El
oftalmólogo Héctor Guillén Tamayo, padre de un joven captado por el Sodalicio,
habla sobre su larga lucha para denunciar éste hecho y el carácter nocivo de
las organizaciones verticales de este tipo y sobre las denuncias de abuso
sexual y maltrato psicológico que se exponen en la publicación de Pedro Salinas
“Mitad monjes, mitad soldados” que se presentó recientemente en la ciudad de
Lima.
Expresa
su confianza en que, a partir de ello, se hagan públicas otras denuncias y el
Estado asuma su rol de carácter laico y de custodio de la legalidad. También
pidió que los órganos de Justicia exigen reparaciones para todos los afectados
por las prácticas denunciadas.
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