lunes, 23 de mayo de 2011

En Chile hoy se exhuman los restos de Allende para despejar las dudas sobre su muerte

Los restos del expresidente chileno Salvador Allende (1970-1973) serán exhumados este lunes en el Cementerio General de Santiago para tratar de resolver los misterios que aún rodean su muerte, ocurrida el 11 de septiembre de 1973 durante el golpe de Estado de Augusto Pinochet.

La diligencia, ordenada por el juez Mario Carroza y que cuenta con el visto bueno de la familia de Allende, debe ser cumplida por el Servicio Médico Legal chileno con la asistencia de cinco peritos extranjeros, entre ellos el tanatólogo español Francisco Exteverría, que ha colaborado en otros procesos para identificar a opositores de la dictadura (1973-1990). Al cadáver del mandatario socialista no se le practicará una nueva autopsia, ya que la exhumación está destinada a tratar de determinar las causas de su muerte.

Salvador Allende falleció durante el asalto por tierra y aire al Palacio de La Moneda por parte de los militares golpistas a las órdenes del general Pinochet. La versión más difundida de los hechos, corroborada por testigos y aceptada por la familia de Allende, es que el entonces presidente se mató disparándose en la barbilla cuando se sabía sin salida. Esta explicación cuenta con el respaldo de los testimonios de los médicos Patricio Guijón y José Quiroga, colaboradores de Allende, quienes aseguran que presenciaron el momento en que se quitó la vida.

Sin embargo, han surgido dudas respecto de la veracidad de la versión “oficial” de los hechos y algunas hipótesis sugieren que Allende pudo ser asesinado o que falló al suicidarse y tuvo que ser rematado por uno de sus colaboradores más cercanos. Está última tesis es la que defiende el escritor y periodista chileno Camilo Taufic, quien, tras investigar la muerte de Allende durante varios años, llegó a la conclusión de que se trató de un “suicidio asistido”.

Taufic sostiene que Allende se pegó un tiro con una pistola, pero quedó malherido, por lo que un miembro de su guardia personal, los llamados GAP (Grupo de Amigos Personales), lo remató en un “acto de solidaridad humana y política”. Refuerza esa posibilidad un informe del año 2008 del experto forense Luis Ravanal que detectó anomalías en el análisis de la autopsia de Allende, realizada pocos días después de su muerte, y llegó a la conclusión de que el cráneo presentaba dos impactos de armas de calibres diferentes.

726 casos sin respuesta

Su caso se encuentra entre 726 querellas por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar que la fiscalía presentó el 26 de enero ante el juez Carroza, correspondientes a situaciones que nunca antes habían sido investigadas por la justicia. El 12 de abril, la senadora Isabel Allende, una de las tres hijas del fallecido presidente, solicitó al juez Carroza una nueva exhumación de los restos de su padre y peritajes para esclarecer las causas de la muerte, aunque indicó que la familia tiene la convicción de que su padre se suicidó. Isabel y su hermana Carmen Paz proporcionaron, además, muestras de sangre para que sean cotejadas durante el nuevo examen necrológico.

El cadáver de Allende ha sido sometido antes a dos peritajes tanatológicos: el primero en 1973 y el segundo, en 1990, tras la recuperación de la democracia, cuando fue exhumado para ser sepultado en la capital.

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