Por José De Echave*
La situación que vive la provincia de Espinar se
torna preocupante. En menos de una semana se han conocido dos noticias
que han generado inquietud en sus pobladores y autoridades. En
primer lugar, la drástica reducción de las transferencias del canon
minero, lo que significa un recorte de más del 90% de los ingresos
programados para este año y por otro lado el pedido de diez años de
prisión para el alcalde Oscar Mollohuanca y otros dirigentes sociales
de la zona.
¿Qué está pasando? ¿Todo es una desafortunada coincidencia? Lo
lamentable es que estos hechos le añaden tensión a una zona del país en
la que la población y sus autoridades han estado haciendo un enorme
esfuerzo para superar el escenario de conflicto que se presentó en mayo
de 2012.
Sobre el tema del canon y la reducción de las transferencias, lo
menos que se le debería pedir a esa “isla de excelencia del Estado
peruano” (así es como se autocalifican), que se llama Ministerio de
Economía y Finanzas, es una explicación de cómo así presentaron
presupuestos de apertura con datos tan errados. ¿Qué les pasó? La
transferencia programada para Espinar era de 65´531,309.00 millones
de soles y van a recibir apenas 5´031,688.88 millones de soles. (ver
cuadro)
Además, habría que exigir una discusión lo más transparente posible
sobre este tema para ver qué es lo que ha pasado y sobre todo cuáles son
las salidas. ¿O acaso los del MEF piensan que las municipalidades se
las tienen que arreglar solas? ¿Cuál es la responsabilidad del MEF en
todo esto?
También cabe preguntar para qué sirve que el Perú haya firmado la
Iniciativa de Transparencia Financiera para las Industrias Extractivas,
si en una situación como la descrita no se va a actuar con la mayor
transparencia posible.
Como se ha mencionado, el otro tema que ha generado preocupación y
malestar en Espinar es la acusación presentada por la Fiscal María Ley
Tokoumuri, en la que solicita 10 años de prisión para el alcalde Óscar
Mollohuanca y los dirigentes Herbert Huamán y Sergio Huamaní, entre
otros. La Fiscal, que aparentemente nunca ha pisado Espinar y que ha
investigado el caso desde Ica, los acusa de ser autores de varios
delitos: contra la seguridad pública, entorpecimiento de servicios
públicos, disturbios, apología del delito, fabricación, suministro o
tenencia de materiales peligrosos.
¿Es todo una lamentable coincidencia? El argumento que siempre se
esgrime en este tipo de situaciones es el de la independencia de los
poderes y que desde las altas esferas del poder político no se ejerce
ningún tipo de presión. Lamentablemente, la realidad es mucho más
complicada: basta con escuchar el reciente audio difundido en los medios
de comunicación -en el que el entonces Ministro de Justicia, Juan
Jiménez, el agente peruano y hoy Ministro del Interior, Pedro Cateriano y
el ex presidente del Poder Judicial, parecieran intentar influir en la
jueza que debía resolver el complicado caso de Chavin de Huantar-, para
tener una idea de cómo se presiona, bajo supuestas sugerencias, al Poder
Judicial.
Al margen de especulaciones, lo cierto es que estos dos hechos pueden
provocar que se pierda todo lo avanzado en el diálogo sostenido durante
más de un año en Espinar, buscando superar un escenario de conflicto
como consecuencia de la presencia de la actividad minera. No se debe
perder de vista que los equilibrios siguen siendo precarios en esa
provincia cusqueña.
—
*José De Echave, economista y experto en temas mineros, ex viceministro de Gestión Ambiental del Perú y miembro de la ONG CooperAcción.
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*José De Echave, economista y experto en temas mineros, ex viceministro de Gestión Ambiental del Perú y miembro de la ONG CooperAcción.
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