Por Rocío Ferrel
El informe sobre los primeros 100 días es muy importante, en especial para un gobierno que anunció grandes cambios como el del presidente Ollanta Humala, pero causó una pésima impresión que en lugar de dirigirse a todos los peruanos lo haga frente a periodistas de medios que siempre han defendido intereses ajenos a los verdaderos intereses del Perú.
Así vimos a cuatro sujetos de escasa cultura e intelecto, como los periodistas que se presentaron ayer, pertenecientes a los canales 2, 4, 5 y 9, con lo cual además el Presidente ha marginado a otros canales como el 11 y a la radio, prensa escrita y a la emergente prensa de internet, que cada día tiene más seguidores. Esos sujetos no representan los sagrados intereses de nuestra Patria ni representan la honestidad. ¿Será su invitación un adelanto de favorecimiento a estos medios para la entrega de la propaganda estatal? ¿No ha visto el Presidente que estos medios lucran con el morbo, la violencia y la vulgaridad destruyendo el trabajo de educación realizado por las familias y el Estado, siendo su deber, según la Constitución, colaborar con el Estado en la Educación? En todo caso, fue una deplorable muestra de exclusión.
Si el mandatario quería absolver inquietudes de los peruanos, habría sido más justo haber convocado a representantes de empresarios, trabajadores y sectores académicos para que planteen sus interrogantes.
En cambio, fue positivo el anuncio de una línea aérea de bandera, pero esperemos que no se trate de una línea que se ocupe de las sobras que dejan las aerolíneas comerciales, es decir, los destinos poco lucrativos, sino de una que compita también en los destinos más rentables, nacionales e internacionales.
Esperamos además que el mandatario ponga punto final al corrupto contrato en licitación de un solo postor por el cual se entregó nuestro aeropuerto a la mafia de Lima Airport Partners, pues además de la irregular concesión, esta empresa extranjera y antiperuana consiguió que en el contrato se impida tener otro aeropuerto en una zona cercana y así se anula el desarrollo del megapuerto de San Lorenzo, que incluye un gran aeropuerto.
Ahora tenemos al Jorge Chávez condenado a ser un aeropuerto de Tercer Mundo, donde por una reparación se suspenden vuelos, como sucede ahora. Es tiempo de convocar a una nueva licitación y dar paso al proyecto del megapuerto San Lorenzo.
Tampoco hemos escuchado nada sobre el proyecto de los trenes para todo el Perú ofrecido en campaña, el cual traería verdadero desarrollo.
Finalmente, resulta extraño que el Presidente hable de “homologar” a Essalud con el Minsa para atender a todos los peruanos. El mandatario debe recordar que Essalud no es del gobierno, sino de los trabajadores; y si hay necesidades de salud de los peruanos sin seguridad social, no deben resolverse con Essalud sino con el Estado. Ya bastante daño hacen los gobiernos nombrando al favorito de turno en la presidencia de Essalud, como el cuestionado Álvaro Vidal, de negros antecedentes, para que éste coloque a todos sus “amigazos”, en lugar de que sean los trabajadores que decidan quién dirige la institución.
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