El alto mando de la Policía confirma que en la polémica reunión de hace semanas sí se abordó un pedido de desalojo de la azucarera Andahuasi.
No hay duda de que el vicepresidente Omar Chehade está contra las cuerdas. La Fiscalía le inició una investigación, en el Congreso han presentado una acusación constitucional, e incluso el mismo presidente Ollanta Humala le ha quitado el respaldo por el presunto delito de tráfico de influencias en el que estaría involucrado.
Y aunque él niega tajantemente cualquier falta, más testimonios lo comprometen. Ahora, el general Abel Gamarra, otro de los presentes en la polémica reunión en un restaurante miraflorino, confirmó que sí se discutió un pedido para desalojar la azucarera Andahuasi, con el objetivo de que pase a las manos del Grupo Wong.
Así lo reveló el alto mando policía en un escrito enviado al ministro del Interior Óscar Valdés, aunque con su argumento busca defenderse. “(…) si el propósito de la cena en Las Brujas de Cachiche era buscar apoyo policial para desalojar a los trabajadores de la azucarera, se equivocaron conmigo”, señala Gamarra.
Lo que arguye el general es que el indicado para realizar esa operación era el general Guillermo Arteta, pues Andahuasi se encuentra en su jurisdicción. Sin embargo, omite que es posible que haya sido citado a la reunión porque él ya había participado en operativos en torno a la azucarera.
Más allá de esto, el hecho principal es la confirmación de que Chehade y todos los asistentes discutieron un posible desalojo, contrariamente a las reiteradas negaciones del vicepresidente que, poco a poco, se va quedando solo y enredado en su propia versión.
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