversas partes del mundo, en especial de América Latina, critican a estos organismos financieros? El problema es que impulsan políticas públicas que en muchos casos atenta contra los derechos laborales y ambientales.
La periodista estadonunidense Naomi Klein explica, en su libro 'La Doctrina del Shock' (2007), cómo operan estas instituciones para que sus propuestas económicas se implanten por todo el mundo. El llamado "capitalismo del desastre" recorre desde Chile hasta Rusia, desde Sudáfrica hasta Canadá a través de un programa de "ingeniería social", según la web de la autora.