Con una pregunta, Nadine Heredia disipó ayer todas las dudas que los peruanos tenían sobre el verdadero peso político que ostenta en el Gobierno. En medio de una improvisada rueda de prensa –y ante los requerimientos de los periodistas acerca de la pérdida de clases escolares–, la primera dama inquirió: “¿Dónde está mi ministra?”, y la responsable del sector Educación, Patricia Salas, apareció detrás de ella, solícita para resolver cualquier incertidumbre de los medios de comunicación.
Heredia no solo confirmó así la ascendencia que tiene sobre los miembros del gabinete ministerial, sino que volvió a fijar la posición del Gobierno con relación a los conflictos sociales.
La esposa del Presidente de la República aclaró que “el Gobierno tiene disposición de diálogo para fomentar el equilibrio entre la actividad minera y el medio ambiente, pensando en el desarrollo de las regiones del país”.
Al ser consultada sobre la excarcelación del alcalde de Espinar, Óscar Mollohuanca, Heredia consideró que “el establecimiento de un diálogo profundo y sincero” impulsará el crecimiento de esa ciudad.
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