La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó un informe destinado a
conocer los factores ambientales más dañinos para la salud y concientizar sobre
las medidas que se pueden tomar para evitarlo.
Según dicho informe, realizado por más de 100 expertos en el que analizan los
datos de 14 regiones del planeta, la contaminación atmosférica del planeta se
cobra 1,3 millones de muertes cada año.
Vivir en ciudades cuyo aire no tiene el mínimo necesario de pureza,
afirman, genera un mayor riesgo de sufrir una enfermedad respiratoria o
cardiovascular.
Según explicó al diario El Mundo María Neira,
directora del departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, "por lo
general, las ciudades siguen siendo lugares contaminados. Hay pocas que cumplan
las recomendaciones de la OMS, como el caso de las escandinavas, que han
aumentado su transporte público y aplican rigurosamente las leyes."
Y añadió: "en Europa, la situación es parecida, el transporte representa un
porcentaje elevado de contaminación, debido al aumento del número de
vehículos".
Según los datos recavados, Mongolia y Botsuana superan los 200µg/m3
(microgramos por metro cúbico) de PM10, una cantidad 10 veces mayor de
la aceptada por la OMS.
La lista sigue con Egipto, Bangladesh, Bosnia-Herzegovina, la India,
Kuwait, Nepal, Nigeria, Pakistán, Arabia Saudí, Senegal, Emiratos Árabes e Irán,
todos ellos por encima de 100µg/m3.
Por otro lado, además de la contaminación atmosférica, el informe se ocupa de
otras situaciones que hacen al medioambiente, como la falta de agua potable o de
letrinas, indica El Mundo.
Según Neira, dichos factores representan "el 25% de la mortalidad y
morbilidad de los países en vías de desarrollo, lo que en números reales se
traduce en unas 13 millones de muertes al año".
Entre las serias consecuencias que acarrean, se encuentran las infecciones
respiratorias y las diarreas, que acarrean más de tres millones de muertes cada
año.
El medioambiente es responsable de hasta 85 trastornos, directa o
indirectamente. A los mencionados anteriormente se suman otros
como malaria, tracoma, Chagas, filariasis, dengue.
En cuanto a las recomendaciones, no son nuevas, pero continúan siendo "reglas
de oro": controlar el agua, mejorar las condiciones de las viviendas para evitar
la presencia de parásitos o insectos, cambiar los hábitos de higiene personales,
como el lavado de manos antes de comer o emplear medidas de protección laboral,
concluye el periódico.
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