jueves, 12 de enero de 2012

Caretas: Locumba de Amor



Ina Andrade cuenta todos los detalles de su relación con Antauro Humala, el encarcelado hermano del Presidente. Y confiesa: “No temo decirlo, lo amo”.

No puedo negarlo. La primera vez que lo vi, sus ojitos lindos me mataron”, recuerda Haydeé Ildarina Andrade Ríos, Ina para los amigos, mientras juguetea coqueta al borde de la piscina de su residencia en La Planicie, La Molina.

Dice Ina que conoció al mayor EP (r) Antauro Humala Tasso, su novio, poco después del levantamiento de Locumba, en 2000. Su ex suegro, un importante ingeniero petrolero, era cercano al patriarca Isaac Humala e incluso colaboró como asesor del Movimiento Etnocacerista. “Cuando mi suegro falleció, Ollanta Humala estuvo presente en su sepelio”, asegura.

En un principio, Ina hizo buenas migas con la esposa de Antauro Humala, Isabel Paiva, y cuando éste cayó por el ‘Andahuaylazo’, en enero de 2005, fueron a visitarlo juntas al penal de Piedras Gordas en Ancón. Paradojas de la vida.

Para ese entonces, Ina ya estaba separada de su esposo, con quien tuvo un hijo que hoy tiene 22 años. Era una mujer soltera, pero asegura que inicialmente sintió sólo una atracción platónica por el hermano del Presidente.
“Me agrada todo en él. Antauro tiene una mirada muy dulce, unos ojos color amarillo que me encantan”, dice y suspira como una quinceañera.

AMOR SIN BARRERAS

Ina, de 44 años, es la segunda de cuatro hermanos, uno de los cuales es el conocido cantante Julio Andrade, quien postuló al Congreso por Fuerza Social. Estudió diseño de modas, se casó a los 18 años y luego se dedicó a la importación de vehículos usados y a la venta de perros bulldog francés.

Tras su divorcio, se marchó a California donde vivió 3 años, pero volvió porque “soy adicta a la comida peruana y mi estómago puede más que cualquier otra cosa. Además me aburrí de viajar tanto y decidí quedarme en el Perú”.

“Cuando regresé el año pasado me enteré del fallecimiento del hijo mayor de Antauro (murió ahogado en la playa La Herradura el 26 de febrero de 2010). Me dolió muchísimo”, recuerda ella. “Lo primero que quería hacer era verlo y de ahí lo seguí viendo en la cárcel. Hubo un click y me enamoré de él”.

Ambos formalizaron su relación hace 2 meses en Piedras Gordas. Decidieron mantenerlo todo en secreto, tras los barrotes, pero la madrugada del 30 de diciembre, Antauro fue trasladado al Hospital Militar de Jesús María aquejado de cólicos renales. Así, el hermano del Presidente e Ina Andrade pasaron juntos la noche de Año Nuevo en una habitación del pabellón de Urología. La mañana siguiente, el congresista de Alianza por el Gran Cambio, Luis Iberico, visitó de sorpresa el Hospital Militar y fue así como “ampayó” a los tortolitos. Iberico no conocía el nombre de la pareja de Antauro y la describió como “una rubia”. La prensa no tardaría en descubrir su identidad.

EL ARSENAL DE INA

Las hermanas de Ina pegaron el grito en el cielo cuando se enteraron del romance. “Pensaron que me traería problemas, pero eso no importa cuando hay amor”, dice ella. El primer ‘aguafiestas’ fue su ex pareja, Edwin Montgomery (45), con quien tuvo una relación de año y medio. Él mostró una foto de ella en la que aparece desnuda con un rifle y la acusó de haberle sustraído sus armas.

“Es un tipo despechado, un pobre diablo. Él tenía unas armas en su casa y bueno, un día se nos ocurrió jugar y me tomó una foto. Éramos pareja. Él tiene armas ilegalmente”, retrucó.

Luego apareció Nora Bruce, la ex de Antauro Humala (CARETAS 1856), pero Ina Andrade asegura que le tiene sin cuidado lo que ella pueda opinar.

–Nora Bruce dijo que Antauro es mitómano, ególatra y soberbio.

–No hay nada de eso. Es un hombre buenísimo, tiene un corazón muy grande y muy noble. Si la gente lo conociera no pensaría así de él.

–¿Y los policías muertos en el ‘Andahuaylazo’?

–Creo en su inocencia, él no ha disparado a nadie y no hay ningún video en el que se le vea haciéndolo.

–Para muchos, Antauro es un loco que aún cree en los fusilamientos.

–No. Es un hombre noble y bueno. Creo que todo hombre tiene una parte de niñez, un poco más infantil, quizá. Pero ahora está más maduro y tranquilo. Ha cambiado sus ideas; ya no es el radical de antes. Nunca quiso fusilar a nadie.

–¿Qué opina de su movimiento radical, el etnocacerismo?

–Derrepente la palabra etnocacerismo a la gente le puede dar miedo un poco, pero no. Es un movimiento nacionalista cuyas ideas comparto plenamente. Yo, por ejemplo, he trabajado en Tambo Grande (Piura) por tres años junto a mi cuñada y he estado muy cerca al pueblo y sus necesidades.

–¿Ha asistido a algún cónclave etnocacerista?

–Sí, en octubre, en Arequipa. Y me pareció regio, lindo…

–Antauro dice que si sale libre volverá a la política. ¿Lo acompañaría?

–Si va a necesitar algún tipo de ayuda, claro que estaré a su lado. De hecho, comparto sus ideas. Él quiere lo mejor para su pueblo. Hay muchos gobernantes que prometen y no cumplen, pero estoy segura que él sí lo haría.

–Al nacionalista Antauro Humala le gustan las mujeres blancas y de cierto estatus social. ¿No encuentra una similitud entre usted y Nora?

–¡No, por favor! Somos completamente diferentes.

–¿Por qué algunas mujeres sienten atracción por los chicos malos?

–No lo sé. Pero es cierto.

–¿Es un amor loco, el de ustedes?

–Es un amor honorable. Y ya, no temo decirlo, quiero, amo a Antauro Humala.

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