domingo, 4 de septiembre de 2011

Bolivia tiene más de 5,000 millones de toneladas de reservas probadas de litio



N.R.: El litio es un elemento químico de símbolo Li y número atómico 3, del grupo 1, entre los elementos alcalinos. En su forma pura, es un metal blando, de color blanco plata, que se oxida rápidamente en aire o agua. Es el elemento sólido más ligero y se emplea especialmente en aleaciones conductoras del calor, en baterías eléctricas y, sus sales, en el tratamiento de ciertos tipos de depresión.

Las reservas bolivianas de este mineral superan los 5,000 millones de toneladas; actualmente el precio de una tonelada de Li en el mercado internacional es de aproximadamente 7,000 dólares en ascenso, es decir la suma astronómica de US$ 35,000,000,000,000 o su equivalente en oro (
la onza de oro al 2/9/2011 en el mercado internacional esta a US$ 1,867.68, una oza=28.35 gramos).

En el caso peruano, el oro y en general todos nuestros recursos minerales (por obra y gracia de Alberto Fujimori, Toledo y García) únicamente benefician al sector privado.

Una enorme riqueza en manos de un gobierno soberano como el de Evo Morales, es la garantía para que Bolivia se convierta en un país desarrollado en la región. Dicen las autoridades bolivianas quien se hará cargo del Li será una empresa estatal boliviana; esto es soberanía, el sector privado lo único que ha demostrado en su accionar, es entreguismo, corrupción, expoliación y pobreza para los países ricos en recursos.

Como sostiene Pepe Escobar "
China gobierna las tierras raras": No es sorprendente que en la visita del presidente Evo Morales a Seúl, Corea del Sur desenrollara una lujosa alfombra roja. Después de todo, Samsung, Hyundai, LG y otros gigantes industriales sudcoreanos saben que el acceso ilimitado al litio es esencial para controlar el mercado global de baterías para ordenadores notebook, teléfonos móviles y coches eléctricos. Seúl está profundamente involucrada en una estrategia de inversiones sin tabúes para garantizar su acceso a las tierras raras.

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