sábado, 12 de noviembre de 2011

Amazonía: Celebración de increible maravilla con graves problemas que urge atender


Por Jorge Agurto

La gran prensa limeña celebra la distinción de la Amazonía como una de las siete maravilas del planeta. La red se inunda de comentarios elogiosos al Perú e insufla alientos a favor del turismo a fin de aprovechar la designación. Pocos se refieren a los pueblos indígenas que la protegen, menos a los graves problemas que atraviesan los bosques amazónicos por falta de un plan de desarrollo amazónico solvente, integral y responsable.

La elección promovida por la Fundación New 7 Wonders debería promover una mayor conciencia sobre el perfil del Perú como un país de vocación amazónica y evidenciar que si nuestra clase política limeña vive de espaldas a la realidad andina, desconoce aún mas la realidad amazónica, a la cual percibe como una selva ignota, salvaje, indomesticable y vacía de personas, cuando no de animales.

Este supino desconocimiento explica la concesión indiscriminada de lotes de hidrocarburos sobre áreas protegidas y territorios indígenas que alcanzan más del 70 por ciento del territorio amazónico, la falta de control y presupuesto para el cuidado ambiental, el afan de construir megacentrales hidroeléctricas para proveer de energía a Brasil, la indolencia estatal ante la tala ilegal, la minería informal y el narcotráfico que como un cáncer arrasa nuestros bosques y lo degrada.

Quienes hoy celebran la distinción amazónica ¿acaso se indignaron cuando el 28 de abril de 2010 un decreto supremo del gobierno de Alan García, en el 2010 -aún no derogado- declaró de “interés nacional y social” (1) la construcción de 20 centrales hidroeléctricas en la cuenca del río Marañón, en la amazonía norte del Perú, en los próximos 40 años?.

Ocho días antes de finalizar su mandato el mismo gobierno aprobó la Ley 29760 que declaró de necesidad pública y de interés nacional trasvasar las aguas “excedentes” del río Marañón, represar y derivar los “excedentes” del río Huallaga hacia la cuenca del río Santa para promover el desarrollo hidroenergético y agrícola del país. Felizmente esta norma ya fue derogada por el actual gobierno.

Dramático escenario al 2021

Creo que la ocasión es sumamente oportuna para escuchar al especialista agrónomo y forestal, Marc Dourojeanni, quién ha expresado con firmeza y conocimiento de causa que el Perú debe detener las negociaciones con Brasil en temas de derechos sobre recursos naturales, en especial los hídricos, mientras no se elabore e implemente un Plan de Desarrollo de la Amazonía Peruana.

En el libro: “Amazonía Peruana en 2021: Explotación de Recursos Naturales e Infraestructura” (2) propone que debe iniciarse la preparación de ese plan “usando todas las opciones disponibles”, y brindando oportunidades claras y directas para la participación informada de la sociedad peruana, en especial la de la Amazonía.

En la obra advierten que “numerosas centrales hidroeléctricas cortarán el flujo de los ríos generando energía para ser explotada. Del mismo modo, carreteras, hidrovías, cruzarán de este a oeste la selva, y evidentemente se extraerá petróleo, gas, madera y minerales. Los impactos que cada uno de estos proyectos y actividades extractivas cambiarán para siempre la Amazonía del Perú”.

Prosiguen los autores: “Si el desarrollo de la Selva no es orientado de una forma más sensata (…) es presumible que a partir de los años 2030 en adelante, esa región sufrirá de múltiples problemas que por ahora desconoce o que sufre discretamente”.

“La deforestación masiva y la degradación del bosque que habrán sumado sus efectos negativos al calentamiento global, resultarán en sequías insospechadas con probable aridización de extensas zonas, pero, al mismo tiempo, la región sufrirá por fenómenos extremos de inundaciones.

“Obviamente, su valiosa biodiversidad se habrá reducido a muy poco y sus ríos serán esencialmente estériles debido a la contaminación y a la alteracióndel régimen hidrológico. Los bosques no tendrán más madera noble y su valor comercial será muy bajo. La población será aún más pobre que hoy, pues el costo de mantener agricultura con insumos a partir del petróleo cada día más escaso será insostenible”.

No es mi intención ser aguafiesta de la celebración por la amazonía pero considero que su valoración será más auténtica, completa y real si consideramos también la necesidad de enfrentar los riesgos reales y actuales que la degradan y amenazan. Y esto requiere construir un Plan de Desarrollo de la Amazonía Peruana con la participación de los pueblos indígenas, dueños ancestrales de los bosques amazónicos.

Notas:

(1) Alan García declaró de “interés nacional y social” 20 hidroeléctricas en río Marañón:

(2)  “Amazonía Peruana en 2021: Explotación de Recursos Naturales e Infraestructura”, escrito por Marc Dourojeanni, Alberto Barandiarán y Diego Dourojeanni. Descargar el texto completo del libro en formato pdf con un clic en el siguiente enlace:

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