Por Carlos Monge
El Premier anuncia que las empresas mineras harán una contribución adicional de 3 mil millones de soles. En el 2007, Alan Garcia canjeó su promesa de 1500 millones de dólares en impuesto a las sobre-ganancias por una modestísima contribución de 150 millones en óbolos voluntarios.
Ollanta Humala sí ha buscado que las empresas aporten más y logró cerrar la negociación justo antes del Mensaje al Congreso del Primer Ministro Lerner.
Queda claro ahora que desde el 2007 las empresas si podían hacer una mayor contribución, pero que las empresas y el APRA se pusieron de acuerdo para que no paguen lo que debían. Queda claro también que la campaña de las mineras y, con Ciego Oblitas y Nano Guerra y varios medios de comunicación de tontos útiles o socios bien pagados, era puro terrorismo verbal.
Ahora bien, la verdad es que llama la atención la alegría con la que las propias mineras, medios como El Comercio, e instituciones como el Instituto Peruano de Economía, han recibido este acuerdo. Revisando las cifras, uno puede comenzar a entender porque:
- Las mineras aportarán 3 mil millones de soles, pero:
- Dejarán de aportar los 500 millones de soles del óbolo voluntario (ya estamos en 2,500 millones de soles)
- Dejarán de pagar los 500 millones de soles de las regalías (ya estamos en 2 mil millones de soles)
- Dejarán de pagar mil millones de impuesto a la renta.
Esto porque esos 3 mil millones, que se deducen de las utilidades operativas, es decir, del monto que es la base para estimar el 30% de impuesto a la renta que pagan todas las empresas del país. (ya estamos en 1 mil millones de soles).
En suma, el aporte realmente nuevo es de 1 mil millones de soles, no de 3 mil millones de soles. Apenas poco mas de 300 millones de dólares.
Además, y esto ya preocupa a las regiones y municipalidades, este aporte es un gravamen voluntario y no un impuesto establecido por el Congreso. Por eso, no está sujeto a la ley de canon. Acá pierden 500 millones de soles que eran parte del IGV. Y si se anulan las regalías, pierden otros 500 millones de soles.
Es decir, se recauda bastante menos de lo que podría recaudarse (en la campaña se habló de entre 1800 y 2500 millones de dólares, en realidad estamos en unos 350 millones de dólares) y encima se concentra en el Gobierno Central, mientras que al eliminarse las regalías y bajar el impuesto a la renta, se recentraliza el presupuesto.
Con razón no están tan molestas las empresas, sus medios, y sus asesores.
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