Pocas personas aprecian que todos estos dispositivos inalámbricos vienen con advertencias en letra pequeña de los fabricantes. En la mayoría de los manuales de usuarios de los teléfonos móviles aparece la siguiente nota: “mantener el teléfono a 2,5cm del cuerpo”. Además, hay que recordar que tal aviso fue diseñado pensando en que el teléfono sería utilizado por un hombre grande con una cabeza grande y que utilizaría su teléfono menos de media hora al día.
En las últimas décadas la comunicación interpersonal ha evolucionado drásticamente. Ya no hace falta que las personas estén juntas en un mismo sitio para comunicar entre sí. Hoy en día hay muchas maneras de comunicar a distancia: los teléfonos celulares, internet y sus redes sociales, son los que la llevan.
No sólo los adultos hacen uso (y a veces abuso) de la nueva tecnología
para comunicarse, sino que los menores de edad son también presa fácil
de las campañas publicitarias de las empresas de telecomunicaciones. De
ahí la pregunta de muchos padres: “¿A qué edad se le puede dar un
celular a un niño?”
Para responder a esta pregunta, hay varios factores que hay que tomar en
cuenta: factores psicológicos, sanitarios y de seguridad ya que los teléfonos móviles no son juguetes para niños.
Telefonía móvil y menores de edad: ¿qué dicen los estudios?
En el año 2009, se desarrolló en España un estudio sobre: “Seguridad
infantil y costumbres de los menores con la telefonía móvil”1. El
análisis de los resultados permitió establecer las siguientes
conclusiones:
- El teléfono móvil se ha convertido en un nuevo instrumento de ocio: el 24% de los menores realiza llamadas y el 50% manda SMS a diario.
- El 30% de los menores que utilizan estos aparatos ya ha adquirido juegos para el mismo.
- Un 72% de los menores ha recibido mensajes invitándole a participar en sorteos o juegos de azar.
- Un 38% de los menores afirma sentirse mal cuando se ve obligado a prescindir de su móvil. De ellos, un 10% afirma haberlo pasado fatal sin su teléfono.
- Un 11% reconoce haber llegado a mentir, engañar, incluso robar dinero a sus padres para recargar el saldo de su teléfono.
- Un 25% tiene un gasto con el teléfono que considera excesivo.
- Un 18% de los menores se ha sentido acosado a través del móvil.
- Un 19% reconoce haber enviado mensajes insultantes o amenazantes
- Un 7% ha chateado alguna vez a través del móvil con desconocidos.
- Un 9% ha recibido fotografías con contenido pornográfico.
El mismo año, la UNAF (Union Nationale des Associations Familiales)
llevó a cabo un estudio similar en Francia “Estudio Unaf/Acción
Inocencia sobre los adolescentes y el teléfono móvil”2.
El objetivo de ese estudio ha sido doble: primero saber cómo los jóvenes
utilizan su móvil para luego sacar conclusiones susceptibles de ayudar a
los padres a guiar mejor a sus hijos con el uso de su teléfono celular
(uso que cambia con la edad de los niños).
En ese estudio se observó que:
· Más del 70% de los adolescentes tienen un teléfono móvil.
· En general, los adolescentes hablan con sus padres sobre qué tipo de
teléfono quieren y qué plan quieren asociar pero no sobre cómo van a
utilizar el teléfono.
· En las aulas: 56% de teléfonos ha sonado en clases, 47% han utilizado su teléfono en horario de clases, 7% han filmado a su profesor durante la clase.
· Acoso: 16% han sido víctimas de acoso a través del celular y 24% han
recibido mensajes con contenido sexual por parte de sus compañeros o
desconocidos.
Ambos estudios reflejan una realidad que nos toca cada vez más.
Aspectos psicológicos a tener en cuenta: del uso al abuso y a la adicción
Los primeros síntomas del abuso de las nuevas tecnologías son:
inquietud, cambios repentinos de carácter, irritabilidad, angustia y
aislamiento; disfuncionalidad en lo cotidiano, pérdida de concentración,
etc. cuya consecuencia inmediata es la baja de calidad en los estudios y
las distracciones en la hora clase.
Resulta evidente que el mal uso de la tecnología conlleva además a
generar un verdadero empobrecimiento de aquella relación comunicacional
cara a cara3. De hecho, la ilusión de estar ultra-comunicado
(virtualmente o a distancia) traduce en muchos casos un verdadero
aislamiento de las personas con sus pares4. Algunos niños
han reconocido que utilizan el celular para aliviar su soledad, dado
que pasan la mayor parte de su tiempo lejos de sus padres. A su vez,
estos lo utilizan para monitorear qué hacen sus hijos en su ausencia.
La "nomofobia" es el nombre del trastorno de adicción al móvil.
