Cajamarca: La "marcha por la paz" de los felipillos de yanacocha

LA GRAN TRANSFORMACIÓN: DE BÍPEDOS A “RASTREROS”

 

Por Sociólogo: Avelino Zamora Lingán

¡Qué rápido se transforman algunos seres humanos cuando saborean algún cargo de confianza y cuando ven algunos fajos de billetes ya sea soles o dólares! Pero el problema fundamental radica en que no se transforman en mejores seres humanos, vale decir, en humanos solidarios, dignos, con espíritu ético y con sensibilidad social. No, no, nada de eso, dejan o abandonan su condición de bípedos (ser de dos pies) para transformarse en simples seres rastreros, o mejor dicho en seres viles y despreciables que se van arrastrando a quien les satisface con un pequeño plato de lentejas o con un puñado de dólares, pero que a cambio de ello es capaz de destruir a todo un pueblo. Lo más grave es que en situación de especie mutante dichos seres humanos ya es imposible que piensen por lo menos en su prole (hijos o nietos), simplemente piensan en el presente, en el momento, cual zombi despojados de alma y razón.

Planteo así el problema, porque me indigna y me avergüenza y que estoy seguro a la mayoría del pueblo, que ante un problema ambiental de enorme envergadura, con consecuencias letales no sólo dado en Cajamarca, sino en el país y en el mundo entero, a través del proceso de calentamiento global, existan personajes a los cuales les interesa un comino que el agua cada vez sea más escasa o que cuando abra su caño más que agua salga cloro, cal y otras sustancias extrañas, que sin ninguna duda, pueden estar atentando contra la salud de cerca de 200 mil habitantes; les interesa un comino que agentes externos acumulen un millón de veces más dólares que el mísero salario que les pagan por prestar algún servicio o por ser cómplice de la destrucción ecológica y que con un apetito voraz por sacar el oro, se destruya la naturaleza, el ecosistema, el hábitat natural de todo ser vivo. Por ello es que me es difícil encontrar otro calificativo más hiriente y menos benévolo que el de RASTREROS.

Lo más risible y anecdótico es que tales seres rastreros se permiten o se dan el lujo de insultar la inteligencia y el sentido común de los cajamarquinos y peruanos, cuando se esfuerzan por mercantilizar la idea respecto a que la marcha del día 29 de mayo es “por la paz y por la inversión o el desarrollo” y por ello es que instan, invocan, imploran a que la mayoría del pueblo les de razón y salgan con ellos a la marcha de la provocación y de la indignidad; pero más aún a la marcha para SALVAR A YANACOCHA, es decir al amo que les viene utilizando como a un simple instrumento usable y desechable. Menos mal que el pueblo cajamarquino ya despertó y por ello el 31 de mayo iniciará la gran resistencia y la lucha por la dignidad y la vida, gritando a voz en cuello: CONGA NO VA NI HOY NI NUNCA. Mientras que ellos, o sea los de espíritu rastrero y cómplices de la destrucción ecológica seguramente se esconderán al pie de su cama, cual perro castigado a palos, con los rabos dentro las piernas.

Por otro lado, no cabe duda, que la movilización pro destrucción ecológica y de colchones acuíferos puede concentrar a 10 mil o 20 mil personas, porque se ha utilizado como armas la amenaza, el chantaje y la compra barata de conciencias; lo cual revela que tal movilización sencillamente devenga en artificial, efímera y que las arengas, slogans, consignas o discursos caigan en saco roto o simplemente sea puro humo negro, como el negro espíritu de los que promovieron la “gran marcha por salvar a la minera” A la otra orilla nos encontramos la gran mayoría del pueblo cajamarquino, que no tiene armas, tampoco dinero para comprar conciencias, y así tuviera no lo haría, porque es lo más indignante en los seres humanos, tampoco tiene Estado que lo defienda, ni instrumentos mediáticos que lo eduque y le digan la verdad. Pero querido pueblo cajamarquino y peruano ¿saben que tenemos? LA VERDAD Y LA RAZÓN, y quien tiene la verdad y la razón, tarde o temprano TRIUNFA.

En este contexto no nos debemos preocupar porque los de espíritu rastrero, es decir, aquellos que por un trabajo o por un plato de lentejas, salgan a movilizarse el día 29, revelando así su servilismo. Porque estoy casi convencido que el resultado que van a obtener va hacer contrario al objetivo buscado: quebrar el movimiento de un pueblo que lo único que hace es luchar a favor de la vida. Es más, sin temor a equivocarme Cajamarca hoy en día está a la vanguardia de la lucha ambiental en Perú.

Escrito: 28 de mayo del 2012