jueves, 26 de enero de 2012

Hace 29 años se perpetró la masacre de Uchuraccay

Hace 29 años se perpetró la masacre de Uchuraccay.
 
Hace exactamente 29 años el Perú vivió uno de los sucesos más trágicos dentro de su historia contemporánea: La masacre de Uchuraccay. A continuación, para que usted pueda informarse correctamente de lo sucedido, le transcribimos lo que concluyó la Comisión de la Verdad y Reconciliación sobre este caso.

El 26 de enero de 1983 fueron asesinados allí los periodistas Eduardo de la Piniella, Pedro Sánchez y Félix Gavilán de El Diario de Marka, Jorge Luis Mendívil y Willy Retto de El Observador, Jorge  Sedano de La República, Amador García de la revista Oiga y Octavio Infante del diario Noticias de Ayacucho, así como el guía Juan Argumedo y el  comunero  uchuraccaíno  Severino  Huáscar Morales. 

Durante los meses siguientes, Uchuraccay continuó siendo escenario de violencia, muerte y desolación: ciento treinta y cinco comuneros fueron asesinados como consecuencia de los ataques del Partido Comunista del Perú - Sendero Luminoso, la represión de las fuerzas contrasubversivas y de  las rondas campesinas. A mediados de 1984, Uchuraccay dejó de existir debido a que las familias sobrevivientes huyeron, refugiándose en las comunidades y pueblos cercanos de la sierra y selva de Ayacucho, así como en las ciudades de Huanta, Huamanga y Lima.

Recién en octubre de 1993, algunas familias se aventuraron a retornar a sus antiguos pagos.

El asesinato de los periodistas generó dos investigaciones. La primera estuvo a cargo de la Comisión Investigadora de los Sucesos de Uchuraccay nombrada por el presidente  Fernando Belaunde Terry el 2 de febrero de 1983 y presidida por el escritor Mario Vargas Llosa, la cual presentó su informe un mes después, señalando como responsables a  los  campesinos  de Uchuraccay.

La segunda investigación fue realizada por el poder judicial,  mediante  un  proceso penal sumamente confuso y dilatado,  cuyo fallo definitivo fue emitido el 9 de marzo de 1987, sentenciando por homicidio a los campesinos Dionisio Morales Pérez, Simeón Auccatoma Quispe y Mariano Ccasani Gonzáles, y ordenando la captura de otros catorce campesinos de Uchuraccay.

La muerte de los ciento treinta y cinco uchuraccaínos, así como la desaparición  de  la comunidad por largos años, nunca alcanzaron notoriedad pública, quedando en la memoria privada de los familiares y comuneros hasta el 1 de junio de 2002, día en que la población entregó a los representantes de la Comisión de la Verdad y Reconciliación la  «Lista  de  uchuraccaínos asesinados» elaborada en dos asambleas comunales.

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