sábado, 2 de junio de 2012

Para entender Espinar



El Morsa

La campaña

“Solamente los que han estado en la guerra saben cómo es una guerra y yo he defendido a mi Perú con honor. Y por eso ahora tengo libertad porque yo no me escapé a Japón como el cabrón de Fujimori, ni me fui a Colombia como el otro cabrón de García”. Esas fueron las palabras del hoy escurridizo jefe de Estado cuando visitó Espinar en setiembre del 2009. En esos tiempos, aún Carlos Tapia y otros aliados fungían de traductores para defenderlo.

Cusco era una de las plazas fuertes del nacionalismo. Quizás una de las más importantes. Mejorando su récord de las elecciones del 2006, el año pasado lograron los cinco escaños al Congreso que le correspondían a Cusco.

Ollanta Humala sabía de la importancia de esta plaza y por eso hizo su cierre de campaña allá, mientras el resto de candidatos lo hacía en Lima. Y también estuvo presente en la campaña y la toma de mando del presidente regional Jorge Acurio. Pero sus discursos abordaron por completo el tema del gas de Camisea y el proyecto Majes-Siguas II para tratar de resolver las discrepancias que había con el presidente regional de Arequipa, Juan Manuel Guillén.

16,589 espinarenses votaron por Humala en primera vuelta. Más del 60% de la población. Los otros candidatos no estaban ni siquiera cerca. Para segunda vuelta, el apoyo creció hasta el 76%. Todos ellos se sienten hoy traicionados al igual que hace unos meses lo sintieron miles de cajamarquinos. Los pasos del Ejecutivo fueron los mismos en ambas ciudades: conflicto inicial desatendido, manifestar que hay intereses políticos antes que sociales (le echaron la culpa a los mismos de Cajamarca), declaración de Estado de Emergencia, detención de autoridades/dirigentes, investigación de la Contraloría sobre los usos de fondos públicos y se ahí se pretende iniciar el diálogo. Ah, un agravante: Valdés descalifica como mediador a uno de los Presidentes Regionales más afines al nacionalismo.

¿Hay contaminación?

Lo caótico de lo que se ha dicho sobre los monitoreos de evaluación de la contaminación en el proyecto Xstrata Tintaya es que no hay información suficiente ni unificada para afirmar algo. O no hay la misma información para todos. El ministro de ambiente Pulgar Vidal se empeña en sostener que las evaluaciones realizadas por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) indican que no se superan los límites máximos permisibles en la zona de influencia de la mina, y que el agua es apto para consumo de animales y riego de plantas(*).

Pero el primer informe no se ha hecho público hasta el cierre de esta edición y el segundo se encuentra en procesamiento. Y los informes oficiales públicos son contradictorios. Ocho informes elaborados por Osinergmin elaborados entre el 2008 y 2010 indican que en ningún momento se supera el límite máximo permitido por ley. Pero el documento “Riesgos a la salud por exposición a metales pesados en la provincia de Espinar-Cusco”, elaborado por el Centro Nacional de Salud Ocupacional y protección de ambiente para la salud (CENSOPAS) en el 2010, afirma que el agua de esa zona presenta elevados niveles de metales pesados, perjudiciales para la salud de los espinarenses, como lo ha señalado la congresista cusqueña Verónika Mendoza.

Este informe se hizo conocer en Espinar luego de que Mendoza se lo hiciera llegar al alcalde Óscar Mollohuanca el 6 de febrero de este año. Mendoza, a su vez, había recibido el documento de parte del ministro de Salud Alberto Tejada notoriamente preocupado por los datos del informe elaborado por la Vicaría.

El caso es que este informe de CENSOPAS tampoco dice que la contaminación sea por culpa de la mina. Pero también indica que se requiere mantener un monitoreo periódico de la calidad ambiental de la zona y se recomienda “determinar las fuentes de exposición a metales pesados hallado en los pobladores evaluados”. Es decir, se requieren más estudios pero no se puede afirmar nada categóricamente.

Erróneamente se ha señalado que Mendoza estuvo difundiendo un informe del proyecto Quechuas, documento que recibió del Gobierno Regional de Cusco pero que no utilizó para sus argumentaciones. Peor aún: se ha dicho que los cusqueños han sido azuzados con este documento cuando las denuncias de contaminación vienen desde noviembre del año pasado, cuando los pobladores conocieron los resultados del estudio realizado con apoyo de la Vicaría. Denunciaban la muerte de sus animales que bebían esa agua, sobre todo los pobladores de Quetara que se encuentran cerca al depósito de relaves.

Ni el informe elaborado por la Vicaría de Sicuani, ni el de Oxfam, ni los hechos por la minera son oficiales pero no deberían ser descartados, pues tienen información que debería ser considerada para las evaluaciones.

