El publicitado consenso obtenido en Moquegua para dar pase al proyecto minero Quellaveco habría sido fraudulento. Así se desprende luego de conocerse que el Frente de Defensa de los Intereses del Pueblo de Moquegua demandó la revisión del estudio de impacto ambiental del proyecto impulsado por la Anglo American Quellaveco, en aplicación del principio precautorio.
La petición formal ingresó el 9 de agosto al Ministerio del Ambiente suscrita por Juan Eloy Rodriguez Linares, presidente del frente de defensa, quien sostiene que el proyecto minero Quellaveco afectará negativamente el ambiente del valle de Asana y las zonas colindantes al área de emplazamiento directo e indirecto.
Solicita se respete y aplique el principio precautorio contenido en la Ley General del Ambiente que establece: “cuando haya peligro de daño grave o irreversible la falta de certeza absoluta no debe utilizarse como razón para la postergar la adopción de medidas eficaces y eficientes para impedir la degradación del ambiente”.
El frente sostiene que la explotación de la Minera Quellaveco “va a contaminar el ecosistema de la región Moquegua” y debe revisarse el EIA tal como lo ha solicitado la Junta de Usuarios de Riegos Moquegua.
El proyecto de explotación de Minera Quellaveco aprobó de manera irregular y manipuló la metodología del Estudio de Impacto Ambiental sin respetar el ordenamiento legal por lo que el frente advierte que va a generar condiciones para el rechazo y protesta de un importante sector de la población moqueguana.
De acuerdo al reglamento de la Ley del Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental los EIA debe ser actualizados por el titular para cinco años de operación o a los tres años de su aprobación, situación que no se dio para el caso del Proyecto Minero Quellaveco, porque el EIA no se actualizó desde el año 2000.
La Mesa de Diálogo para analizar la problemática minera del departamento de Moquegua “no ha considerado y canalizado a las instancias respectivas el pedido de revisión del EIA, lo que constituye otra vulneración al ordenamiento jurídico ambiental”.
Recusan mesa de diálogo por espúrea e ilegal
El frente consideró “nulas de pleno derecho” las veintún sesiones de la denominada Mesa de Diálogo por que “ninguna persona ni mucho menos la autoridad puede negociar disponibilidad de recursos hídricos para la empresa minera Quellaveco en las cuencas de los ríos Tambo y Moquegua”.
Al respecto, el frente se declaró respetuoso de la ley y los fallos judiciales, en particular destacó el expedido por el Octavo Juzgado Transitorio Especializado en lo Contencioso Administrativo, que declaró nulas la resolución de intendencia 050-2008 del INRENA y la resolución ministerial 064 del Ministerio de Agricultura.
En virtud a tal fallo la Empresa Minera Quellaveco S.A. no está autorizada a ejecutar estudios para determinar la disponibilidad hídrica de la sub cuencas de los ríos Titiri, Chilota y Viscachas, aguas debajo de la Presa Pasto Grande. Tampoco sobre la disponibilidad hídrica subterránea de la cuenca del rio Chilota.
Tales fuentes hídricas son consideradas probables alternativas de abastecimiento de agua para el Proyecto Quellaveco, ubicado en la provincia de Mariscal Nieto, región Moquegua.
El frente rehusó involucrarse en la mesa de diálogo o grupo de trabajo -como lo ha denominado la Resolución Ministerial 66- 2012- PCM- “por tener un nacimiento espurio, personalista y cuyos integrantes no son representativos de los gremios a los cuales dicen representar”, afirma en la demanda.
Las conclusiones 2 y 4 de la mesa de diálogo compromete la cuenca del río Tambo para la Empresa Quellaveco sin haber convocado a las juntas de usuarios de Omate, Puquina, la Capilla, Punta Bombón, la Ensenada Mejía Mollendo, ubicadas dentro del ámbito de la cuenca.
La mesa de diálogo o grupo de trabajo está conformada por amigos del presidente Regional de Moquegua, con intereses económicos en las actividades mineras, y no representa al pueblo moqueguano, indica el frente.
El presidente regional y sus amigos han engañado al pueblo peruano, a la prensa nacional y al gobierno central al pretender representar al pueblo de Moquegua lo que es falso porque representan básicamente sus intereses personales, indican.
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