Entrampado. Mineras deben presentar nueva propuesta sobre porcentaje a gravar. Gobierno esperaba recaudar más de S/. 2 mil millones, pero mineras consideran que no es posible. No es seguro anuncio de Lerner esta semana.
Rocío Maldonado.
El último domingo, durante su visita a Arequipa, el presidente de la República, Ollanta Humala, se mostró muy optimista respecto a un inminente acuerdo entre el gobierno y la Sociedad Nacional de Minería sobre el impuesto a las sobreganancias mineras.
“Creo que se va a llegar a buen puerto y eso lo va a anunciar el presidente del Consejo de Ministros en su mensaje de presentación ante el Congreso de la República”, dijo entonces el mandatario.
Sin embargo, en la última semana, las conversaciones se habrían entrampado respecto al porcentaje con el que se gravaría a las utilidades operativas.
Trascendió que el último viernes se frustraron dos reuniones en la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), tras lo cual el gobierno dio plazo hasta el martes a las empresas mineras para que presenten una propuesta.
De acuerdo a una fuente de este diario, el gobierno tiene la expectativa de recaudar más de S/. 2.000 millones anuales con la aplicación del referido impuesto, planteamiento que no es aceptado por la otra parte.
Así las cosas, y teniendo en cuenta que la presentación del gabinete está prevista para este jueves, se prevé muy complicado llegar a un acuerdo esta semana.
Al respecto, una fuente de los empresarios mineros confirmó que lo concreto es que se definió la línea técnica o de base, sobre la cual se aplicará el impuesto: las utilidades operativas. “Lo que se está definiendo ahora es la fórmula o porcentaje a la nueva estructura”, refirió el informante.
También detalló que el miércoles último se empezó a negociar este aspecto, y subrayó que la fecha de cierre para las negociaciones no estaba sujeta a la presentación del presidente del Consejo de Ministros ante el Parlamento.
Promesa electoral
El impuesto a las sobreganancias fue una de las principales promesas de la campaña electoral de Ollanta Humala y se esperaba que los detalles del acuerdo alcanzado para su aplicación serían la cereza en el pastel entre los anuncios que lanzaría Lerner Ghitis.
Pero más allá del logro que significaría para este gobierno incrementar el aporte minero en el Perú, el nuevo impuesto es un componente importante para financiar los programas sociales prometidos por Gana Perú, que costarían S/. 1.400 millones anuales.
Del “óbolo” al impuesto
La aplicación de un impuesto a las sobreganancias no es un asunto de discusión reciente. Se puso sobre el tapete cuando la realidad mostró que, gracias al alza del precio internacional de los metales de los últimos años, las empresas mineras incrementaron notablemente sus ganancias por un factor que no dependía de su propia tecnología o competitividad. Se consideró justo entonces que parte de esa ganancia beneficie también al país en el que se explotaban recursos no renovables.
En el 2006, Alan García también prometió gravar las sobreganancias mineras; sin embargo, ya en el gobierno y tras una negociación con los empresarios mineros se optó por un aporte voluntario, de carácter extraordinario y temporal, conocido comúnmente como “óbolo minero”.
Este aporte voluntario, destinado a programas sociales, ha generado S/. 2.282 millones del 2006 al 2010.
Este aporte voluntario, destinado a programas sociales, ha generado S/. 2.282 millones del 2006 al 2010.
El primero de los aportes superó los S/. 500 millones, pero luego fue disminuyendo hasta llegar a los S/. 396 millones el 2008.
Ahora con el nuevo gobierno y la decisión política de no ceder en la participación de las ganancias extraordinarias que perciben las mineras, se espera por lo menos triplicar lo alcanzado con el aporte voluntario. Las conversaciones serán decisivas para saber si se logra esa meta.
Datos
Rechazan. El presidente de la Cámara de Comercio de La Libertad, Javier Caro Infantas, consideró que un impuesto a las sobreganancias mineras “resultará inoportuno y ajeno frente a un incierto panorama mundial”.
Más. No obstante, reconoció que a las empresas mineras que operan en el país les hace falta ser más solidarias y generosas. “Se debe aumentar las regalías o el aporte voluntario que hicieron hace dos años”, subrayó.
Diferencias entre pagos de tributos en Perú y Chile
Hace más de una semana, el gobierno anunció que se había llegado a un acuerdo para gravar las sobreganancias mineras con el aval de las propias empresas del sector. Indicó entonces que el modelo a implementarse sería similar al que se aplica en Chile.
Sin embargo, Jorge Manco Zaconetti, investigador de la Universidad San Marcos, advirtió que en Chile todas las empresas mineras abonan el royalty (impuestos a la actividad minera), aplicado sobre las utilidades operativas, tengan firmados o no contratos de estabilidad tributaria. A diferencia de nuestro país, donde las más importantes mineras se eximen indebidamente de abonar las regalías mineras.
“Existe una serie de beneficios tributarios que reducen la participación del Estado en la riqueza minera. Por ello, se deben considerar las diversas deducciones y beneficios tributarios que disminuyen el monto del impuesto a la renta realmente pagado”, dijo el experto, quien mencionó también los significativos daños ambientales que tiene que asumir el Estado por esta actividad.
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