El rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Marcial Rubio, aseguró esta mañana que el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, quiere tomar el control económico y apoderarse de los bienes de la casa de estudios superiores, “porque no está de acuerdo con nosotros, cree que no somos católicos, que no actuamos como católicos”.
“Yo estoy absolutamente seguro de que el cardenal quiere tomar el control económico. La mejor prueba de eso es que ha inscrito una sentencia que tiene que ver con unos bienes heredados en el año 1944 en todos los bienes que ha adquirido la universidad antes y después. Eso es una arbitrariedad inadmisible. Si él fuera honesto consigo mismo en ese asunto, debería dar marcha atrás y solo inscribir la sentencia en los bienes de la herencia, pero no lo hace. Entonces, mi conclusión es que quiere apoderarse de los bienes de la universidad”, sostuvo en conferencia de prensa.
Además, indicó que las autoridades universitarias no están dispuestas a aceptar el pedido del Vaticano para adaptar sus estatutos a la Constitución Apostólica Ex Corde Ecclesiae -que convierte a Cipriani en el Gran Canciller de la PUCP y le da facultades para proponer al rector- “porque solo se tiene que escuchar al cardenal para darse cuenta de que es un enemigo de la universidad”.
Rubio explicó que las relaciones entre el Vaticano y el Estado Peruano se rigen por un acuerdo que firmaron ambas partes en 1980. En ese documento, la Iglesia Católica tiene la posibilidad de fundar centros educativos en todos los niveles, pero de acuerdo con la ley peruano.
“La ley peruana dice que el rector es elegido por la Asamblea Universitaria, por lo tanto cuando nosotros pedimos que el rector sea elegido por la asamblea y es confirmado por la Santa Sede, nosotros no estamos fuera de la leyes de la Iglesia, sino perfectamente dentro de ellas”, acotó.
Rubio informó que la Asamblea Universitaria es la que decide los cambios estatutarios con tres quintos de los votos. La asamblea está compuesta por casi 80 personas –dos tercios de profesores y un tercio de estudiantes según ley– y en 30 días, indicó el rector, se reunirá para ver este tema.
“ADAPTACIÓN NO TRASNGEDE LEY PERUANA”
Por su parte, el cardenal Cipriani indicó a través de una columna en el diario “Correo” que cuando la PUCP, a inicios de la década de 1950, consolida su régimen jurídico civil establece como artículo cuarto de su Estatuto de 1956: “La Universidad Católica del Perú se rige por los presentes Estatutos, en entera conformidad con las leyes de la Iglesia y las del Estado Peruano, con absoluto acatamiento de las resoluciones de la Santa Sede, de la cual depende”.
En ese sentido, exhortó a las autoridades de la PUCP a adaptar sus estatutos a la Ex Corde Ecclesiae, porque “no bastan declaraciones de fidelidad, la Constitución Apostólica dada por Juan Pablo II exige que el estatuto refleje e incorpore las consecuencias jurídicas que vinculan a las universidades católicas con la autoridad de la Iglesia”.
El arzobispo, quien firmó su columna como Gran Canciller de la PUCP, escribió que existen universidades católicas en nuestro país que ya han adaptado sus estatutos a las exigencias de la Santa Sede sin que ello transgreda ninguna norma del Perú.
“Amo a la PUCP, pero ese amor está subordinado a mi amor por la Iglesia y al cumplimiento del deber de obediencia que tengo a los mandatos del Papa…”, acotó.
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