El desmesurado armamentismo chileno representa hoy un peligro para el Perú, especialmente ante la posibilidad de un fallo favorable a nuestro país en el diferendo de limitación marítima planteado ante la Corte de La Haya.
Esta preocupación se sustenta en hechos comprobados de la historia, reconfirmados por la publicación de su estrategia de seguridad en la que Chile prevé “anticipar una agresión armada y tener superioridad en el enfrentamiento”.
El Perú no debe ingresar a una carrera de gastos militares que retrase nuestros esfuerzos para superar la pobreza y las desigualdades sociales que nos apremian. Seguimos aspirando a un futuro de paz y desarrollo con Chile.
Sin embargo en tanto nuestro vecino no realice actos consecuentes con dicho propósito, es obligación exigir a quienes por mandato constitucional conducen el Estado y la Nación, atender con urgencia la plena recuperación operativa de nuestras Fuerzas Armadas.
Ello significa dotarlas de los recursos y equipamiento necesarios para asegurar la pronta conformación de una capacidad verdaderamente disuasiva que esté en condiciones reales de impedir que se vulnere nuestros irrenunciables derechos, el territorio o la soberanía nacional.
Es imperativo no repetir los errores de imprevisión y descuido que nuestra historia nos reclama.
GRUPO BASADRE
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