Por Gustavo Gorriti.-
Hoy, lunes 28, José de Echave renunció formalmente a su cargo de viceministro del Ambiente ante el ministro del sector, Ricardo Giesecke. En cambio, el otro viceministro, Hugo Cabieses, tomó la decisión opuesta: “A mí me botarán pero yo no renuncio”, dijo a IDL-Reporteros.
La renuncia de De Echave ya había sido planteada desde el jueves. Trascendió el viernes, fue publicada en La Mula, desmentida por un comunicado del Minam, pero ratificada hoy en la entrevista que De Echave sostuvo con Giesecke.
En el ínterin, la revelación que hizo IDL-Reporteros sobre las observaciones del Minam al estudio de impacto ambiental del proyecto Conga, remecieron el debate público sobre el tema y mostraron una clara diferencia de enfoques dentro del propio Gobierno, incluso luego de los repetidos esfuerzos de Giesecke por ponerle paños fríos al asunto.
La renuncia de José de Echave, sin embargo, parece haber sido decidida días antes. IDL-R contactó a De Echave y le preguntó porqué. El ahora ex viceministro refirió que en su conversación con Giesecke “le he explicado porqué me estoy yendo”.
Una primera razón, dijo, fueron los desórdenes recientes en Andahuaylas, cuando dos ministros –Miguel Caillaux, de Agricultura y Carlos Herrera Descalzi, de Energía y Minas– abandonaron imprevista y presurosamente la reunión con dirigentes y pobladores en Andahuaylas y volaron a Lima sin avisar a los otros miembros de la delegación (entre los cuales se encontraba De Echave), por una supuesta amenaza a la seguridad de los ministros.
La sorpresiva partida de Caillaux y Herrera enardeció a los manifestantes andahuaylinos, y puso en efectivo riesgo la seguridad de quienes, como De Echave, (y otros 20 funcionarios del Minam, PCM, Agricultura y el MEM), se quedaron. Todo indica que la tocata con fuga es más apreciada en las salas de concierto que en las asambleas tumultuosas.
Una segunda razón fue el anuncio que hizo el presidente Humala sobre la reestructuración de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA). Ambas pasarían a depender de la PCM, con lo cual, según De Echave, se crearía en la práctica un ministerio del Ambiente paralelo.
La tercera razón fue el manejo del actual Gobierno de los conflictos sociales. De acuerdo con De Echave, “no hay una estrategia ni una visión clara para enfrentarlos”.
De Echave insistió en que “me estoy yendo muy agradecido con Ricardo [Giesecke] y no quiero golpearlo”.
Pero fue el propio Giesecke quien con sus declaraciones el día domingo pareció distanciarse de las observaciones del Minam al Proyecto Conga, que él mismo había presentado apenas dos días antes al primer ministro Lerner.
“Lo que dijimos es cómo se puede sugerir y perfeccionar el estudio para que el tema sea tomado en cuenta por la empresa”, dijo Giesecke en entrevista con La República publicada el domingo 27. Harto diferente a la visión del Proyecto Conga en el informe del Minam: “… el referido proyecto transformará de manera significativa e irreversible la cabecera de cuenca, desapareciendo varios sistemas y fragmentando los restantes de tal manera que los procesos, funciones, interacciones y servicios ambientales serán afectados de manera irreversible”.
El propio Giesecke había dicho, a principios de mes, que “es facultad del ministerio del Ambiente revisar cualquier estudio de impacto ambiental, por más aprobado que esté”.
En esta inquieta dialéctica de tonos y acentos dentro del Gobierno, el otro viceministro del Ambiente, Hugo Cabieses, puso uno propio y claramente diferente al de De Echave: “No es el momento para retirarse. Que nos boten, pero no renunciaremos”.
De Echave fue viceministro de Gestión Ambiental, mientras que Cabieses lo es de Desarrollo Estratégico de Recursos Naturales.
IDL-R lo ubicó en Puerto Maldonado, donde viajó hoy para continuar el trabajo de su despacho sobre la minería informal en Madre de Dios. La noticia de la renuncia de De Echave, que él trató de evitar, pareció haberle chocado. “A mí me botarán” reiteró, “pero yo no renuncio. Yo no tiro la toalla”.
Así que, apenas dos días después de darse a conocer, la primera turbulencia ambiental por el informe del Minam ha remecido al propio ministerio.
Queda todavía por ver si el Gobierno utilizará el Informe para mejorar los términos del diálogo entre el campo y la mina; entre lo regional y lo transnacional, o si a la vera de los campos se empezará a escuchar el ladrido con sobrepeso del perro del hortelano.
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