El segundo día del paro de la Central Obrera Boliviana concluyó en dinamitazos, gasificación y con varios heridos entre policías y civiles. Miles de trabajadores se movilizaron desde la ciudad de El Alto, en rechazo del incremento salarial del gobierno, atención al pliego laboral y solución al problema de Salud.
Otra vez la ciudad de La Paz fue paralizada por las movilizaciones de los sectores laborales afiliados a la COB y los salubristas que sitiaron la plaza Murillo por más de dos cuadras a la redonda. Los efectivos policiales evitaron que los manifestantes ingresen al denominado kilómetro Cero de la Sede de Gobierno.
Los mineros arrojaron cachorros de dinamita y la policía respondió con una profusión de gases lacrimógenos en la intención de desmovilizar a los sindicalistas que pretendían entrar a la plaza Murillo.
Ineficaz fue el llamado del Comandante Departamental de Policía, Alberto Aracena, “por favor que este sea recorrido sea pacífico, por respeto de nuestro país, por favor, muchas gracias”.
El ex secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, Jaime Solares respondió “queremos que la policía tenga su salario de dignidad, sabemos que cumple un deber pero que también los trabajadores peleamos por un salario justo, si no hay provocación los trabajadores vamos a estar tranquilos, pero tenemos derecho a protestar”.
Añadió que el gobierno debe atender el pliego de la COB, lo que queremos es que se abrogue ese decreto neoliberal (en alusión al Decreto Supremo 1126).
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