Quién dialoga

Pobladores radicalizados incendiaron locales, secuestraron a un fiscal y se enfrentaron en batallas innecesarias con la policía. Pero meses atrás, el 2 de febrero y el 20 de abril para ser más precisos, sus autoridades se reunieron con representantes del Ejecutivo en la municipalidad de Espinar. Entre los acuerdos de la segunda reunión se quedó que la OEFA, ANA y DIGESA-Cusco realizarían monitoreos participativos en la calidad de agua en la cuenca del río Ccañipía; la DIRESA y CENSOPAS realizarían monitoreos de la presencia de metales en sangre y orina y el SENASA realizaría un estudio toxicológico. Nada de eso se ha realizado hasta el momento, según indica el congresista Rubén Coa.

Xstrata Tintaya no es Yanacocha, ni por su falta de negociación, ni por su destrucción del medio ambiente. La empresa minera ha aportado considerablemente a la comunidad con fondos para proyectos. Aceptó revisar el convenio marco, aunque no se puso de acuerdo en algunos puntos.

Entre los pedidos para modificar el convenio marco no sólo estaba elevar la contribución de 3% a 30% de las utilidades de la empresa. También figuraban compromisos para que la minera proteja y preserve el medio ambiente, así como que no se involucre en la vida política de la población.

Dirigentes

Cuando detuvieron al alcalde Óscar Mollohuanca, decenas de manifestantes protestaron en la puerta del municipio. Lo consideraban su interlocutor válido frente al Ejecutivo. Pero Mollohuanca no había sacado más que 29.56% en las elecciones regionales del 2010 cuando postuló por Tierra y Libertad. Sus competidores más cercanos fueron el Movimiento Inka -que antes él encabezaba- con 27,9% y Gana Perú con 23,53%.

Mollohuanca no es un líder nuevo surgido en los últimos años. De 1988 a 1994 fue Presidente provincial -debería ser Secretario General pero así figura en su hoja de vida- del PUM en Cusco. Y de ahí en adelante fue Presidente del Movimiento regional Inka con quienes ganó la alcaldía de Espinar de 1999 a 2002.

De Herbert Huamán se sabe que es dirigente de Patria Roja que ahora preside el Frente Único de los interes de Espinar (FUDIE). Esta organización es una de las que integra el Comité de Gestión del 3% de las utilidades de Xstrata Tintaya que se destina a proyectos de la zona. Los otros integrantes del Comité son la propia minera, la Municipalidad Provincial, municipalidades distritales, AUPE, FUCAE, integrantes de la Cuenca del Salado y Cuenca Cañipia.

Si en el conflicto de Conga el casi solitario Jorge Rimarachín terminó convirtiéndose en un dolor de cabeza para el oficialismo, lo de ahora puede ser el detonante. Verónika Mendoza, Hernán de la Torre y Rubén Coa, los tres congresistas oficialistas cusqueños más críticos al manejo del Ejecutivo del conflicto de Espinar, tienen el doble de respado de Rimarachín. Si éste sacó 25 mil votos, cada uno de ellos pasaron los 40 mil votos. Por otro lado, la también cusqueña Julia Teves increpó a sus compañeros por haber tomado una posición crítica. Teves hace tiempo intenta hacer méritos para ser considerada entre los principales cuadros de la bancada en el próximo periodo legislativo. Mal negocio sería pelearse con el Ejecutivo.

¿Por qué explotó?

“Víctor Caballero es el piloto automático de los conflictos sociales. Viene desde el gobierno de Toledo y es de la generación formada para hacer piloto automático”, afirma el politólogo Carlos Meléndez. El manejo del caso por parte del jefe de la Oficina de Gestión de Conflictos Sociales de la PCM ha sido duramente cuestionado. Para Meléndez, Caballero no tiene peso político en las negociaciones. En su interpretación, se creyó que Tintaya era el modelo positivo de empresa minera y eso generó una excesiva confianza. Entre los acuerdos de esa reunión se quedó en la defensoría del Pueblo ya advertía en sus informes que este conflicto era latente. El estallido de la situación se produce por la represión del Estado –manifestado en un envío de un contingente policial- frente a una marcha convocada con anticipación. La detención de Mollohuanca podría generar mayores respuestas, pues se trata de una autoridad elegida con legitimidad. Después de esto, ya no hay posibilidad de diálogo. “Es el desprecio a la política”, señala Meléndez.

Considera insostenible el discurso del Gobierno que acusa a los manifestantes de radicales, pues tantos radicales (de Cajamarca a Cusco) no pueden haber en el país. El cuco que antes era Patria Roja, hoy es Tierra y Libertad. “Humala está formando radicales pasionales al prometer una cosa y hacer otra. El resumen de Espinar es el video de esa señora llorando con la biblia en la mano”.

Y sí, las instalaciones de la policía están al interior del campamento minero. Allí retuvieron a los detenidos.

(*) Las evaluaciones hechas por Osinergmin no son decisivas, pues la OEFA es la que tiene las competencias.

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