¨Proviene del inglés: "nomo" que es la abreviatura de "no mobile", lo
cual significa "sin móvil". Este aparece entre los adictos que se
angustian por no poder comunicarse a través del celular. Según una
investigadora especializada, “las señales de un trastorno de ansiedad
se pueden observar en conductas como cuando la persona regresa a casa
solo a buscar su móvil o cuando, al estar sin el móvil, siente
palpitaciones y se pone nerviosa”5.
Todos estos síntomas nos hablan finalmente de una verdadera obsesión por
“poseer equipos de telefonía móvil de última generación, seguido por
estados de ansiedad al no lograr poseerlos”, lo cual tiene mucho que ver
con la Sociedad de Consumo actual, por lo que cabe preguntarse:¿Qué
concepto sobre Consumismo se quiere mostrar a un niño? En ese ámbito,
muchos sicólogos advierten del rol fundamental de los padres en la
formación de sus hijos sobre Consumismo.
Factores sanitarios
A la hora de elegir un teléfono móvil, se hace muy poca mención de los
riesgos derivados de la excesiva exposición a las radiaciones de
microondas emitidas por los teléfonos celulares.
Sin embargo, estas llevaron a las recomendaciones contenidas en el
denominado Informe Steward6 realizado para el gobierno británico y
basado en el efecto sobre el tejido neuronal de niños y adolescentes, su mayor absorción de dichas radiaciones y el mayor tiempo de exposición acumulada: “(…) creemos que se debería desaconsejar el uso generalizado de teléfonos móviles
por parte de los niños para la realización de llamadas no esenciales.
También recomendamos que la industria de la telefonía móvil se abstenga
de promover el uso de teléfonos móviles entre los niños.”
Hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) consideran que los teléfonos celulares son "posiblemente carcinogénicos para los humanos y se clasifican, por ello, en la categoría "2B"7.
Pocas personas aprecian que todos estos dispositivos inalámbricos vienen
con advertencias en letra pequeña de los fabricantes. En la mayoría de
los manuales de usuarios de los teléfonos móviles aparece la siguiente nota: “mantener el teléfono a 2,5cm del cuerpo”.
Además, hay que recordar que tal aviso fue diseñado pensando en que el
teléfono sería utilizado por un hombre grande con una cabeza grande y
que utilizaría su teléfono menos de media hora al día.
Para hacerse una idea del radio de alcance de la irradiación:
La penetración de la radiación en la cabeza de un hombre adulto es muy diferente de la de una pequeña cabeza de un niño. El cerebro
de un niño, sano o no, está encajonado en un cráneo más delgado, es por
eso que absorben más radiación de microondas. Los cerebros de los niños
con problemas de aprendizaje, autismo u otros trastornos neurológicos
pueden ser más vulnerables a los daños que los de sus amigos y
familiares saludables.
Además de lo anterior, la radiación de microondas de los teléfonos celulares afecta la producción de espermatozoides8.
Pero no sólo de radiaciones microondas se trata, otra advertencia impresa en los iPad dice: “un
pequeño porcentaje de personas pueden ser susceptibles a convulsiones
(incluso si nunca han tenido antes) cuando se exponen a luces o patrones
de luz, tales como al jugar, o ver vídeos ... Deje de usar el iPad y
consulte a un médico si experimenta dolores de cabeza, desmayos,
convulsiones, movimiento ocular o muscular nervioso, pérdida de la
conciencia, movimientos involuntarios o desorientación. Para reducir el
riesgo de dolores de cabeza, desmayos, convulsiones y vista cansada,
evite el uso prolongado, mantenga iPad a cierta distancia de los ojos,
usar el iPad en una habitación bien iluminada, y tome descansos
frecuentes.”
De hecho, recientes estudios9 vinculan la miopía con el uso desmedido de
estos aparatos. El problema con mantener estos aparatos portátiles a
buena distancia de los ojos, es que los brazos de los niños son
demasiado cortos para lograr una distancia segura con el aparato.
Acoso e inseguridad
En el año 2011, INTECO y Orange llevaron a cabo un “Estudio sobre seguridad y privacidad en el uso de los servicios móviles por los menores españoles”10. Datos destacados del informe son:
- La edad media de inicio en la telefonía móvil por parte de los menores españoles se sitúa entre los 10 y los 12 años.
- El 2,5% de los menores confiesa haber sido objeto de ciberacoso a través del teléfono por parte de otros menores
- El 82,3% de los menores usan su móvil para hacer y enviar fotografías.
- El 4,8% de los menores encuestados reconoce que su imagen ha sido difundida por otros sin haber prestado consentimiento.
- El 4,3% de los menores ha recibido imágenes sugerentes de personas de su entorno (sexting pasivo), y un 1,5% reconoce haberse hecho a sí misma/o fotografías de carácter sexy (sexting activo).
