Las empresas petrolíferas que explotan los lotes vinculados a Camisea
juegan en un terreno favorable para operar con discutibles prácticas
que vulneran los derechos de las comunidades nativas. La
inaccesibilidad, la falta de testigos, unido a una complicidad
gubernamental y las engañosas campañas de imagen corporativa y
relacionamiento comunitario, permiten a Repsol, Petrobras, Hunt y
Pluspetrol, empresas operadoras de los lotes 56,57,58 y 88, a actuar con
un holgado margen de impunidad.
El libro Gas Amazónico, estudio del programa Environmental
Governability-ENGOV- que recientemente ha publicado la editorial Icaria,
aporta nuevas pruebas sobre las fechorías de estas empresas en ambos
márgenes del río Urubamba, al sur de la Amazonía peruana. Alli, decenas
de comunidades nativas, de los pueblos matsiguenga, yine yami, asháninka
y kakinte se han visto intervenidas para llevar a cabo una
industrialización del territorio sin precedentes. Peor aún los pueblos
en aislamiento nahua, nanti y masco-piro, cuya supervivencia es
gradualmente amenazada. Uniendo los 4 lotes, suman más de 1 millón y
medio de hectáreas afectadas por una posible intervención, incluso en el
interior de la Reserva Territorial Nahua Kugakapori Nanti, las Reservas
Comunales Machiguenga y Ashaninka y los límites del Parque Nacional
Otishi y del Santuario Megantoni.
“Los efectos de esta industrialización ya se sienten y han modificado
las condiciones de vida de las comunidades. Pero los lotes se
encuentran todavía en una fase germinal de desarrollo. Las compañías que
los operan, llevan un lustro explorando sus entrañas y en los últimos
meses ya han arrojado satisfactorios resultados. Habiendo descubierto
reservas probadas de gas, hemos entrado en la cuenta atrás para la
apertura desenfrenada de decenas de pozos en cada lote, el tendido de
kilómetros de ductos, la ampliación de depósitos de almacén y la
construcción de nuevos y gigantes gasoductos para exportar las riquezas
descubiertas. Y con esta industrialización, el destino de las
comunidades quedó, sin saberlo, atrapado para siempre dentro de este
complejo industrial que lo abarca todo.”(1)
En un contexto nacional en pleno baile de cifras sobre las
expectativas de producción y exportación de volúmenes de gas, las
corporaciones logran instalar en la sociedad urbana la esperanza de un
abaratamiento del gas doméstico, carísimo en Perú por la integración
vertical de Repsol en todos los eslabones de producción y
comercialización de este recurso. Pero en “Gas Amazónico” afloran las
vicisitudes que ponen en entredicho el presumido desarrollo local y
peor, el respeto al derecho a la vida de los pueblos en aislamiento
voluntario o contacto inicial.
En el libro, se ha perseguido la documentación de accidentes y
derrames de hidrocarburos en los ríos, el gradual deterioro de la
calidad de los recursos por la intensificación del transporte fluvial y
aéreo o los instrumentos de Relación Comunitaria enfocados a conseguir
un consentimiento servil a partir de la disposición de mecanismos de
dependencia en las comunidades... Además, se reconstruye la reciente
historia del contacto y debacle poblacional del pueblo nahua a partir
de la entrada de Shell y las posteriores operaciones de Pluspetrol en el
interior de la Reserva Territorial Nahua Kugakapori Nanti.
En la actualidad, esta empresa plantea la construcción de 18 nuevos
pozos y los medios insinúan la intención de otorgar otro lote (Lote
Fitzcarrald) entre esta reserva y el Parque Nacional Manú. Las amenazas
se acentúan.
Por eso, la lectura de Gas Amazónico resultará incómoda para las
corporaciones de Camisea y en ciertos despachos de Lima. Porque es un
reportaje in situ que da voz a las comunidades, está fundamentado y bien
referenciado. Un esfuerzo para, desde una óptica científica, desmontar
el discurso extractivista. Y aflorarán las dudas sobre el talante de
responsabilidad que presumen las compañías. Sus coartadas, en el campo
de la criminalidad ambiental, serán fuertemente cuestionadas y pondrán
en duda el seguir apostando por el avance de las fronteras extractivas
en la Amazonía.
Nota:
(1) GAVALDÀ, Marc, “Gas Amazónico. Los pueblos indígenas frente al
avance de las fronteras extractivas en Perú, Icaria Editorial, 2013.
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