Después de que el Gobierno decretó el estado de emergencia en Espinar a raíz del trágico saldo que dejó la protesta de los pobladores en contra de Xstrata (dos muertos confirmados y dos posibles), cabe preguntarse: ¿por qué esta población se opone a las actividades de la minera?
Contaminación en Espinar
A pesar de que Espinar es una provincia que convive con la minería desde hace más de treinta años, los ingresos de esta actividad no han logrado resolver sus problemas sociales y económicos.
Por el contrario, distintos informes indican que existe una seria contaminación minera que perjudica social y económicamente a los pobladores.
El “Monitoreo ambiental participativo en la provincia de Espinar”, elaborado en los meses de agosto y setiembre de 2011, demostró que existen elevadas concentraciones de metales pesados tanto agua como en suelo. Se tra de arsénico, aluminio, cadmio, cobre, cobalto, entre otros.
El monitoreo se presentó en setiembre de 2011, y fue elaborado por la Vicaria de Solidaridad de la Prelatura de Sicuani en coordinación con una ingeniera ambiental alemana.
La ingeniera Eike Humpel, indicó en la presentación del documento que dada las altas concentraciones y al haber superado los límites máximo permisibles (LMP) en algunos puntos de muestreo, tanto el agua como suelo no estarían aptos para el consumo humano ni para el uso agrícola, respectivamente.
Por otro lado, el 10 de febrero de 2012, a través de gestiones realizadas por la congresista cusqueña Verónica Mendoza, se conoce el estudio realizado por el Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Ambiente para la Salud (CENSOPAS) en el 2010 en Espinar.
El informe advierte que “… 28 personas [registran] valores superiores al límite de referencia con mercurio; 24 personas con valores de arsénico superiores al límite referencial y 10 personas con valores de cadmio por encima del valor referencial”.
Además indica que “las muestras de agua tienen concentraciones de arsénico y mercurio por encima de los estándares de calidad ambiental.”
Jorge Agurto, director de Servindi, declaró que según estos datos existen motivos fundados para la preocupación y la protesta de la población en Espinar.
En consecuencia, “no es cierto -como lo señalan la mayoría de medios informativos nacionales- que la protesta obedezca solo a la manipulación política o al deseo angurriento de los comuneros de recibir mas plata sin trabajar” como lo ha dejado entrever la periodista Rosa María Palacios.
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