- El sexting activo es más practicado por chicas (2,2%) al contrario que sexting pasivo, más practicado por los chicos (5,1%).
- Un 3,8% de los menores afirma que ha recibido llamadas o SMS de adultos desconocidos que querían conocerles
- El 17,8% de los menores dice haber sido objeto de perjuicio económico (estafas, fraudes, etc.) con su smartphone.
Así mismo los expertos participantes han agrupado los peligros más
importantes en su opinión, que suponen los celulares para los menores de
edad, en las siguientes categorías:
- uso excesivo y adicción
- amenazas a la privacidad y sexting
- contenidos inapropiados
- ciberbullying
- grooming
- riesgos económicos (fraude, pérdidas económicas, etc.)
- virus y spam
Los que más preocupan a los padres son:
- contenidos inapropiados
- ciberbullying
- grooming
Dado lo anterior, los especialistas de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) recuerdan que es fundamental establecer normas y pautas entre
adulto y menores, conocer cómo lo utiliza, con quién habla o se
conecta, qué aplicaciones utiliza o dónde y con quien navega. Pide
recordar a los menores que sean cuidadosos con las fotos, vídeos y
conversaciones de chat que comparten; que sólo den el móvil y agreguen
en las redes sociales a conocidos reales; que no usen el móvil para
insultos y que acudan a un adulto ante posible ciberacoso.
Consejo para los padres
De todo lo anterior, parece que el diálogo padre/hijos es clave para
tener un acercamiento sano del teléfono y de sus múltiples
posibilidades, por ello, es necesario fijar límites y reglas y sobre
todo dar el ejemplo (saber apagar el teléfono de vez en cuando y sólo
atender llamadas realmente importantes y/o urgentes; no hablar mientras
se maneja; apagar el celular en ambiente hospitalario, etc.).
Salud: vigilar que el menor haga un uso moderado de su teléfono, limitando sus llamadas a las realmente imprescindibles.
Que mande textos en vez de realizar llamadas.
Cuando llame que utilice su teléfono siguiendo las precauciones sanitarias (usar un kit manos libres o utilizar un estuche anti-radiaciones, no dormir con el teléfono bajo la almohada, etc.).
Advertir a los chicos que no hay que utilizar un celular mientras se va
caminando por la calle, sino pierden la vigilancia y los pueden
atropellar. Además, al utilizar un teléfono celular mientras se
desplazan pierden enlaces con las antenas por lo que su teléfono estará
emitiendo mayor potencia.
Por otro lado, advertirles que está desaconsejado utilizar un teléfono
móvil en un reciento metálico cerrado (auto, bus, etc.) ya que las ondas
emitidas por su teléfono rebotan al interior de la estructura metálica
(efecto caja de Faraday).
Seguridad: indicar que el número de teléfono sólo debe entregarse a personas conocidas.
No contestar a números desconocidos, spams o propagandas comerciales.
Es importante que avisen si reciben mensajes “fuera de lugar”, con contenido sexual u otro.
Civismo: el uso del teléfono móvil no debe dañar a los demás… el uso en un espacio público o durante las clases no es apropiado.
No hay que sobrepasar la intimidad de los demás sacándoles fotografías o
filmándolos sin su aprobación: no hacer a los demás algo que a uno no
le gustaría que le hiciesen.
Referencias
2.- Etude Unaf/Action Innocence sur les adolescents et le téléphone portable. Descargar el resumen para prensa (en francés): http://www.cyber-base.org/jmle/fiche/fichiers/dossier_de_presse_internet_et_mobile_etude_tns.pdf
3.- En cuanto a la comunicación en sí, asistimos a un empobrecimiento
del idioma, en los msm es frecuente el uso de abreviaciones como “xq” en
vez de “por qué”, etc.
4.- Enrique Novelli, psicoanalista, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).
5.- Dra. Devra Davis, Fundación de Salud Ambiental, http://www.environmentalhealthtrust.org/
7.- La OMS y la IARC basaron su decisión de esa clasificación en las
evidencias obtenidas sobre el impacto de esos campos electromagnéticos
en el origen de gliomas, un tipo maligno de cáncer cerebral (basado
en un estudio sobre personas que usaban su celular durante 30min. al día
durante 10 años).
8.- Ver blog anterior del 24 de mayo del 2012.
9.- Prof Ian G Morgan PhD, Casos de miopía por el uso de pantallas de iPhone, iPad, etc., http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736%2812%2960272-4/abstractMyopia
10.- Las entrevistas fueron realizadas a familias españolas con hijos entre 10 y 16 años que disponen de smartphone
para uso particular, entre los días 20 de septiembre y 14 de octubre de
2011, y ha contado con la colaboración, entre otros expertos, de Jorge Flores, director de PantallasAmigas. Fuente: INTECO.
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