domingo, 13 de noviembre de 2011

“Caillaux no conoce la realidad del agro andino”


Director fundador de la revista Agronoticias, Reynaldo Trinidad es un profundo conocedor de la agricultura en el país y pensó que la designación de Miguel Caillaux como ministro de Agricultura le daría un nuevo rumbo al sector. Tres meses después reconoce que se equivocó y nos explica por qué. Además, advierte que la luna de miel de los cien días se acabó y que se vienen más conflictos sociales.

-Usted saludó el nombramiento de Miguel Caillaux como ministro de Agricultura. ¿Por qué ahora pide su destitución?

Cuando Miguel Caillaux era dirigente agrario, él compartía plenamente la agenda de Conveagro, que planteaba tres cosas por las que él peleaba. Primero, pedía diálogo y concertación con las organizaciones representativas de los productores agrarios; segundo, decía no a la importación de productos subsidiados en el exterior y no a la recombinación de leche en polvo con leche fresca nacional para producir leche evaporada; y tercero, que se debían cumplir las leyes que disponen la compra directa y obligatoria de alimentos exclusivamente nacionales por el Estado, comenzando por la leche. Sin embargo, una vez convertido en ministro ha escamoteado el diálogo de concertación, no quiere cumplir la ley contra las importaciones subsidiadas ni sobre las preferencias del sector agrario, a tal punto que él mismo ha sustentado el recorte de 22.7% del presupuesto general del sector.

-¿Cambió de posición totalmente?

Le voy a decir algo más. La Constitución de Fujimori parece de ultraizquierda frente a la política agraria del ministro Caillaux. El argumento que le he escuchado decir es: “una cosa es con guitarra y otra con cajón”, pero –un momentito- con guitarra o cajón se toca el mismo ritmo, quizás no suene igual pero no puede hacer lo contrario.

-Por otro lado, ¿cuál es su opinión en relación a los conflictos sociales que se vienen dando?

Una vez más, el oficialismo incurre en la falta de previsión de conflictos. Siempre su reacción es tardía y patética en el caso de Andahuaylas. El 29 de octubre publicamos en la página web de Agronoticias la foto de tres campesinos que ya advertían lo que se venía. El conflicto estalló siete días antes de la llegada de los ministros, dejaron que se agrave la situación. Los ministros pueden ser muy buenos técnicamente, pero no conocen la realidad profunda del agro en los Andes. En el caso de Caillaux, conoce bien la ganadería de Costa y la agricultura de Lambayeque, pero no el resto del país.

-¿Es un tema relacionado también con el problema del agua?

Claro, Andahuaylas es uno de los grandes valles agrícolas del Perú, es el tercer productor de papa en el Perú. Lo que ocurre es que en la parte superior de la cuenca del río Chumbao han aparecido decenas de mineros informales, donde ya existe una planta procesadora de minerales que descargan estos informales, pero cómo van a querer resolver el problema si el ministro no conoce el lugar de los hechos, no ha ido. El 19 de septiembre ya realizó una manifestación de protesta, solicitando que se declare intangible la parte alta del río Chumbao, y se dio un plazo de 30 días a las autoridades locales, al Gobierno regional, al Congreso y al Gobierno nacional para que hagan lo que deben hacer, o si no habría un paro que proyectaban para el 24 ó 25 de octubre.

-¿Y el Gobierno hizo algo en ese momento?

Nada, los despreciaron. Como no conocen la realidad, los desdeñaron.

-Luego de 9 días de paro y una reacción tardía, ¿qué debería hacer el Gobierno?

Lo primero que debería hacer el Gobierno, mostrando una voluntad política y de actuar contra la ilegalidad, es hacer como en Madre de Dios, demoler de inmediato esas dos plantas procesadoras clandestinas.

-¿Por qué no funcionó la mesa de diálogo?

Primero, han ido tarde; segundo, ellos pensaban y hablaban en español, mientras los andahuaylinos pensaban en quechua y hablaban en español. Entonces, el entendimiento no era posible. No conocían la idiosincrasia de la gente y como ellos estaban decididos a llegar a un acuerdo, exigían la presencia de los ministros, pero éstos se escaparon y dejaron a 19 funcionarios para que los hagan ‘papilla’.

-A pesar de ello, la Junta de Regantes intentó llegar a una solución…

Pero la población ya estaba totalmente enardecida, porque decían: estos se han escapado para no firmar por el miedo. Eso se generó por no conocer el espíritu de esos campesinos, porque yo conozco muy bien a los andahuaylinos: son bravos pero son dialogantes. Ojo, que el primer paro social que marcó el fin de Fujimori fue el de los andahuaylinos, en el año 2000.

-¿Qué otros conflictos existen?

Ahora se vienen unos conflictos en Huancavelica, Moquegua y Tacna, y encima los cafetaleros están anunciando una marcha de sacrificio hacia Lima para el 23. Es decir, se acabó la luna de miel de los cien días, y en el día 101 les dicen: “ahora, cumple tu palabra”.

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