La Habana.- Tras pronunciar las emotivas palabras de inauguración del Premio Casa de las Américas 2012, Eduardo Galeano hizo una tregua con su agenda y cedió algunos minutos a la prensa:
“Es una visita muy cortita, lamentablemente. Me hubiera gustado haberme quedado más tiempo pero pude reencontrarme con viejos amigos, que nos seguimos queriendo como si el tiempo no hubiera pasado, y también pude recorrer más a fondo a La Habana, que es un placer aparte. Ya lo había hecho antes, en compañía de Eusebio, ‘El Creador’ y esta vez pude confirmar que se merece un capítulo del Génesis para sustituir al de la Biblia, porque Dios hizo al mundo en una semana, pero este en pocos años ha hecho La Habana Vieja, que no es ‘moco de pavo’. Se merece un texto sagrado que reconozca la labor creadora de ese loco lindo que con tropical locura ha hecho el hermosísimo barrio de La Habana, que parecía condenada a la ruina, y que él la levantó y con ese impulso creador que tiene logró multiplicarla, descubriendo la energía que yo no sabía que contenía. Eso fue lo más alentador que encontré, aparte de lo de siempre que es la Casa de las Américas, que como dije en esas palabritas recientes, también es mi casa.
“Cuba está viviendo un período, más que un momento, un período apasionante de cambios. Creo que eran cambios que la realidad fue incubando, que no nacieron como Atenea de la cabeza de ningún dios, nacieron de la energía acumulada por una sociedad que es capaz de cambiar, y esa es la prueba de que está viva. Es evidente que se había llegado por un camino que tuvo su sentido y fue impuesto por las circunstancias, porque la Revolución Cubana hizo lo que pudo y no lo que quiso; a raíz del bloqueo y mil y una formas de límites impuestos desde afuera al desarrollo de su energía creadora, hasta llegar a los días de ahora, intentando heroicamente comunicarme por Internet desde el hotel donde estoy.
“Percibo una indudable buena voluntad de todos por ayudarme pero hemos chocado siempre con los problemas derivados de una de las formas de bloqueo, el bloqueo de las comunicaciones, que rara vez se menciona pero es muy importante. Entonces, me he topado con ese cartelito de ‘You want to enter from a forbidden country’, ‘Usted quiere entrar desde un país prohibido’. Yo pensé, ‘que orgulloso estoy de ser casi compatriota de los habitantes de ese país prohibido’, porque el asunto está en preguntarse, ‘¿prohibido por quién?, ¿prohibido por qué?’. Quizás prohibido porque a pesar de todas sus contradicciones y dificultades sigue siendo un ejemplo de dignidad nacional para los otros países, a veces ninguneados, pobres, pequeños, que no tienen derecho al patriotismo porque el patriotismo es el privilegio de los países mandones, de los ricos, de los poderosos, que son los que juzgan a los demás y dictan sentencia. También prohibido por el peligroso ejemplo de la solidaridad, porque Cuba ha sido y sigue siendo capaz de practicar, a pesar de sus condiciones de vida muy difíciles. Yo creo que esos dos contagios han puesto tantas trabas, tantos palos en las ruedas de los procesos de cambio que esta Revolución necesita llevar adelante y que de ahí viene lo de ‘forbidden country’, ‘país prohibido’. Si es por eso yo también quiero ser prohibido, como el país donde estoy.
“Es una visita muy cortita, lamentablemente. Me hubiera gustado haberme quedado más tiempo pero pude reencontrarme con viejos amigos, que nos seguimos queriendo como si el tiempo no hubiera pasado, y también pude recorrer más a fondo a La Habana, que es un placer aparte. Ya lo había hecho antes, en compañía de Eusebio, ‘El Creador’ y esta vez pude confirmar que se merece un capítulo del Génesis para sustituir al de la Biblia, porque Dios hizo al mundo en una semana, pero este en pocos años ha hecho La Habana Vieja, que no es ‘moco de pavo’. Se merece un texto sagrado que reconozca la labor creadora de ese loco lindo que con tropical locura ha hecho el hermosísimo barrio de La Habana, que parecía condenada a la ruina, y que él la levantó y con ese impulso creador que tiene logró multiplicarla, descubriendo la energía que yo no sabía que contenía. Eso fue lo más alentador que encontré, aparte de lo de siempre que es la Casa de las Américas, que como dije en esas palabritas recientes, también es mi casa.
“Cuba está viviendo un período, más que un momento, un período apasionante de cambios. Creo que eran cambios que la realidad fue incubando, que no nacieron como Atenea de la cabeza de ningún dios, nacieron de la energía acumulada por una sociedad que es capaz de cambiar, y esa es la prueba de que está viva. Es evidente que se había llegado por un camino que tuvo su sentido y fue impuesto por las circunstancias, porque la Revolución Cubana hizo lo que pudo y no lo que quiso; a raíz del bloqueo y mil y una formas de límites impuestos desde afuera al desarrollo de su energía creadora, hasta llegar a los días de ahora, intentando heroicamente comunicarme por Internet desde el hotel donde estoy.
“Percibo una indudable buena voluntad de todos por ayudarme pero hemos chocado siempre con los problemas derivados de una de las formas de bloqueo, el bloqueo de las comunicaciones, que rara vez se menciona pero es muy importante. Entonces, me he topado con ese cartelito de ‘You want to enter from a forbidden country’, ‘Usted quiere entrar desde un país prohibido’. Yo pensé, ‘que orgulloso estoy de ser casi compatriota de los habitantes de ese país prohibido’, porque el asunto está en preguntarse, ‘¿prohibido por quién?, ¿prohibido por qué?’. Quizás prohibido porque a pesar de todas sus contradicciones y dificultades sigue siendo un ejemplo de dignidad nacional para los otros países, a veces ninguneados, pobres, pequeños, que no tienen derecho al patriotismo porque el patriotismo es el privilegio de los países mandones, de los ricos, de los poderosos, que son los que juzgan a los demás y dictan sentencia. También prohibido por el peligroso ejemplo de la solidaridad, porque Cuba ha sido y sigue siendo capaz de practicar, a pesar de sus condiciones de vida muy difíciles. Yo creo que esos dos contagios han puesto tantas trabas, tantos palos en las ruedas de los procesos de cambio que esta Revolución necesita llevar adelante y que de ahí viene lo de ‘forbidden country’, ‘país prohibido’. Si es por eso yo también quiero ser prohibido, como el país donde estoy.
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