Por Romina Mella.-
Daniel Abugattás, presidente del Congreso, dijo hoy que la nota “Las primeras contradicciones” que publicó ayer IDL-Reporteros, basada en una entrevista con Miguel León Barandiarán, amigo de los hermanos Chehade y ex asesor de Abugattás, era “cantinflesca”.
¿Cómo dice que me dijo que dijo? habría preguntado don Mario Moreno.
“El Perú merece periodismo un poquito más serio y profesional. Sobre todo tratándose de algo tan serio”, dijo Abugattás.
No ha sido la mejor intervención de Abugattás. No parecía haber practicado los ejercicios de respiración que tan bien le hacen, pero sin duda llegarán días mejores.
Es que, como decía Cantinflas, “hay momentos en la vida que son verdaderamente momentáneos”.
Lo importante de la entrevista a León –transcrita tal cual fue grabada– es que éste reconoció que sí se habló de Andahuasi y que no se discutió en absoluto asuntos de inteligencia. Esta versión contradice lo declarado inicialmente por Chehade y es particularmente importante porque León tenía todo el interés en defender a Chehade.
En la misma entrevista, IDL-R le preguntó a León por su visita, junto con Miguel Chehade al general PNP (r) Guillermo Arteta en el cuartel El Potao.
Esto fue lo que se le preguntó y lo que respondió:
¿Usted fue al Potao con Miguel Chehade?
Yo no le he entregado nada al señor. Lo he visto una vez en mi vida. No puedo decirte más.
Pero IDL-Reporteros ha encontrado testigos que desmienten a los Chehade y a León.
Uno de ellos es el capitán PNP (r) Richard Salas, que fue testigo presencial del encuentro entre Miguel Chehade, Miguel León y el general Arteta. Salas trabajaba como colaborador en la creación del equipo de inteligencia para la dirección territorial de Lima Norte.
(…) … me encontraba por los pasadizos de la Sétima Dirtepol casi frente al despacho del general donde se encontraba la secretaria y me llama la atención la presencia de dos personas que estaban ingresando hacia el pabellón, hacia la oficina del general. Tengo entendido que ya habían estado en sala de espera. Me llamó la atención por el perfil de las personas. Eran blancos, medios gringos, ojos claros. Y normalmente en la policía uno no ve ese tipo de características. Me llamó la atención y le pregunté a la secretaria que quiénes eran.
¿Qué le dijo la secretaria?
Que eran unas personas que querían hablar con el general. (…)
Entonces vi que se acercaron a la oficina del general, él los atendió. Si mal no recuerdo fue en el pasadizo. Fue una cuestión de dos o tres minutos y posteriormente se retiraron.
¿Usted podría identificar a estas dos personas? (Se le muestra las fotografías de Miguel León y Miguel Chehade)
Sí. Sí, ahora viendo las fotos que usted me muestra, sí obviamente me doy cuenta. En ese momento no los conocía, pero viendo las fotos sí, son ellas las personas que fueron al Potao. Y no solamente los vi yo, (…).
¿Y qué ocurre ahí (en el pasadizo)?
Yo tenía entendido que el general en ese momento estaba con unos señores coroneles en una reunión de trabajo y me parece que por eso no los ha podido atender en su despacho. (…) Se encuentran prácticamente en el pasadizo, casi en la puerta de su despacho. Parece que tuvo que salir el general a atenderlos porque no podía cortar la reunión que tenía adentro.
¿Usted pudo ver el momento en que el general estaba conversando con estas dos personas?
Bueno los vi de espaldas, pero me pareció ver un sobre de color manila amarillo que le alcanzaron al señor general. Eso más o menos pude ver. (…) Habrá sido un par de minutos a lo mucho y luego se retiraron.
Como queda dicho, hay otros testigos de esa visita, que desmienten la versión de León y los Chehade.
De otro lado, IDL-Reporteros ha obtenido el ticket electrónico del viaje del general Abel Gamarra de ida y vuelta Tumbes-Lima-Tumbes.
Gamarra salió de Tumbes en el vuelo LAN 2335, a las 7:55 p.m. del día 3 de octubre. Regresó de Lima a Tumbes a las 5:30 p.m. del 5 de octubre en el vuelo 2334.
El propósito de su viaje fue obviamente la cena para verse con Chehade. Según una versión, Gamarra solo vino para tratarse de un mal del estómago. Dado que acudió a las Brujas de Cachiche como centro terapéutico, su problema estomacal debe haber sido el hambre.
Es que, según cita Cantinflas:
“Y como decía Napoleón : El que parte y reparte, le toca su Bonaparte.”
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