Escribe: Manuel Ángelo Prado
A
pesar del escándalo que se ha generado a partir de la publicación del libro
'Mitad monjes, mitad soldados' de Pedro
Salinas y Paola Ugaz, lo cierto es que la Iglesia va ganando en esta lid.
Esperamos equivocarnos.
Luego
de que el periodista Pedro Salinas -con la colaboración de Paola Ugaz-
publicara el libro "Mitad monjes, mitad soldados", las denuncias de
abuso físico, psicológico y sexual en el Sodalicio han cobrado mayor
notoriedad, tanto en la opinión pública como en los medios de comunicación.
Como
consecuencia de este escándalo, el propio superior de los Sodalitium Christanae
Vitae (SCV), Alessandro Moroni, condenó los abusos que miembros de la orden
religiosas cometieron con jóvenes menores de edad (que hoy ya son adultos).
Precisamente, algunos de los testimonios de las víctimas (treinta en
total) fueron recogidos por Salinas y
Ugaz.
No
obstante, a pesar del revuelo mediático y de la indignación de la sociedad
civil, existen algunos elementos que nos hacen sospechar que los abusos
cometidos por miembros del Sodalicio quedarán impunes.
1. Visitador del Vaticano no investigará a
Figari
Aunque
suene inverosímil, Fortunato Pablo Urcey, el visitador designado por el
Vaticano para investigar las denuncias contra el Sodalicio, no investigará a
Fernando Figari Rodrigo, fundador de la citada sociedad de vida apostólica y
acusado de abuso sexual.
Más
grave aún, Urcey, obispo prelado de Chota y secretario general de la
Conferencia Episcopal del Perú, no se reunirá con las víctimas. Entonces, ¿cómo
se puede se puede realizar una investigación adecuada si no se escucha a las
dos partes involucradas? Más lamentable aún son las declaraciones de Chota -que
inició sus labores como visitador en abril pasado- con respecto a la
investigación de Salinas:
"Yo
en realidad no he leído el libro, sé del autor, pero no tengo por qué
evaluarlo, porque el autor en este momento ya no es miembro del Sodalicio y,
por tanto, en ese terreno tampoco tengo que entrar".
Agregó
que su labor solo consiste en conversar con los actuales sodálites sobre los
abusos denunciados. Para Salinas esta investigación oficial "es una
farsa".
El 'lavado de manos' del Luis Gaspar
El
sacerdote Luis Gaspar, juez del Tribunal Ecleasiástico (del cual también forma
parte el cardenal Juan Luis Cipriani), señaló a RPP que este órgano solo juzga
causas diocesanas y que el Sodalicio, al ser una institución que depende
directamente del Vaticano, está fuera de su jurisdicción y por este motivo
remitió las denuncias a la Santa Sede.
No
obstante, esta explicación 'legalista' no convence a todos, en especial a una
de las víctimas (cuyo testimonio fue recogido por Salinas y Ugaz) y que
prefirió proteger su identidad bajo el nombre de Santiago.
Esta
persona publicó un carta abierta dirigida a Gaspar que publicó El Comercio. En
la misiva, Santiago señala que presentó personalmente su denuncia ante Gaspar y
Victor Huapaya, presidente del Tribunal Eclesiástico, en el 2011. Luego de esa
fecha no recibió ninguna comunicación sobre su caso. Menos aún, nunca se le
informó que su caso iba a ser vista en la Santa Sede.
Santiago
hace algunas preguntas que las autoridades eclesiásticas deberían respondar en
la brevedad:
"Pero
lo más insólito, lo que no tiene pies ni cabeza es que un juez no escuche a la
otra parte. Es decir, a mí. ¿Qué tipo de investigación se puede llevar
seriamente sin escucharme? ¿Cómo debo entender que la "Santa Sede ha
intervenido" sin que yo haya sido, por lo menos, contactado y
entrevistado".
Cipriani contraataca y demanda a sus
denunciantes
Daniel
Vega Farías, presidente del Instituto de Defensa de los Derechos del Menor
(IDDEREM), presentó una denuncia, en la
Fiscalía, contra Cipriani, Huapaya y Enrique Elías, procurador del Sodalicio,
por los presuntos delitos de encubrimiento real y personal, obstrucción de la
justicia, complicidad y omisión de denuncia "contra cuatro menores y otras
posibles víctimas menores de edad" pertenecientes a dicha sociedad
religiosa. Para IDDEREM, cuando el cardenal tomó conocimiento de los hechos (en
el 2011) no dijo ni hizo nada.
Sin
embargo, lejos de allanarse a la investigación, Cipriani ha respondido con una
contrademanda. Así lo informó Gaspar, quien además minimizó la denuncia de
IDDEREM y acusó a sus promotores 'de querer figurar'. En otras palabras, quiere
atemorizar a quienes buscan indagar sobre las denuncias contra miembros del
Sodalicio.
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