¡Envenenaron mi comida y me aplicaron
‘electroshock’!
Escalofriante
testimonio de ex primera dama Susana Higuchi, desnudada y golpeada brutalmente
por orden de Fujimori y Montesinos en cuartel del Ejército.
Reportes
solo de los Centros de Emergencia de la Mujer (CEM) del Ministerio de la Mujer
hasta agosto del 2015, han registrado 13 mil 173 denuncias por maltrato físico,
9 mil 127 por maltrato psicológico y mil 528 por abuso sexual. La violencia
contra la mujer ocurre en todos los sectores sociales y también en las más
altas esferas del poder político como las agresiones físicas psicológicas,
secuestro, tortura e intento de homicidio, por envenenamiento y otras
modalidades, ocurridas en Palacio de Gobierno en 1992, por orden del
expresidente Alberto Fujimori contra la primera dama Susana Higuchi. Todo por
denunciar públicamente, que las hermanas del presidente robaban la ropa donada
por Japón para los damnificados del norte del país.
Después
del autogolpe del 5 de abril de 1992, ocurrió la terrible vía crucis de la que
Higuchi dijo haber sido víctima por orden de Fujimori: “Un fin de semana entre
abril y mayo de 1992, ocho personas me sacaron con mucha violencia del
departamento que nos fue asignado en el segundo piso de uno de los edificios
del SIE. Me sacaron con los ojos vendados, me encapucharon, me metieron en una
camioneta 4×4 y me llevaron a no sé dónde. Me torturaron con golpes hasta que
caí inconsciente. Me inyectaron algo para que me quedara totalmente dormida.
Allí me aplicaron electroshocks”.
TENTATIVA
DE ASESINATO
No se
trata de un recuento fantástico, es a propósito de las agresiones físicas del
congresista Juan Díaz Dios contra su esposa; información de dominio público, de
agraviada Susana Higuchi que consta en documentos oficiales del Congreso del
Perú, en el informe de una comisión investigadora del 15 de junio del 2002 y
del que la candidata presidencial 2016, Keiko Fujimori y su hermano tienen
pleno conocimiento, pero que jamás se han solidarizado con su madre.
En
las “Cuestiones de hecho” ante la comisión que investigó los actos de gobierno
de la dictadura de Fujimori del 15 de junio del 2002, el testimonio de Higuchi
dice textualmente:
“Presunta
tentativa de uxoricidio, (asesinato de la esposa por parte del esposo)
secuestro y tortura perpetrados contra la ex primera dama de la Nación y actual
congresista Susana Higuchi Miyagawa. La congresista Susana Higuchi Miyagawa, en
sesiones reservadas, declaró en resumen lo siguiente”:
PHARATION PARA RATAS
“Efectivamente
él, el mismo Fujimori, de manera personal echó Pharation… en los -aparatos- de
aire acondicionado de la alcoba presidencial” y explicó que, al inhalar esta
sustancia tóxica le dio “náuseas y no podía respirar…”.
“En
una oportunidad anterior…me trató de agredir con un machete…antes de entrar al
desayuno y con una cara endiablada y tuve que gritar todos los nombres de mis
amigas quienes vinieron corriendo”.
No se
trata de una narración de una novela de ficción sino de la propia víctima, en
plenitud de sus facultades. Una historia de abusos, brutalidades e intentos de
asesinato del dictador contra la vida de su entonces esposa.
COMIDA ENVENENADA Y GOLPES
Y
como para que no quede dudas de lo que puede hacer un hombre borracho de poder,
un autócrata, alucinado por el apetito de mandar e imperar y sobre todo,
incentivado y apoyado por el silencio cómplice de su turba de adulones, Higuchi
dejó este testimonio para la historia política y también psiquiátrica del Perú,
respecto al perfil emocional, de lo que es capaz de perpetrar un machista de la
peor ralea en el poder, sin ningún control político, en una dictadura.
“Ya
narré la vez pasada lo de las comidas envenenadas, una me produjo una úlcera.
También “me daba medicamentos y los hice examinar y eran adulterados”. Y sobre
las órdenes de tortura que aseguró fueron ordenadas por Fujimori y aplicadas
por sus serviles civiles y militares añade:
“Me
tumbaban y me comenzaban a golpear en los brazos, en las piernas y no sé qué me
ponían en la nariz o en la boca -éter o formol menciona más adelante- y ya me
llevaban medio atontada”, para luego en ese estado de semiinconsciencia
aplicarle “electroshock”, añade el informe.
Todo
este cuadro de agresión y terror demoniacos para silenciar a quien tuvo el
coraje de denunciar ante la opinión pública y enrostrarle a Fujimori que sus
hermanas se robaban la ropa donada por el gobierno japonés.
TERROR EN CUARTEL: ‘ELECTROSHOCK’.
El
gobierno totalitario que se había apoderado del control de todas las
instituciones del país: Poder Judicial, Congreso, las Fuerzas Armadas y
Policiales, manejando a sus cabezas como a corderos de rebaño, Ministerio Público,
entre otros, instaló tras el autogolpe del 5 de abril de 1992 ambientes de
tortura contra su propia esposa en el propio Cuartel General del Ejército.
Añadió,
Susana Higuchi: “Con violencia me llevaron a un sótano -en el Cuartel General
del Ejército- donde no se podía percibir un ápice de luz…una tortura, hasta que
caí desmayada; cuando me desperté no sabía dónde estaba. Sufrí torturas con
electroshock…(estímulos en la psicoterapia para enfermos mentales, usada
también como métodos de tortura) y dentro de los cuatro meses que me
mantuvieron encerrada en el Pentagonito, en el Servicio de Inteligencia del
Ejército…(SIE), mientras que me amarraban, hasta que me torturaban y luego me
ponían el electroshock”.
SECUESTRO EN PALACIO DE GOBIERNO
Fujimori
y sus secuaces querían que estas torturas físicas le causaran serios daños
cerebrales hasta conducir su mente por los vericuetos de la locura, como que
efectivamente sufrió un tiempo, un embotamiento amnésico de su mente.
“El
presidente de aquel entonces (Fujimori) y mis cuatro hijos (Keiko, Kenji, Sachi
) se fueron al SIN, al Servicio de Inteligencia Nacional en Chorrillos y me
dejaron sola –en la residencia de Palacio de Gobierno, donde fue confinada- sin
agua, sin luz, sin teléfono y sin ingresar mi cotidiana compra de alimentos
para yo poder cocinar”.
Y
agregó ante la comisión parlamentaria que cuando escapó, su amiga René de Odría
la “encontró con 38 kilos de peso”. Este testimonio fue corroborado por su
abogado de entonces el doctor Luis Abelardo Renteros Pineda, ante la comisión
congresal, que presidió Mauricio Mulder (Presidente) e integraron Pedro Morales
(Vicepresidente), Carlos Almerí (Secretario) y Dora Nuñez y Daniel Robles. Una
escalofriante narración de Susana Higuchi sobre las agresiones de Fujimori con
el concurso de Vladimiro Montesinos para presentarla como loca.
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