Tanto la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) como la Organización de Naciones Unidas (ONU) condenaron ayer, por separado, la represión policial a la marcha en defensa del Territorio Indígena y Parque Isiboro Sécure (TIPNIS), ejecutada el domingo en las cercanías de Yucumo, Beni.
La Iglesia Católica, además, exigió al Gobierno que renuncie a la represión, persecución y violencia porque no solucionan los problemas.
La presidenta de la FIDH, Souhayr Belhassen, condenó el uso desproporcionado de la fuerza en la represión contra la marcha que defiende la preservación del TIPNIS e insta a las autoridades bolivianas a respetar el derecho a la vida y a la integridad física de los manifestantes.
“Denunciamos y condenamos el uso desproporcionado de la fuerza por parte del Gobierno de Evo Morales en contra de una marcha pacífica encaminada a la defensa del derecho a la consulta previa, libre e informada de los pueblos indígenas, contemplado en la Constitución adoptada en el 2009 por este mismo Gobierno con el objetivo declarado de crear un marco normativo que garantice los derechos de los pueblos indígenas”, aseveró Belhassen.
Ante la gravedad de los hechos, la FIDH pide que las autoridades bolivianas garanticen el derecho a la vida y el derecho a la integridad física e psicológica de los manifestantes, el derecho a la protesta pacífica, así como a investigar con celeridad la responsabilidad de la Policía en la represión.
La FIDH recuerda que el derecho a la consulta previa, libre e informada está garantizado en la Constitución y en el Convenio 169 de la OIT, del cual Bolivia es un Estado parte.
Además, la Organización de Naciones Unidas en Bolivia lamentó y expresó ayer su profundo pesar por los hechos de violencia sucedidos en las cercanías de Yucumo en la intervención policial.
Apela a las autoridades para que garanticen el ejercicio de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos, incluyendo la libertad de expresión y el derecho de manifestarse libremente de forma pacífica, y para que cumplan con su obligación de proteger a toda persona de la violencia, en especial a los niños, niñas y mujeres.
La Iglesia Católica, además, exigió al Gobierno que renuncie a la represión, persecución y violencia porque no solucionan los problemas.
La presidenta de la FIDH, Souhayr Belhassen, condenó el uso desproporcionado de la fuerza en la represión contra la marcha que defiende la preservación del TIPNIS e insta a las autoridades bolivianas a respetar el derecho a la vida y a la integridad física de los manifestantes.
“Denunciamos y condenamos el uso desproporcionado de la fuerza por parte del Gobierno de Evo Morales en contra de una marcha pacífica encaminada a la defensa del derecho a la consulta previa, libre e informada de los pueblos indígenas, contemplado en la Constitución adoptada en el 2009 por este mismo Gobierno con el objetivo declarado de crear un marco normativo que garantice los derechos de los pueblos indígenas”, aseveró Belhassen.
Ante la gravedad de los hechos, la FIDH pide que las autoridades bolivianas garanticen el derecho a la vida y el derecho a la integridad física e psicológica de los manifestantes, el derecho a la protesta pacífica, así como a investigar con celeridad la responsabilidad de la Policía en la represión.
La FIDH recuerda que el derecho a la consulta previa, libre e informada está garantizado en la Constitución y en el Convenio 169 de la OIT, del cual Bolivia es un Estado parte.
Además, la Organización de Naciones Unidas en Bolivia lamentó y expresó ayer su profundo pesar por los hechos de violencia sucedidos en las cercanías de Yucumo en la intervención policial.
Apela a las autoridades para que garanticen el ejercicio de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos, incluyendo la libertad de expresión y el derecho de manifestarse libremente de forma pacífica, y para que cumplan con su obligación de proteger a toda persona de la violencia, en especial a los niños, niñas y mujeres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario