Una sonrisa y el paso acelerado hacia su vehículo oficial fue la respuesta del presidente Ollanta Humala cuando la prensa le pidió esta tarde que se pronuncie sobre la delicada situación de su segundo vicepresidente Omar Chehade, quien ha sido señalado por presunto tráfico de influencias en favor del Grupo Wong.
El jefe de Estado asistió a la inauguración de la Semana del Empleo 2011 en el Parque de la Exposición y durante su discurso saludó a las empresas que “ayudan a la inclusión social” a través de la generación de empleo.
Una vez que descendió del estrado de honor los periodistas se le acercaron para preguntarle por Chehade -quien asegura que el presidente confía en su palabra- pero no obtuvieron respuesta. Una vez más el mandatario evitó pronunciarse sobre temas de coyuntura política. Tampoco lo hizo la semana pasada cuando estalló el escándalo de la congresista oficialista Celia Anicama, bautizada como la “robacable”.
Más temprano Humala recibió a la imagen del Señor de los Milagros en Palacio de Gobierno.
LE PIDEN DESLINDE
Más temprano los congresistas de oposición Juan Carlos Eguren (Alianza por el Gran Cambio) y Rolando Reátegui (Fuerza 2011) coincidieron en pedirle un deslinde.
“Hay un deslinde que debe hacer el presidente, porque (Chehade) es su amigo, abogado, su vicepresidente”, dijo Eguren. “Estamos pasando de la suite del Country a las Brujas del Cachiche”, agregó Reátegui, quien adelantó que su bancada evalúa presentar una acusación constitucional.
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