Por Herbert Mujica Rojas
¿Cómo es que la extraordinaria rentabilidad de la actividad extractiva minera en Cajamarca tiene, desde lustros inmóviles, como uno de sus lauros más raros, que ese departamento esté considerado por debajo del nivel de pobreza y a niveles infra-humanos? La contradicción es patética.
¿Cuántos hospitales o universidades se han construido en Cajamarca? Pretextar que eso corresponde al gobierno central y regional es desaprovechar una respuesta integral a los requerimientos de salud y educación locales y que la ciudadanía reclama y cuya satisfacción debería ser misión ineludible de todos los protagonistas del drama nor-andino.
Dice Minera Yanacocha que por exigencia del gobierno del presidente Humala ha suspendido el Proyecto Conga. Para no pocos la respuesta es insuficiente y paliativa porque quieren que Palacio pulverice y diga que NO se hará. Tan fundamentalista como esta postura es la de los pro-mineros que vía propaganda radial, escrita y televisiva, han embutido a los peruanos que sin minería no hay progreso.
Si lo anterior fuera cierto, entonces ¿por causa de qué Cajamarca está por debajo del nivel de pobreza? Las pandillas de periodistas mercenarios, poetas, sociólogos, músicos, economistas, asesores de imagen han pretendido la ficción que allí se vive el mejor de los mundos y que todos sonríen y la realidad, monda y lironda, es absolutamente distinta.
¿A quién o quiénes, dentro y fuera del Perú, beneficia que NO se haga el Proyecto Conga? Esta pregunta debieran hacérsela todos los que están en la vorágine de un caos en que cada quien cree tener la razón y los argumentos son conocidos.
Los pro-mineros viven tan bien remunerados y felices en su mundo dolarizado que han instalado la mentira que todo es comprable. Como en Cajamarca hasta las piedras tienen renta de Yanacocha, pasando por alcaldes, concejales, burócratas, dueños de radios y televisoras, dirigentes deportivos o barriales, entonces incurren en la vileza de corromper todo a su paso. ¿Cuántos juicios ha emprendido Minera Yanacocha contra supuestos difamadores? ¡Sé que hay un ingeniero que afronta no menos de 20 ó 25 y desde hace 15 años!
¿Y qué han hecho o musitado los parlamentarios cuya campaña financió la ONG Reflexión Democrática en torno al conflicto ambiente en Cajamarca? Los sociólogos y antropólogos al servicio de la minera debieran buscar alguna “explicación sociológica y antropológica” del porqué la cuantiosa inversión en legisladores devino en un convincente mohín de mudez a prueba de balas. ¿Qué es eso de comprar conciencias?
Ni el fundamentalismo anti-minero que contrabandea una supuesta defensa del medio ambiente como tampoco los paraísos exportadores con ganancia masiva de empresas que todo se lo llevan al extranjero, resulta saludable para el progreso del país en un departamento fronterizo, de importancia geopolítica fundamental en el norte andino y con una población, por decenios postergada y aherrojada a una pobreza aberrante.
Espérase del gobierno respuestas inteligentes y exigencias a Minera Yanacocha y al Proyecto Conga de tal formato que la preservación del medio ambiente esté garantizada con estudios serios, científicamente imbatibles y no por alquilables entidades que conceden autorizaciones de acuerdo al cliente. Conocida es la vocación corruptora, especialmente en Cajamarca, de la actividad minera.
Más aún, las autoridades regionales y edilicias de Cajamarca tienen como misión imprescindible sintonizar con un plan de desarrollo, preservación del medio ambiente y supervisión de la actividad minera que produzca cabalmente para la ciudadanía peruana y con muestras tangibles y que garanticen la existencia del departamento para los próximos 100 años.
Fundamental dinámica de la inteligencia nacional es entender que Perú es un país que requiere leerse a sí mismo como una nación, como unidad y como título moral, económico, geopolítico, para las próximas generaciones y con la ambición de lograr un país justo, culto y libre.
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