domingo, 21 de agosto de 2011

El Papa se despide de España y le pide que 'progrese sin renunciar a su alma católica'


"Me he sentido muy bien en España". Eso ha asegurado Benedicto XVI al Rey Juan Carlos en la ceremonia de despedida en el aeropuerto de Barajas con la que el Pontífice ha puesto el punto final a su visita a Madrid.

Asimismo el Papa, que en algunos de los discursos que ha pronunciado en su viaje se ha quejado de que en España existe un clima de "persecución larvada" contra los cristianos, ha hecho en su alocución final un nuevo llamamiento a una convivencia tolerante entre creyentes y laicistas y ha pedido al país que no renuncie a su "alma profundamente católica".

"España es una gran nación que, en una convivencia sanamente abierta, plural y respetuosa, sabe y puede progresar sin renunciar a su alma profundamente religiosa y católica", ha asegurado.

Joseph Ratzinger ha defendido que durante la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud se ha podido comprobar cómo "la gracia de Cristo derrumba los muros y franquea las fronteras que el pecado levanta entre los pueblos y las generaciones" y ha añadido que "no hay que desanimarse ante las contrariedades" que en algunos países afrontan los católicos.

Benedicto XVI ha concluido asegurando que deja España "contento y agradecido a todos" y ha asegurado que tiene a los españoles muy presentes en sus oraciones y que, entre otros, reza por aquellos que no encuentran trabajo.

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