martes, 1 de noviembre de 2011

Álvaro Vidal se burla de asegurados e incurre en falsedad genérica


Tras el escándalo del despojo de un tomógrafo de Abancay para desviarlo de su destino y entregarlo a Piura, el cuestionado Álvaro Vidal, presidente ejecutivo de Essalud, arremetió hoy en Canal N contra la administración aprista esgrimiendo falsedades y un sospechoso afán de proteger al comité de adjudicaciones de licitaciones de Essalud alegando que en Apurímac no hay una infraestructura adecuada para la instalación del aparato.

Para burla, Vidal dice que Abancay tendrá su tomógrafo, pero después dice que esto ocurrirá a fines del año 2012.

Si un bien licitado es desviado del fin para el cual fue destinado, en este caso uno de las regiones más pobres, como es Apurímac, los funcionarios incurren en abuso de autoridad, lo cual trata de descartar Vidal alegando la incapacidad de la infraestructura en Abancay para recibir el tomógrafo.

Entonces  Vidal incurre en el delito de omisión de denuncia pues, sean apristas o no, debería haber denunciado al comité de adjudicaciones de Essalud y a la UNOPS, ésta contratada para ello, por haber procesado una licitación para un bien que no podía utilizarse por falta de local. Debería denunciarlos y despedir a los miembros de ese comité de Essalud y anular el contrato con la UNOPS por perjudicar así a Essalud y a sus asegurados.

Esta desgracia ocurre reiteradamente en las corruptas licitaciones, se compran equipos y después “se dan cuenta”  de que no se pueden instalar, como en el caso de la compra de los  aceleradores lineales, que no podían instalar durante años, esto para que lucren las empresas tercerizadoras. Amañadamente, “expertos” del IPEN se ausentaban de las inspecciones para dar la conformidad de uso al ambiente y así hacían que pasen los años y no decían nunca los requerimientos completos de instalación, de modo que en cada reunión siempre "faltaba algo". Cuando lo instalaron finalmente, ¡ya era obsoleto! Son millones de soles desperdiciados en actos ejecutados expresamente para favorecer a corruptos, pues toda necesidad tiene que partir del análisis no sólo de un equipo requerido, sino de su lugar de ubicación y su cobertura.


Desde el momento en que se realiza el pedido de un equipo, debe considerarse el lugar donde instalará, antes de la licitación, lo cual debe ir en las bases. El comité debe ir al lugar e inspeccionar; y si no lo han hecho sólo puede explicarse porque quieren favorecer a un “compadre” (que será el ganador de la licitación), para tener un equipo que no podrá usarse, lo cual es un acto grave de corrupción.

Esto puede  dar pie a que se compren también equipos malogrados, porque sabiendo que no se utilizarán años con el pretexto de la falta de local, se oxidarán o degradarán, y nadie podrá constatar su mal estado. En el caso del tomógrafo, no se sabe si funcionará; sin embargo ya se pagó por él. ¿Cómo el encargado de logística ha dado la conformidad de recepción del equipo, si no se ha podido probar?

Estas licitaciones dicen a gritos que hay una mezcla de corrupción, engaño e incapacidad en perjuicio de Essalud.

Por ejemplo, podría darse el caso de un corrupto que pida un resonador magnético, que puede ser una necesidad real, pero que después de comprado diga que había pensado instalarlo en una balsa del Titicaca. El comité de adjudicaciones y la UNOPS, ávidos de comprar y comprar, adquieren sin verificar si el lugar es adecuado, con lo cual se convierten en cómplices, sólo para favorecer a un fabricante o a un vendedor, como sucedió con los aceleradores lineales, donde no sólo se estuvo pagando por el servicio tercerizado sino miles de dólares por el almacenamiento de los equipos, que se volvían obsoletos entre cuatro paredes.

Por otro lado, por el tiempo que transcurre sin uso del equipo caduca la garantía, por lo cual Essalud debe incurrir en costosos gastos de mantenimiento tercerizado, en lugar de firmar convenios de mantenimiento más prolongado desde la compra.

Un equipo adquirido y el lugar donde se instala constituyen una unidad de servicio, lo cual son incapaces de ver los burócratas de Essalud y de la UNOPS en las licitaciones. "No ven" amañadamente, porque su afán es comprar sin importarles si será viable su uso. ¿Será por las jugosas “comisiones” o “coimas” que pueden pagar los proveedores?


Falsedad genérica

Vidal también incurre en el delito de falsedad genérica, previsto en el artículo 438 del Código Penal, al mentir diciendo que la UNPOS “provee” a Essalud de equipos, cuando la UNOPS no es ningún proveedor, sino un organismo burocrático que quita 3,5% del valor de las licitaciones para pagar a burócratas, en este caso peruanos, enquistados en ese aparato para perpetrar barbaridades como adjudicar equipos que no pueden instalarse, en complicidad con el comité de adjudicaciones de Essalud, quienes son responsables por las especificaciones técnicas, donde no sólo deberían considerar las características del equipo, sino el lugar adecuado para su instalación, que en este caso, de estar mal ubicado el tomógrafo, podría emitir radiación con el daño consiguiente para quienes se encuentren cerca.

Los proveedores son los fabricantes de los equipos y sus distribuidores, no la UNOPS, como dice Vidal engañando al público para proteger a este organismo.
El delito de falsedad genérica se configura porque Vidal al mentir protege a la UNOPS y al comité de adjudicaciones de Essalud en perjuicio de los asegurados, para que sigan perpetrando esta clase de actos en las adjudicaciones, pues como monos adjudican “sin saber” si el equipo tendrá uso finalmente.

Vidal mintió diciendo que la UNOPS “garantiza” la calidad de los procesos de adjudicación, porque depende de la ONU. ¿Busca que continúen los faenones? ¿Defiende a algunos amigazos en la UNOPS y el comité de adjudicaciones?

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