Todos conocemos las erupciones volcánicas. En el 2010 la erupción de un volcán ubicado al sur de Islandia provocó una gigantesta nube de cenizas que obligó a la cancelación de miles de vuelos, perjudicando a gran cantidad de personas y provocando millonarias pérdidas. Otras erupciones terminan con pueblos enteros u obligan a sus habitantes a mudarse apresuradamente.
Si bien se trata de tragedias, no representan un riesgo para toda la humanidad. Existen, sin embargo, registros geológicos de erupciones mucho mayores. Se estima que casi el 60% de los humanos que vivían hace unos 74 mil años, murieron a consecuencia de la “super erupción” de un volcán ubicado en Indonesia, erupción que habría expulsado tres mil kilómetros cúbicos de lava, así como gases y polvo que hizo que el día se conviertiera en noche en todo el mundo, algo que duró varias décadas.
Los geólogos y vulcanólogos estiman que estas super erupciones ocurren cada setecientos mil años, y que son precedidas por semanas o incluso meses de una serie de “síntomas” que advierten del peligro inminente.
Actualmente, una de las zonas “candidatas” a tener una super erupción es el parque Yellowstone, en Estados Unidos, donde existe un volcán que hizo super erupción dos veces antes: hace dos millones de años una y 640 mil años la segunda, ambas cuando los humanos todavía no existíamos.
Lo que esto demuestra es que las super erupciones ocurren, pero no de manera frecuentemente. De hecho, habiendo ocurrido una hace tan “sólo” 74 mil años, falta más de medio millón de años para que ocurra otra, en promedio.
Estos días, además, la actividad volcánica está dentro de lo que se espera (todos los volcanes del mundo en actividad están en mayor o menor medida monitoreados) y no hay motivo para pensar en que ocurrirá una erupción estos días. De ninguna manera una super erupción.
Los charlatanes, por supuesto, tienen una seudo explicación para esto. Dicen que la super erupción ocurrirá debido al influjo gravitacional de “Nibiru” o el “Planeta X“, astros que, como ya hemos visto, ni siquiera existen. Otros dicen que la super erupción puede ser provocada por la “alineación planetaria”, que como vimos antes simplemente no ocurrirá estos días, y que -aún si ocurriese- no tendría ninguna consecuencia sobre nosotros.
Otros charlatanes insisten en que “los gobiernos saben” de esto, pero que esa información permanece oculta debido a una “conspiración” que encubre, amenaza e incluso asesina a quienes intentan “ponerla de manifiesto”. Este tipo de seudo argumentos es, de hecho, toda una fuente de “amenazas” e historias increíbles, al que podemos bautizar como “teorías conspiranóicas“.
Según ellas, todo es posible: Hitler está vivo, creando una generación de clones de sí mismo para regresar a imponer el Cuarto Reich, Estados Unidos tiene en su poder varios platillos volares de los cuales extrae tecnología de punta, John F. Kennedy vive en una isla del Pacífico y montó “su propia muerte” para desarecer, las pirámides de Egipto fueron creadas por alienígenas, los seres humanos nunca llegamos a la Luna y todo fue un montaje cinematográfico de Estados Unidos, etc, etc, etc.
No importa lo improbable de la afirmación, cualquier cosa se puede sostener en base siempre a una hipotética y anónima “conspiración” que lo puede y encubre todo y borra las huellas, aunque sospechosamente los que creen en ellas siempre tienen información privilegiada, proveniente de una fuente ambigua o que no pueden revelar.
Las conspiraciones pueden existir, ciertamente, pero pretender que son globales y que pueden actuar impunemente durante décadas (la conspiración de los “hombres de negro”, por ejemplo) es improbable. La explicación más simple es que se trata de sistemas de creencias a los que algunas personas se asocian, de una forma parecida a la que uno entra en una secta religiosa.
A cambio de que los “miembros” crean y repitan sin objetar una serie de “conocientos revelados” (falsos o improbables), se pueden sentir parte de una comunidad que les da soporte emocional y cierto “sentido” a sus vidas.
En lo concerniente a conspiraciones de encubrimiento del fin del mundo, simplemente son imposibles puesto que tratándose de una hipotética amenaza global involucra a la comunidad científica mundial, que abarca investigadores de todas las naciones y de todo tipo de instituciones, públicas y privadas.
Tómese como ejemplo el Calentamiento Global. Efectivamente, un grupo de entidades con recursos intentó “conspirar” para cambiar la explicación del fenómeno para favorecer sus intereses a corto plazo, pero no lo logró puesto que la comunidad científica fue enfática en defender y publicar los resultados de sus investigaciones. Y actualmente el Calentamiento global, producto de la actividad humana, se considera un hecho.
Igualmente respecto a la idea de que los seres humanos no llegamos a la Luna y que todo es una conspiración estadounidense. Esa idea -que es popular en internet y algunos medios poco rigurosos- no cuenta con ningún apoyo dentro de la comunidad científica, que ha estudiado las pruebas irrefutables de que los seres humanos visitamos la Luna y trajimos muestra para probarlo.
Así pues, ninguna super erupción volcánica para esta semana, y ciertamente ninguna “conspiración” mundial que pueda ocultarla.
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