La salud del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, nos da la oportunidad de poner en agenda pública el tema del cáncer, y aclarar algunos conceptos relacionados a la recurrencia de esta enfermedad. Cuando se tiene un paciente con cáncer y este se trata con alguna de las tres modalidades que existen: cirugía, quimioterapia y radioterapia, ya sea solas o en combinación, el objetivo es destruir las células cancerosas que puedan haber quedado en el cuerpo para que nunca más regresen.
El hecho de que un paciente previamente tratado de cáncer presente nuevamente el crecimiento de un tumor se llama una recurrencia, y pueden ser de dos tipos: locales (en el mismo sitio) o a distancia (en órganos alejados). A este segundo tipo de recurrencia se le llama ‘metástasis’. Obviamente, no son una buena noticia para un paciente. En general, las metástasis son más fastidiosas y peligrosas y las recurrencias locales son más localmente problemáticas.
A pesar de que las recurrencias no son una “sentencia de muerte” automática, se sabe que reducen mucho las probabilidades de una curación definitiva. Esto es muy cierto ahora que muchos tipos de cáncer se han convertido en enfermedades crónicas y que pueden controlarse con diversos tratamientos durante bastante tiempo.
El caso Chávez
Es importante anotar que debido al extremo hermetismo del círculo allegado del presidente Chávez, nunca se ha sabido exactamente qué tipo de cáncer sufre.
El propio presidente ha dicho “que tiene una lesión de dos centímetros en el mismo sitio de donde le fue extraído el tumor hace ya casi un año“. Señaló que viajó el sábado 18 a Cuba a realizarse exámenes rigurosos donde le dieron ese resultado. “No tengo metástasis en ninguna parte“, afirmó.
En primer lugar, saquemos la cuenta, desde el 11 de junio del 2011 en que fue operado, hasta esta semana, han pasado sólo ocho meses y el objetivo de la operación que se le practicó fue eliminar todo el cáncer. Es más, el objetivo de haberle dado la quimioterapia que recibió en Cuba y Venezuela fue eliminar cualquier remanente, tanto a nivel del sitio en que empezó el tumor (en medicina se llama sitio primario) como el que pueda crecer en otros lugares del cuerpo.
De tal modo que técnicamente hablando el problema que presenta no es una metástasis, como el mismo lo ha afirmado, sino una recurrencia local. Lo que queda ahora es comprobar que ese tumor de dos centímetros es realmente un tumor maligno similar al que se extrajo en la primera operación. Existen casos en que el tumor que se extrae y que tiene toda la pinta de ser un tumor canceroso recurrente, es en realidad un tumor benigno no canceroso (esto es muy frecuente en ciertos cánceres del testículo y de los ovarios).
Otro concepto importante es definir lo que se llama progresión de la enfermedad. Aquí entra el concepto de tiempo. Imaginemos que un paciente se opera y que en menos de tres meses (tiempo en el que coinciden los expertos), aparece una recurrencia local o una metástasis. Esta reaparición tan temprana indica que la enfermedad está progresando, es decir se habla de progresión del cáncer.
Obviamente esta es una situación muy delicada porque indica que nunca fue erradicado y que avanzará sin control.
Para resumir, el presidente Chávez estaría presentando una recurrencia local de su cáncer a solo ocho meses de su cirugía inicial. Falta saber si ese tumor nuevo es o no es canceroso, eso recién se sabrá después de la operación que le harán en Cuba y que hoy el mismo anunció.
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