por Oswaldo de Rivero
Conocidos popularmente con el nombre de “Drones” y técnicamente por las siglas UAV (Unmanned Aerial Vehicles) los aviones sin piloto son hoy y serán mañana una de las más avanzadas tecnologías de inteligencia, reconocimiento y combate aéreo.
Hace poco Chile confirmó la adquisición de un número desconocido de Drones en Israel. Según el ministro de defensa Chileno serán desplegados en la frontera con el Perú para vigilar el tráfico de Drogas y el contrabando.
¡Ojalá fuera solo eso! porque estos increíbles artefactos tienen capacidad para penetrar en profundidad nuestro territorio y espiar lo que quieran porque son extremadamente difíciles de detectar por los radares.
En efecto, los Drones israelitas adquiridos por Chile son los Hermes 900 que pesan casi una tonelada y tienen un gran radio de acción porque pueden volar, en cualquier condición meteorológica, 30 horas seguidas a una altitud máxima de 9,100 metros y rastrear miles de kilómetros con 300 kilos de cámaras y censores diurnos y nocturnos muy sofisticados, puesto que, según los expertos, han sido diseñados por Israel para poder espiar a Irán.
La misión del Hermes 900 es la inteligencia sobre actividades militares y la trasmisión de datos para detectar potenciales blancos. Sin embargo, pueden también llevar misiles para destruir radares antiaéreos.
Estos Drones Chilenos son así ideales para obtener información sobre actividades militares peruanas y elegir, el momento y el lugar, para provocar un incidente armado ante la probabilidad de un fallo adverso en La Haya.
También Chile acaba de adquirir en Francia, el buque de desembarco “La Foudre” el más grande y moderno barco de asalto anfibio de América Latina (12,000 toneladas). Puede portar un batallón de infantería de marina con 100 vehículos, 22 tanques Leopardo y también 7 helicópteros.
Asimismo, Chile está modernizando los radares de sus fragatas Tipo 23 contra ataques aéreos y también sus M-19 (artillería autopropulsada de 155 milímetros) para aumentar en 25% el alcance de 20 Km. de su actual poder de fuego.
Desde que comenzó el juicio en La Haya, en solo tres años, Chile ha gastado más de 6,000 millones de dólares en armas (www. Chile’s Defense & Military). Y ahora las exhibe en maniobras en Iquique, bajo una perorata militarista de mal gusto del impopular Presidente Piñera.
Con su frenesí armamentista Chile ha convertido la controversia jurídica de La Haya en un feroz ejercicio de disuasión al Perú, es decir, en una actitud que indica que hará militarmente todo lo posible para no acatar un fallo desfavorable.
No nos queda otra alternativa que la de no caer en provocaciones, adquirir nuestros propios Drones y seguir modernizando nuestra fuerza armada.
Además, ya es tiempo de que nuestra diplomacia denuncie esta constante disuasión al Perú y pensar en recurrir al articulo 41 del Estatuto de la Corte de Justicia de La Haya que permite a ésta dictar “medidas provisionales,” para proteger la seguridad nacional de una de las partes, en este caso, para que Chile retire de la zona en disputa marítima y de sus regiones aledañas sus Drones y todas las armas ofensivas que hoy amenazan al Perú.
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