Cada vez aparecen más indicios de que el pedido de indulto para Alberto Fujimori encierra más una intencionalidad política que una necesidad humanitaria. Ayer se dio a conocer un mensaje escrito por el mismo sentenciado expresidente a fines de setiembre, en el que llama la atención a la dirigencia de su partido y remarca que su libertad es “importante y urgente porque ha pasado mucho tiempo”.
Según reveló La República, dicho mensaje fue leído por su propia hija Keiko Fujimori a la dirigencia, y en el mismo su padre no solo se queja por los fracasos en su estrategia de defensa legal y por el mal trabajo de su bancada, sino que también explica cuál es la relevancia de conseguir su tan ansiado indulto.
Fujimori sostuvo que con su excarcelación “se irían al fango su sentencia y el sistema de justicia imperante”, y dijo que “el propio gobierno se torpedearía porque se encontraría con la pradera encendida”. El sentenciado por delitos de corrupción y de lesa humanidad estaría seguro de que su indulto representaría un resurgimiento del fujimorismo.
Del mismo modo, Fujimori, como lo hizo público en su escueta carta del 28 de setiembre, también prometió que luchará por su inocencia y que nadie podría decirle que él pidió el indulto o que aceptó culpa alguna por la sencilla razón que él nunca firmó el pedido de la gracia presidencial, sino que fueron sus hijos.
MENSAJE PERJUDICIAL
Según el exprocurador anticorrupción Yván Montoya, dicho mensaje de Fujimori representa una revelación torpe de sus reales intenciones de salir de prisión, las cuales no estarían fundamentadas en razones humanitarias sino en razones políticas.
“Evidentemente hay toda la intención de que, una vez fuera, pueda retomar la actividad política intensa o recobrar posiciones”, declaró a diario16.
El también coordinador del Proyecto Anticorrupción del IDEHPUCP añadió que si bien la evaluación del pedido de indulto no pasa por analizar este tipo de informaciones, quien decide otorgar la gracia o no será finalmente el presidente Ollanta Humala, y en ese momento él sí podría tomar en cuenta estas cosas.
“Sigue siendo discreción del presidente si se le aproxima un informe sobre el indulto. Al margen de que si cumple o no los requisitos, él tendrá siempre un margen de discreción y ahí entran no solo aspectos médicos, sino estos elementos, que podrían ser tomados en consideración”, indicó.
Sobre un resurgimiento del fujimorismo posindulto, Montoya dijo que todo apunta a que dicha agrupación entraría en una actividad política renovada, donde jugaría el hecho de que Fujimori no firmó el pedido de indulto, además del hecho de que tampoco nunca pidió perdón explícito por los delitos por los que fue juzgado.
ÉL DIRIGE CAMPAÑA
Por su parte, el abogado del IDL, Carlos Rivera, dijo que ese mensaje de Fujimori revela lo que se ha estado viendo en los últimos días, que quien ha planificado el pedido de indulto y vienen preparando los sicosociales que hemos estado viendo, como su foto tendido en una cama en piyamas o su cuadro sonriente en el que pide perdón por permitir “lo que no pude evitar”, ha sido el propio exmandatario.
“Este mensaje es la constatación de que él lidera esa campaña, pero también demuestra que él sigue manteniendo una posición de liderazgo en su partido, más allá de Keiko, Kenji o (Carlos) Raffo. Él es el jefe de la organización y está definiendo acciones políticas”, indicó a este diario.
Rivera discrepa de Fujimori en cuanto a la actual posición del gobierno de Humala frente al pedido de indulto, pues –dice– no cree que el régimen se encuentre en una suerte de encrucijada por el tema, sino más bien con resultados contraproducentes en la campaña de ‘sensibilización’ que ha iniciado el fujimorismo.
El representante del IDL también concuerda con Montoya al señalar que Fujimori estaría buscando en el fondo un camino para volver a la vida política del país. Recordó que su inhabilitación de 10 años ya se venció el año pasado y las nuevas condenas que ha recibido no incluyen restricciones políticas.
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