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El Pentágono lo conoce. Las principales empresas de seguros del mundo lo conocen. Los gobiernos pueden ser derrocados a causa de él. Es el cambio climático, y es real. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, en marzo se registraron temperaturas récord en Estados Unidos, lo que lo convierte en el marzo más caluroso desde que comenzó a llevarse registro en 1895. Las temperaturas promedio estuvieron 4,8 grados Celsius por encima del promedio y se batieron más de 15.000 récords de temperaturas máximas a nivel nacional. La sequía, los incendios forestales, los tornados y otros eventos climáticos extremos ya están afectando al país.
Al otro lado del mundo, en las islas Maldivas, el aumento del nivel del mar continúa amenazando a ese archipiélago del Océano Índico. Se trata de la nación más baja del mundo, a un promedio de tan solo 1,3 metros sobre el nivel del mar. La grave situación de las Maldivas fue noticia a nivel mundial cuando su joven presidente, el primer presidente electo democráticamente en el país, Mohamed Nasheed, se convirtió en una de las principales voces del mundo que se alzó en contra del cambio climático, en particular en la etapa previa a la conferencia sobre cambio climático de la ONU realizada en Copenhague en 2009. Nasheed realizó una reunión ministerial bajo el agua, en la que su gabinete vestía equipos de buceo, para ilustrar el potencial desastre.
Nasheed declaró: “El cambio climático es un problema real y está sucediendo ahora. No es un problema del futuro. Cualquier desequilibrio en la naturaleza tendrá impactos enormes en las Islas Maldivas y no solo en estas islas, en otras regiones costeras del mundo también. Creo que alrededor de una tercera parte de la población mundial vive en zonas costeras y se verá gravemente afectada si no hacemos algo para combatir el cambio climático en los próximos años. Se debe alcanzar un acuerdo internacional para reducir las emisiones de carbono”.
En febrero de este año, Mohamed Nasheed fue derrocado de la presidencia a punta de pistola. El gobierno de Obama, a través de la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, dijo acerca del golpe de Estado: “Se actuó dentro del marco constitucional”. Cuando hablé con el presidente Nasheed el mes pasado, me dijo: “Fue muy sorprendente y muy preocupante que el gobierno de Estados Unidos reconociera de inmediato el restablecimiento de la antigua dictadura. Tenemos que reinstaurar la democracia en nuestro país. Es una democracia muy joven. Recién logramos tener elecciones multipartidarias en 2008 y tan solo duró tres años. Luego hubo un golpe de Estado muy bien planeado. Nos sorprendió que Estados Unidos reconociera tan rápido al nuevo régimen”. Hay un paralelismo entre las posiciones nacionales sobre cambio climático y el apoyo o la oposición al golpe en Maldivas.
Nasheed es el personaje principal de un nuevo documental denominado “The Island President” (El presidente de la isla), que hace un recorrido a través de su notable trayectoria. Durante la dictadura de Maumoon Abdul Gayoom fue un destacado militante estudiantil que fue arrestado y torturado, como muchos otros. En 2008, cuando finalmente se celebraron elecciones en el país, Nassheed derrotó a Gayoom y resultó electo presidente. Sin embargo, me dijo: “Es fácil derrotar a un dictador, pero no es tan fácil librarse de una dictadura. Las redes, las dificultades, las instituciones y todo lo que fue establecido por la dictadura sigue en pie, incluso después de las elecciones”. El 7 de febrero de 2012 por la mañana, Nasheed renunció luego de que generales rebeldes del ejército lo amenazaran de muerte a él y a sus seguidores.
Si bien aún no se ha hallado ningún vínculo directo entre el activismo contra el cambio climático de Nasheed y el golpe, quedó claro que, durante la cumbre de Copenhague en 2009, fue una piedra en el zapato para el gobierno de Obama. Nasheed y otros representantes de la APEI , la Alianza de Pequeños Estados Insulares, asumieron la postura de defender la futura existencia de sus países y de construir alianzas con grupos de base como 350.org, que se oponen a las políticas sobre el clima dominadas por las empresas.
Mientras tanto, en Estados Unidos en marzo se registró el primer desastre climático del año, que provocó más de mil millones de dólares en daños. Los tornados que azotaron cuatro de los estados centrales del país dejaron un saldo de 41 muertos. El Dr. Jeff Masters, del sitio web de información meteorológica Weather Underground, escribió en su blog que las temperaturas récord registradas en marzo “no solo fueron minimizadas sino que fueron modificadas”. El 23 de marzo, el gobernador conservador de Texas, Rick Perry, renovó el estado de emergencia declarado allí el año pasado como consecuencia de las fuertes sequías.
1.000 de los 4.710 sistemas de gestión comunitaria del agua de Texas están sufriendo restricciones. La localidad texana de Spicewood, con una población de 1.100 habitantes, se quedó sin agua y ahora dependen del suministro de agua en camiones cisterna. Mientras los habitantes enfrentan fuertes restricciones en el uso del agua, para el gobernador Perry restringir el uso del agua a las empresas que emiten los gases de efecto invernadero, que provocan el cambio climático, sería impensable.
Mitt Romney está por convertirse en el candidato republicano a la presidencia y cuenta con el apoyo de ex rivales como Perry. Los republicanos ya han comenzado a atacar al Presidente Obama con respecto a las políticas sobre cambio climático. El Consejo Estadounidense de Intercambio Legislativo (ALEC , por sus siglas en inglés), ha promovido leyes en las cámaras de diputados estatales que se oponen a cualquier legislación sobre clima y ha incitado a los miembros del Congreso a que bloqueen todo tipo de acción federal, en particular, a que obstaculicen el trabajo de la Agencia de Protección Ambiental. Como detalló el Center for Media and Democracy (Centro de Estudios sobre Medios de Comunicación y Democracia) en su informe denominado “ALEC Exposed”, ALEC cuenta con el financiamiento de las principales empresas contaminadoras del país, como ExxonMobil, BP America, Chevron, Peabody Energy y Koch Industries. Los hermanos Koch también han financiado a grupos del Tea Party como el grupo Freedom Works, para dar la impresión de que hacen activismo social.
Este período electoral probablemente esté marcado por más eventos climáticos extremos, con la consecuente pérdida de más vidas y miles de millones de dólares en daños.
Mientras el Presidente Nasheed se esfuerza para volver a presentarse como candidato a la presidencia que le fue arrebatada, el Presidente Obama intenta aferrarse a la suya. Entretanto, el clima pende de un hilo.
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